lunes, 11 de noviembre de 2024

Txiale-Ernaitzu-Ireber-Launtze ( Circular desde Beruete )

Situado en el extremo noroccidental del Valle de Basaburúa, no muy distante de su límite con el Valle de Malerreka que se extiende al Norte y del Valle de Larraún que lo hace al Oeste, el monte Ireber ( 1208 m ) es la máxima elevación de la divisoria cantábrico-mediterránea en el tramo comprendido entre el Puerto de Belate ( 847 m ) y el Puerto de Azpíroz ( 616 m ).

Su “ recóndita “ situación geográfica, alejado “ relativamente “ de núcleo de población alguno, y sobre todo el estar conformado por un conjunto de suaves y redondeadas cimas de similar altitud que las hace pasar prácticamente desapercibidas ante la mirada de los montañeros que normalmente buscan cumbres más “ airosas “, hace de este macizo un “ enclave “ habitualmente poco frecuentado.

El anteriormente mencionado Ireber ( 1208 m ), su “ vecino “ Ernaitzu ( 1204 m ), así como el también “ cercano “ Launtze ( 1195 m ), conforman una “ trilogía “ digna de visitar.

Como he comentado anteriormente, estas cumbres quedan “ relativamente “ alejadas de núcleos de población por lo que los puntos de partida más habituales para los que buscan alcanzarlas de una manera más “ cómoda “ suelen ser: Iontza ( 901 m ), paraje al que accede una estrecha carreterita que nace en Beruete ( 705 m ), el Puerto de Huici ( 808 m ) o el Puerto de Usategieta ( 693 m ), conocido también como Alto de Tardoa, Alto de Ezkurra o Basakabi.

Los que buscan itinerarios más “ largos “ hacia estas cumbres y además quieren tomar como punto de partida algún núcleo de población deberían pensar en hacerlo desde Arrarás ( 670 m ) o Beruete ( 705 m ), localidades ambas pertenecientes al Valle de Basaburúa y que serían las poblaciones más “ cercanas “.

En esta ocasión va a ser esta última localidad, Beruete ( 705 m ), la que voy a utilizar como punto de partida para este itinerario, ruta en la que coronaremos la “ trilogía “ de cumbres citada anteriormente además de aprovechar para visitar la “ modesta “ cima de Txiale ( 1067 m ) así como el bucólico paraje de Otsola, retornando al punto de partida en sencillo itinerario “ circular “. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis.

 

Resumen del Itinerario

 

Comenzamos este itinerario en Beruete ( 705 m ), concretamente desde la parte alta de la localidad, donde podremos estacionar nuestro vehículo en la pequeña plaza enclavada junto al bar del pueblo.

Callejeamos por la población buscando abandonar su casco urbano por Iontzako Kamioa, estrecho vial asfaltado que da acceso al paraje del mismo nombre, Iontza ( 901 m ).

Tras dejar atrás una fuente, a la altura de un pabellón ganadero abandonaremos la estrecha carreterita por la izquierda ( S ) para tomar una pista cementada que en breve se bifurca. Continuamos por la derecha ( NW ) entre prados y sin apenas inclinación para adentrarnos en un corto tramo bajo las hayas, tras lo que volvemos a salir a terreno despejado desembocando nuevamente en Iontzako Kamioa.

Atravesamos el vial para remontar en acusado ascenso por una pista hormigonada, por la que no tardaremos en alcanzar las balizas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12 que nos atraviesan perpendicularmente.

Junto a estas ganaremos altura hasta que, poco más adelante, “ tropezamos “ con un notorio cruce, lugar en el que las abandonaremos para seguir de frente ( E ). El marcado camino nos permite un plácido discurrir hasta que, en el punto en el que inicia un acusado descenso, lo dejamos por la derecha ( SE ) para continuar por la frondosa ladera NW. de Txiale ( 1067 m ), por la que alcanzaremos su cumbre.

Perdemos altura por la escabrosa vertiente opuesta a la utilizada en nuestro ascenso, por la que terminaremos desembocando en un notorio camino. Este nos va a permitir alcanzar una amplia pradera, desde la que remontaremos en acusado ascenso hasta alcanzar la amplia cumbre de Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ).

Un “ cómodo “ descenso nos hace desembocar en el collado de Sobresate ( 1134 m ), el que atravesaremos para adentrarnos en un corto tramo bajos las hayas, donde tomaremos la marcada senda que nos permitirá alcanzar la cima de Ireber ( 1208 m ).

Perdemos altura en dirección opuesta a la utilizada a nuestra subida, camino del herboso “ cuello “ ( 1173 m ) por el que atraviesa la senda proveniente del cercano collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ), en el que desembocaremos en breve.

Sobre el citado “ colladito “ ( 1170 m ) destaca la amplia y herbosa cima de Launtze/Laontze ( 1195 m ), la que alcanzaremos de inmediato.

Volvemos a descender al mismo “ cuello “ ( 1170 m ) para, tras dejar a nuestro paso un pequeño refugio, tomar la pista que le da acceso y que pierde altura hacia otro collado ( 1096 m ) más amplio y herboso que se abre bajo la vertiente NW. de Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ).

En este discreto “ colladito “ ( 1096 m ) volvemos a “ tropezar “ con las balizas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12, junto a las que alcanzaremos el Valle de Otsola.

En este bucólico paraje abandonaremos nuevamente las mencionadas balizas para cruzar el cauce de Alkardurko Erreka buscando tomar Otsolabide, camino por el que terminaremos desembocando en el collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), atravesado por una amplia pista, Arrarasbide.

Tomamos esta por la derecha ( SW ) para, en plácido discurrir, retornar al punto de partida, la localidad de Beruete ( 705 m ).

 

Datos del Itinerario

 

Desnivel: 713 m

Tiempo: De 4 h a 6 h

Distancia: 15´57 km

Inicio: Beruete ( Valle de Basaburua )

Fecha de realización: Junio 2024

Época recomendada: Todo el año

Cimas: Txiale ( 1067 m ); Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ); Ireber ( 1208 m ); Launtze/Laontze ( 1195 m ) 

 

Descripción del Itinerario

 

Este itinerario lo iniciaremos en Beruete ( 705 m ), concretamente desde la pequeña plaza en la que aparece enclavado el bar de la localidad y en cuyas inmediaciones destaca la iglesia, erigida en honor a San Juan Bautista.

Comenzamos a caminar por la calle que da acceso a la mencionada plaza y que, discurriendo bajo el citado bar, se adentra en el casco urbano de esta bella población del Valle de Basaburua.

Mientras callejeamos entre grandes y cuidados caserones buscaremos abandonar Beruete  ( 705 m ) por el extremo septentrional de la localidad, donde tomaremos la estrecha carreterita asfaltada que da acceso al paraje de Iontza.

El citado vial, Iontzako Kamioa, deja rápidamente atrás el casco urbano de esta recogida localidad mientras remonta en acusado ascenso, no tardando en alcanzar el cruce en el que, señalizado con un poste indicador, obviaremos el camino cementado que nace por la derecha ( N ) en dirección a Arrarás/Arrarats ( 690 m ), por el que posteriormente regresaremos.

Continuamos de frente ( NW ) “ encajonados “ entre verdes y extensos prados para, en breve, dejar a nuestro paso una fuente con abrevadero. Superada esta, unos metros más adelante y a la altura de un pabellón ganadero, abandonaremos Iontzako Kamioa para tomar la pista cementada que nace por nuestra izquierda ( W ).

En acusado ascenso ganaremos altura entre las alambradas que delimitan los verdes prados que van quedando a nuestro paso mientras la pendiente va perdiendo inclinación paulatinamente.

No tardaremos en alcanzar un nuevo cruce, punto en el que haremos caso omiso de la pista que continúa al frente ( SW ) mientras tomamos la que nace por la derecha ( NW ).

Caminamos en todo momento entre las alambradas que delimitan los extensos prados “ paralelamente “ a Iontzako Kamioa, el estrecho vial asfaltado que, a nuestra derecha ( NE ) y metros por debajo, remonta desde Beruete ( 705 m ).

En plácido caminar dejaremos atrás los verdes prados para adentrarnos bajo la frondosidad del hayedo, por el que caminaremos un agradable tramo hasta que lo abandonamos en el punto en el que un nuevo carretil cementado atraviesa perpendicularmente. Descendemos por la derecha ( NW ) y de inmediato damos alcance a una estratégica bifurcación ( 903 m ), lugar en el que atraviesa Iontzako Kamioa, el carretil asfaltado que abandonamos anteriormente.

Cruzamos el citado Iontzako Kamioa para tomar la pista hormigonada que remonta de frente ( NW ) en brutal pendiente. En breve “ tropezaremos “ con un cruce, lugar en el que haremos caso omiso del camino que nace por la derecha ( N ) mientras continuamos de frente ( NW ), en todo momento en acusado ascenso.

A nuestro paso queda Mitxetoneko Borda, coqueta y renovada borda a partir de la cual parece que la pista comienza a perder inclinación paulatinamente. Abriéndose paso entre los verdes prados que se extienden a ambos lados del camino, este termina por dejarlos atrás y deja de ser hormigonado para transformarse en pista de “ gravilla “.

En breve, la citada pista alcanza una estratégica bifurcación, lugar en el que traza una cerrada curva de 90º hacia la derecha ( E ) y punto en el que recibimos por la izquierda ( W ) el sendero balizado con las marcas “ rojiblancas “ que señalizan la Senda GR-12. Haciendo caso omiso a este, así como al notorio camino que nace de frente ( N ), optamos por continuar por la amplia pista, a partir de este punto balizada con las citadas marcas “ rojiblancas “.

Paulatinamente nos iremos adentrando en un frondoso hayedo y no tardamos en alcanzar un cruce, lugar en el que las balizas nos “ invitan “ a tomar el cementado camino que nace por la izquierda ( NE ) dejando a su paso Etxeberriko Borda, al que nosotros haremos caso omiso mientras continuamos de frente ( E ).

Hemos abandonado las marcas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12 e iniciamos un corto descenso para dejar a nuestro paso Antsoneko Borda ( 1012 m ), renovado edificio pastoril que queda a nuestro paso en el interior de un prado y punto a partir del cual iniciaremos un paulatino ascenso.

El camino discurre notorio en todo momento y en breve alcanza un discreto cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la derecha ( S ) mientras continuamos de frente ( SE ) por el “ principal “.

Alternando tramos de discurrir bajo el arbolado con otros en los que atravesaremos pequeños claros, terminamos por adentrarnos definitivamente bajo un frondoso hayedo. Nuestro camino no tarda en trazar una cerrada curva hacia la izquierda ( E ), momento en el que inicia un acusado descenso y punto en el que, con la intención de “ coronar “ la cima de Txiale ( 1067 m ), lo abandonaremos para, sin camino definido, remontar de frente ( SE ).

Continuamos en todo momento en la misma dirección ( SE ) procurando discurrir por lo alto de la loma aunque en los tramos más “ incómodos “ lo haremos ligeramente a su izquierda ( N ) para, sin dificultad reseñable, terminar alcanzando la mencionada cumbre. Txiale ( 1067 m ), un hito, en una de cuyas piedras se puede leer el nombre del monte en cuestión, la señaliza. Las hayas que lo cubren todo nos privan de panorámica alguna.

Abandonamos la frondosa cima para iniciar el descenso por la ladera opuesta a la utilizada a nuestra subida. En principio intentamos perder altura discurriendo por lo alto de la loma aunque el “ incómodo “ roquedo hará que nos “ echemos “ ligeramente hacia la izquierda “ ( N ) buscando tramos más “ placenteros “.

Sin camino definido deambulamos entre las hayas para terminar desembocando en el linde del hayedo, lugar en el que un sendero nos atraviesa perpendicularmente. Continuamos por la izquierda ( N ) y, apenas unos pocos metros más adelante, recibimos también por la izquierda ( W ) el camino abandonado anteriormente al “ desviarnos “ hacia la cima de Txiale ( 1067 m ). Lo obviamos mientras seguimos de frente ( N ) buscando atravesar un pequeño claro abierto en el bosque.

No tardamos en volver a penetrar bajo las hayas para ganar altura y, en breve, “ tropezar “ con una discreta bifurcación, punto en el que obviaremos el camino que nace por nuestra izquierda ( NW ) mientras seguimos de frente ( NE ) por el “ principal “.

Tras atravesar un nuevo claro en el bosque nuestro camino vuelve a adentrarse en el frondoso hayedo, lugar en el que lo abandonaremos mientras tomamos el notorio sendero que nace por la izquierda ( NW ). Remontamos entre las hayas y no tardamos en alcanzar un portillo abierto en la alambrada, el cual superaremos por el “ paso “ aledaño.

Salimos a terreno abierto para continuar en cómodo ascenso junto al linde del hayedo que se extiende a nuestra derecha ( E ) mientras buscamos desembocar en una amplia pradera. Una vez alcanzada esta, la atravesaremos en dirección a un abrevadero enclavado en el extremo opuesto, el cual cuenta con toma de agua en la que, en caso de necesidad, podremos “ repostar “.

Desde el citado abrevadero ganaremos altura hacia la izquierda ( SW ) mientras nos encaminamos hacia la parte alta de la amplia pradera, lugar en el que nace una notoria pista.

Alcanzada esta, evitaremos tomarla mientras optamos por continuar ascendiendo por el marcado sendero que, en brutal ascenso, remonta por la derecha ( W ) junto al linde del hayedo. No sin poco esfuerzo terminaremos desembocando en su parte alta, lugar en el que definitivamente saldremos a terreno despejado.

Cercano, a escasos metros a nuestra izquierda ( W ), asoma el vértice geodésico que señaliza la amplia y herbosa cumbre de Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ), en la que desembocaremos de inmediato. Un par de buzones montañeros destacan junto al citado vértice. Bella y abierta panorámica.

Iniciamos el descenso por la vertiente opuesta a la empleada a nuestra subida, en la que se dibuja un herboso camino que nos permitirá alcanzar rápidamente el collado de Sobresate ( 1134 m ), cuello en el que volvemos a “ tropezar “ con las balizas “ rojiblancas “ que señalizan la Senda GR-12.

Junto a estas nos adentramos de frente ( W ) en el hayedo para continuar por el amplio camino que, de inmediato, traza una cerrada curva hacia la izquierda ( S ). Apenas discurriremos unos pocos metros por el citado camino ya que, en breve y antes de que empiece a perder altura, lo abandonaremos por la derecha ( NW ) buscando remontar por el notorio sendero que busca salir a terreno despejado.

La senda gana entidad paulatinamente no tardando en alcanzar la alargada y rocosa loma, por la que continuaremos hasta desembocar en la cercana cumbre de Ireber ( 1208 m ). Amplia cima salpicada de rocas entre las que destacan dos buzones montañeros. Bella y abierta panorámica.

En dirección opuesta a la de ascenso iniciaremos el descenso, en el que una notoria senda se abre paso entre las numerosas rocas que “ salpican “ la herbosa ladera NW. de la cima recién “ conquistada “.

El sendero por el que perdemos altura busca alcanzar el collado ( 1173 m ) por el que atraviesa la senda proveniente del cercano collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ), la que tras discurrir bajo la vertiente oriental de la discreta cota de Ireber NW. ( 1200 m ) nos permitirá alcanzarlo de inmediato.

Una amplia pista le da acceso por la derecha ( E ) dejando a su paso un pequeño refugio enclavado a escasos metros, también a nuestra derecha ( E ).

Atravesamos el amplio “ cuello “ ( 1170 m ) buscando iniciar el ascenso hacia la herbosa cima de Launtze ( 1195 m ) que aparece al frente ( N ) ante nosotros. Antes habremos dejado a nuestro paso un redil para el ganado y el monumento megalítico de obligada visita que da nombre a este collado ( 1170 m ), el dolmen de Bi Ahizpen Sepulture.

Sin camino definido, un corto aunque acusado ascenso por la herbosa ladera meridional del citado Launtze ( 1195 m ) nos permitirá alcanzar sin excesivo esfuerzo su amplia cumbre. Launtze/Laontze ( 1195 m ), una pequeña piedra, en la que se puede leer, a duras penas, el nombre del monte en cuestión, la identifica. Bella y abierta panorámica.

La ladera empleada para el ascenso nos devuelve nuevamente al collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ), en el que ahora habremos desembocado a la altura del refugio citado anteriormente. Desde este tomaremos la pista que le da acceso, por la que descenderemos rápidamente buscando desembocar en el discreto collado ( 1096 m ) por el que atraviesa la Senda GR-12, lugar en el que, a escasos metros a nuestra izquierda ( NE ), destaca una fuente con abrevadero.

Tras esta asoma cercano un pequeño portillo, hacia el que nos encaminaremos para atravesarlo buscando tomar el marcado sendero que, señalizado con las mencionadas balizas, nos va a permitir descender hacia el Valle de Otsola ( 903 m ).

La senda aparece escrupulosamente balizada por lo que no nos supondrá dificultad alguna desembocar en el citado vallecito ( 903 m ), el cual cruzaremos hasta “ tropezar “ con Alkardurko Erreka, riachuelo que lo atraviesa.

Salvado el, en esta época del año, poco caudaloso arroyo y evitando desembocar en la amplia pista que discurre a nuestra izquierda ( E ), buscamos alcanzar el portillo que, al frente ( S ), nos cierra el paso. Atravesamos este para continuar por el notorio Otsolabide, camino en el que se aprecian varias “ arquetas “ que parecen delatar una “ traída de aguas “.

Discurrimos nuevamente bajo un frondoso hayedo mientras que nuestro camino se dibuja perfectamente marcado aunque en cortos tramos pierde notoriedad para convertirse en nítido sendero.

Tras un suave descenso atravesamos la regata de Izabal, lugar en el que nuestro camino  traza una cerrada curva hacia la izquierda ( S ) y punto desde el que iniciamos una tendida subida.

De inmediato nos topamos con un “ discreto “ cruce, lugar en el que haremos caso omiso del camino que desciende por nuestra izquierda ( E ) mientras continuamos ganando altura de frente ( SE ).

Otsolabide continúa notorio mientras que, desde este, nacen diversas pistas para la “ saca de madera “, a las que haremos caso omiso.

Nuestro camino pierde inclinación paulatinamente y termina por abandonar la frondosidad del bosque, momento en el que nos topamos nuevamente con un portillo que nos cierra el paso. Salvado este caminaremos junto a la alambrada que delimita el prado que se extiende a nuestra izquierda ( S ) para terminar desembocando de inmediato en el collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), discreto cuello que es atravesado por una amplia pista, Arrarasbide.

Tomamos la citada pista por la derecha ( SW ) para iniciar un paulatino descenso, el cual se irá acentuando notablemente mientras que esta se torna hormigonada en los tramos de mayor inclinación.

Sin dificultad reseñable terminaremos desembocando, a las afueras de Beruete ( 729 m ), en Iontzako Kamioa, vial asfaltado por el que continuaremos hacia la izquierda ( S ) y que rápidamente nos devolverá al punto de partida, la localidad de Beruete ( 705 m ).


Track del Itinerario 


Fotos del Itinerario


La torre de la iglesia de Beruete, erigida en honor a San Juan Bautista, despunta sobre los tejados de las casas que rodean la plaza de la localidad

Estacionaremos nuestro vehículo en la pequeña plaza de Beruete, en la que destaca el bar de la localidad

Comenzaremos a caminar desde la plaza de Beruete tomando la calle que desciende dejando a su paso el bar ( dcha ) de la localidad 

Abandonamos la plaza de Beruete tomando la calle que, dejando a su paso el bar ( dcha ) de la localidad, le da acceso

Callejeamos por Beruete y en breve alcanzamos un cruce, punto en el que deberemos continuar ascendiendo por la derecha

No tardamos en " tropezar " con una nueva bifurcación, lugar en el que obviaremos el que continúa por la derecha mientras seguimos hacia la izquierda

Continuamos callejeando por Beruete  dejando a nuestro paso sucesivos cruce. Ascendemos por la derecha

Dentro del casco urbano de Beruete volvemos a toparnos con una nueva bifurcación, lugar en el que obviaremos la calle que nace por la izquierda mientras tomamos la que asciende de frente ( dcha ) 

Abandonamos el casco urbano de Beruete

Salimos de Beruete por el estrecho carretil asfaltado, Iontzako Kamioa, que da acceso al paraje de Iontza

Iontzako Kamioa traza una cerrada curva, momento en el que obviaremos la pista que nace por la derecha para continuar remontando por asfalto ( izda )

En la cerrada curva que traza Iontzako Kamioa dejaremos a nuestro paso un pequeño edificio

Iontzako Kamioa continúa su paulatino ascenso

Ya a las afueras de Beruete alcanzaremos una señalizada bifurcación, lugar en el que obviaremos la pista que nace por la derecha, por la que posteriormente regresaremos, mientras continuamos de frente ( izda )  

Iontzako Kamioa continúa su tendido ascenso mientras discurre entre verdes y extensos prados

El estrecho vial asfaltado por el que discurrimos deja a su paso una fuente antes de alcanzar un pabellón ganadero 

Fuente enclavada a la orilla del vial por el que discurrimos

No tardamos en alcanzar un pabellón ganadero

A la altura del pabellón ganadero " tropezamos " con un cruce, lugar en el que abandonaremos Iontzako Kamioa para tomar la pista cementada que nace por la izquierda

La pista cementada que hemos tomado gana altura en fuerte pendiente " encajonada " entre prados

En nuestro ascenso por la pista hormigonada dejaremos a nuestro paso un cruce, punto en el que recibimos por la izquierda un herboso camino que procede también de Beruete. Obviándolo seguiremos de frente ( dcha )

En breve nos topamos con una nueva bifurcación, lugar en el que el vial cementado se transforma en pista de tierra y donde abandonaremos la que continúa de frente para tomar la que nace por la derecha

La pista tomada continúa en " cómodo " ascenso mientras discurre entre extensos prados

Caminamos entre prados por una amplia pista y sin apenas pendiente

A nuestro paso dejaremos un discreto cruce, lugar en el que haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda mientras continuamos de frente ( dcha )

Nuestra pista termina adentrándose en el frondoso bosque

Discurrimos plácidamente a la sombra de las hayas

La pista por la que caminamos discurre en tendido ascenso

Terminamos desembocando en una pista cementada que cruza perpendicularmente, por la que deberemos descender hacia la derecha en dirección al estrecho carretil asfaltado, Iontzako Kamioa, que atraviesa cercano proveniente de Beruete

Alcanzado Iontzako Kamioa, carretil asfaltado proveniente de Beruete, lo atravesaremos para tomar el que remonta de frente ( centro ) en acusado ascenso

El vial hormigonado que hemos tomado gana altura en brutal pendiente

La pista cementada alcanza un cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la derecha mientras continuamos remontando de frente

Sobre la pista por la que remontamos en acusado ascenso asoma Mitxetoneko Borda ( dcha )

Cruce de pistas, lugar en el que deberemos hacer caso omiso a las que nacen por la derecha y por la izquierda mientras continuamos de frente ( centro )

A nuestro paso queda Mitxetoneko Borda

El vial cementado continúa remontando en acusado ascenso

La pista hormigonada pierde inclinación paulatinamente mientras continúa su discurrir entre prados

Desde la pista por la que remontamos damos vista a la Sierra de Aralar que se extiende en el horizonte

Al perder inclinación la pista cementada pasa a ser de tierra

La pista continúa ganando altura dejando a su paso un cruce, punto en el que obviaremos el camino que nace de frente y el que recibimos por la izquierda. Este último aparece balizado con las marcas " rojiblancas " de la Senda GR-12, las que a partir de este punto ( portillo ) seguiremos por la derecha

La pista por la que continuamos ganando altura busca adentrarse bajo el arbolado

Las marcas " rojiblancas " ( dcha ) de la Senda GR-12 balizan nuestro camino

No tardaremos en alcanzar una nueva bifurcación, lugar en el que las balizas ( dcha ) nos " invitan " a obviar el camino que continúa de frente para tomar el cementado que nace por la izquierda

Una vez alcanzado el cruce haremos caso omiso del camino hormigonado que, balizado con las marcas " rojiblancas " de la Senda GR-12, continúa por la izquierda mientras optamos por seguir de frente ( dcha )

A la orilla del camino que hemos obviado destaca Etxeberriko Borda

Las balizas ( dcha ) " avisan " que hemos abandonado la Senda GR-12

El camino tomado alcanza de inmediato Antsoneko Borda

Antsoneko Borda queda a nuestro paso

Desde nuestro camino damos vista a Artxueta ( dcha ), tras el que asoma Beriain ( centro )

Nuestro camino no tarda en bifurcarse, momento en el que obviaremos el que nace por la derecha mientras seguimos de frente ( izda )

El camino por el que discurrimos se torna herboso mientras amenaza con perder notoriedad

Un claro en el bosque nos permite dar vista Lecumberri/Lekunberri y Baraibar, localidades sobre las que despunta Artxueta

Bajo nuestro camino se dibuja el que, entre prados, hemos utilizado anteriormente. Erga ( centro ) despunta en el horizonte 

Desde nuestro camino damos vista a Erga ( dcha )

El camino vuelve a adentrase en el frondoso hayedo

En el punto en el que nuestro camino inicia un acusado descenso será cuando lo abandonaremos para tomar el inapreciable sendero que nace por la derecha

La senda se difumina de inmediato bajo el frondoso hayedo

En paulatino ascenso continuaremos remontando bajo las hayas

Buscamos los tramos más " cómodos " para continuar remontando en " plácido " ascenso

En tendido ascenso y en todo caminando bajo la frondosidad del bosque buscamos alcanzar la cima de Txiale 

Salida a la cima de Txiale 

Un pequeño hito señaliza la discreta cumbre de Txiale

Detalle del hito que señaliza la cima de Txiale

Desde la cima de Txiale continuaremos de frente, en dirección opuesta a la empleada a nuestro ascenso

La cima de Txiale queda rápidamente atrás

La ladera por la que descendemos acentúa notablemente su inclinación

Perdemos altura junto a la escabrosa loma ( dcha )

La parte alta de la loma resulta extremadamente " incómoda " en algunos tramos

Evitamos la escabrosa loma para descender por la ladera que resulta más " cómoda "

Desembocamos en un amplio y notorio camino, por el que continuaremos hacia la izquierda ( desde donde saco la foto )

El camino tomado se transforma en una marcada senda herbosa, la que alcanza de inmediato un notorio cruce, lugar en el que obviaremos el que nace por la izquierda mientras continuamos de frente ( centro )

Nuestro camino vuelve a ganar notoriedad de inmediato y en breve alcanza una inapreciable bifurcación, punto en el que haremos caso omiso del que nace por la izquierda mientras continuamos de frente ( dcha ) 

El camino por el que continuamos remontando se abre paso atravesando un pequeño claro abierto en el bosque

En breve alcanzamos un nuevo cruce, punto en el que abandonaremos el amplio y notorio camino que continúa de frente ( dcha ) mientras tomamos la marcada senda que nace por la izquierda adentrándose bajo las hayas

El marcado sendero tomado se dibuja notorio en el hayedo

La senda paulatinamente irá ganando entidad para transformarse en camino, el cual continúa remontando en plácido ascenso

Alcanzamos un portillo en la alambrada que cuenta con " paso " aledaño. Lo atravesaremos

El camino vuelve a transformarse en senda para atravesar amplios " claros " abiertos en el hayedo

El camino por el que ascendemos busca alcanzar la parte alta del hayedo

Rápidamente alcanzamos la parte alta del bosque de hayas, lugar en el que buscaremos salir a terreno despejado

Abandonado el hayedo continuaremos por unas notorias " rodadas " que se dibujan en la herbosa pradera

Atravesamos una extensa pradera, en cuya parte alta ( centro ) divisamos el camino por el que deberemos continuar 

En la amplia pradera llama nuestra atención un abrevadero que asoma cercano

No tardamos en alcanzar el abrevadero, lugar en el que podremos coger agua y desde donde buscaremos encaminarnos hacia la parte alta de la extensa pradera

Las notorias " rodadas " nos permiten remontar " cómodamente " hacia la parte alta de la extensa pradera

En la parte alta de la pradera " tropezamos " con una pista y con un par de notorios senderos que nacen hacia la derecha por ambos lados del árbol que destaca en el centro de la foto 

Atrás queda la amplia y herbosa campa por la que acabamos de remontar

Desde este punto disfrutamos de una bella y abierta panorámica hacia el valle

Obviando la amplia pista que se adentra en el hayedo buscamos remontar por un notorio sendero 

La notoria senda acentúa su inclinación de inmediato para remontar en acusado ascenso

El sendero asciende junto al borde del hayedo

La senda busca alcanzar la parte alta del hayedo para salir a terreno despejado

Tras un corto aunque acusado ascenso saldremos a terreno despejado

Una vez alcanzado terreno despejado, de inmediato daremos vista al vértice geodésico que señaliza la cercana cima de Ernaizu/Ernaitzu

Numerosas cabezas de ganado pastan plácidamente en la amplia cumbre de Ernaizu/Ernaitzu

Nos acercamos al " concurrido " vértice geodésico que señaliza la cima de Ernaizu/Ernaitzu

Un buzón montañero destaca en la amplia cumbre de Ernaizu/Ernaitzu, lugar desde el que disfrutamos de una bella y abierta panorámica hacia Erga ( centro ), La Higa e Izaga ( izda )

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Ernaizu/Ernaitzu

Desde la cima de Ernaizu/Ernaitzu damos vista a nuestros próximos objetivos, la rocosa cumbre de Ireber ( izda ) y Launtze ( dcha )

Abandonamos la cima de Ernaizu/Ernaitzu

La amplia y herbosa cima de Ernaizu/Ernaitzu aparece muy " concurrida " 

Una marcada " rodada " nos permite iniciar un cómodo descenso desde la cima de Ernaizu/Ernaitzu mientras divisamos Ireber ( izda ) y Launtze ( dcha ), nuestros próximos objetivos

Descendemos hacia el cercano collado de Sobresate, sobre el que despunta Ireber

Rápidamente daremos alcance al collado de Sobresate, lugar en el que tomaremos el notorio camino que se adentra en el hayedo 

Una baliza de la Senda GR-12 destaca en el collado de Sobresate

El camino tomado en el collado de Sobresate discurre bajo las hayas trazando una cerrada curva hacia la izquierda 

El camino se transforma en amplia pista buscando alcanzar un pequeño " alto "

En el punto en el que la pista alcanza su punto más alto será donde la abandonaremos para continuar ascendiendo por la derecha 

Abandonada la pista, continuaremos remontando mientras buscamos alcanzar la parte alta del hayedo

No tardaremos en alcanzar la parte alta del bosque de hayas, donde saldremos a terreno despejado y punto a partir del cual la senda gana notoriedad

La senda por la que remontamos hacia Ireber amenaza con difuminarse en la herbosa ladera

Conforme ascendemos hacia Ireber el sendero paulatinamente volverá a ganar notoriedad

El marcado sendero busca alcanzar la parte alta de la rocosa loma cimera de Ireber

Alcanzada la rocosa loma cimera de Ireber, una marcada senda nos encamina hacia la visible cumbre  

Desde la loma cimera de Ireber damos vista a la Sierra de Aralar que se extiende en el horizonte, tras la que asoma Beriain ( izda )

Rápidamente desembocaremos junto a los dos buzones montañeros enclavados en la cima de Ireber

Desde la cima de Ireber echamos una mirada atrás hacia Ernaizu/Ernaitzu ( centro ), amplia y herbosa cumbre que acabamos de visitar

Antes de abandonar la cima de Ireber damos vista a la marcada senda que, discurriendo bajo Ireber NW, ( izda ), nos va a servir para alcanzar el collado de Bi Aizpen Sepulture ( centro ), sobre el que asoma la amplia y herbosa cumbre de Launtze ( dcha )

Iniciamos el descenso desde la cima de Ireber. Un notorio sendero pierde altura mientras nos permite dar vista a Ireber W. ( centro )  

Alcanzamos el marcado sendero por el que vamos a atravesar el collado abierto bajo Ireber NW. ( izda ) mientras que Launtze asoma al fondo ( centro )

La herbosa senda, tras atravesar el collado, busca adentrarse en el hayedo

Atravesado el collado echaremos una mirada atrás hacia la cima recién visitada de Ireber

El sendero se adentra en un corto tramo bajo las hayas

En breve volvemos a salir a terreno despejado, momento que ante nosotros se abre el collado de Bi Aizpen Sepulture, cuello sobre el que despunta Launtze ( dcha )

En el collado de Bi Aizpen Sepulture destaca el dolmen del mismo nombre

Una placa señaliza el dolmen de Bi Aizpen Sepulture, enclavado en el collado homónimo

Detalle de la placa que identifica el dolmen de Bi Aizpen Sepulture

Dolmen de Bi Aizpen Sepulture

Sobre el collado de Bi Aizpen Sepulture se extiende la amplia cumbre de Launtze, nuestro siguiente objetivo. Nos encaminaremos hacia este por la herbosa y tendida ladera en la que pastan numerosas cabezas de ganado

Sin camino definido remontamos hacia la cima de Launtze

Cima de Launtze/Laontze. Una pequeña piedra la señaliza

Una piedra, en la que a duras penas se puede leer el nombre del monte en cuestión, señaliza la cima de Launtze/Laontze 

Cima de Launtze/Laontze con vista a Ernaizu/Ernaitzu ( izda ) e Ireber ( dcha )

Iniciamos el descenso de la cima de Launtze en dirección al refugio ( centro ) enclavado ligeramente a la izquierda del collado de Bi Ahizpen Sepulture ( dcha ), sobre el que despuntan Ireber ( centro ) e Ireber NW. ( dcha )

En el descenso de la cima de Launtze, dando vista a Ernaitzu ( dcha ), dejaremos a nuestro paso una " toma de agua "

Mientras perdemos altura por la herbosa ladera de Launtze en dirección al refugio enclavado en el collado de Bi Ahizpen Sepulture dejaremos a nuestro paso un abrevadero

Alcanzamos el refugio enclavado en el collado de Bi Ahizpen Sepulture

Interior del refugio enclavado en el collado de Bi Ahizpen Sepulture

Refugio enclavado en el collado de Bi Ahizpen Sepulture

Desde el refugio enclavado en el collado de Bi Ahizpen Sepulture continuaremos descendiendo por la pista que le da acceso

Descendemos por la pista que da acceso al refugio enclavado en el collado de Bi Ahizpen Sepulture, en la que podremos tomar algunos " alcorces " ( dcha )

La pista por la que descendemos acentúa notablemente su inclinación mientras pierde altura entre herbosas praderas

La pista busca alcanzar el collado ( centro ) sobre el que destaca la amplia y herbosa cumbre de Ernaitzu ( dcha )

Desembocamos rápidamente en el collado desde el que dos herbosos caminos, los cuales obviaremos, se dibujan en la ladera de Ernaizu/Ernaitzu 

Alcanzado el collado, a escasos metros a nuestra izquierda, asoma una fuente con abrevadero. Nos acercamos a esta

Fuente con abrevadero. Tras este asoma el pequeño portillo ( dcha ) que nos va a permitir continuar descendiendo hacia Otsola

Desde el abrevadero no tardaremos en alcanzar el pequeño portillo que da acceso al sendero, balizado como Senda GR-12, por el que continuaremos descendiendo hacia Otsola

Atravesado el portillo que da acceso al hayedo, echamos una mirada atrás hacia la pista por la que hemos descendido desde el collado de Bi Aizpen Sepulture ( centro )

Las marcas " rojiblancas " ( izda ) de la Senda GR-12 balizan el sendero por el que descendemos hacia Otsola

El sendero se dibuja notorio en el frondoso hayedo

El camino, en cortos tramos, amenaza con difuminarse entre las hayas

La senda atraviesa esporádicos claros abiertos en el bosque

Desde uno de los claros abiertos en el hayedo damos vista a Beigañe ( dcha ), cima bajo la que se extiende el Valle de Otsola ( centro ), hacia el que descendemos

Las balizas ( dcha ) de pintura señalizan escrupulosamente el camino a seguir

El estrecho sendero vuelve a ganar notoriedad

La senda abandona definitivamente el bosque de hayas para continuar abriéndose paso entre helechos 

Nos encaminamos hacia el portillo que nos va a permitir adentrarnos en el Valle de Otsola

Nada más salvar el portillo que da acceso al Valle de Otsola obviaremos el camino que, por la izquierda ( centro en la foto ), atraviesa una alambrada para remontar hacia la cima de Arnabarrita

Desde el portillo atravesado nos acercamos a otro que se abre en la cercana alambrada, la que cruzaremos para adentrarnos en el Valle de Otsola

Un herboso camino, escrupulosmente balizado, se adentra en el Valle de Otsola

Mientras discurrimos por el Valle de Otsola nos topamos con un primer cruce, lugar en el que optamos por continuar de frente ( dcha ) siguiendo el escrupuloso balizaje

Las balizas de la Senda GR-12 señalizan en todo momento el camino a seguir

Un herboso camino nos permite un " cómodo " discurrir por el Valle de Otsola

Las balizas que señalizan nuestro camino buscan desembocar en la amplia pista que atraviesa perpendicularmente aunque, sin llegar a alcanzarla, optaremos por desviarnos hacia la derecha

 No tardamos en alcanzar Alkardurko Erreka, riachuelo que atravesaremos para caminar junto a su margen derecha

Mientras caminamos junto a  Alkardurko Erreka, en la margen opuesta, dejaremos a nuestro paso una bifurcación señalizada con un poste indicador

Poste indicador enclavado en el Valle de Otsola

Discurrimos junto a la margen derecha de Alkardurko Erreka, riachuelo " encajonado " entre dos caminos. Haciendo caso omiso del que nace por la izquierda optamos por tomar el que lo hace por la derecha

Un portillo nos da acceso al camino por el que pretendemos abandonar el Valle de Otsola  

Desde el portillo que acabamos de atravesar echamos una mirada atrás hacia el Valle de Otsola, sobre el que despunta Arnabarrita ( centro )

Una vez salvado el portillo continuaremos por un notorio camino, es Otsolabide

En algunos tramos nuestro camino parece perder entidad aunque en todo momento discurre notorio 

El camino, Otsolabide, discurre sin apenas pendiente bajo un " clareado " hayedo

Nuestro camino vuelve a ganar notoriedad mientras continúa discurriendo bajo las hayas

Otsolabide inicia un corto descenso

Nuestro camino, Otsolabide, traza una cerrada curva, punto en el que por la derecha se abre una profunda y doble barrancada

Uno de los barrancos que desciende por nuestra derecha 

Otro de los barrancos que recibimos por la derecha de nuestro camino

Otsolabide, camino por el que venimos descendiendo por la izquierda, traza una cerrada curva para salvar un discreto riachuelo

Miramos atrás hacia la doble barrancada que se abre sobre nuestro camino

Continuamos ascendiendo por el notorio camino

A la sombra de las hayas nuestro camino vuelve a perder inclinación, lo que nos permite un plácido discurrir

Nuestro camino busca salir a terreno abierto

En breve alcanzaremos un portillo que nos cierra el paso. Lo atravesaremos

Una vez atravesado el portillo, Otsolabide continúa discurriendo junto a la alambrada que cierra el prado que se extiende a nuestra izquierda

Nos encaminamos hacia el collado de Arrarás o Karate, cuello que vemos asomar al fondo entre prados, aunque antes dejaremos a nuestro paso un discreto cruce en el que recibimos por la derecha un estrecho sendero

Mirada atrás hacia el cruce en el que nuestro camino ( dcha ) recibe por la derecha ( izquierda en la foto ) un notorio sendero, el cual obviaremos

Alcanzamos el collado de Arrarás o Karate, atravesado por una amplia pista, Arrarasbide. Continuamos por la derecha ( centro en la foto )

Mirada atrás en el collado de Arrarás o Karate, lugar en el que nuestro camino ( izda ) desemboca en la amplia pista, Arrarasbide, que lo atraviesa. Continuamos por la derecha ( desde donde saco la foto )

Arrarasbide continúa sin apenas pendiente mientras se encajona entre prados

Paulatinamente la pendiente de Arrarasbide se va acentuando

Arrarasbide pasa a ser hormigonado en cuanto su inclinación se acentúa notablemente

Cuando la pendiente de Arrarasbide pierde inclinación el piso de este pasa nuevamente a ser de tierra

Arrarasbide alcanza un primer cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras seguimos al frente

Mirada atrás en este primer cruce, punto en el que haremos caso omiso del camino que nace por nuestra izquierda ( derecha en la foto )

Nuestro camino se abre paso bajo un " túnel " de vegetación

No tardamos en alcanzar una segunda bifurcación, en la que ahora obviaremos el camino que nace por nuestra derecha

Desde nuestro camino disfrutamos de una bella panorámica hacia Beruete

Bajo nuestro camino, en el interior de un prado, asoma Gaztondoko Borda

Desde Gaztondoko Borda damos vista a Seanbe/Seganbe ( dcha ) 

Gaztondoko Borda queda atrás

A nuestro paso, junto a la pista hormigonada, dejaremos una antena y el pequeño edificio que le da servicio

El vial hormigonado por el que continuamos descendiendo deja a su paso un nuevo cruce, en el que obviaremos el camino cementado que, por la izquierda, da acceso al depósito de agua que abastece a Beruete. Unos metros más adelante destaca un poste indicador

Depósito de agua que abastece a Beruete

Detalle del poste indicador enclavado a la orilla de nuestro camino

Nuestro camino, Arrarasbide, termina desembocando a las afueras de Beruete en la estrecha carreterita asfaltada que da acceso al paraje de Iontza, por la que ya pasamos al comienzo del itinerario y por la que continuaremos descendiendo hacia la izquierda

Mirada atrás en el punto en el que nuestro camino, Arrarasbide ( dcha ), desemboca en Iontzako Kamioa, carreterita asfaltada que desde Beruete remonta hacia el paraje de Iontza

Descendemos por Iontzako Kamioa en dirección a Beruete

Iontzako Kamioa traza una cerrada curva de 180º antes de alcanzar el casco urbano de Beruete

A la entrada de Beruete, en el punto en el que Iontzako Kamioa traza una cerrada curva, obviaremos el carretil cementado que nace por la izquierda ( centro en la foto )

Iontzako Kamioa alcanza Beruete

Callejeamos por Beruete dejando a nuestro paso su cuidado caserío

La iglesia de Beruete, erigida en honor a San Juan Bautista, destaca entre los grandes caserones que conforman su casco urbano

La torre de la iglesia de Beruete nos sirve de " faro " para alcanzar la plaza de la localidad

Plaza de Beruete, inicio y final de este itinerario


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