Enclavada en el extremo
noroccidental de la provincia de Navarra, y compartiendo territorio con
Guipuzcoa, la Sierra de Aralar cuenta con una extensión de 208 km², de los que aproximadamente
algo más de la mitad pertenecen al “ reino navarro “.
Desde el 26 de Abril
del año 1994 las aproximadamente 10971 ha. enclavadas en territorio guipuzcoano
se convirtieron en el Parque Natural de Aralar. Esta extensión pertenece a los
términos de Abaltzisketa, Amezketa, Ataun, Lazkao, Tolosa y a la Mancomunidad
de Enirio-Aralar, creada esta última en el año 1412. Los principales accesos a
la Sierra de Aralar desde Guipuzcoa son dos: el área de Ataun, accesible desde
la carretera Lazkao/Puerto de Lizarrusti y centrada en torno al Centro de
Acogida de Lizarrusti, y la carretera Ordizia-Alegía, desde la que se accede al
conjunto Abaltzisketa-Larraiz y Amezketa-San Martín.
La vertiente navarra de
la Sierra de Aralar cuenta con una extensión de 12259 ha. pertenecientes a 11
términos municipales y 18 concejiles: Etxarri-Aranaz ( Lizarragabengoa ), Ergoiena
( Unanua y Lizarraga ), Arbizu, Lakunza, Arruazu, Huarte Araquil, Irañeta,
Araquil ( Eguiarreta, Villanueva, Ihabar y Señorío de Murguindueta ), Larraun (
Alli, Astiz, Baraibar, Errazquin, Iribas, Madoz y Oderiz ), Betelu y Araiz (
Azkarate, Gainza, Inza y Uztegui ).
El acceso principal a
la Sierra de Aralar desde Navarra parte desde Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ),
población en la que tomaremos la carretera NA-7510 que, tras dejar a su paso la
pequeña localidad de Baraibar ( 628 m ), da acceso al Santuario de San Miguel
de Excelsis ( 1241 m ).
Otro posible acceso a
la Sierra parte desde Huarte Araquil ( 488 m ), localidad en la que nace un
carretil cementado que desemboca en la carretera procedente de Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ) a menos de un
kilómetro por debajo del Santuario de San Miguel de Excelsis ( 1241 m ).
En este territorio se
comprende el Realengo de Aralar o Monte Aralar, antiguo monte del estado que
actualmente es propiedad de la Comunidad Foral de Navarra y cuyos derechos de
uso y aprovechamiento corresponden a la Unión de Aralar: su superficie es de
2166,8 ha. También comprende los faceros 53 y 63, el primero situado entre los
términos de Huarte Araquil e Irañeta, y el segundo entre Villanueva y Madoz.
De la superficie total
de la Sierra el 41% corresponde a los municipios de Sakana, el 24% al municipio
de Larraun, el 17,7% pertenece al Realengo, 10,6 % al Valle de Araiz, 0,9% a
Betelu y el 1,6% restante a los faceros 53 y 63.
Los montes comunes
propiedad de las entidades locales navarras supones el 72,9% del terreno de la
Sierra. Los que son propiedad de la Comunidad Foral suman un 17,7% y el 8,1%
restante son terrenos de propiedad particular. El 91,5% de la superficie está
ocupada por Montes de Utilidad Pública, cuyo Catálogo fue aprobado en el año
1912.
La climatología de
Aralar se caracteriza por el predominio de vientos de noroeste y oeste, la
abundancia de días de lluvia y nieblas frecuentes. El estar enclavada en la
divisoria de aguas cantábrico-mediterránea hace que los acuíferos que fluyen
por su vertiente Norte viertan sus aguas en el Cantábrico mientras que los que “
corren “ por su vertiente Sur “ mueren “ en el Mediterráneo.
En la Sierra de Aralar
el pastoreo es una actividad que se remonta a la prehistoria como así lo
demuestran uno de los conjuntos megalíticos más interesante de la Península
Ibérica, siendo además el más denso de Navarra y del País Vasco. En territorio
navarro se han contabilizado 44 dólmenes y un menhir mientras que en Guipuzcoa son
17 los dólmenes identificados.
*Fuentes:
https://www.sanmigueldearalar.org/informacion-practica/
https://espaciosnaturales.navarra.es/es/sierra-de-aralar
Mitos y leyendas, entre
las que destaca la de Teodosio de Goñi, tienen también como protagonista a la
Sierra de Aralar.
Leyenda
de Teodosio de Goñi
Cuenta la leyenda que
en Goñi vivía un caballero llamado Teodosio, casado con Doña Constanza de
Butrón.
Poco después de
casarse, Teodosio tuvo que abandonar su casa para ir a luchar a Africa, bajo
las órdenes del conde Don Julián, contra las tropas de Miramamolín.
Su mujer Constanza,
quedando sola en el palacio con los padres de Teodosio, invita a estos a dormir
en la habitación señorial, pasando ella a otra más pequeña.
Cuando Teodosio regresa
victorioso a su palacio se le aparece un ermitaño, el diablo disfrazado, para
advertirle que su mujer le es infiel con uno de sus criados.
Teodosio llega a su
casa para encaminarse a sus aposentos, lugar en el que encuentra dos personas
en su lecho. Cegado por la ira y pensando que eran su mujer y el amante de
esta, saca su espada y mata a ambos.
Creyendo haber vengado
el agravio, sale de casa y se encuentra con su esposa que venía de misa, quien
le informa que los que dormían en su lecho, y a los que había asesinado, eran
sus padres.
Aterrorizado, Teodosio
confiesa el crimen al párroco Juan de Vergara y al obispo de Pamplona, Marcial,
quien le manda ir a Roma como peregrino para que solicitar la absolución del
Papa Juan VII.
El pontífice le impone
como penitencia vivir lejos de su localidad llevando una cruz de madera a
cuestas y una gruesa cadena ceñida al cuello y a su cintura hasta el día, que
por desgaste, esta se rompiera. Este sería el signo inequívoco del perdón
divino.
Así vagó Teodosio por
la Sierra de Andía y posteriormente por la Sierra de Aralar, lugar este último
en el que un día se adentró en una de las numerosas cuevas que había por la
zona y en la que, sin saberlo, habitaba un dragón.
Cuando el dragón estaba
a punto de acabar con la vida de Teodosio, este implora ayuda a San Miguel. El
arcángel apareció con una cruz sobre su cabeza para vencer y matar al dragón,
liberando a Teodosio de las cadenas y siendo perdonado por Dios.
Teodosio, ya libre,
regresó a Goñi junto su esposa para posteriormente volver a Aralar, donde mandó
construir un santuario en honor a San Miguel.
En este caso, y para nuestra
incursión en la Sierra, va a ser la anteriormente citada localidad de
Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ) el punto de acceso a la misma. Tras 13
kilómetros de sinuoso discurrir alcanzaremos el amplio aparcamiento ( 1049 m )
situado junto a las ruinas de la antigua Casa Forestal de Aralar, conocida
también como Guardetxe y punto de partida habitualmente utilizado para
numerosos itinerarios por Aralar.
El objetivo “ principal
“ para nuestra ruta es alcanzar algunas de las numerosas “ cimitas “, poco
conocidas y por lo tanto apenas visitadas, que conforman ese conjunto de
innumerables cumbres que tapizan la Sierra de Aralar.
Aprovechando esos
viejos caminos, poco transitados, que atraviesan la Sierra, “ coronaremos “ las
cimas de Aubigaña ( 1100 m ), Larluzegaña ( 1145 m ),
Irutxin ( 1162 m ), Eulatz ( 1284 m ), Ipuzmeaka ( 1272 m ), Desaomendi
Txiki ( 1249 m ) y Zeontza ( 1221 m ), cerrando la ruta “ circular “
ascendiendo el ya más conocido Beloki ( 1276 m ). Esta es mi propuesta, espero
que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Este itinerario da
comienzo en el amplio aparcamiento junto al que antaño se levantaba la Casa
Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m ), de la que hoy tan solamente quedan
unas pocas ruinas.
Desde la parte alta del
citado parking atravesaremos el portillo que da acceso a la pista que remonta
hacia los refugios de Errenaga ( 1217 m ), por la que caminaremos en plácido
ascenso hasta que alcanzamos el punto en el que esta traza una cerrada curva
hacia la derecha ( N ). Es aquí donde la abandonaremos para tomar el amplio
camino que nace al frente ( W ), el cual dejaremos también en breve para
desviarnos por la izquierda ( S ) hacia la cercana “ cimita “ de Aubigaña ( 1100
m ).
El camino utilizado en
el ascenso nos devuelve de nuevo al que veníamos utilizando, por el que
continuaremos por la izquierda ( W ) hasta que nos situamos bajo la vertiente
meridional de Larluzegaña ( 1145 m ), punto en el que volveremos a abandonarlo
para remontar por la derecha ( N ) por terreno algo “ incómodo “ hasta
desembocar en su cumbre.
Perdemos altura por la
ladera SW, no tardando en alcanzar nuevamente el notorio camino por el que
veníamos discurriendo. Lo retomamos para continuar por la derecha ( N )
adentrándonos bajo un frondoso hayedo.
En cómodo discurrir nos
situamos bajo la ladera oriental de Irutxin ( 1162 m ), momento en el que
volveremos a abandonar el camino para ganar altura por la izquierda ( W ) hasta
que desembocamos en la frondosa cima.
Iniciamos el descenso
por la vertiente septentrional, no tardando en volver a “ tropezar “ con
nuestro camino, el que terminará por hacernos desembocar, a la altura del Paso
de Kolosobarnea ( 1159 m ), en la pista proveniente del aparcamiento de la Casa
Forestal o Guardetxe ( 1049 m ).
Continuamos por esta
hacia la izquierda ( NE ) aunque de inmediato la abandonaremos por la derecha (
NE ) para remontar en acusado ascenso por la ladera SW. de Eulatz ( 1284 m ),
totalmente cubierta de hayas, y por la que terminaremos alcanzando su cumbre.
Sin perder mucha altura
descendemos por la vertiente opuesta a la empleada a nuestro ascenso, salvando
de inmediato el discreto “ colladito “ ( 1263 m ) que nos separa de la modesta
cota de Ipuzmeaka ( 1272 m ), la que también “ coronaremos “.
Un acusado descenso nos
permite alcanzar Ipuzmeakako lepoa ( 1217 m ), estratégico collado en el que
tomaremos el camino que, tras dejar a su paso diferentes bordas de pastores,
nos permitirá dirigirnos hacia el aparcamiento de Pagomari ( 1170 m ).
Poco antes de
desembocar en el citado parking ( 1170 m ) deberemos estar atentos al “ paso “
( 1167 m ) que, por nuestra derecha ( N ), nos encamina hacia la Borda de Desao
( 1220 m ). Una vez alcanzada esta, seguimos de frente ( N ) en dirección al
collado de Urrutiko Lurriña ( 1220 m ), en el que desembocaremos en breve y
desde el que remontaremos por la derecha ( NE ) buscando alcanzar la cima de
Desamendi Txiki o Desaomendi Txiki ( 1249 m ), cumbre que coronaremos de
inmediato.
Descendemos por su
vertiente septentrional para discurrir por las herbosas praderas que se
extienden bajo la alomada y apenas perceptible “ cimita “ de Zeontza ( 1221 m
), en la que destaca el dolmen del mismo nombre y que alcanzaremos sin apenas
esfuerzo.
Retomamos nuestro
camino para perder altura cómodamente buscando atravesar el cauce de Usulako
Erreka, desde el que continuaremos por Txingolako bidea para encaminarnos
posteriormente hacia el collado de Urdangoene ( 1193 m ).
Sobre este despunta la
última cumbre a visitar en este itinerario, Beloki ( 1276 m ), en la que nos “
encaramaremos “ tras corto aunque acusado ascenso.
Iniciamos el descenso por
su ladera SW. para, tras atravesar Gersagako Erreka, tomar el camino que deja a
su paso la Borda de Bustintza y que nos terminará “ devolviendo “ al punto de
partida, el aparcamiento de la antigua Casa Forestal de Aralar ( 1049 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
565 m
Tiempo:
De 4 h a 6 h
Distancia:
15´20 km
Inicio:
Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( Navarra )
Fecha
de realización: Noviembre 2023
Época
recomendada: Todo el año
Cimas:
Aubigaña ( 1100 m ); Larluzegaña ( 1145 m ); Irutxin
( 1162 m ); Eulatz ( 1284 m ); Ipuzmeaka ( 1272 m ); Desaomendi Txiki o
Desamendi Txiki ( 1249 m ); Zeontza ( 1221 m ); Beloki ( 1276 m )
Descripción del
Itinerario
Pasado el kilómetro 13
de la carretera NA-7510 que da acceso al Santuario de San Miguel de Excelsis (
1241 m ) estacionaremos nuestro vehículo en el amplio aparcamiento enclavado
junto a las ruinas de la antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m
).
Comenzaremos a caminar
desde la parte alta del citado aparcamiento ( 1049 m ), lugar en el que
deberemos atravesar el portillo tras el que nace la amplia pista, Berigaingo
bidea, que da acceso a los refugios de Errenaga ( 1217 m ).
Caminaremos por esta en
tendida subida y no tardaremos en dejar a nuestro paso, a la izquierda ( S ) de
la pista y “ camuflado “ entre las hayas, el dolmen de Aubia Norte ( 1066 m ),
“ señalizado “ por una placa. Apenas tendremos que desviarnos unos pocos metros
del camino para visitarlo.
De nuevo en Berigaingo
bidea continuaremos en plácido caminar para, en breve, dar alcance a una “
discreta “ bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso tanto del camino que
nace por nuestra izquierda ( S ) como del que lo hace por la derecha ( N )
mientras seguimos por la amplia pista.
Continuamos en tendido
ascenso y no tardamos en volver a alcanzar un nuevo cruce, punto en el que abandonaremos
la amplia pista para tomar el amplio y notorio camino que nace de frente ( W ).
Nos adentramos entre el hayedo para discurrir en “ cómoda “ pendiente y no
tardamos en “ tropezar “ con una nueva bifurcación, lugar en el que dejaremos
el camino “ principal “ para tomar por la izquierda ( SW ) uno más herboso.
En suave descenso
alcanzaremos de inmediato una alambrada, la que atravesaremos por el “ paso “
colocado para tal efecto. Una vez en el otro lado, en término de
Lacunza/Lakuntza, continuaremos por el, en todo momento, notorio camino, el
cual comienza a “ bordear “ la discreta cota de Aubigaña ( 1100 m ) bajo su
ladera noroccidental.
En tendido ascenso alcanzaremos
de inmediato el punto más alto del camino, momento en el que lo abandonaremos
por la izquierda ( E ) para continuar remontando en dirección a la citada “
cimita “. Salvando el escaso desnivel que nos separa de esta, sin camino
definido, ganaremos altura por terreno algo “ incómodo “ aunque sin dificultad
reseñable hasta terminar desembocando en el herboso rellano cimero. Aubigaña
( 1100 m ), un grupo de rocas “ salpica “ la pequeña cumbre, en la que no
encontramos señal alguna que la señalice salvo una alta palomera que nos puede
servir como referencia.
Para el descenso
buscaremos la ladera Sur, también cubierta de hayas pero con piso algo más
herboso, por la que, en dirección suroeste, alcanzaremos rápidamente el camino
que veníamos utilizando para acercarnos a esta más que discreta cota que
acabamos de visitar. El citado camino nos devolverá de nuevo a la alambrada que
salvamos anteriormente y que ahora también atravesaremos.
Nada más cruzar la
mencionada alambrada, sin necesidad de volver atrás a alcanzar el cruce en el
que antes abandonamos el camino “ principal “, continuaremos junto a esta por
la izquierda ( NW ). En breve desembocamos en el citado camino, por el que
deberemos continuar discurriendo de frente ( NW ).
Ahora caminamos bajo la
vertiente meridional de Larluzegaña ( 1145 m ), escabrosa cumbre que asoma a
nuestra derecha ( N ) entre las hayas. Con la intención de “ coronarla “
abandonaremos el camino para adentrarnos en el tupido hayedo, por el que
buscaremos ganar altura lo más “ cómodamente “ posible. Las rocas no tardan en
hacer farragosa nuestra ascensión aunque nada que no se pueda superar con
cuidado y un poco de paciencia ya que la dificultad es mínima.
No sin poco esfuerzo,
tras superar la “ muralla “ de roca que defiende la vertiente meridional de la
cumbre que nos ocupa, desembocaremos en la planicie cimera, algo más despejada
y herbosa aunque también “ salpicada “ de numerosas rocas. Atravesaremos entre
estas para, sin dificultad reseñable y tras salvar una vieja alambrada,
alcanzar el punto más elevado, cubierto por las hayas y en el que, bajo una de
las cuales, asoma el hito que señaliza la cima de Larluzegaña ( 1145 m ). Una
inscripción en una de las piedras la identifica. Nula panorámica.
Evitamos descender por
la escabrosa vertiente empleada a nuestra subida y para ello optamos por perder
altura en dirección W. Volvemos a salvar la alambrada cruzada anteriormente y
en breve “ tropezamos “ con lo que parece ser una difusa senda, la que de
inmediato nos “ sacará “ a terreno despejado.
Atravesamos un amplio
claro para adentrarnos en breve bajo las hayas, no tardando en desembocar de
nuevo en el camino “ principal “ que abandonamos al desviarnos hacia la cima
recién visitada.
Continuamos por este
hacia la derecha ( N ) acompañados de los esporádicos hitos que lo balizan
mientras discurrimos bajo la frondosa ladera SE. de Irutxin ( 1162 m ), próximo
objetivo que se extiende a nuestra izquierda ( NW ).
El camino se dibuja
notorio en todo momento mientras se abre paso entre las hayas que lo cubren
todo. Paulatinamente se acentúa la pendiente, no tardando en alcanzar el punto
más elevado del mismo, lugar en el que lo abandonaremos por la izquierda ( W )
para continuar remontando bajo el tupido hayedo.
Ganamos altura sin
camino definido y en breve nos topamos con la alambrada que delimita los
términos de Lacunza/Lakuntza y Arbizu, la que salvaremos por el “ paso “
habilitado “ para tal efecto. Continuamos ascendiendo bajo las hayas mientras
la pendiente va perdiendo inclinación paulatinamente, lo que nos permite
desembocar “ plácidamente “ en la amplia cumbre de Irutxin ( 1162 m ). Un grupo de
ramas llama nuestra atención y, bajo estas, una piedra en la que se puede leer
el nombre del monte en cuestión. Nula panorámica.
Iniciamos el descenso
por la vertiente septentrional, en la que alcanzaremos en breve un difuso camino,
el cual irá ganando notoriedad mientras facilita que vayamos perdiendo altura “
plácidamente “.
Sin dificultad
reseñable terminaremos desembocando, una vez más, en el camino “ principal “,
el que abandonamos anteriormente al desviarnos hacia Irutxin ( 1162 m ).
Continuamos de frente ( N ) mientras que el camino se torna herboso, no
tardando en dejar a nuestro paso, a la derecha ( E ) del mismo, las mugas que
delimitan los términos de Lacunza/Lakuntza, Arbizu y Aralar.
Nuestro camino va
ganando notoriedad para, tras un corto descenso, iniciar una paulatina subida.
De inmediato alcanzamos un portillo, junto al que destaca un nuevo “ mugarri “
y lugar en el que lo atravesaremos para seguir remontando.
No tardamos en
desembocar, a la altura del Paso de Kolosobarnea ( 1159 m ), en la amplia pista
proveniente del aparcamiento de la Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m
), por la que deberemos continuar hacia la izquierda ( NE ).
Ante nosotros la pista
dibuja una larga recta, al final de la cual alcanzaremos el lugar en el que
nace por nuestra derecha ( E ) un herboso camino, punto en el que la
abandonaremos para tomarlo.
El camino discurre, sin
apenas ganar pendiente, paralelo a la pista abandonada, por lo que lo
abandonaremos de inmediato para remontar por la derecha ( NE ) en acusado
ascenso. Ganamos altura sin camino definido paralelos a la rocosa loma que
extiende a la derecha ( SE ), sobre nuestras cabezas y desprendida bajo la
vertiente SW. de la cima de Eulatz ( 1284 m ), próximo objetivo.
Paulatinamente la
pendiente va perdiendo inclinación, lo que nos permitirá desembocar en la parte
alta de la loma cimera “ cómodamente “, por la que continuaremos en plácido
ascenso hasta terminar alcanzando la mencionada cumbre. Eulatz ( 1284 m ), un buzón
montañero, enclavado entre las rocas que la cubren, la señaliza. Nula
panorámica debido a la frondosidad del hayedo.
Iniciamos el descenso
por la vertiente opuesta a la utilizada a nuestra subida, completamente
cubierta de hayas y por la que continuaremos perdiendo altura de manera “
cómoda “. Atravesamos un inapreciable “ colladito “ ( 1263 m ), el que nos
separa de la modesta cota de Ipuzmeaka ( 1272 m ) que se intuye cercana ante
nosotros.
Salvado este “ clareado
“ cuello ( 1263 m ) nos adentramos nuevamente entre la frondosidad del hayedo
para iniciar un suave ascenso por la tendida loma que se extiende al frente ( E
). Una notoria senda discurre bajo la loma cimera que aparece cubierta de
rocas, entre las que alcanzaremos su punto más elevado. Ipuzmeaka ( 1272 m ), un buzón
montañero la señaliza. Nula panorámica.
Volvemos a iniciar el
descenso por la vertiente opuesta a la empleada en nuestro ascenso, perdiendo
altura en fuerte pendiente camino de un “ estratégico “ corredor que,
señalizado con un hito, nos va a permitir salvar el “ zócalo “ de roca que
protege la vertiente NE. de la cima recién “ conquistada “.
Descendemos en brutal
pendiente por el citado corredor, el que una vez superado nos permitirá
continuar en dirección al borde del hayedo que asoma cercano, desde el que
saldremos al amplio y herboso Ipuzmeakako lepoa ( 1217 m ). En este estratégico
collado ( 1217 m ) tomaremos el difuso camino que nace de frente ( N ), herboso
y señalizado con un hito.
Paulatinamente el
citado camino irá ganando notoriedad mientras inicia un tendido descenso buscando
alcanzar una cercana majada pastoril, en la que desembocaremos en breve y en la
que dejaremos a nuestro paso una cuidada y renovada borda.
El herboso camino
continúa de frente atravesando amplias praderas para alcanzar en breve
Txemineko Txabola, borda que aparece enclavada a escasos metros a nuestra
izquierda ( E ) y hacia la que nos desviamos con la intención de visitarla.
Retomamos el camino, el
cual no tarda en bifurcarse. En este punto obviaremos el que nace por la
izquierda ( E ) mientras continuamos por la derecha ( SW ) buscando atravesar
el paraje de Intzazelai camino del cercano y ya visible aparcamiento de
Pagomari ( 1170 m ).
No llegaremos a
alcanzar el citado parking ( 1170 m ) ya que antes, tras un corto descenso y al
volver a ganar altura hacia este, abandonaremos el camino por nuestra derecha (
N ) para tomar la marcada senda que busca alcanzar un “ paso “ ( 1167 m )
abierto entre rocas.
Atravesamos el citado “
paso “ ( 1167 m ) y el sendero gana notoriedad para volverse a transformar en
marcado camino, el cual inicia un suave ascenso mientras se adentra entre las
herbosas laderas cubiertas de abundante roca, momento en el que lo
abandonaremos por la izquierda ( NW ). Esporádicos hitos y viejas marcas de
pintura señalizan la difusa senda que remonta en acusada pendiente mientras
atraviesa entre el lapiaz.
Procurando no “ perder
“ las mencionadas marcas de pintura veremos cómo paulatinamente la senda irá
ganando entidad para terminar alcanzando una extensa pradera herbosa, la que
atravesaremos procurando discurrir junto al “ murete “ de roca que la “ cierra “
por la izquierda ( W ).
El camino vuelve a
acentuar su inclinación mientras se hace notorio nuevamente, buscando
desembocar junto a la “ colorida “ Borda o Refugio de Desao ( 1220 m ).
Dejando esta a nuestra
izquierda ( W ), desde su parte trasera tomaremos el notorio sendero que se
encamina hacia el cercano collado de Urrutiko Lurriña ( 1220 m ), abierto entre
Desamendi/Desaomendi ( 1309 m ), cumbre que despunta a nuestra izquierda ( NW
), y Desamendi Txiki/Desaomendi Txiki ( 1249 m ), cota que se eleva a nuestra
derecha ( W ).
Hacia esta última “
cimita “ nos encaminaremos y para ello, desde el amplio y herboso collado (
1220 m ), lugar en el que destaca una baliza, tomaremos las “ rodadas “ que
continúan por la derecha ( E ) remontando en “ cómodo “ ascenso por la tendida
ladera, por la que terminaremos desembocando en la última de las cimas citadas.
Desamendi Txiki
o Desaomendi Txiki ( 1249 m ), amplia y herbosa cumbre que nos
permite una limitada panorámica. Sin señal alguna que la identifique.
Teniendo como
referencia el sentido en el que hemos alcanzado esta última cima, tomaremos por
la izquierda ( N ) un camino que en su comienzo no aparece muy marcado aunque
paulatinamente irá ganando notoriedad para perder altura en plácido descenso.
No tardaremos en
toparnos con un camino más nítido que atraviesa perpendicularmente por nuestra
derecha ( E ), por el que continuaremos al frente ( N ). En breve alcanzamos un
discreto cruce, lugar en el que optamos por tomar el camino que sigue hacia la
derecha ( N ) mientras gana altura en cómodo ascenso.
Rápidamente nos
situaremos bajo la vertiente meridional de la discreta “ cimita “ de Zeontza (
1221 m ), lugar en el que el camino tuerce paulatinamente hacia la derecha ( NE
) mientras, a escasos metros sobre nuestras cabezas, asoma cercana la citada “
cota “ ( 1121 m ).
No tenemos más que
abandonar el camino momentáneamente para, sin apenas esfuerzo, alcanzar la
alargada y cercana loma cimera, la que alcanzaremos de inmediato. Zeontza
( 1221 m ), el dolmen del mismo nombre, señalizado con una placa, la
identifica. Bella y abierta panorámica hacia las numerosas cumbres que la
rodean.
Sin necesidad de
descender nuevamente para retomar nuestro camino, perderemos altura por la
tendida loma cimera en dirección a este, el cual continúa discurriendo bajo su
vertiente oriental.
En plácido descenso no
tardamos en dejar a nuestro paso una pequeña balsa, desde la que continuaremos
por la derecha ( S ) mientras la pendiente se acentúa perdiendo altura en
dirección a Usulako Erreka, riachuelo que alcanzaremos en breve. Lo atravesamos
para iniciar un paulatino ascenso buscando alcanzar en breve un abrevadero,
lugar en el que “ tropezamos “ con un camino que atraviesa perpendicularmente y
por el que continuaremos hacia la izquierda ( N ) .
En agradable discurrir
alcanzaremos un primer cruce de caminos, en el que optaremos por obviar el que
nace por la derecha ( NE ) mientras continuamos al frente ( N ). Apenas unos
pocos metros más adelante, ahora sí, descenderemos por la derecha ( E ) por un,
en principio, poco perceptible camino aunque, de inmediato, este ganará
notoriedad. Es Txingolako bidea.
En plácido caminar
iremos perdiendo altura cómodamente mientras buscamos alcanzar una amplia pista
que cruza perpendicularmente, por la que continuaremos de frente ( E ) en
dirección al collado de Urdangoene ( 1193 m ).
De inmediato alcanzamos
el citado “ collado “ ( 1193 m ), estratégica encrucijada de caminos sobre la
que despunta Beloki ( 1276 m ) y lugar en el que nos topamos con una discreta
bifurcación.
Pretendiendo ascender
hacia el mencionado Beloki ( 1276 m ), abandonaremos la pista que continúa de
frente ( E ) discurriendo bajo la vertiente septentrional del monte en cuestión
( 1276 m ) y también obviaremos el camino que nace por nuestra derecha ( S ),
Gersagako bidea, en el que desembocaremos posteriormente tras visitar la citada
cumbre.
Remontamos de frente por
la herbosa y acusada ladera NW. de Beloki ( 1276 m ) para, en fuerte pendiente
aunque sin dificultad reseñable, terminar desembocando en su cima. Beloki (
1276 m ), herbosa y alomada cumbre que aparece señalizada con un buzón
montañero. Bella y abierta panorámica.
Iniciamos el descenso caminando
por el alargado lomo cimero en dirección SW. mientras damos vista a
Txemiñe/Txameni ( 1299 m ), cuya cumbre se eleva al frente ( W ) ante nosotros.
Al alcanzar el extremo
occidental de la citada loma, iniciaremos un acusado descenso por la herbosa
ladera, no tardando en alcanzar Gersagako bidea, camino abandonado
anteriormente en collado de Urdangoene ( 1193 m ) que da acceso a la cercana
chabola de Gaztelueta ( 1213 m ). Atravesamos el citado camino para continuar en
la misma dirección ( SW ) hacia una cercana baliza que aparece enclavada junto
a una pequeña roca que, conocida como Ilbetarria o “ La Roca del Plenilunio “,
destaca en una repisa herbosa.
Desde esta, seguiremos perdiendo
altura en fuerte pendiente buscando alcanzar Gersagako Erreka, pequeño
riachuelo que no tardaremos en atravesar para toparnos con el estrecho pero
notorio sendero que continúa discurriendo junto a su margen derecha.
La senda de inmediato
se torna pedregosa y se adentra bajo el hayedo aunque no tarda en abandonarlo
para dejar a su paso el paraje de Bustintza, en el que queda enclavada la borda
del mismo nombre.
Nuestro camino se
dibuja notoriamente en el terreno mientras atravesamos tramos de arbolado y
otros más abiertos. En uno de estos claros, en el punto en el que volvemos a
adentrarnos bajo las hayas, a la derecha ( W ) de nuestro camino dejaremos un
poco perceptible obituario.
Paulatinamente el
sendero va ganando notoriedad para convertirse en un amplio camino, el cual
deja a su izquierda ( E ), “ camuflada “ entre el frondoso bosque, la Borda de
Miguel ( 988 m ).
Seguimos descendiendo
bajo las hayas y nuestro amplio camino, en un claro del bosque se bifurca,
momento en el que abandonaremos el que sigue de frente ( SE ) en dirección a la
cercana carretera NA-7510 mientras continuamos por la derecha ( S ).
En breve nuestro camino
vuelve a bifurcarse, punto en el que decidimos continuar hacia la izquierda ( S
), en todo momento discurriendo bajo las hayas.
En plácido discurrir el
camino atraviesa esporádicos claros en el bosque, en el primero de los cuales
recibiremos un sendero por la izquierda ( NE ), al que haremos caso omiso
mientras seguimos de frente ( S ).
Poco más adelante “
tropezamos “ con un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace
por la derecha ( SW ) para seguir nuevamente al frente ( S ).
La senda atraviesa el
tupido hayedo que se extiende bajo la vertiente oriental de Lurgorri ( 1086 m )
y termina alcanzando una alambrada. Caminaremos junto a esta para torcer a su
vera y, saliendo a terreno despejado, terminar desembocando en el lugar en el
que dio comienzo esta ruta, el aparcamiento enclavado junto a las ruinas de la
antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m ).
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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En la curva que traza la carretera NA-7510 a la altura del kilómetro 13 y en las inmediaciones del lugar en el que antaño se erigía la Casa Forestal de Aralar o Guardetxe, destaca una gran aparcamiento, punto en el que estacionaremos nuestro vehículo |
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En la parte alta del aparcamiento destaca el portillo que da acceso a Berigaingo bidea, amplia pista por la que comenzaremos a caminar. Junto al citado portillo destaca un panel informativo ( dcha ) |
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Detalle del panel informativo enclavado junto al portillo que da acceso a Berigaingo bidea |
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Nada más atravesar el portillo, a la orilla de Berigaingo bidea, destaca otro panel informativo |
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Comenzamos a caminar en suave ascenso por Berigaingo bidea |
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A la izquierda de Berigaingo bidea, " escondido " entre el hayedo, no tardaremos en dejar a nuestro paso el dolmen de Aubia Norte |
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Una pequeña " plataforma ", en la que queda enclavado el dolmen y junto a la que destaca una placa, lo delata
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Dolmen de Aubia Norte |
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Detalle de la placa que identifica el dolmen de Aubia Norte |
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Dejado atrás el dolmen de Aubia Norte, nada más retomar la amplia pista, de inmediato nos topamos con una bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda y el que lo hace por la derecha mientras continuamos de frente ( centro ) por esta |
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Caminamos plácidamente y en tendido ascenso por la amplia pista |
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En breve volvemos a toparnos con un nuevo cruce, lugar en el que abandonaremos la amplia pista para tomar el camino que nace de frente ( izda ) |
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El camino se adentra bajo el arbolado mientras continúa amplio y notorio |
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En breve " tropezamos " con una nueva bifurcación, lugar en el que abandonaremos " momentáneamente " el camino tomado mientras nos desviamos por la izquierda con la intención de alcanzar la cima de Aubigaña |
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A nuestro paso, a la orilla del camino, dejaremos altas palomeras |
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En breve " tropezamos " con una alambrada que cierra nuestro camino, la que atravesaremos por el " paso " aledaño ( dcha ) |
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Salvado el " paso " en la alambrada nuestro camino continúa en " cómodo " ascenso |
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Remontamos por el camino hasta que alcanzamos su punto más alto |
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En el lugar en el que el camino alcanza su punto más elevado será donde lo abandonaremos por la izquierda para continuar ascendiendo entre el " limpio " hayedo |
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Sin camino definido, aunque sin dificultad reseñable, ganamos altura entre las hayas en dirección a la cercana " cimita " de Aubigaña |
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No tardamos en alcanzar la " cimita " de Aubigaña |
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Cima de Aubigaña, sin señal alguna que la identifique |
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Abandonamos la cima de Aubigaña, en la que destaca una alta palomera |
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Evitando descender por la zona utilizada a nuestra subida, buscamos hacerlo ligeramente más a la izquierda, donde el hayedo se muestra más " abierto "
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No tardamos en alcanzar de nuevo el camino anteriormente utilizado para acercarnos a la cima de Aubigaña, por el que tomaremos hacia la derecha ( centro en la foto ) buscando retornar al " principal ", desde el que nos desviamos anteriormente |
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El notorio camino se abre paso entre las hayas |
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Alcanzamos nuevamente la alambrada atravesada anteriormente, la que volveremos a salvar por el " paso " aledaño ( izda ), Una alta palomera destaca en el lugar |
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Atravesada la alambrada, sin necesidad de retornar al cruce en el que anteriormente abandonamos el camino " principal ", optamos por continuar junto a esta hacia la izquierda por un estrecho pero notorio sendero |
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Caminando junto a la alambrada ( izda ) alcanzamos rápidamente el camino " principal ", por el que continuaremos de frente |
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El amplio y notorio camino continúa abriéndose paso entre el frondoso hayedo |
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El camino alcanza su punto más elevado, momento en el que lo abandonaremos por la derecha con la intención de " desviarnos " hacia la escabrosa cima de Larluzegaña ( derecha fuera de foto )
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Sin camino definido nos adentramos entre las hayas buscando los tramos más " limpios " |
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No tardaremos en adentrarnos en la escabrosa ladera meridional de Larluzegaña, por la que remontaremos sin dificultad reseñable pero por un terreno ciertamente " incómodo " |
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Tras un corto aunque " incómodo " ascenso alcanzamos la amplia plataforma cimera de Larluzegaña |
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Entre la frondosidad del hayedo buscamos alcanzar el punto más alto de la amplia plataforma cimera de Larluzegaña |
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Un pequeño hito ( centro ) " delata " la discreta cima de Larluzegaña |
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Pequeño " crater " enclavado en la cima de Larluzegaña |
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Hito en la cima de Larluzegaña |
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Detalle de la inscripción en el hito enclavado en la cima de Larluzegaña |
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Abandonamos la cima de Larluzegaña buscando salvar una alambrada que atraviesa cercana |
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Dejamos atrás la alambrada que salvaremos en las inmediaciones de la cima de Larluzegaña |
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En nuestro descenso de la cima de Larluzegaña, entre el frondoso bosque que la cubre, nos topamos con un difuso camino, el cual nos permitirá continuar perdiendo altura más " cómodamente " |
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El camino por el que descendemos de la cima de Larluzegaña gana notoriedad paulatinamente mientras busca alcanzar terreno más " abierto " |
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Salimos a terreno despejado, desde donde daremos vista a Berian ( izda ) y a las sierras de Andía y Urbasa que se extienden en el horizonte |
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El fondodel valle aparece cubierto por un manto de niebla |
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El camino se difumina en la pedregosa ladera de Larluzegaña aunque un poco perceptible sendero nos permitirá continuar perdiendo altura " cómodamente " |
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Miramos atrás hacia la ladera por la que venimos descendiendo de la cima de Larluzegaña |
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En nuestro descenso de la cima de Larluzegaña dejaremos atrás el tramo despejado para volver a adentrarnos en el hayedo |
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Volvemos a desembocar en el amplio camino abandonado al desviarnos hacia la cima de Larluzegaña, el cual atraviesa perpendicularmente por su ladera occidental y por el que continuaremos hacia la derecha ( centro en la foto ) |
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Esporádicos hitos balizan el amplio camino por el que discurrimos |
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Nuestro camino vuelve a iniciar un tendido ascenso |
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Alcanzamos un herboso " claro " abierto en el bosque, momento en el que abandonaremos el camino para remontar por la izquierda |
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Un discreto sendero se abre paso entre las hayas que cubren la ladera oriental de Irutxin camino de su cima |
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La senda se difumina entre las hayas, momento a partir del cual continuaremos remontando, sin camino definido, por la frondosa ladera oriental de Irutxin |
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Un " paso " nos permite cruzar la alambrada que atraviesa perpendicularmente por la ladera de Irutxin |
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Conforme remontamos hacia la cima de Irutxin, en todo momento bajo un frondoso hayedo, la pendiente pierde inclinación paulatinamente |
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Alcanzamos la cima de Irutxin, en la que llamará nuestra atención un grupo de ramas |
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Bajo el grupo de ramas enclavado en la cima de Irutxin llamará nuestra atención una piedra, en la que se puede leer el nombre del monte en cuestión |
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Detalle de la piedra que señaliza la cima de Irutxin |
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Abandonamos la cima de Irutxin buscando descender por su frondosa ladera septentrional, en la que se abre paso un difuso camino |
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Un notorio " pasillo " abierto entre las hayas que cubren la ladera de Irutxin nos permite un " cómodo " descenso |
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El camino por el que descendemos de Irutxin pierde inclinación mientras se torna herboso intentando salir a terreno más abierto |
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El camino por el que descendemos de Irutxin desemboca de nuevo en el que abandonamos anteriormente al desviarnos hacia su cima, por el que continuamos hacia la izquierda ( centro en la foto ) |
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Nuestro camino alcanza de inmediato un par de " mugas " |
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Mugas enclavadas a la orilla de nuestro camino |
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Nuestro camino se abre paso ahora por terreno más abierto |
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El camino, amplio y notorio, inicia un paulatino descenso |
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Tras un corto descenso el camino vuelve a ganar altura y en breve alcanza un portillo que cuenta con " paso " aledaño |
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Junto al " paso " que nos va a permitir salvar el portillo que cierra nuestro camino destaca una muga |
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Tras salvar el portillo nuestro camino continúa su paulatino ascenso |
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Paulatinamente el camino parece perder inclinación, lo que nos permite un " plácido " discurrir |
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Terminamos desembocando en una amplia pista que cruza perpendicularmente |
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Un hito señaliza el punto en el que alcanzamos una amplia pista, justo en el punto en el que esta atraviesa el Paso de Kolosobarnea
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Alcanzada la pista continuaremos por esta hacia la izquierda ( centro en la foto ) |
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Dejamos atrás el Paso de Kolosobarnea |
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Caminamos por una amplia pista |
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Apenas caminaremos unos metros por la amplia pista ya que de inmediato, y con la intención de " coronar " la cima de Eulatz, la abandonaremos tomando el herboso camino que nace por la derecha |
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El camino tomado, sin apenas ganar altura, discurre paralelo a la amplia pista que acabamos de abandonar ( izquierda fuera de foto ), es por eso que rápidamente también lo dejaremos para remontar por la derecha |
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Sin camino definido continuamos ganando altura en acusado ascenso, en todo momento bajo un frondoso hayedo |
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Sobre nuestras cabezas asoma la parte alta de la rocosa loma, la que nosotros obviaremos mientras continuamos ganando altura por la izquierda bajo esta |
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Remontamos bajo un " limpio " hayedo |
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La pendiente de la ladera por la que remontamos hacia la cima de Eulatz va perdiendo inclinación paulatinamente |
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Desembocamos en la parte alta de la loma cimera de Eulatz, por la que continuaremos ganando altura sin apenas pendiente |
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Alcanzamos lo que parecía ser la cima de Eulatz aunque esta asoma apenas unos pocos metros más adelante |
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Desde lo que parecía ser la cima de Eulatz vemos asomar, apenas unos metros más adelante, el buzón montañero ( centro ) que la señaliza |
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Un buzón montañero señaliza la cima de Eulatz |
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Tras salvar una pequeña " depresión " alcanzamos el buzón montañero que señaliza la cima de Eulatz |
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Buzón montañero enclavado en la cima de Eulatz |
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Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Eulatz
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Detalle de la placa colocada en el buzón montañero enclavado en la cima de Eulatz
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Desde la cumbre de Eulatz iniciaremos el descenso continuando por la parte alta de la loma cimera en dirección opuesta a la utilizada a nuestra subida |
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Abandonamos la cima de Eulatz |
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Buscamos abandonar la rocosa cumbre de Eulatz adentrándonos entre las hayas |
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Dejamos rápidamente atrás el " zócalo " rocoso que defiende la cima de Eulatz
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Descendemos por un " limpio " hayedo |
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El descenso de la cima de Eulatz lo haremos en su inicio sin excesiva pendiente |
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El hayedo por el que descendemos de la cima de Eulatz aparece bastante " clareado " |
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Sin apenas percibirlo atravesaremos un poco perceptible " colladito ", el que nos separa de la " intuíble " cumbre de Ipuzmeaka que asoma cercana entre las hayas |
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En tendido ascenso remontaremos hacia la cima de Ipuzmeaka, la que aparece " coronada " por un pequeño grupo de rocas |
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Cima de Ipuzmeaka, en la que destaca un buzón montañero |
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Buzón montañero en la cima de Ipuzmeaka |
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Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Ipuzmeaka |
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Abandonamos la cumbre de Ipuzmeaka buscando continuar por lo alto de la loma cimera en dirección opuesta a la utilizada a nuestra subida |
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La cima de Ipuzmeaka queda rápidamente atrás |
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Caminamos por la parte alta de una loma que se torna algo " escabrosa " |
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La loma por la que descendemos de la cima de Ipuzmeaka " clarea ", lo que nos permite divisar tímidamente la cima de Beloki ( dcha ), última de las que visitaremos en este itinerario |
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Una majada pastoril, por la que posteriormente pasaremos, asoma en las herbosas praderas que se extienden bajo la cima de Txameni/Txemiñe ( dcha ) mientras que Irumugarrieta ( centro ), el " techo " de la Sierra de Aralar, despunta en el horizonte |
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Majada pastoril, luego la visitaremos |
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La pendiente de la ladera por la que descendemos de la cima de Ipuzmeaka se acentúa paulatinamente |
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Buscamos alcanzar el " corredor " que, señalizado con un hito ( izda ), nos va a permitir continuar perdiendo altura en brutal descenso |
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Un hito señaliza el " empinado " corredor por el que descenderemos buscando " salvar " el farallón rocoso que defiende la vertiente NE. de Ipuzmeaka, cima que acabamos de visitar |
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En fuerte pendiente, aunque sin dificultad reseñable, descenderemos por el " empinado " corredor |
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Mirada atrás hacia el " corredor " por el que acabamos de descender |
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Farallón rocoso que defiende la vertiente NE. de Ipuzmeaka y que acabamos de salvar |
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Abandonamos el hayedo para salir a terreno despejado a la altura de Ipuzmeakako lepoa, amplio y herboso " colladito " sobre el que destaca Txameni/Txemiñe ( centro ). Lo atravesamos para continuar por la izquierda |
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Desde Ipuzmeakako lepoa damos vista a Desaomendi ( centro ), bajo cuya cima pasaremos en breve |
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En Ipuzmeakako lepoa recibiremos por nuestra derecha ( centro en la foto ) un amplio y herboso camino, sobre el que despunta en el horizonte Artxueta ( centro ) |
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Desde Ipuzmeakako lepoa tomaremos un, en principio, poco perceptible camino, el cual busca adentrarse entre las hayas |
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Un hito ( izda ) señaliza el camino a seguir |
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Nuestro camino amenaza con difuminarse en las herbosas praderas que iremos atravesando |
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Atravesamos las herbosas praderas que se abren en el hayedo |
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Paulatinamente el camino por el que discurrimos irá ganando notoriedad mientras desciende hacia una cercana borda de pastores. Lo abandonamos momentáneamente para desviarnos por la derecha hacia las cercanas ruinas de la antigua majada pastoril |
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Ipuzmeaka ( izda ) y Eulatz ( dcha ), cimas que acabamos de visitar, despuntan sobre nuestro camino |
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Alcanzamos las ruinas de la antigua majada pastoril, desde la que descenderemos por la izquierda
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Descendemos hacia la cercana y " renovada " borda de pastores |
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En nuestro descenso hacia la borda de pastores dejaremos a nuestro paso un redil para el ganado |
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En breve alcanzaremos la " renovada " borda de pastores |
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Abandonamos la majada pastoril buscando retomar nuestro camino |
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Alcanzamos el herboso camino y continuamos por este en agradable discurrir |
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La majada pastoril queda rápidamente atrás |
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El camino tomado gana notoriedad paulatinamente |
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Nuestro camino discurre sin apenas pendiente mientras atraviesa amplias y herbosas praderas |
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Sobre nuestro camino, ligeramente a la izquierda, asoma cercana Txemineko Txabola |
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El camino se abre paso entre el roquedo |
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Nos desviamos momentáneamente hacia Txemineko Txabola |
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Txemineko Txabola |
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Txemineko Txabola |
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Tras corta visita a Txemineko Txabola retomamos nuestro camino |
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Dejamos rápidamente atrás Txemineko Txabola |
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Nuestro camino continúa discurriendo por herbosas praderas |
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No tardamos en " tropezar " con una marcada bifurcación, lugar en el que deberemos continuar por la derecha |
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Nuestro camino inicia un paulatino descenso buscando dirigirse hacia el aparcamiento de Pagomari ( izda ) que asoma al fondo |
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Tras efectuar un corto descenso, en el momento en el que nuestro camino comienza a ascender, deberemos abandonarlo por la derecha buscando dirigirnos hacia un discreto " paso " abierto en el roquedo |
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Rápidamente divisamos el " paso " ( centro ) abierto en las rocas |
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Un hito ( izda ) señaliza el " paso " abierto en el roquedo |
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Salvado el " paso " el camino parece perder entidad mientras atraviesa una pequeña campa herbosa |
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El camino de inmediato gana notoriedad y comienza a tornarse pedregoso trazando una curva hacia la derecha, momento en el que lo abandonaremos buscando remontar por la izquierda |
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En la herbosa ladera por la que remontamos se dibuja un difuso sendero |
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El algunos tramos la senda gana algo más de notoriedad |
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Nos adentramos en terreno de roca, momento en el que el sendero " desaparece " y en el que buscaremos seguir unas viejas marcas de pintura roja que apenas se aprecian en el piso. Una gran roca ( dcha ) que asoma al fondo, hacia la que deberemos encaminarnos, nos puede servir de referencia |
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Una marca de pintura roja se aprecia en la gran roca ( centro ) |
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Una " flecha roja " y unas balizas " amarillas y blancas " de PR ( dcha ) pintadas en la gran roca nos invitan a dejarla a nuestra derecha para continuar de frente |
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La senda vuelve a difuminarse en la ladera que " combina " tramos de hierba y roca |
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En algunos tramos de roca la senda se dibuja notoria |
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La senda se difumina de inmediato en la amplia loma, momento en el que la abandonaremos por la izquierda |
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Perdemos altura por un amplio " pasillo " herboso |
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El sendero gana notoriedad mientras se encamina hacia el roquedo dejando a su paso los restos de lo que parece ser un antiguo redil para el ganado ( dcha ) |
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Restos de un viejo redil |
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La senda gana notoriedad al alcanzar el roquedo |
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El sendero atraviesa pequeños tramos herbosos |
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Marcas de pintura de color azul ( dcha ) " ayudan " en el balizaje del sendero |
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Definitivamente el camino gana notoriedad |
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Nuestro camino desemboca en una amplia pradera, lugar en el que vuelve a difuminarse. Teniendo como referencia el " murete " de rocas que se extiende a nuestra izquierda, continuaremos de frente junto a estas |
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Discurriendo junto al " murete " de rocas que se extiende a nuestra izquierda, el camino vuelve a ganar notoriedad |
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El camino gana altura paulatinamente |
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La senda nos " encamina " hacia el Refugio de Desao que vemos asomar cercano bajo Desamendi/Desaomendi ( centro ) |
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Refugio de Desao |
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El Refugio de Desao queda rápidamente atrás |
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Desde el Refugio de Desao tomaremos un notorio sendero que nos encamina hacia el collado de Urrutiko Lurriña ( centro ) |
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El marcado sendero desemboca de inmediato en el collado de Urrutiko Lurriña, enclavado bajo Desaomendi y en el que destaca una baliza ( dcha ) |
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En el collado de Urrutiko Lurriña tomaremos un amplio y herboso camino que traviesa perpendicularmente, por el que continuaremos hacia la derecha ( centro en la foto ) buscando remontar hacia la cercana " cimita " de Desaomendi Txiki ( centro ) |
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Desde nuestro ascenso hacia Desamendi Txiki echamos una mirada atrás hacia Desamendi ( dcha ), cima hoy no visitada que despunta sobre el collado de Urrutiko Lurriña |
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El notorio camino remonta por la herbosa ladera SW. de Desamendi Txiki, tras la que asoma Txameni/Txemiñe ( dcha ) |
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El collado de Urrutiko Lurriña ( centro ), sobre el que destaca Desamendi ( dcha ) y en cuyas inmediaciones asoma el Refugio de Desao ( izda ), queda rápidamente atrás |
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Desembocamos en la amplia y herbosa cumbre de Desamendi Txiki, desde la que daremos vista a Kurutzeaga ( izda ), Mendiaundi y Atallorbe/Atallaurre ( centro )
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Abandonamos la amplia y herbosa cima de Desamendi Txiki por su ladera septentrional dando vista a Irumugarrieta ( izda ), el " techo " de la Sierra de Aralar que asoma al fondo |
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Desde nuestro camino damos vista a Beloki ( centro ), última de las cimas a visitar en este itinerario |
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Nuestro herboso camino pierde altura en plácido descenso |
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Desembocamos en un camino más notorio que atraviesa perpendicularmente, por el que continuaremos de frente ( izda ) en dirección a la discreta y prácticamente inapreciable " cimita " de Zeontza ( centro ), alargada loma herbosa en la que asoma el domen del mismo nombre |
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Bajo la cima de Zeontza, en la que se asoma tímidamente el domen homónimo ( izda ), nuestro camino traza una cerrada curva hacia la derecha buscando evitarla, momento en el que lo abandonaremos para remontar de frente ( izda ) |
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De inmediato desembocamos en la cima de Zeontza, en la que destaca el dolmen del mismo nombre. Beloki ( centro ) despunta en el horizonte |
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Placa que señaliza el dolmen de Zeontza |
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Dolmen de Zeontza con vista hacia Irumugarrieta ( centro )
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Desde el dolmen de Zeontza, bajo el que asoma cercano el camino por el que deberemos continuar en dirección a Beloki ( centro ), iniciaremos el descenso buscando alcanzarlo
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No tardaremos en alcanzar nuevamente el camino que abandonamos anteriormente al desviarnos hacia la cima de Zeontza, por el que continuaremos en dirección a Beloki ( centro )
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Nuestro camino pierde paulatinamente altura en dirección a una pequeña balsa, junto a la que lo abandonaremos para continuar por la derecha |
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Balsa |
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Desde la balsa continuaremos por la derecha dejando esta a nuestra izquierda |
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Nuestro herboso camino, en algunos tramos, parece dirigirse hacia Txameni/Txemiñe ( centro) |
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El camino atraviesa Usulako Erreka |
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Usulako Erreka, riachuelo sobre el que despunta Txameni/Txemiñe |
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Salvado el cauce de Usulako Erreka nuestro camino inicia un corto aunque acusado ascenso |
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Bajo las laderas de Txameni/Txemiñe ( dcha ) desembocamos en una amplia pradera herbosa, lugar en el que destaca un redil para el ganado ( centro ) y un abrevadero ( izda ). Nos encaminaremos hacia este último |
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Desde el abrevadero damos vista al cercano redil que asoma unos pocos metros más arriba y sobre el que despunta Txameni/Txemiñe ( dcha )
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Dando la espalda al abrevadero tomaremos el herboso camino que ahora parece tomar dirección hacia Mendiaundi ( izda ) y Atallorbe/Atallaurre ( dcha ). Este se bifurca de inmediato, punto en el que deberemos abandonar el que continúa de frente ( izda ) mientras tomamos el que nace por la derecha
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El herboso y notorio camino tomado, Txingolako bidea, definitivamente toma dirección hacia Beloki ( dcha ) |
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No tardaremos en desembocar en una amplia pista, Maantsaoko bidea, por la que continuaremos al frente |
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Caminamos por las herbosas praderas junto a la pista, sobre la que destaca Beloki ( dcha ) |
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La pista por la que caminamos busca " bordear " Beloki por su izquierda |
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Alcanzamos el collado de Urdangoene, sobre el que despunta Beloki y lugar en el que destaca una baliza ( dcha ) y el hito ( centro ) que señaliza el herboso camino que nace por nuestra derecha |
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En el collado de Urdangoene, por la derecha de Maantsaoko bidea ( desde donde saco la foto ) y señalizado con un hito ( izda ) nace Gersagako bidea ( centro ), camino que nos permite iniciar el descenso hacia el aparcamiento de la Casa Forestal pero que nosotros obviaremos momentáneamente para ascender a Beloki ( izquierda fuera de foto ) |
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Sobre el hito enclavado en el collado de Urdangoene despunta Beloki, último de los montes que pretendemos visitar y hacia el que remontaremos por la izquierda |
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Desde el hito enclavado en el collado de Urdangoene remontaremos en acusado ascenso por la herbosa ladera NW. de Beloki |
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Conforme ascendemos por la herbosa vertiente NW. de Beloki la pendiente se acentúa |
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Tras acusado ascenso terminamos desembocando en la loma cimera de Beloki, a escasos metros de la hoy concurrida cumbre |
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Desde la cima de Beloki divisamos Lecumberri/Lekunberri ( centro ) en el valle |
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Lecumberri/Lekunberri se extiende en el valle mientras que sobre esta localidad asoman Echarri/Etxarri y Aldaz/Aldatz |
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Desde la cima de Beloki, con la borda de Belokiko Uxaldaren ( centro-abajo ) asomando en primer término bajo la cima de Alborta ( izda ), Uarrain ( centro ) y Arriolatz ( dcha ), damos vista a los prados de Etzantza, atravesados por Etzantzelorriko Mandabide |
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Mirada hacia Ttutturre ( izda ), Alborta ( centro ) y Uarrain ( dcha ) |
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Detalle del buzón enclavado en la cima de Beloki
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Desde la cima de Beloki deberemos continuar por la alargada y herbosa loma que se extiende por su vertiente occidental
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Antes de abandonar la cima de Beloki echamos una mirada hacia Artxueta ( izda ), tras el que asoma Beriain ( dcha ) |
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La cima de Beloki queda rápidamente atrás |
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La loma cimera de Beloki nos permite un cómodo discurrir |
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Descendemos por la ladera occidental de Beloki en dirección al vallecito ( centro ) que se abre por debajo |
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Con Beriain ( izda ) asomando en el horizonte, bajo la ladera por la que venimos descendiendo asoma la chabola de Gaztelueta |
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Desembocamos rápidamente en la pista que atraviesa perpendicularmente proveniente por la derecha del collado de Urdangoene para dar acceso por la izquierda a la chabola de Gaztelueta. La atravesamos para continuar de frente ( centro ) en dirección a una discreta terraza herbosa |
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Echamos una mirada atrás hacia la ladera de Beloki, por la que acabamos de descender |
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Nos encaminamos hacia una pequeña piedra ( centro ), en cuyas inmediaciones destaca una baliza ( izda ) |
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Con Txorrotxeta ( centro ) despuntando en primer término alcanzamos rápidamente la pequeña piedra conocida como Ilbetarria o " La roca del Plenilunio " |
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Desde la piedra conocida como Ilbetarria o " La roca del Plenilunio " descenderemos en dirección al marcado camino que vemos discurre por el fondo del vallecito |
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Perdemos altura por la herbosa ladera en acusado descenso buscando encaminarnos hacia Gersagako Erreka, riachuelo que atraviesa por el fondo del valle |
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No tardamos en alcanzar el fondo del valle, en el que deberemos cruzar Gersagako Erreka para tomar la senda que atraviesa por la vertiente opuesta |
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Gersagako Erreka, la atravesamos |
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Tras salvar el cauce de Gersagako Erreka continuaremos de frente ( centro ) |
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No tardamos en desembocar en un notorio sendero, por el que continuaremos de frente |
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Una vez alcanzado el notorio sendero echamos una mirada atrás hacia Beloki ( centro ) y la herbosa ladera por la que hemos descendido |
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El sendero gana notoriedad y pasa a transformarse en camino, el cual busca atravesar un " paso " abierto en la roca |
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El sendero se dibuja notorio en el roquedo |
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Tras atravesar un corto tramo entre rocas y bajo el hayedo no tardaremos en volver a salir a terreno abierto, dejando a nuestro paso la Borda de Bustintza ( dcha ) |
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Nuestra senda, muy notoria en todo momento, atraviesa amplias y herbosas campas |
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Nos encaminamos nuevamente hacia el hayedo |
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El notorio camino vuelve a adentrarse entre rocas |
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Nuestro camino en todo momento se dibuja notorio |
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No tardamos en volver a salir a terreno abierto, lugar en el que nuestro camino deja a su paso un pinar " arrasado |
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A nuestro paso, a la derecha del camino, dejaremos a nuestro paso un poco perceptible obituario |
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A la derecha del camino ( izquierda en la foto ) aparece un obituario
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Detalle del obituario que dejaremos a nuestro paso |
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De nuevo nuestro camino busca adentrarse bajo el frondoso hayedo |
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El camino se abre paso entre un frondoso hayedo |
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La pendiente de nuestro camino se acentúa paulatinamente |
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Iniciamos un acusado descenso entre hayas mientras que nuestro camino se torna algo " pedregoso " |
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Junto a nuestro camino, a la derecha y bajo las hayas, asoma un rústico " refugio " |
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El rústico " refugio " aparece enclavado en una pequeña explanada abierta entre las hayas |
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Refugio en el hayedo |
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Nuestro camino, Mugardiko bidea, gana notoriedad paulatinamente
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Caminamos sin apenas pendiente mientras nos abrimos paso bajo las hayas |
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La Borda Miguel, enclavada a la izquierda de nuestro camino, asoma entre el arbolado |
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Nuestro camino alcanza un cruce, lugar en el que haremos caso del que recibimos por la derecha mientras continuamos de frente ( izda ) |
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Mirada atrás en la bifurcación que acabamos de dejar atrás, en la que nuestro camino ( dcha ) recibe por la derecha ( izquierda en la foto ) otro que nosotros deberemos obviar
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El notorio camino se abre paso entre un frondoso entorno |
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Nos topamos con un notorio y " embarrado " cruce, lugar en el que nuevamente haremos caso omiso al camino que recibimos por la derecha mientras seguimos de frente ( centro ) |
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No tardaremos en " tropezar " con una nueva bifurcación, encrucijada de caminos en la que, ahora si, abandonaremos el " principal " ( izda ) que se dirige hacia Albi para tomar el que nace por la derecha |
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El camino tomado en la bifurcación es amplio y notorio en su inicio |
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Nuestro camino se adentra en el hayedo
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Alcanzamos un cruce, punto en el que deberemos hacer caso omiso del camino que recibimos por la derecha mientras seguimos de frente ( izda ) |
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Ganamos altura en tendido ascenso |
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Nuestro camino se vuelve a bifurcar en breve, lugar en el que deberemos continuar por la izquierda |
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El camino, totalmente cubierto por la hojarasca, inicia un corto descenso |
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Alcanzamos un claro en el bosque, en el que deberemos continuar al frente ( centro ) entre pinos |
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Ganamos altura entre pinos |
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La pendiente de nuestro camino, en un corto tramo, se acentúa notablemente |
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El camino aparentemente pierde notoriedad mientras ahora pasa a discurrir entre las hayas |
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Nuestro camino parece difuminarse en el hayedo |
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Sobre nuestro camino ( izda ) asoma un viejo depósito de agua ( dcha )
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Alcanzamos una alambrada ( izda ) y en un corto tramo caminaremos junto a esta |
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En nuestro discurrir junto a la alambrada alcanzaremos el punto en el que esta traza una ángulo de 90º hacia la izquierda, lugar en el que abandonaremos el camino que sigue de frente mientras continuamos junto a ella |
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Caminando junto a la alambrada ( izda ) atravesaremos una herbosa campa mientras ya divisamos el amplio aparcamiento en el que ha dado comienzo este itinerario |
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No tardamos en desembocar en el amplio y concurrido aparcamiento enclavado en las inmediaciones de la antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe, comienzo y final de este itinerario |