Desprendido bajo la
vertiente septentrional del monte Sayoa/Saioa ( 1418 m ), cumbre más elevada
del Valle de Baztán, se extiende un largo cordal que va perdiendo altura
paulatinamente yendo a morir a orillas del río Baztán en las inmediaciones de
Oronoz-Mugaire ( 150 m ).
Son numerosas las
herbosas cumbres de suaves y redondeadas formas las que conforman esta
agradable “ cordillera “ en cuyo extremo Norte, despuntando sobre los tejados
del bucólico “ cuartel “ de Basaburua, uno de los cuatro cuarteles que
conforman el Valle de Baztán, destaca la cima de Abartán ( 1094 m ).
Baztán es el municipio
más extenso de Navarra con una superficie de 373,55 km² y está compuesto por
quince localidades que se agrupan en cuatro “ cuarteles “. Estos “ cuarteles “
son: Baztangoiza ( Errazu, Arizcun, Amaiur y Azpilkueta
); Elizondo ( Elizondo, Elbetea y Lekaroz ); Erberea (
Garzain, Irurita, Arraioz y Oronoz-Mugaire ); Basaburua (
Aniz, Berroeta, Ciga y Almandoz ).
En el Valle de Baztán
destaca esa abrupta orografía caracterizada por pequeños montes de suaves
formas, tapizados de un verde intenso y recubiertos de fino pasto en el que
pacen las numerosas cabezas de ganado que desde siempre han dado esa esencia
eminentemente ganadera al Valle.
El Camino de Santiago
baztanés, proveniente de Bayona, atraviesa el Puerto de Otsondo ( 574 m )
aprovechando esa menor altitud, si lo comparamos con las principales vías de
Roncesvalles o Somport, lo que le convertía en una mejor alternativa sobre todo
en épocas de climatología adversa. Este Camino Baztanés, tras atravesar el
valle, busca la salida hacia Pamplona discurriendo bajo la vertiente occidental
de este largo cordal para, tras atravesar los montes de Belate, último escollo
antes de alcanzar la capital navarra, unirse al Camino proveniente de
Roncesvalles ( 957 m ).
El monte Abartán ( 1094
m ) es una de las cumbres más emblemáticas del Valle de Baztán, convirtiéndose
además en la cima más septentrional de las que conforman el cordal de
Sayoa/Saioa ( 1418 m ) que supera los mil metros de altura. Su estratégica
situación la convierte en un privilegiado
“ mirador “ hacia el Valle.
Bajo la vertiente
oriental de este largo cordal, discurre “ encajonada “ la regata de Zokoa,
riachuelo que tras unirse a Mizpirako erreka conforma la regata Artesiaga para
verter sus aguas posteriormente en el río Baztán. En la vertiente opuesta, es
decir, bajo la vertiente occidental, es la regata Marín la que con sus aguas
riega las frondosas laderas de esta cordillera para, en las inmediaciones de
Oronoz-Mugaire ( 150 m ), verter sus aguas en la regata Zebería y juntas
desaguar en el punto donde el río Baztán pasa a denominarse río Bidasoa, allá
donde las tierras del siempre verde Valle de Baztán lindan con el bucólico
Valle de Bertizarana.
Las rutas “ clásicas “
que buscan alcanzar la cima del monte Abartán ( 1094 m ) parten habitualmente desde
Ciga/Ziga ( 355 m ) o Berroeta ( 367 m ), siendo una opción menos “ frecuente “
la que nace en la bella y “ recogida “ localidad de Aniz ( 376 m ), el pueblo
más pequeño del Valle de Baztán.
Desde esta última
población, Aniz ( 376 m ), ya publiqué una posible ruta: “ Abartán-Aaltzueta-Elorregi
( Desde Aniz ) “, es por ello que hoy, junto a mi hijo Oscar y con la
intención de realizar un entretenido itinerario “ circular “ en el que
buscaremos “ coronar “ la siempre apetecible cima de Abartán ( 1094 m ) para
descender por un itinerario menos “ usual “, tomaré como punto de partida la
localidad Berroeta ( 367 m ). Esta es mi propuesta, espero la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Estacionaremos nuestro
vehículo a la entrada de la pequeña localidad de Berroeta ( 367 m ) para
atravesar su casco urbano buscando alcanzar la parte alta de la población,
lugar en el que tomaremos una pista hormigonada que aparece balizada con las
marcas amarillas y blancas de la Senda PR NA-1.
La pista cementada da
acceso a diferentes bordas hasta que, a la altura de un pabellón ganadero,
pasar a ser de tierra. La pendiente pierde inclinación para continuar en
agradable ascenso mientras seguimos en
todo momento las mencionadas balizas que, “ acompañadas “ de algunos postes
indicadores enclavados en bifurcaciones “ estratégicas “, señalizan el camino a
Elorregi.
Dejamos a nuestro paso
una fuente ( 493 m ) para ascender entre los verdes prados que tapizan la parte
baja de las laderas de Abartán ( 1094 m ) hasta terminar adentrándonos bajo un
frondoso hayedo.
El camino abandona el
bosque para salir a terreno abierto en las inmediaciones del collado de Urlegi
( 894 m ) aunque metros antes de alcanzarlo nos desviaremos hacia la cercana
cumbre de Urdintz ( 911 m ).
Desde esta, ahora sí,
descendemos al mencionado cuello ( 894 m ) para atravesarlo y “ encarar “ la
acusada ladera septentrional de Abartán ( 1094 m ), en la que desembocaremos
tras brutal ascenso.
Perdemos altura en
dirección opuesta a la de ascenso buscando alcanzar Abartango lepoa ( 1022 m ),
abierto collado atravesado por Abartango bidea y sobre el que se extiende la
alargada y herbosa cumbre de Elorregi ( 1050 m ), hacia la que nos desviaremos
para alcanzarla sin excesivo esfuerzo.
Volvemos a descender
hacia Abartango bidea aunque no tardaremos en abandonarlo de nuevo para
remontar la tendida loma por la que terminaremos alcanzando la herbosa cima de
Olariaga ( 1049 m ).
Un corto descenso nos
hace alcanzar el discreto “ colladito “ ( 1006 m ) que nos separa de la rocosa
cumbre de Katiliko Harri ( 1107 m ), en la que desembocaremos tras corto aunque
acusado ascenso.
Eludiendo continuar por
el cordal que busca alcanzar la cima de Saioa ( 1418 m ) descendemos
decididamente por la ladera occidental de Katiliko Harri ( 1107 m ) en
dirección a la terraza herbosa en la que aparecen enclavadas las bordas de
Olari ( 992 m ).
Desde este bonito
enclave tomaremos el notorio camino que nace entre ambas bordas para, tras
adentrase en el frondoso hayedo, continuar descendiendo hasta dar alcance a un
canal.
Tomamos por la derecha
( N ) para discurrir junto al citado canal aunque posteriormente pasaremos a
caminar sobre este, ya que en un largo trecho aparece “ cubierto “.
El canal vuelve a “
asomar “, momento a partir del cual caminaremos sobre su muro aunque, para los
que sufran de vértigo “, en algunos tramos se puede evitar tomando el estrecho
sendero que discurre bajo este.
Terminamos alcanzando
la caseta que alberga la “ compuerta “ que regula el caudal del canal, tras la
que tomaremos una notoria pista que, en plácido descenso, nos devolverá al
punto de partida de este itinerario, Berroeta ( 367 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
933 m
Tiempo:
De 5 h a 7 h
Distancia:
17´36 km
Inicio:
Berroeta ( Valle de Baztán )
Fecha
de realización: Noviembre 2021
Epoca
recomendada: Todo el año
Cimas:
Urdintz ( 911 m ); Abartán ( 1094 m ); Elorregi ( 1050
m ); Olariaga ( 1049 m ); Pikuda o Katiliko Harri ( 1107 m )
Descripción del Itinerario
Alcanzamos Berroeta (
367 m ) tomando el desvío que nace desde la carretera NA-2540, estrecho vial
que enlaza la también localidad baztanesa de Irurita ( 214 m ) con la N-121-A
dando acceso además a Ciga/Ziga ( 355 m ) y Aniz ( 376 m ).
A las afueras de
Berroeta ( 367 m ), en todo momento procurando no “ molestar “, estacionaremos
nuestro vehículo junto a un viejo caserón enclavado a la entrada de la
localidad. Desde este punto comenzaremos a caminar en dirección a su casco
urbano para atravesarlo buscando alcanzar la parte alta, lugar en el que una
pista hormigonada nos permite abandonarlo.
Dejaremos a nuestro
paso algunas viviendas de reciente construcción para continuar en agradable
ascenso hasta que, en breve, nos topamos con una balizada bifurcación, lugar en
el que abandonamos el vial hormigonado para tomar el notorio camino que nace
por la izquierda ( SE ).
El camino acentúa su
pendiente para paulatinamente transformase en sendero, el cual, poco más
arriba, es atravesado perpendicularmente por un amplio camino que nosotros
cruzaremos para continuar ganando altura hasta desembocar de nuevo en la pista
de hormigón que abandonamos anteriormente.
Continuamos por esta
hacia la izquierda ( E ) dejando a nuestro paso varias “ leñeras “ hasta que
alcanzamos un paso canadiense, punto a partir del cual la pista pasa a ser de
tierra. Discurrimos entre los muros de piedra que delimitan los prados que
iremos dejando a nuestro paso hasta que, a la altura de una borda y señalizado
con un poste indicador, nuestro camino se bifurca.
Obviando el camino que
continúa por la derecha ( SE ), por el cual regresaremos, ascendemos por la
izquierda ( NE ) por la pista que, para salvar la acusada pendiente que da
acceso a un pabellón ganadero, vuelve a ser cementada.
Salvado el fuerte
desnivel, y dejando a nuestro paso el citado pabellón, la pista nuevamente pasa
a ser de tierra para continuar su tendido ascenso discurriendo entre los
extensos prados que nos rodean.
Los prados quedan atrás
y pasamos a caminar entre campos de helechos aunque no tardaremos en “ tropezar
“ con un nuevo cruce, lugar en el que haremos caso omiso de la pista cementada
que nace por la izquierda ( SE ) mientras continuamos ascendiendo por la
derecha ( S ).
Apenas unos pocos
metros más adelante damos alcance a una marcada bifurcación, paraje en el que,
sirva como referencia, destacan una borda, una fuente y un poste indicador. Obviando
el camino que continúa de frente ( S ), entre la fuente y la borda
anteriormente citadas, tomamos el que asciende por la izquierda ( E ).
Ganamos altura en
tendido ascenso y apenas unos pocos metros más adelante dejaremos a nuestro
paso un “ discreto “ cruce en el que haremos caso omiso del camino que nace por
nuestra derecha ( S ) entre prados. Seguimos al frente ( NE ) discurriendo
entre campos de helechos y prados mientras caminamos en todo momento por la
notoria pista.
Unos metros más arriba,
en el punto en el que esta traza una cerrada curva hacia la derecha ( S ),
haremos caso omiso del camino que nace al frente ( E ) para continuar en
tendido ascenso por ella. Dejamos a nuestro paso el acceso a varios prados y
volvemos a alcanzar el lugar en el que la pista vuelve a trazar nuevamente una curva
cerrada, esta vez hacia la izquierda ( NE ), y punto en el que nace un camino
de frente ( S ), el cual obviaremos.
Continuamos en
agradable ascenso y no tardaremos en adentrarnos bajo un frondoso bosque de
hayas. Será caminando entre el hayedo cuando alcancemos una encrucijada de
pistas, lugar en el que un hito nos “ invita “ a trazar una cerrada curva hacia
la derecha ( S ).
Apenas unos metros más
arriba, obviando el camino que sigue de frente ( S ) volveremos a “ dibujar “
una curva de 180º para continuar ganando altura en brutal pendiente buscando “
salir “ del hayedo.
Tras acusado ascenso la
pista parece perder inclinación para volver a penetrar bajo las hayas, momento
en el que la abandonaremos por la derecha ( S ) para tomar un pedregoso camino
que nuevamente acentúa su pendiente.
Volvemos a dejar atrás
el hayedo para salir a terreno “ abierto “, momento a partir del cual nuestro
camino se torna herboso para, discurriendo bajo la vertiente oriental de la
rocosa cumbre de Urlegi ( 927 m ), buscar alcanzar el collado del mismo nombre,
Urlegiko lepoa ( 894 m ).
Sin llegar a alcanzar
el citado “ cuello “ ( 894 m ), y ante la cercanía de la cima de Urdintz ( 911
m ) que se eleva a nuestra izquierda ( NE ), no dudamos en desviarnos hacia
esta para, sin camino definido y entre helechos, alcanzarla “ cómodamente “ en
ligero ascenso. Urdintz
( 911 m ), amplia y herbosa cumbre en cuyo extremo meridional “ afloran “
varios cromlechs. Abierta panorámica.
Desde el más notorio de
los cromlechs que ornamentan esta discreta “ cimita “ tomaremos el marcado
camino que tras corto descenso, ahora sí, nos permite alcanzar el collado de
Urlegi ( 894 m ). Un poste indicador destaca en el lugar.
Atravesamos el herboso
camino que cruza perpendicularmente y que anteriormente abandonamos al
desviarnos hacia la cima de Urdintz ( 911 m ) para tomar la notoria senda que,
en brutal ascenso, gana altura por la despejada ladera septentrional de Abartán
( 1094 m ), en cuya cumbre desembocaremos no sin poco esfuerzo. Abartán
( 1094 m ), un vértice geodésico y un buzón montañero señalizan la cima. Bella
y abierta panorámica en todas las direcciones.
Desde el vértice
geodésico que señaliza la cumbre de Abartán continuaremos por la alargada loma
cimera que, en dirección sureste, pierde paulatinamente altura. Sin llegar a
alcanzar su extremo, en una especie de “ colladito “ ( 1077 m ), la
abandonaremos por la derecha ( S ) para continuar perdiendo altura por la
herbosa ladera meridional hasta terminar desembocando en Abartango lepoa ( 1022
m ), collado en el que destaca una pequeña balsa y que es atravesado por
Abartango bidea.
Continuamos por este
herboso y notorio camino por la derecha ( S ) aunque en breve lo abandonaremos,
también por la derecha ( W ), para remontar la herbosa ladera por la que, en
tendido ascenso, terminaremos dando alcance a la alargada loma cimera de
Elorregi (1049 m ), en la que rápidamente “ tropezaremos “ con el hito de
piedras que señaliza su punto más elevado. Elorregi ( 1049 m ), bella y abierta panorámica. Apenas
unos pocos metros más adelante visitaremos un prácticamente inapreciable
cromlech.
Buscamos retornar a
Abartango bidea, marcado camino desde el que nos hemos desviado hacia la cima
de Elorregi ( 1049 m ) y por el que nuevamente continuaremos en dirección Sur.
El citado camino discurre bajo la vertiente occidental de una alargada y
herbosa “ cordillera “ que se desprende desde la cima más elevada del Valle de
Baztán, Sayoa/Saioa ( 1418 m ).
Apenas caminaremos unos
metros por Abartango bidea ya que prácticamente lo atravesaremos nada más
alcanzarlo para remontar por la herbosa ladera que asciende al frente ( S ) y
por la que no tardaremos en alcanzar una pequeña cota ( 1033 m ). Una palomera
destaca en ella.
Descendemos en
dirección opuesta a la de ascenso para atravesar un herboso “ colladito “ (
1012 m ), desde el que nuevamente volveremos a ganar altura para “ coronar “
otra inapreciable “ cota “ ( 1025 m ).
Apenas perdemos unos
metros de desnivel para, tras dejar a nuestro paso otro herboso “ cuello ( 1018
m ), iniciar el corto aunque acusado ascenso que terminará por hacernos
desembocar en la cima de Olariaga ( 1050 m ). Pequeña y herbosa cumbre en
la que afloran algunas rocas. Limitada panorámica.
Descendemos por la
derecha ( W ) para alcanzar de inmediato Abartango bidea, camino sobre el que
destaca una rocosa cota ( 1042 m ) y que se ha transformado en un notorio
sendero, el cual tomaremos por la izquierda ( S ) para desembocar rápidamente
en el collado de Olari u Olariko lepoa ( 1006 m ).
A la orilla del camino
destaca lo que parece ser un mugarri, a la altura del cual lo abandonaremos
para remontar al frente ( S ) por la herbosa aunque acusada ladera. Conforme
ascendemos la pendiente se acentúa y la hierba da paso a las rocas, entre las
que terminaremos alcanzando la cima de Katiliko Harri o Pikuda ( 1107 m ). Un hito de
piedras la señaliza. Limitada panorámica.
Desde la cima de
Katiliko Harri ( 1107 m ) evitaremos continuar por la alargada “ cordillera “,
en la que asoma cercana la cima de Zokoa o Ekaitzeko Kaskoa ( 1174 m ), para
descender por su ladera occidental sin camino definido y entre grandes rocas. Paulatinamente
la ladera se torna más herbosa y por esta continuaremos perdiendo altura en
dirección a una amplia terraza herbosa en la que aparecen enclavadas un par de
bordas. Entre estas nace un amplio y marcado camino que en acusado descenso busca
adentrase bajo el frondoso hayedo.
Nuestro notorio camino
recibe en breve otro por la derecha ( N ) poco antes de dejar a su paso el
cauce de Olanberiko Erreka, riachuelo que lo atraviesa.
Continuamos
descendiendo bajo las hayas hasta que “ tropezamos “ con un nuevo cruce, lugar
en el que haremos caso omiso del camino que nace por la derecha ( N ) mientras
continuamos por la izquierda ( S ).
El camino parece ganar
notoriedad y en algunos tramos se torna herboso, lo que hace más placentero
nuestro descenso. En cómodo discurrir alcanzaremos una nueva bifurcación,
momento en el que abandonamos el camino que sigue de frente ( SE ) para trazar
una cerrada curva de 180º hacia nuestra derecha ( NW ).
Continuamos por un
amplio y herboso camino, el cual alcanza de inmediato un nuevo cruce, lugar en
el que optamos por descender hacia la izquierda ( NW ). El camino tomado
paulatinamente pierde algo de entidad aunque sigue perdiendo altura entre las
hayas terminar alcanzando un canal que atraviesa perpendicularmente.
En el tramo en el que
alcanzamos el citado canal este aparece cubierto por pequeñas placas de
hormigón, lo que facilitará el que podamos atravesarlo. Una vez salvado este continuaremos
por la derecha ( N ) junto al mismo.
En un corto tramo de
discurrir junto al canal este aparece “ descubierto “ y de inmediato vuelve a “ cubrirse “ para
terminar despareciendo “ mimetizado “ en este bucólico y poco transitado paraje.
Las placas de hormigón y las grandes losas, sobre las que caminaremos
cómodamente, se cubren de musgo y hojas para “ camuflar “ la cicatriz que este
canal dibuja en la montaña.
A nuestro paso
dejaremos varias de las regatas que, tras recoger sus aguas en pequeñas “
presas “, vierten sus aguas en el canal sobre el discurrimos en placentero
caminar.
No deja de
sorprendernos el arduo trabajo que debió suponer la construcción de este canal,
sobre todo en el tramo en el que se adentra en la montaña para “ superar “ un
pequeño y corto contrafuerte de roca que salvaremos por una “ pasarela “
espectacularmente “ erigida “ sobre la barrancada.
Superado este “ escollo
“ no tardaremos en toparnos con un notorio cruce, lugar en el que deberemos
abandonar el trazado del canal que vuelve a adentrase en las entrañas de la
montaña, ahora en un tramo más largo. Ascendemos por la marcada senda que gana
altura por la derecha ( NE ) para salvar un nuevo, y esta vez más escabroso,
contrafuerte de roca.
Superado este iniciamos
un acusado descenso que terminará por hacernos desembocar nuevamente en el
canal, justo en el punto en el que este vuelve a salir a la luz.
Una alambrada, que
deberemos atravesar, “ defiende “ el acceso al muro del canal, sobre el que
deberemos continuar, en todo momento extremando las precauciones, a partir de
este punto.
En algunos tramos, los
que puedan sufrir de “ vértigo “ o sencillamente lo prefieran, pueden evitar el
caminar sobre el muro haciéndolo por la senda que discurre bajo este aunque en
algunos tramos pueda desaparecer o, dependiendo de la época del año,
sencillamente “ cerrarse “ por la vegetación.
El muro por el que
discurrimos es lo suficientemente ancho como para caminar “ seguro “ sobre este
aunque en ningún momento deberemos “ relajarnos “ ya que la caída hacia el
exterior del canal en algunos tramos es considerable, es más, en fechas
recientes ha habido un accidente en el que “ la afectada “, tras precipitarse
50 metros, tuvo que ser rescatada en helicóptero.
En el primer tramo en
el que el canal aparece descubierto, este no aparece con mucha anchura. Conforme
avanzamos por este iremos dejando a nuestro paso varios · pasos “ que facilitan
el acceso al otro lado del canal, todos ellos accesibles con pequeñas “ puertas
“ de mallazo.
Paulatinamente el canal
parece ganar anchura mientras discurre bajo las empinadas laderas que defienden
la vertiente occidental de Abartán ( 1094 m ).
En plácido caminar
damos alcance al punto en el que el canal nuevamente se adentra en la montaña
para salvar un nuevo contrafuerte de roca que nosotros evitaremos por un
notorio sendero. El canal en algún corto tramo vuelve a asomar, momento en el
que una pequeña compuerta regula su caudal.
De nuevo el canal
desaparece, punto que nosotros evitamos por el espectacular sendero que,
sustentado sobre muros construidos con piedras, aparece “ colgado “ sobre el
barranco.
Superado este nuevo “
escollo “ nuevamente alcanzaremos el punto en el que el canal vuelve a “
aflorar “, mostrándonos además una considerable anchura.
El muro del canal por
el que continuamos caminando también parece ser más ancho y es por este por el
que no tardaremos en alcanzar la caseta que alberga la “ compuerta “ que regula
su caudal.
Junto a la citada
caseta un pequeño puente nos permite acceder a la otra orilla del canal, lugar
en el que tomaremos el amplio camino herboso que nace junto a esta y que de
inmediato desemboca, a la altura de una cerrada curva, en la pista que le da
acceso.
Tomamos la citada pista
para, por la izquierda ( N ), iniciar un cómodo descenso mientras nos
adentramos en un frondoso hayedo. Haciendo caso omiso a posibles bifurcaciones
continuaremos en todo momento por la pista “ principal “, dejando a nuestro
paso viejas bordas y no tardando en salir a terreno abierto.
Ahora descendemos entre
verdes y extensos prados, lo que nos permite disfrutar de una más amplia
panorámica. Salvamos un par de pasos canadienses mientras continuamos dejando a
nuestro paso numerosas bordas, tan “ típicas “ de estos valles.
Salvado el segundo de
los mencionados pasos canadienses la pista traza una cerrada curva de 180º,
lugar en el que obviaremos el camino que continúa de frente ( S ) para
continuar por la derecha ( N ) dejando a nuestro paso de inmediato una borda a
la izquierda ( W ) y un abrevadero a la derecha ( E ).
Descendemos
plácidamente entre las alambradas que delimitan los prados que vamos dejando a
nuestro paso y no tardamos en “ tropezar “ con una marcada bifurcación, lugar
en el que obviaremos tanto la pista que sigue al frente ( NE ) como la que
continúa por la izquierda ( W ) mientras tomamos el camino que nace entre ambas
( N ).
Este parece perder
notoriedad rápidamente aunque no tarda en volver a ganarla para descender junto
a la margen izquierda de Mitxauerteko Erreka. Rápidamente desembocamos en una
amplia pista, por la que deberemos continuar hacia la derecha ( N ) para
alcanzar en breve la bifurcación en la que destaca un poste indicador y por la
que ya pasamos al comienzo del itinerario.
Ya por terreno conocido
tomamos por la izquierda ( E ) para, sin abandonar en ningún momento la pista
que en breve se torna hormigonada, retornar al punto de partida, la pequeña y
cuidada localidad de Berroeta ( 367 m ).
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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Este itinerario parte desde Berroeta, localidad baztanesa sobre cuyo casco urbano destaca la iglesia erigida en honor a San Martín ( dcha ) |
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La iglesia de Berroeta, con la luna sobre esta, destaca sobre los prados que rodean la población
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Estacionamos nuestro vehículo junto a un viejo caserón ( izda ) enclavado a la entrada de Berroeta |
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Escudo en la fachada del caserón que nos " recibe " a la entrada de Berroeta |
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Comenzamos a caminar por la calle que nos adentra en el casco urbano de Berroeta |
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Escudo en la fachada de una de las casas de Berroeta |
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Escudo en la fachada de una de las casas de Berroeta
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Fuente en Berroeta
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Encrucijada de calles en Berroeta. Seguimos de frente ( centro )
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Callejeamos por Berroeta dejando a nuestro paso grandes caserones. En todo momento caminaremos por la calle principal que atraviesa la población balizada con marcas de pintura amarillas y blancas ( PR ) |
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La calle por la que caminamos busca alcanzar la parte alta de Berroeta para abandonar la localidad |
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Abandonamos Berroeta por el carretil cementado que da acceso a algunas viviendas de reciente construcción |
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La iglesia de Berroeta despunta sobre los tejados de la localidad |
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Berroeta queda rápidamente atrás |
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El carretil asfaltado por el que hemos abandonado Berroeta se bifurca de inmediato. Las balizas de pintura ( centro ) nos invitan a tomar el camino que nace por la izquierda |
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El camino tomado nos muestra algunos tramos de calzada |
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Convertido en un estrecho pero notorio sendero nuestro camino atraviesa otro que nos cruza perpendicularmente. Seguimos de frente |
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Nuevamente convertido en camino, continuaremos ganando altura |
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El camino termina desembocando de nuevo en la pista cementada por la que salimos de Berroeta y que abandonamos anteriormente |
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El carretil cementado va dejando a su paso varias " leñeras " |
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Una mesa con bancos de piedra " invitan " a un pequeño descanso
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Mirada hacia Berroeta |
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Salvamos un paso canadiense, punto en el que la pista pasa a ser de tierra |
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La pista por la que caminamos se bifurca. Obviamos el camino que continúa por la derecha, por el cual regresaremos, para continuar por la izquierda tomando nuevamente una pista de cemento. Un poste indicador ( centro ) destaca en el cruce |
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Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
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La pista cementada gana altura en acusado ascenso |
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Mientras ganamos altura por la pista cementada echamos una mirada atrás hacia Almandoz ( centro ) |
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Almandoz |
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En el punto en el que la pendiente pierde inclinación, la pista nuevamente pasa a ser de tierra. Ante nosotros despunta Abartán ( dcha ) y, bajo este, Urlegi ( izda ) |
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Una pequeña borda aparece enclavada a la orilla de nuestro camino |
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La pista por la que caminamos continúa ganando altura " encajonada " entre las alambradas que delimitan los verdes prados que iremos dejando a nuestro paso
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Sobre los prados que vamos dejando a neustro paso, en el horizonte, asoman Aniz ( centro ) y Ciga/Ziga ( dcha ) |
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Aniz con Legate ( centro ) despuntando al fondo |
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Ciga/Ziga |
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Nuestra pista vuelve a bifurcarse. Continuamos por la derecha |
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Rápidamente volvemos a " tropezar " con una nueva bifurcación, lugar en el que destaca un poste indicador ( izda ) y una fuente. Continuamos por la izquierda |
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Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación
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A la derecha de nuestro camino dejamos una fuente |
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Fuente enclavada en la encrucijada de caminos
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Fuente enclavada a la orilla del camino |
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Atrás queda la fuente |
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Desde el camino por el que continuamos ascendiendo damos vista a Aniz
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Continuamos ganando altura por el notorio camino |
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Ascendemos dejando a nuestro paso extensos helechales en los que aparecen numerosas " metas " |
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A nuestro paso dejamos un cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la derecha mientras continuamos de frente por la pista " principal " |
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La pista continúa en paulatino ascenso |
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Nuestra pista traza una cerrada curva, lugar en el que obviaremos el camino que nace al frente para continuar por esta hacia la derecha |
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Ganamos altura en paulatino ascenso |
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Bajo los prados que vamos dejando a nuestro paso destaca la localidad de Almandoz ( centro ) |
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Almandoz |
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Ciga |
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Aniz |
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El camino por el que ascendemos deja a su paso el acceso a numerosos prados |
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Nuestra pista traza una cerrada curva de 180º, momento en el que obviaremos el herboso camino que nace al frente para continuar por esta hacia la izquierda |
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Cerrada curva de 180º que traza la pista por la que ascendemos |
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Berroeta va quedando abajo rodeada de verdes prados |
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Berroeta |
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Nuestro camino se adentra en el hayedo |
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Una regata, Urlegiko erreka ( dcha ) atraviesa bajo la pista |
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Urlegiko Erreka |
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Caminamos bajo un precioso hayedo |
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Encrucijada de pistas. Continuamos por la derecha |
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Hito ( dcha ) enclavado en la encrucijada de pistas que señaliza el camino a seguir |
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La pista vuelve a trazar un cerrada curva de 180º para acentuar su pendiente |
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Bajo negros nubarrones continuaremos ganando altura en brutal pendiente |
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Desde la pedregosa pista por la que ascendemos echaremos una mirada atrás hacia Almandoz mientras que los " montes de Belate " ( izda ) comienzan a cubrirse de nubes |
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Una vez que la pista pierde algo de pendiente, vuelve a bifurcarse. Continuamos por la derecha |
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La pedregosa pista vuelve a centuar su inclinación |
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Ya convertida en un herboso camino la pista sale a terreno abierto para continuar su paulatino ascenso |
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Mientras continuamos ascendiendo, a nuestra izquierda asoma el que va a ser nuestro primer objetivo, Urdintz |
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Sobre nuestras cabezas, a la derecha del camino, despunta la rocosa cumbre de Urlegi. Hoy no la visitaremos |
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Nuestro herboso camino busca alcanzar el cercano collado de Urlegi |
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Antes de alcanzar el collado de Urlegi, sin camino definido, nos desviaremos por la izquierda hacia la cercana cumbre de Urdintz |
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En tendido ascenso remontaremos por la despejada ladera occidental de Urdintz |
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Mientras ascendemos hacia Urdintz echamos una mirada al cercano Urlegi |
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Al salir a la cumbre de Urdintz ante nosotros se extiende el Valle de Baztán |
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Mi hijo Oscar en la amplia y herbosa cima de Urdintz con Abartán asomando detrás |
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Caminamos por la herbosa cumbre de Urdintz dando vista a Aizkoa ( izda ) |
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Cromlech enclavado en la amplia cumbre de Urdintz |
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Cromlech en la cima de Urdintz con vista a Aizkoa ( izda ) |
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Desde la cima de Urdintz descenderemos por notorio camino hacia el abierto collado de Urlegi, sobre el que destaca Abartán |
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Poste indicador en el collado de Urlegi. Atravesamos el herboso camino que cruza perpendicularmente y que anteriormente abandonamos para desviarnos hacia la cima de Urdintz. Iniciamos el ascenso hacia Abartán |
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Poste indicador en el collado de Urlegi con vista a la rocosa cumbre del mismo nombre, Urlegi |
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En el collado de Urlegi, junto al poste indicador, atravesaremos el camino que recibimos por la derecha ( izquierda en al foto ) y que anteriormente abandonamos para desviarnos hacia la cima de Urdintz ( dcha ) |
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En el collado de Urlegi abandonamos el camino que por la izquierda continúa hacia el collado de Elorregi para tomar de frente ( dcha ) el herboso camino por el que iniciaremos el ascenso hacia Abartán |
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Mientras ascendemos hacia Abartán echamos una mirada hacia la cercana cumbre de Aizkoa |
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Ganamos altura en brutal pendiente por la herbosa ladera septentrional de Abartán |
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Desde nuestro ascenso hacia Abartán echamos una mirada atrás hacia el collado de Urlegi ( centro ), sobre el que destacan Urlegi ( izda ) y Urdintz ( centro ). El Valle de Baztán se extiende al fondo bajo una cielo del todo encapotado |
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Mientras ascendemos en brutal pendiente, asoma sobre nuestras cabezas el vértice geodésico que señaliza la cima de Abartán |
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En acusado ascenso buscamos alcanzar la ya cercana cumbre de Abartán |
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Mi hijo Oscar en la cima de Abartán |
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El cielo se abre paulatinamente dejando asomar algo de sol sobre el Valle de Baztán |
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Ciga/Ziga visto desde la cima de Abartán |
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Elizondo, capital del Valle de Baztán, asoma en el fondo del extenso valle |
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Mirada desde la cima de Abartán hacia Elorregi, alargada y herbosa cumbre que asoma en primer término y sobre la que despunta al fondo la piramidal silueta de Gartzaga
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Mi hijo Oscar disfruta de los tímidos rayos de sol que " iluminan " la cima de Abartán |
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Junto a mi hijo Oscar en la cima de Abartán |
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Abandonamos la cima de Abartán, en la que junto a su vértice geodésico destaca un pequeño buzón montañero
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Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Abartán
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Desde la cima de Abartán iniciaremos el descenso caminando por su alargada loma SE. |
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Desde el vértice geodésico que " corona " la cima de Abartán echamos una mirada hacia la alargada loma por la que iniciaremos el descenso. La niebla hace un " amago " de engancharse a ella |
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Mientras que en el horizonte asoman negros nubarrones, sobre nuestars cabezas se abre un tímido " claro "
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Atrás queda la cima de Abartán |
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Mientras descendemos de Abartán echamos una mirada hacia nuestros próximos objetivos, Olariaga y Katiliko Harri, cumbres que despuntan en primer término entre las nubes que envuelven el cordal |
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Caminamos por la agradable loma en dirección a su extremo oriental
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Antes de alcanzar el extremo oriental de la alargada loma cimera de Abartán, en un discreto " colladito ", la abandonaremos para continuar descendiendo en dirección al cordal que tímidamente asoma al fondo entre nubes ante nosotros |
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El vértice geodésico que señaliza la cima de Abartán ya asoma lejano
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Olariaga y Katiliko Harri ( dcha ), nuestros próximos objetivos, asoman en primer término mientras que al fondo despuntan Egurtegi ( izda ) y Saioa ( dcha ) entre nubes |
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Katiliko Harri despunta en primer término sobre la doble cumbre de Olariaga mientras que al fondo asoma, entre nubes, Saioa ( centro ) |
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Descendemos por terreno herboso mientras que ante nosotros se extiende la alargada loma de Elorregi |
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Mientras que las nubes se " enganchan " en el macizo de Saioa nosotros buscaremos descender hacia el marcado camino, Abartango bidea ( centro ), que vemos discurrir cercano atravesando Abartango lepoa |
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Tímidos rayos de sol se " cuelan " entre los negros nubarrones |
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Una línea de palomeras flanquea Abartango bidea, herboso camino hacia el que descendemos |
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No tardamos en desembocar en Abartango lepoa, collado atravesado por Abartango bidea, camino por el que continuaremos en plácido discurrir |
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A la derecha del camino dejaremos a nuestro paso una pequeña balsa |
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Desde Abartango lepoa echamos una mirada atrás hacia Abartán |
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No tardaremos en abandonar el herboso camino para desviarnos por la derecha hacia la amplia y cercana cumbre de Elorregi |
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Por encima de una palomera buscamos alcanzar la herbosa loma por la que continuaremos ganando altura |
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Una vez ganada la loma continuaremos por esta en plácido ascenso |
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Mientras mi hijo Oscar asciende por la loma cimera de Elorregi yo prefiero hacerlo por la " resguardada " ladera de una manera más " tendida " y menos expuesta al viento |
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Para cuando yo llego mi hijo Oscar ya ha alcanzado la cima de Elorregi que asoma detrás y se ha acercado a visitar un poco apreciable cromlech
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Desde el cromlech situado en las inmediaciones de la cima de Elorregi miramos hacia el cordal por el que deberemos continuar. Las nubes lo " envuelven "
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Desde el cromlech que acabamos de visitar, enclavado al fondo de la herbosa loma ( dcha ), no tardaremos en alcanzar la herbosa cima de Elorregi. Un hito la señaliza |
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Un pequeño hito de piedras señaliza la discreta cumbre de Elorregi. La abandonamos para descender nuevamente hacia el camino ( dcha ) desde el que nos hemos desviado hacia esta |
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El notorio camino hacia el que deberemos descender aparece muy marcado en el terreno |
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No tardamos en alcanzar el herboso camino aunque lo abandonaremos de inmediato buscando encaramarnos en la herbosa cota ( izda ) que aparece en primer término |
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Una vez atravesado el amplio y notorio camino continuaremos junto a la línea de palomeras que se extiende por la herbosa loma |
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Mirada trás hacia la alargada y herbosa cima de Elorregi ( izda ), tras la que despunta Abartán ( dcha ) |
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Camino de Olariaga antes alcanzaremos la " cimita " de una más que discreta cota que aparece " coronada " por una palomera |
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Desde la " cotita " que acabamos de alcanzar nuevamente perderemos altura en dirección al collado que nos separa de Olariaga, cima prácticamente inapreciable tras la que despunta Katiliko Harri ( centro ) |
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Las palomeras engalanan en todo momento la herbosa loma por la que discurrimos camino de Olariaga, cima que asoma cercana en primer término |
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La cima de Olariaga asoma cercana ( dcha ) |
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Un corto repecho nos separa de la cima de Olariaga |
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Cima de Olariaga, desde la que ya divisamos el siguiente objetivo, Katiliko Harri ( dcha ) |
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Mi hijo Oscar en la cima de Olariaga. Detrás divisamos la alargada cumbre de Elorregi, tras la que despunta Abartán |
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Desde la cima de Olariaga echamos una mirada hacia el herboso collado, Olariko lepoa, que nos separa de Katiliko Harri, siguiente objetivo |
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Descendemos desde la cima de Olariaga con la intención de retomar el herboso camino que atraviesa bajo la cercana cota SW. |
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Una vez en el herboso camino, ahora si, descendemos hacia Olariko lepoa, collado sobre el que despunta la cima de Katiliko Harri |
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Rápidamente alcanzamos Olariko lepoa, collado abierto bajo la cumbre de Katiliko Harri |
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Desde Olariko lepoa volvemos a abandonar el notorio sendero que evita la cima de Katiliko Harri por la derecha para iniciar el ascenso hacia esta |
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Camino de la cima de Katiliko Harri dejaremos a nuestro paso, a la orilla del sendero, un mugarri |
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Desde nuestro ascenso hacia Katiliko Harri echamos una mirada atrás hacia la doble cumbre de Olariaga, cuya cima " principal " ( dcha ) hemos visitado |
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Ganamos altura en acusado ascenso por la herbosa ladera septentrional de Katiliko Harri |
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Conforme ascendemos por la herbosa ladera esta se torna más pedregosa |
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Antes de alcanzar la cima de Katiliko Harri volvemos a echar una mirada atrás hacia Olariaga, prácticamente inapreciable bajo la alargada cima de Elorregi, tras la que despunta Abartán |
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La " cicatriz " abierta por la cantera de almandoz roba nuestra atención |
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Divisamos el canal por el que posteriormente vamos a descender |
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Intentando evitar las grandes rocas que cubren la parte alta de Katiliko Harri buscamos ascender por las zonas herbosas |
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Ultimos metros hacia la cima de Katiliko Harri |
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Mi hijo Oscar en la cima de Katiliko Harri |
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Mi hijo Oscar posa junto al hito cimero que señaliza la cumbre de Katilko Harri |
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Desde la cima de Katilko Harri echamos una mirada atrás hacia las cumbres ya " coronadas ": Olariaga, Elorregi y Abartán ( centro ), esta última a punto de ser engullida por las nubes |
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Con sumo cuidado iniciaremos el descenso desde la rocosa cima de Katiliko Harri |
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Desde la cima de Katiliko Harri buscamos descender hacia las bordas de Olari que asoman al fondo |
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Descendemos de la cima de Katiliko Harri entre grandes rocas |
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Ya por terreno herboso perderemos altura en acusado descenso hacia la terraza herbosa en la que aparecen enclavadas las bordas de Olari |
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Atravesamos la marcada senda que anteriormente abandonamos para alcanzar la cima de Katiliko Harri. Al fondo asoma la cima de Zokoa cubierta de niebla |
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Sin camino definido continuamos perdiendo altura en dirección a las bordas de Olari |
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Por la senda que acabamos de atravesar aparece un ciclista |
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Grupo de ciclistas |
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Terminamos dando alcanza a un amplio y herboso camino, por el que continuaremos descendiendo más cómodamente en dirección a las ya cercanas bordas de Olari |
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Alcanzamos las bordas de Olari |
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Borda en el paraje de Olari |
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Borda en el paraje de Olari |
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Entre las dos bordas enclavadas en el paraje de Olari nace un notorio camino. Lo tomaremos para continuar nuestro descenso |
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Amplio y herboso camino por el que iniciamos el descenso desde las bordas de Olari
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El camino parece perder notoriedad mientras acentúa su inclinación |
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El sol " ilumina " la cantera de Almandoz |
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Nuestro camino busca adentrarse en el hayedo |
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Al adentrase en el bosque de hayas nuestro camino gana notoriedad |
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Nuestro camino recibe uno menos notorio por la derecha, el cual obviaremos para continuar descendiendo de frente ( izda ) |
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Olanberriko Erreka atraviesa nuestro camino |
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Olanberriko Erreka |
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Caminamos plácidamente por un frondoso bosque de hayas |
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Entre las hayas asoma la cima de Aaltzueta y bajo esta el canal por el que discurriremos en breve |
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El camino en todo momento es muy notorio |
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Alcanzamos un cruce, punto en el que deberemos continuar por la izquierda |
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Gartzaga, cuya cumbre aparece cubierta por la niebla, asoma entre las hayas |
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Tropezamos con una nueva bifurcación, lugar en el que deberemos continuar por la derecha |
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Punto en el que abandonamos el camino por el que venimos descendiendo ( dcha ) para continuar por nuestra derecha ( izquierda en la foto ) |
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De inmediato nos topamos con un nuevo cruce. Descendemos por la izquierda |
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Continuamos nuestro placentero descenso entre el frondoso hayedo |
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Nos topamos con algún " pequeño " obstáculo, nada que no podamos superar |
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Nuestro camino traza una cerrada curva de 180º |
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Finalmente terminamos alcanzando el canal. Lo cruzamos por la parte que aparece " cubierta " para continuar junto a este por nuestra derecha |
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Una vez atravesado el canal caminaremos junto a este |
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Agradable caminar junto al canal |
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El canal en algunos tramos aparece " cubierto " |
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El canal termina " desapareciendo " |
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El canal se intuye entre las hayas y bajo la hojarasca |
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El canal discurre " camuflado " en el entorno |
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Caminamos sobre el canal |
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Grandes losas cubren algunos tramos del canal |
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En esta época del año la hojarasca cubre el trazado bajo el que discurre el canal |
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En el punto en el que Olanberriko Erreka, regata que ya cruzamos anteriormente más arriba, vierte sus aguas al canal, la atravesamos por un puente de hormigón |
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Unas placas de hormigón conforman el puente que nos permite atravesar cómodamente Olanberriko Erreka |
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Olanberriko Erreka en el punto en el que sus aguas caen en el canal |
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En nuestro caminar sobre el canal dejaremos a nuestro paso una pequeña " compuerta " ( izda ) |
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!!! Ojo !!! |
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El trazado del canal es muy notorio |
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En nuestro caminar sobre el canal damos vista a la cantera de Almandoz, sobre la que destaca en el horizonte Mendaur |
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El trazado del canal se abre entre las hayas |
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Un tramo de canal aparenta haber sido " cubierto " recientemente con nuevas placas de hormigón |
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El canal sobre el que caminamos recibe las aguas de una nueva regata |
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Plácido caminar sobre el canal |
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Placas de hormigón cubren el canal |
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Caseta junto al canal que dejamos a nuestro paso |
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El trazado del canal se abre como una " autopista " entre las hayas |
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Algunos tramos de canal aparentan haber sido cubiertos recientemente |
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El canal se abre en una empinada ladera |
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El canal atraviesa un contrafuerte rocoso mientras que un camino " protegido " lo salva por la izquierda |
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Mientras que el canal atraviesa el contrafuerte rocoso nosotros lo salvamos por la izquierda |
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Unas sirgas de acero protegen el tramo de camino que salva el contrafuerte rocoso, un espectacular " balcón panorámico " |
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Mirada atrás hacia el hayedo |
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El camino, escrupulosamente " protegido ", discurre sobre el abismo |
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Tramo de canal que atraviesa bajo el contrafuerte rocoso |
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Salvado el contrafuerte rocoso el camino se bifurca. Abandonamos el canal que continúa por la izquierda para " desaparecer " nuevamente bajo la montaña mientras que nosotros ascendemos por la derecha |
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El camino tomado evita el tramo en el que el canal ( abajo ) se " adentra " en las entrañas de la montaña
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Punto en el que el canal " desaparece " bajo la montaña |
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El notorio sendero gana altura en acusado ascenso buscando alcanzar la base de la rocosa pared que pretendemos salvar |
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La senda asciende buscando salvar la pared de roca bajo la que atraviesa el canal |
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El escalonado sendero discurre " pegado " a la base de la pared |
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Una vez salvada la pared de roca el sendero desciende nuevamente en busca del canal |
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Alcanzamos y salvamos la alambrada que nos permite acceder nuevamente al canal |
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Punto en el que nuestro camino ( centro ) salva la alambrada que nos permite acceder nuevamente al canal que sale de las entrañas de la montaña
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A partir de este punto, en el que nuevamente alcanzamos el canal, caminaremos sobre el muro |
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En nuestro caminar sobre el muro del canal deberemos extremar las precauciones ya que en algunos tramos tenemos bastante " caída " hacia la izquierda |
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A nuestro paso dejaremos varios " pasos " sobre el canal. Este es el primero de ellos |
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La anchura del muro del canal nos permite un cómodo caminar |
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El canal cuenta con algunos " sobraderos " |
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Atravesamos otro " paso " sobre el canal |
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En este tramo el canal es bastante " estrecho " |
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Conforme avanzamos junto al canal la nubosidad va desapareciendo para permitirnos disfrutar de la panorámica |
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Salvamos otro de los " pasos " sobre el canal |
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El canal va ganando en anchura |
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Pequeñas " puertas " nos permiten salvar los " pasos " sobre el canal |
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El canal discurre bajo las laderas de Aaltzueta |
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Atravesamos el último de los " pasos " acondicionados sobre el canal |
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Alcanzamos el tramo en el que el canal nuevamente se adentra en la montaña. Un " paso " nos permite abandonar el muro |
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" Paso " y escalera de piedra que nos permite abandonar el muro del canal |
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Un herboso y estrecho sendero discurre junto al murete del canal que, en un corto tramo, vuelve a asomar a la altura de una pequeña " compuerta " |
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El trazado del canal se dibuja bajo las cimas de Elorregi ( izda ), Katiliko Harri ( centro ) y Zokoa ( dcha ) |
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Pequeña compuerta en el canal que dejamos a nuestro paso |
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Un estrecho sendero discurre bajo la pared de roca que debemos salvar |
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Un muro de piedra " sustenta " el marcado sendero |
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Caminamos por un espectacular paraje que nospermite una bella y abierta panorámica hacia Iterrizokoa ( izda ), Txaruta, Garmendi ( centro ) y Buruzar |
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Grandes losas cubren este tramo de sendero |
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Mirada hacia Almandoz y su cantera mientrasque en primer término llama nuestra atención el viaducto de Marín
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Viaducto de Marín |
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Nuestro camino discurre sobre un muro de piedra que lo " sustenta " |
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Alcanzamos de nuevo el canal en el punto en el que vuelve a " aflorar " |
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Caminamos en todo momento sobre el muro del canal mientras disfrutamos de una bella panorámica hacia Almandoz ( izda ) y su cantera, sobre la que asoma en el horizonte Mendaur ( centro ) |
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El canal en este tramo es más ancho y el muro sobre el que caminamos también. ¡¡¡ Prohibido caerse !!! |
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Mirada hacia Almandoz |
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Terminamos alcanzando la " compuerta " que regula el caudal del canal |
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Un pequeño puente nos permite salvar el canal para alcanzar la otra orilla |
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Abandonamos definitivamente el canal |
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Por la derecha de la caseta que alberga la " compuerta " que regula el caudal del canal nace un herboso camino, el cual deberemos tomar |
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Dejamos atrás la caseta que alberga la " compuerta " que regula el caudal del canal |
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El camino alcanza de inmediato una amplia pista en el punto en el que esta traza una cerrada curva de 180º. Continuaremos por esta en descenso por la izquierda |
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La pista por la que descendemos discurre bajo las hayas en todo momento amplia y notoria |
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La pista se bifurca. Hacemso caso omiso del camino que asciende por la izquierda mientras continuamos descendiendo de frente ( dcha ) |
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A nuestro paso iremos dejando viejas bordas y los " cerrados " aledaños |
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La pista sale a terreno abierto para atravesar un paso canadiense mientras ya damos vista a Berroeta. En el horizonte asoman Legate ( dcha ) y Aizkolegi ( centro ) |
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El collado de Xunbilketa se abre entre Aizkolegi ( izda ) y Legate ( dcha )
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El Palacio de Aizkolegi asoma en la cumbre del mismo nombre |
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La amplia y, en tramos, herbosa pista nos permite un plácido descenso dando vista a Berroeta ( izda ) y Aniz ( dcha ). El cielo vuelve a " encapotarse " |
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Berroeta |
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La pista pierde altura trazando cerradas curvas |
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Cómodo descenso dando vista a Almandoz ( izda ) y su cantera ( dcha ) |
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Almandoz |
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Perdemos altura plácidamente mientras dejamos a nuestro paso verdes y extensos prados |
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Volvemos a atravesar un nuevo paso canadiense, lugar en el que la pista traza una cerrada curva hacia la derecha |
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La pista por la que descendemos ( dcha ) traza una cerrada curva |
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Bajo la pista dejamos una borda mientras que tras esta asoma Almandoz, localidad sobre la que despunta la rocosa cumbre de Apurtxegaña o Santa Bárbara ( centro ) |
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La pista deja su paso una gran borda |
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Un abrevadero de reciente construcción queda enclavado a la orilla de la pista |
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Típica borda |
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La pista continúa su discurrir entre prados |
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Berroeta asoma ya cercano mientras que al fondo aparece Zozaya/Zozaia ( izda ), barriada de Oronoz-Mugaire |
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La pista va ganando notoriedad mientras continúa su paulatino descenso |
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Nuestra pista se bifurca, momento en el que obviaremos las que nacen por la izquierda y al frente ( dcha ) para tomar el camino que nace entre ambas |
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Continuamos descendiendo por el, en principio, amplio y herboso camino |
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El camino tomado parece perder notoriedad de inmediato |
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Al penetrar bajo el arbolado nuestro camino vuelve a hacerse más notorio |
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Nuestro camino desciende paralelo a Mitxaurteko Erreka
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No tardaremos en desembocar de nuevo en la amplia pista que anteriormente abandonamos. Continuamos por la derecha |
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La pista discurre bajo un frondoso entorno |
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La pista va ganando notoriedad mientras deja a su paso bordas y viejos caseríos |
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Paulatinamente alcanzaremos los prados que se extienden por los alrededores de Berroeta |
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A la altura de un poste indicador ( dcha ) desembocaremos en la bifurcación por la que ya pasamos al inicio de este itinerario. Continuamos por la izquierda |
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Caminamos entre los muros de piedra que delimitan los prados que iremos dejando a nuestro paso |
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Berroeta ya asoma cercano |
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Salvamos un paso canadiense que ya atravesamos al comienzo de la ruta, momento a partir del cual la pista pasa a estar hormigonada |
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Descendemos por la pista de hormigón haciendo ahora caso omiso del camino que recibimos por nuestra derecha, por el que ascendimos al comienzo del itinerario |
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Dando vista a Almandoz la pista traza una cerrada curva dejando a su paso varias bordas |
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Perdemos altura dejando a nuestro paso bordas y pabellones ganaderos |
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Descendemos entre las alambradas que delimitan los prados dejando a nuestro paso, en el interior de uno de ellos, una gran cruz de piedra ( dcha )
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Cruz de piedra que dejaremos a nuestro paso a la orilla de la pista |
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La pista hormigonada nos encamina hacia Berroeta |
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Entramos en Berroeta |
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Callejeamos por Berroeta dejando a nuestro paso su cuidado caserío |
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Atravesamos Berroeta dejando a nuestro paso unas mesas con bancos de piedra ( dcha ) mientras buscamos salir de la localidad |
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Escudo labrado en piedra en la fuente de Berroeta |
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A las afueras de Berroeta alcanzamos el lugar en el que, junto a un gran caserón, tenemos estacionado nuestro vehículo |
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La iglesia de Berroeta, erigida en honor a San Martín, destaca en la parte alta de la localidad
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Ultima mirada hacia Berroeta, localidad desde la que ha dado comienzo y por lo tanto también finaliza esta ruta |
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