En el extremo
nororiental de nuestra tierra Navarra pero enclavada en territorio bearnés se alza
la impresionante mole pétrea del Anie ( 2504 m ). Pic D´Anie, Auñamendi o Anie
es el topónimo utilizado habitualmente para denominar a esta altiva cumbre que se eleva
espectacular sobre el “ mar de roca “ que cubre Larra.
Su llamativo perfil,
rocoso y afilado, es su principal atractivo, convirtiéndola en una de las
cimas más visitadas del Pirineo occidental. Como he dicho, situada en
tierras bearnesas pero a escasamente un kilómetro de territorio navarro, con
sus 2504 metros de altura, esta cumbre es la primera del Pirineo, desde el
Cantábrico, en sobrepasar los 2500 metros de altitud. Según la mitología
vasca, en este lugar tenía su morada Yanagorri o Mari, por lo que era
consideraba montaña sagrada.
Al SW. de la piramidal
cima del Anie ( 2504 m ), se eleva la destacada cumbre de Añelarra ( 2357 m ),
punto más elevado de una alargada sierra que sirve de frontera natural entre
los territorios de Bearn y Roncal. Esta sierra es conocida como Sierra de
Añelarra o Sierra Longa y desde su punto álgido, pierde altura en dirección NW.
elevándose sobre el caótico macizo de Larra mientras cierra por su vertiente
NE. el Valle de Belagua.
Los principales accesos
a la cumbre del Anie ( 2507 m ) parten desde Lescun ( 905 m ) y desde el Puerto
de Ernaz o Col de la Piedra de San Martín ( 1765 m ), siendo este último paraje donde
cada 13 de Julio se celebra el Tributo de las Tres Vacas, considerado el
tratado más antiguo de Europa y que viene celebrándose sin interrupción desde
el año 1375. Esta ceremonia tiene lugar en torno a la muga nº 262 o Piedra de
San Martín, situada junto a la carretera en el alto del puerto, y en ella
los bearneses entregan 3 vacas a los roncaleses por el uso y disfrute de pastos
del Valle de Roncal. Este evento es considerado Fiesta de Interés Turístico de
Navarra.
La tradicional y “ nada
complicada “ ascensión al Anie ( 2504 m ) desde el Puerto de Ernaz ( 1765 m ),
agregándole si las fuerzas acompañan la visita a la cercana cima del Arlas (
2045 m ), habitualmente es suficiente para la mayoría de los montañeros que asiduamente
y en gran número, encontraremos por este inhóspito paraje situado en los
confines de “ nuestra “ Navarra.
Acompañado de mi hijo Oscar
y mi cuñado Mikel, esta va a ser la opción elegida para una nueva visita al
Anie ( 2504 m ), y ya son unas cuantas, aunque esta vez pretendemos “ añadir “
a nuestra incursión la “ conquista “ de las más que discretas “ cimitas “ del
Pic de Pescamou ( 1959 m ) y Monbiela ( 1924 m ).
Además, en esta
ocasión, coincidimos en el aparcamiento del Puerto de Ernaz o Col de la Piedra
de San Martín ( 1765 m ) con otro “ doneztebarra “ ( natural de Santesteban, mi
localidad natal ), Koldo, que viene con su hija Ane.
Todos juntos nos
disponemos a disfrutar de esta “ clásica “ ascensión al Anie ( 2504 m ), una de
las cumbres más emblemáticas del Pirineo occidental. Esta es mi propuesta,
espero que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Estacionaremos nuestro
vehículo en el amplio aparcamiento enclavado en lo alto del Puerto de Ernaz o
Col de la Pierre de Saint Martin ( 1765 m ), al que da acceso la carretera
NA-137 desde la vertiente navarra y punto donde confluye con la D-132 que
asciende desde la vertiente gala.
En lo alto del puerto (
1765 m ), a la derecha ( S ) de la carretera si hemos ascendido desde Navarra,
destaca la muga nº 262, junto a la que todos los años se celebra el ancestral “
Tributo de las Tres Vacas “.
Desde la citada muga
comenzaremos a caminar tomando el marcado sendero que, balizado con marcas de
pintura amarillas, nos permitirá bordear “ cómodamente “ la discreta “ cimita
de Monbiela ( 1924 m ) y el “ piramidal “ Arlas ( 2045 m ), dos de las cumbres
a visitar en este itinerario pero que “ dejaremos “ para nuestro regreso.
Ya en la vertiente
opuesta del Arlas ( 2045 m ) quedará a nuestro paso el col de Pescamou ( 1917 m
), cuello sobre el que apenas llamará nuestra atención el “ pico “ del mismo
nombre ( 1959 m ), otra de las cotas a visitar en esta ruta pero que también
dejamos para nuestro regreso.
La senda nos encamina
hacia el col de Baticoche ( 1939 m ), cuello en el que destaca el Refugio de
los Espeleólogos, construcción metálica que también queda a nuestro paso.
La senda inicia un
tendido ascenso mientras discurre bajo la vertiente oriental del Pic Murlong (
2053 m ), lugar en el que “ tropezaremos “ con un poste indicador. Desde este
optaremos por obviar el camino “ más notorio “ que nace por nuestra izquierda (
E ), el cual dejamos para el regreso, mientras continuamos de frente ( S )
hacia el collado de Le Pourtet ( 2100 m ).
La ruta aparece
escrupulosamente balizada con hitos y por esta continuaremos hasta terminar
desembocando en el camino “ principal “ que atraviesa perpendicularmente
mientras discurre bajo la vertiente occidental del Anie ( 2504 m ). Dicho
camino busca alcanzar la ladera meridional del monte en cuestión, por la que en
acusado ascenso terminaremos alcanzando su cumbre.
Para el regreso, ahora
sí, utilizaremos el camino “ principal “, muy notorio y escrupulosamente
balizado que nos permitirá alcanzar el Col des Anies ( 2080 m ), desde donde
atravesaremos el kars para terminar desembocando junto al poste indicador
anteriormente citado.
La senda utilizada en
el ascenso nos permitirá alcanzar el col de Baticoche ( 1939 m ), desde donde,
ahora sí, nos desviaremos hacia la “ cimita “ del Pic de Pescamou ( 1959 m ).
Un corto descenso nos
permite alcanzar el collado homónimo ( 1917 m ), el cual atravesaremos para
remontar en brutal ascenso por la ladera meridional del Arlas ( 2045 m ) hasta
desembocar en su cima.
Perdemos altura por la
vertiente opuesta a la de ascenso, alcanzando de inmediato el collado del Arlas
( 1916 m ), sobre el que apenas despunta la “ cimita “ de Monbiela ( 1924 m ),
cota que también “ coronaremos “.
Descendemos por la
ladera opuesta a la de subida, en la que retomaremos la senda utilizada al
comienzo del itinerario y que nos “ devolverá “ al punto de partida, el Puerto
de Ernaz o Col de la Pierre de Saint Martin ( 1765 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
983 m
Tiempo:
De 6 h a 8 h
Distancia:
14´08
km
Inicio:
Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de Saint Martin
Fecha
de realización: Agosto 2023
Epoca
recomendada: Verano y Otoño
Cimas:
Anie o Auñamendi ( 2504 m ); Pic de Pescamou ( 1959 m ); Arlas ( 2045 m );
Monbiela ( 1924 m )
Descripción del
Itinerario
Alcanzamos el “
fronterizo “ Puerto de Ernaz o Col de la Piedra de San Martín ( 1765 m ), en
nuestro caso desde la localidad roncalesa de Isaba ( 813 m ), paso de montaña
que une esta población con la de Arette ( 329 m ).
Casualidades de la
vida, y como ya he comentado en la introducción, mientras mi hijo Oscar, mi
cuñado Mikel y un servidor nos preparamos para comenzar este itinerario, llega
al aparcamiento un “ doneztebarra “ ( natural de Santesteban, mi localidad
natal ), Koldo, que viene con su hija Ane dispuestos a “ coronar “ el Anie (
2504 m ). Así que, como no podía ser de
otra manera, realizaremos juntos la ruta.
Comenzamos a caminar
desde la muga nº 262, citada anteriormente y que aparece enclavada en lo alto
del puerto ( 1765 m ), a la derecha ( S ) de la carretera por la que le hemos
dado acceso.
Un estrecho pero
notorio sendero, balizado con marcas de pintura de colora amarillo, gana altura
aunque de inmediato inicia un corto descenso entre pinos para dejar rápidamente
a nuestro paso una pequeña balsa enclavada a la izquierda ( N ) del camino.
Desde esta, nuevamente
comenzaremos a remontar en acusado ascenso, en todo momento por la marcada
senda que discurre por la herbosa ladera meridional de Monbiela ( 1924 m ),
cercana y prácticamente inapreciable “ cimita “ que visitaremos a nuestro
regreso.
El notorio sendero
continúa sin apenas desnivel mientras se dibuja en la herbosa ladera meridional
del Arlas ( 2045 m ), cuya cumbre, al igual que la de Monbiela ( 1924 m ), “
coronaremos “ de regreso.
Discurriendo por la
vertiente meridional del Arlas ( 2045 m ), junto al sendero dejaremos a nuestro
paso la fuente de La Contienda ( 1898 m ), muy “ agradecida “ en los días de
calor.
La senda continúa su “
cómodo “ discurrir y en breve deja a su
paso el Col de Pescamou ( 1917 m ), en el que destaca un poste indicador junto
al camino y cuello sobre el que apenas destaca la discreta “ cimita “ homónima,
el Pic de Pescamou ( 1959 m ), otra de
las cotas a visitar en esta ruta pero que también dejamos para nuestro regreso.
El sendero se dibuja en
la herbosa ladera occidental del citado Pic de Pescamou ( 1959 m ) buscando
bordearla para alcanzar su vertiente meridional, en la que se abre cercano el
collado de Baticotche ( 1939 m ), lugar en el que encontramos el conocido
como Refugio de los Espeleólogos.
Seguimos el claro
sendero que ahora discurre bajo la vertiente oriental de Murlong ( 2053 m ),
cumbre que despunta sobre nuestras cabezas a nuestra derecha ( SW ) y bajo cuya
ladera oriental terminaremos dando alcance a un poste indicador ( 2012 m ). Por
debajo del citado indicador, en un discreto “ colladito “ ( 2003 m ), nuestro
sendero se bifurca y será aquí donde obviaremos el notorio camino que, por la
izquierda ( E ), se adentra en el caótico kars, es el camino “ clásico “ al
Anie ( 2504 m ) y por este regresaremos.
Continuamos de frente (
S ) por un, en principio, herboso sendero aunque paulatinamente nos iremos
adentrando entre rocas, acompañados en todo momento por numerosos hitos. Estos
balizan escrupulosamente el camino a seguir, el cual atraviesa el collado de Le
Pourtet ( 2100 m ) para continuar remontando entre rocas aunque en todo momento
por “ cómodo “ camino.
Sin ofrecer dificultad
“ técnica “ reseñable, la pendiente se acentúa para terminar desembocando en
una marcada bifurcación ( 2321 m ), lugar en el que el camino “ principal “
atraviesa perpendicularmente.
Tomamos este y
continuamos remontando por nuestra derecha ( S ), en todo momento por el
pedregoso sendero que sigue ganando altura sin darnos “ tregua “. En breve “
tropezamos “ con un nuevo cruce, punto en el que deberemos hacer caso omiso del
sendero que desciende por la derecha ( S ) mientras continuamos de frente ( E )
buscando situarnos bajo la “ empinada “ ladera Sur del Anie ( 2504 m ).
Un sinuoso sendero
zigzaguea, muy marcado en el terreno, por la pedregosa vertiente meridional para,
sin dificultad reseñable, desembocar en la tan ansiada cumbre del Anie (
2504 m ). Un “ vivac “ de piedras destaca en la cima. Bella y abierta
panorámica hacia todas las vertientes.
Iniciamos el descenso
por el conocido itinerario de subida aunque ahora, al alcanzar la bifurcación
en la que desembocamos a nuestro ascenso, obviaremos el camino utilizado a la
subida para continuar en todo momento por el “ principal “. Este “ bordea “
bajo la ladera occidental del Anie ( 2504 m ) hasta situarnos bajo su vertiente
septentrional..
En este descenso cabe
reseñar que encontraremos un “ pequeño escollo “ en forma de corto “ destrepe “,
el cual no reviste especial dificultad, tan sólo prestar la atención habitual
que, por cierto, nunca deberíamos perder.
El marcado camino que
desciende hacia Lescun ( 905 m ) alcanza una “ poco perceptible “ bifurcación aunque,
perfectamente señalizada con hitos, deberemos estar atentos al momento en el que
debemos abandonar el camino “ principal “ para desviarnos por nuestra izquierda
( NW ) tomando la visible línea de hitos que nos hará alcanzar el Col des Anies
( 2080 m ).
En este collado ( 2080
m ), haciendo caso omiso del sendero que asciende por la derecha ( N ) hacia la
cima del Soumcouy ( 2315 m ), continuaremos de frente para, ahora sí,
adentrarnos en el caótico kars por el camino “ clásico “ del Anie ( 2504 m ).
Con precaución de no
perder las marcas de pintura y los numerosos hitos lo atravesaremos “
plácidamente “ para, no sin poco esfuerzo, alcanzar el “ colladito “ ( 2003 m )
sobre el que destaca el poste indicador junto al que pasamos anteriormente.
Sin necesidad de “
trepar “ hacia este, la senda remonta de frente ( W ) para retomar la senda
utilizada a nuestro ascenso, la que nos encaminará hacia el Refugio de los
Espeleólogos, enclavado en el collado de
Baticotche ( 1939 m ) y hacia el que no dudo en desviarme.
La senda que le da
acceso desde el camino “ principal “ nos devuelve a este aunque, mientras el
resto del grupo sigue por delante, yo me desvío por la derecha ( N ) hacia una
discreta elevación ( 1950 m ), en la que destaca una placa obituaria.
Pierdo altura por la
vertiente opuesta a la de ascenso para volver a retomar el camino “ principal “,
por el que rápidamente nos situaremos bajo la vertiente meridional del Pic de
Pescamou ( 1959 m ).
En este punto ( 1941 m
) el grupo nos separamos. Koldo con su hija Ane regresan hacia el aparcamiento del
Puerto de Ernaz o Col de la Piedra de San Martín ( 1765 m ) tomando el camino
utilizado en el ascenso mientras que nosotros optamos por remontar de frente (
N ). Ganamos altura por la herbosa ladera, por la que rápidamente
desembocaremos en la amplia cumbre del Pic de Pescamou ( 1959 m ). Un hito la señaliza.
Bella y abierta panorámica.
Perdemos altura por la vertiente
opuesta a la de subida y rápidamente atravesaremos el Col de Pescamou ( 1917 m
), en el que destaca el poste indicador junto al que pasamos al comienzo del
itinerario y la muga fronteriza nº 265. Desde este “ cuello “ ( 1917 m )
encaramos el brutal ascenso por la marcada senda que se dibuja en la ladera
meridional del Arlas
( 2045 m ), cima que alcanzaremos no sin poco esfuerzo. Un buzón y un taco
geodésico destacan en ella. Espectacular panorámica.
Volvemos a iniciar el
descenso por la vertiente opuesta a la de subida, una inclinada ladera en la
que un marcado sendero nos permitirá desembocar rápidamente en el collado del
Arlas ( 1916 m ).
Atravesamos el herboso
“ cuello “ ( 1916 m ) para remontar en “ cómodo “ ascenso y así alcanzar
rápidamente la discreta “ cimita “ de Monbiela ( 1924 m ). Sin señal alguna que la
identifique. Limitada panorámica.
Iniciamos el descenso,
una vez más, por la ladera contraria a la utilizada en el ascenso, en la que se
dibuja un herboso sendero que, de inmediato, desemboca en el más notorio que
utilizamos al comienzo del itinerario, el cual nos devolverá al Puerto de Ernaz
o Col de la Piedra de San Martín ( 1765 m ), inicio y final de este itinerario.
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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Alto del Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín, paso fronterizo entre España y Francia y punto de partida de este itinerario. Unos postes indicadores ( izda ) destacan junto a la zona de aparcamiento |
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Desde lo alto del Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín comenzaremos a caminar tomando el balizado sendero que nace junto a los postes indicadores enclavados junto al parking |
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Detalle de los postes indicadores situados en lo alto del Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín
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A orillas de la carretera NA-137, en Alto del Puerto de Ernaz, destaca la muga nº 262 o Piedra de San Martín, junto a la que se realiza todos los años el ancestral Tributo de las Tres Vacas. En esta ocasión me acompañan mi hijo Oscar ( dcha ) y mi cuñado Mikel ( segundo por la derecha ). Casualmente, en el aparcamiento, coincidimos con otro " doneztebarra " ( natural de Santesteban ), Koldo ( segundo por la izquierda ) y su hija Ane ( izda ). Todos juntos nos encaminaremos hacia el Anie
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Por encima de la muga nº 262 nace un notorio sendero y por este iniciamos nuestro itinerario |
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Desde el sendero, de inmediato, daremos vista al Anie ( dcha ), principal objetivo para este itinerario, y al Arlas ( centro ), otra de las cumbres que pretendemos visitar |
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Marcas de pintura de color amarillo balizan el sendero a seguir, sobre el que asoma el Arlas ( centro ) |
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La senda a seguir se dibuja notoria en el terreno |
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Caminamos por un notorio sendero |
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A nuestro paso, junto al sendero, dejaremos una pequeña balsa |
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Balsa que queda a la orilla de nuestro camino |
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El sendero por el que caminamos inicia un acusado ascenso |
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Miramos atrás hacia Leja o Soum de Lèche ( centro ), herbosa " cimita " que asoma en primer término con sus laderas " sembradas " de chabolas de pastores |
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La senda pierde inclinación permitiéndonos una pequeña " tregua " |
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Remontamos por una marcada senda, en todo momento perfectamente balizada |
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Arlas despunta sobre nuestras cabezas |
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El notorio sendero parece encaminarse hacia el Arlas, cumbre que despunta en primer término, mientras que en el horizonte asoma el Anie ( dcha ) |
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Anie, principal objetivo para este itinerario |
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La marcada senda evita la cumbre del Arlas para discurrir bajo su herbosa ladera SW. Dejamos la visita a la citada cima para el regreso |
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Un marcado sendero discurre bajo la vertiente SW. del Arlas, en la que se aprecia la Fuente de La Contienda ( centro ) |
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A nuestro paso, a la orilla del sendero, dejaremos la Fuente de La Contienda |
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Dejada atrás la Fuente de la Contienda nuestro sendero continúa su notorio discurrir |
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La piramidal silueta del Anie llama poderosamente nuestra atención |
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La senda atraviesa esporádicos tramos de roca |
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El marcado sendero alcanza el Col de Pescamou, cuello fronterizo sobre el que destaca tímidamente la " cimita " del mismo nombre |
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Poste indicador en el Col de Pescamou |
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Detalle del poste indicador enclavado en el Col de Pescamou |
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Los hitos ( izda ) balizan el notorio sendero |
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Con la piramidal silueta del Anie ( izda ) despuntando en todo momento ante nosotros, continuamos discurriendo por un marcado sendero |
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Un tendido descenso nos encamina hacia el Col de Baticoche en el que aparece enclavado el refugio de los Espeleólogos ( izda ), sobre el que despuntan Soumcouy ( izda ) y Anie ( dcha ) |
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La " mole " del Soumcouy destaca sobre el Refugio de los Espeleólogos |
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Dejamos atrás el Refugio de los Espeleólogos, tras el que asoma el Arlas ( centro ) |
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La senda se dibuja notoria en una herbosa ladera en la que comienzan a aparecer numerosas rocas y en donde dejaremos a nuestro paso una baliza ( centro ) |
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Baliza enclavada a la orilla del sendero por el que caminamos |
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El Refugio de los Espeleólogos asoma en la lejanía bajo la estilizada silueta del Arlas |
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La senda en todo momento se dibuja notoria |
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Parece que definitivamente hemos dejado atrás el terreno herboso mientras nos adentramos entre rocas |
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Los hitos balizan la " poco perceptible " senda por la que caminamos |
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Abandonamos momentáneamente la roca para, por terreno herboso, encaminarnos hacia el poste indicador que vemos asomar al fondo |
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Alcanzamos rápidamente el poste indicador enclavado a la orilla del sendero |
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Desde el poste indicador realizaremos un corto " destrepe " para alcanzar la bifurcación en la que obviaremos el camino que nace por la izquierda, por el que posteriormente regresaremos, mientras continuamos de frente |
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En la bifurcación haremos caso omiso del marcado sendero que, por la izquierda ( centro en la foto ), utilizaremos para nuestro regreso |
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La senda, muy notoria, remonta por terreno herboso |
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Nuevamente por herbosas praderas, no resulta difícil seguir la notoria senda |
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El marcado sendero abandona definitivamente las praderas herbosas para adentrarse entre rocas |
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Numerosos hitos balizan nuestro camino |
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La piramidal silueta del Anie emerge en el horizonte |
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La senda gana notoriedad |
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Los hitos son numerosos |
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Los hitos nos " invitan " a dentrarnos en la " brecha " que se abre ante nosotros |
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El notorio sendero se adentra en el " pasillo " ( dcha ) abierto en la roca |
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Una marcada senda remonta en acusado ascenso por el pasillo herboso en cuya parte alta destaca un hito ( centro ) |
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Los hitos son numerosos por lo que no resulta complicado seguir el notorio cmaino |
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Remontamos por una notoria senda |
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En todo momento la senda se dibuja notoria |
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Ganamos altura entre grandes rocas |
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La marcada senda nos permite un " cómodo " discurrir mientras atravesamos un pequeño " collado " |
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El " desfiladero " por el que remontamos se abre tímidamente |
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Acompañados de numerosos hitos volveremos a descender para " encajonarnos " en el profundo " desfiladero " |
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Descendemos entre rocas buscando alcanzar el marcado sendero que se dibuja metros por debajo |
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La pedregosa senda vuelve a acentuar su inclinación |
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El marcado sendero remonta nuevamente en acuasdo ascenso |
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Nuestro sendero se dibuja en el marcado " corredor " |
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Desde nuestro camino y ante nosotros, sobre un abierto " cuello ", emerge espectacular la " elegante " silueta del Anie |
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Anie |
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Mientras ganamos altura atravesando un discreto " cuello " por una notoria senda, sobre nuetras cabezas despunta la piramidal silueta del Anie |
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Con el Anie despuntando en todo momento ante nosotros continuaremos remontando por un notorio sendero |
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Añelarra ( dcha ) y el Péne de Castetné ( izda ) asoman ante nosotros |
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Deambulamos entre rocas siguiendo los hitos que balizan nuestro camino |
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La marcada senda vuelve a ganar notoriedad |
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El pedregoso sendero se dibuja bajo una pequeña pared de roca |
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Superamos sin excesivas dificultades un " paso " que se abre en la pared de roca |
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La senda parece " suavizar " ligeramente su pendiente y nos da una pequeña " tregua " |
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Remontamos siguiendo los numerosos hitos ( dcha ) que balizan el camino a seguir |
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Nuevamente la pendiente se acentúa |
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Nuestro pedregoso sendero busca alcanzar otro más notorio si cabe que, bajo una gran pared de roca, atraviesa perpendicularmente, lugar en el que esperan mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel |
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Una vez alcanzado el camino que atraviesa perpendicularmente continuaremos remontando por este hacia la derecha ( centro en la foto ). Las balizas de pintura lo señalizan |
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La pedregosa senda vuelve a acentuar su inclinación |
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El sendero zigzaguea entre rocas |
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La senda gana notoriedad nuevamente aunque la pendiente no da " tregua " |
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Desde nuestro camino damos vista al Péne Blanque ( centro ), rocosa " mole " tras la que asoma tímidamente el Castillo d´Achert, escoltado por Bisaurin ( izda ) y Agüerri. La Mesa de los Tres Reyes ( dcha ) se eleva sobre la " repisa " de La Table |
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Nuestro camino deja a su paso un cruce, lugar señalizado con un hito ( centro ) y punto en el que obviaremos el que desciende por la derecha. Continuamos de frente ( izda ) |
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La senda tallada en la roca supera " cómodamente " un pequeño resalte |
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Alcanzamos la " empinada " ladera meridional del Anie, en la que se dibuja un zigzagueante sendero. En la parte alta ( centro ) se divisa la silueta de mi hijo Oscar y de mi cuñado Mikel |
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Mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel en las inmediaciones de la cima del Anie |
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Los hitos señalizan en todo momento la " exigente " subida final hacia la cima del Anie |
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El grupo en la cima del Anie. De izquierda derecha: Koldo, mi hijo Oscar, mi cuñado Mikel y Ane ( hija de Koldo ) |
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Cima del Anie con Soumcouy ( dcha ) asomando al fondo. De izquierda a derecha: Koldo, mi hijo Oscar, mi cuñado Mikel, Ane ( hija de Koldo ) y un servidor |
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Mirada desde la cima del Anie hacia la estación de esquí de Arette ( centro ), sobre la que destaca la piramidal silueta del Arlas ( izda ) |
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Arlas ( izda ) despunta sobre la estación de esquí de Arette ( dcha ) |
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Estación de esquí de Arette |
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Lescun asoma en el fondo del valle |
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Desde la cima del Anie damos vista al Billare ( dcha ), cercana cumbre tras la que despunta el Midi d´Ossau en el horizonte mientras que Lescun lo hace en el fondo del valle |
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La silueta del Midi d´Ossau resulta inconfundible |
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Antes de iniciar el descenso de la cima del Anie, foto de " familia " junto a mi hijo Oscar ( centro ) y mi cuñado Mikel ( dcha ) |
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Cima del Anie |
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Inscripción en una de las rocas situadas en la cima del Anie |
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Otra roca en la cima del Anie con inscripción |
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Abandonamos definitivamente la cima del Anie buscando iniciar el descenso por la marcada senda que, a estas horas, comienza a aparecer muy concurrida |
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Koldo y Ane trazan una de las cerradas curvas que dibuja el marcado sendero mientras que detrás destacan el Péne Blanque ( centro ) y la Mesa de los Tres Reyes |
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Perdemos altura plácidamente por la marcada senda mientras que disfrutamos de las vistas hacia Añelarra ( izda ) y Orhy ( centro en el horizonte ) |
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Los hitos ( izda ) balizan escrupulosamente la senda por la que descendemos |
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No tardamos en alcanzar la bifurcación en la que desembocamos a la subida, lugar en el que ahora obviaremos el sendero ( izda ) utilizado en el ascenso mientras que optamos por continuar de frente |
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Los hitos y marcas de pintura señalizan el corto y sencillo " destrepe " que salvaremos sin dificultad reseñable |
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El marcado sendero pierde altura paulatinamente mientras que ante nosotros despunta Soumcouy |
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Plácido descenso con vista a Soumcouy ( izda ) |
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Alcanzamos una marcada bifurcación, punto en el que, con Soumcouy ( centro ) despuntando ante nosotros, nos desviaremos por la izquierda |
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Acompañados de numerosos hitos perdemos altura en dirección al Col des Anies |
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El Col des Anies se extiende bajo el Soumcouy ( dcha ) |
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Hitos y marcas de pintura señalizan escrupulosamente nuestro camino |
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La rocosa " mole " del Soumcouy despunta sobre el Col des Anies |
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Soumcouy despunta sobre nuestras cabezas |
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Desde el Col des Anies echamos una mirada atrás hacia el Anie |
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El sendero, muy notorio en todo momento, busca bordear la rocosa " mole " de Soumcouy |
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En el Col des Anies, bajo la rocosa vertiente meridional del Soumcouy, nos topamos con una notoria bifurcación, lugar en el que obviaremos la senda ( centro ) que asciende hacia la citada cima para continuar de frente ( izda ) |
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Bifurcación en el Col des Anies, punto en el que haremos caso omiso de la senda ( dcha ) que asciende hacia Soumcouy mientras continuamos de frente ( izda ) |
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Nuestro marcado camino se dirige hacia el discreto collado que se abre al fondo |
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El camino, balizado escrupulosamente, atraviesa un estrecho " paso " entre rocas |
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La senda, balizada también con marcas de pintura de color rojo ( dcha ), busca adentrase en el kars |
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Iniciamos un corto descenso por el marcado sendero que aparece muy bien señalizado con hitos
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El sendero se dibuja notorio en el kars |
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Las marcas de pintura de color amarillo ( dcha ) ayudan en el balizaje de nuestro camino |
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El camino se " encajona " entre grandes rocas aunque en todo momento es fácil de seguir |
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Son numerosos los hitos ( izda ) que balizan nuestro notorio camino |
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La senda inicia un paulatino descenso |
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La senda se dibuja bajo una pequeña pared de roca |
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Nuestro sendero se bifurca. Las marcas de pintura de color rojo ( izda ) continúan balizando el camino a seguir. Ascendemos por la izquierda |
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El escrupuloso balizaje y lo marcado del sendero hace " sencillo y cómodo " el discurrir por el kars |
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Mientras deambulamos por el kars, sobre nuestras cabezas despunta la doble cima de Murlong |
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La marcada senda, por la que avanzan mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel, se dibuja en el sinuoso kars |
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La marcada senda inicia un acusado ascenso mientras busca abandonar el kars |
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Abandonamos definitivamente el kars para desembocar en un herboso colladito, lugar en el que confluyen los caminos de ida y el de regreso |
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Sobre el herboso collado en el que hemos desembocado asoma el poste indicador por el que pasamos anteriormente, junto al que descansan una pareja de montañeros |
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Junto al poste indicador, esta pareja parece dudar sobre el camino a seguir |
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Evitando ascender hacia el poste indicador junto al que pasamos anteriormente, abandonamos el herboso collado para continuar remontando de frente por terreno más " cómodo " |
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Desde el notorio sendero por el que caminamos ya divisamos la piramidal silueta del Arlas, nuestro siguiente objetivo |
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Por terreno herboso descenderemos hacia el collado de Baticoche, en el que asoma el Refugio de los Espeleólogos ( dcha ) |
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El marcado sendero zigzaguea entre rocas camino del collado de Baticoche |
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La senda parece abandonar el roquedo para adentrarse en las herbosas praderas aledañas al collado de Baticoche |
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A escasos metros de nuestro camino asoma cercano el Refugio de los Espeleólogos, hacia el que me desvío |
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Refugio de los Espeleólogos con Soumcouy ( dcha ) asomando al fondo |
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Abandono el Refugio de los Espeleólogos para retomar el notorio sendero que busca evitar la discreta cota ( dcha ) que asoma sobre este |
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La marcada senda discurre bajo una más que modesta cota ( centro ), hacia la que no dudo en desviarme por la derecha |
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Rápidamente alcanzaremos la " cimita " de la discreta cota, tras la que asoma el Arlas ( dcha ) |
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Una placa destaca en la roca enclavada en la discreta " cimita " |
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Desde la discreta " cimita " que acabo de alcanzar diviso nuestros próximos objetivos: la alargada y rocosa " lomita " del Pic de Pescamou que se extiende en primer término y sobre la que despunta la piramidal silueta del Arlas ( dcha ). Antes buscaré retomar la marcada senda que discurre por la izquierda |
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Rápidamente alcanzaré la marcada y balizada senda, por la que continuaré en cómodo discurrir |
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Los hitos balizan el sendero por el que caminamos mientras que en el horizonte despunta el Orhy |
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Desde nuestro sendero echamos una mirada atrás hacia Soumcouy ( izda ), la Countende ( centro ) y el Anie ( dcha ) |
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La marcada senda, en la que pastan un rebaño de ovejas, busca bordear la " cimita " del Pic de Pescamou ( dcha ) |
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Bajo la discreta cota del Pic de Pescamou nos separamos. Koldo y su hija Ane buscan continuar por la marcada senda ( izda ) que les pemitirá un regreso más " rápido " hacia el coche mientras que nosostros optamos por ascender hacia el Pic de Pescamou |
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Un marcado sendero nos permite un " cómodo " ascenso hacia la cima del Pic de Pescamou |
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Mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel asoman en la rocosa cumbre del Pic de Pescamou |
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Mi hijo Oscar ( dcha ) y mi cuñado Mikel ( izda ) en la cima del Pic de Pescamou con Soumcouy ( izda ) y Anie ( dcha ) asomando al fondo |
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Hito en la cima del Pic de Pescamou con vista a Soumcouy ( izda ), la Countende ( centro ) y Anie ( dcha ) asomando al fondo |
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Desde la cima del Pic de Pescamou iniciaremos el descenso por su herbosa ladera septentrional camino del Arlas, nuestro siguiente objetivo |
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Con Arlas despuntando sobre nuestras cabezas nos encaminaremos hacia el Col de Pescamou |
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Alcanzamos el Col de Pescamou, cuello que atravesaremos para encaminarnos hacia la " empinada " ladera meridional del Arlas |
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En el collado de Pescamou dejaremos a nuestro paso la muga nº 265 |
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Poste indicador enclavado en el Col de Pescamou, tras el que despunta en el horizonte el Orhy ( dcha )
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Desde la muga nº 265, enclavada en el Col de Pescamou, inicimos el ascenso por la vertiente meridional del Arlas |
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Remontamos en acusado ascenso por la, en principio, herbosa ladera meridional del Arlas |
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Ganamos altura por el marcado sendero que se dibuja en la " afilada " arista meridional del Arlas |
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La senda se dibuja notoria en la ladera meridional del Arlas |
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Mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel ganan altura por la ladera meridional del Arlas, en todo momento remontando por un marcado sendero |
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En nuestro ascenso por la vertiente meridional del Arlas damos vista a una majada pastoril enclavada en el fondo del valle ( abajo ), sobre la que despuntan Soumcouy ( centro ), la Countende y Anie ( dcha ) |
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Conforme ascendemos por la ladera meridional del Arlas la pendiente se acentúa notablemente |
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En los últimos metros de ascenso hacia la cima del Arlas la pendiente es brutal |
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Últimos metros de ascenso hacia la cima del Arlas, en la que aparecen mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel |
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Mi hijo Oscar ( dcha ) y mi cuñado Mikel ( izda ) en la cima del Arlas
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Mi hijo Oscar ( izda ) y mi cuñado Mikel ( dcha ) en la cima del Arlas con la piramidal silueta del Anie despuntando en el horizonte |
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En la cima del Arlas junto a mi hijo Oscar ( centro ) y mi cuñado Mikel ( dcha ) |
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Mirada hacia la estación de esquí de Arette ( centro ) desde la cima del Arlas |
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Abandonamos la cima del Arlas tomando el marcado sendero que facilitará nuestro descenso por su ladera occidental. Este se bifurca, momento en el que continuaremos de frente |
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Descendemos por la herbosa vertiente occidental del Arlas camino del collado del Arlas ( centro ), sobre el que apenas destaca la discreta " cimita " de Monbiela |
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Perdemos altura en brutal pendiente por la vertiente occidental del Arlas encaminándonos hacia el collado del Arlas que se abre por debajo |
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La amplia y herbosa cima de Monbiela se eleva tímidamente sobre el collado del Arlas que se abre en primer término |
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El sendero por el que descendemos del Arlas parece encaminarnos hacia la estación de esquí de Arette ( centro ) que asoma al fondo |
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El sendero por el que descendemos del Arlas ( izda ) se bifurca, lugar en el que trazaremos una cerrada curva hacia nuestra izquierda ( derecha en la foto ) para encaminarnos hacia el collado del Arlas |
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Rápidamente alcanzaremos el collado del Arlas, sobre el que despunta tímidamente la amplia loma herbosa de Monbiela |
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Hito en el collado del Arlas, cuello que atravesaremos por la herbosa senda que continúa hacia la cercana cima de Monbiela |
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Últimos metros hacia la cima de Monbiela |
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Mi hijo Oscar ( dcha ) y mi cuñado Mikel ( izda ) en la cima de Monbiela aparecen " escoltados " por el macizo de Lakartxela ( izda ) y Orhy ( dcha ) |
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Mi hijo Oscar ( izda ) y mi cuñado Mikel ( dcha ) en la cima de Monbiela con el Arlas a su espalda y Anie ( dcha ) en el horizonte |
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Abandonamos la cima de Monbiela iniciando el descenso por la ladera opuesta a la de ascenso |
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El herboso sendero por el que descendemos busca alcanzar el " principal " que discurre por nuestra izquierda. Camino hacia este dejaremos a nuetsro paso una pequeña " rampa " de madera |
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Mi hijo Oscar en la " rampa " de madera que dejaremos a nuestro paso en el descenso de Monbiela |
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La herbosa senda por la que descendemos busca enlazar con la " principal " que cruza perpendicularmente, por la que ascendimos al comienzo del itinerario y por la que ahora deberemos tomar hacia la derecha |
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Ya en el camino " principal ", continuamos en plácido descenso |
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Nuestro camino se bifurca, momento en el que optamos por abandonarlo para seguir al frente por notorio sendero |
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En breve la senda vuelve a bifurcarse, lugar en el que ahora continuamos por la izquierda |
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El sendero por el que descendemos es muy notorio |
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Dejamos a nuestro paso la balsa junto a la que ya pasamos al comienzo del itinerario |
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La senda se dibuja notoria en todo momento |
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Remontamos en corto aunque acusado ascenso |
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La senda deja a su paso pequeños ejemplares de pino |
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El sendero atraviesa entre herbosas praderas |
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Bajo nuestro camino dejaremos el refugio enclavado en lo alto del Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín |
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Definitivamente nuestro sendero desciende hacia la carretera que atraviesa lo alto Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín |
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Volvemos a dejar a nuestro paso la muga nº 262, enclavada en lo alto del Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín |
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Muga nº 262 o Piedra de San Martín, junto a la que se realiza todos los años el ancestral Tributo de las Tres Vacas
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Desde la muga nº 262 alcanzaremos de inmediato el aparcamiento enclavado en lo alto del Puerto de Ernaz o Col de la Pierre de San Martín, inicio y final de este itinerario |