lunes, 26 de septiembre de 2022

Picos del Infierno y Garmo Blanco ( Desde el Balneario de Panticosa por los Ibones Azules y descenso por Pondiellos )

Enclavado aproximadamente en el centro de la vertiente septentrional de la provincia de Huesca, en plena cordillera pirenaica y no muy distante de la “ frontera natural “ entre este territorio y el país “ vecino “, los Picos del Infierno están situados en el macizo de Balaitous-Picos del Infierno.

Superando la siempre “ atrayente “ altura de los “ tresmil “ metros, la “ triple “ cumbre de los Infiernos es una de las más emblemáticas del macizo pirenaico.

La trilogía de “ tresmiles “ que conforma este pequeño “ submacizo “ vienen a ser las más “ importantes “ de entre las que se elevan en el entorno del Balneario de Panticosa ( 1636 m ).

Nueve son las montañas que superan los “ tresmil “ metros en el entorno del citado Balneario ( 1636 m ): los Picos del Infierno con sus tres cimas, Occidental ( 3073 m ), Central ( 3082 m ) y Oriental ( 3078 m ), Arnales ( 3002 m ), Garmo Negro ( 3064 m ), Argualas ( 3046 m ), Algas ( 3033 m ), Algas Norte ( 3032 m ) y la Aguja de Pondiellos ( 3011 m ).

Como no podía ser de otra manera, el mencionado Balneario de Panticosa ( 1636 m ) es el punto de partida habitual para las rutas que parten hacia esta montaña. Dos son los accesos “ clásicos “: el que asciende por el collado de Pondiellos ( 2812 m ) para superar la vertiente Sur y el más largo y bello que lo hace, balizado con las marcas rojiblancas de la senda GR-11, por los Ibones Azules y el collado del Infierno ( 2721 m ), ruta que remonta por la cara Norte.

Desde que en el año 2012 se inaugurara el refugio de los Ibones de Bachimaña ( 2200 m ) otra ruta parte desde este para, tras pasar por el collado de Saretas ( 2831 m ), alcanzar la proveniente del collado de Pondiellos ( 2812 m ) y juntas desembocar en la cima.

La escasa dificultad técnica que supone alcanzar la “ triple “ cumbre de los Picos del Infierno hace de esta una de las más visitadas del entorno aunque deberemos tener en cuenta que nos movemos por terreno de alta montaña y, por lo tanto, hemos de estar capacitados para hacerlo sin ponernos en riesgo. En fechas “ recientes “ ha habido varios accidentes “ fatales “. ¡¡¡ Ojo !!!

 

Buscando alcanzar la “ triple “ cumbre de los Picos del Infierno realizando una ruta “ circular “ vamos a tomar como punto de partida, como no podía ser de otra manera, el citado Balneario de Panticosa ( 1636 m ). Se puede decir que es un itinerario “ clásico “ y en este buscaremos “ combinar “ las rutas anteriormente mencionadas. Ascender por el collado del Infierno ( 2721 m ) para descender por el collado de Pondiellos ( 2812 m ), va a ser el itinerario que, junto a mi hijo Oscar, pretendo realizar. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis.

  

Resumen del Itinerario

 

Alcanzado el complejo del Balneario de Panticosa ( 1636 m ) buscaremos el acogedor refugio de la Casa de Piedra para, desde su parte trasera, localizar el inicio del señalizado camino del Glaciar del Infierno, balizado escrupulosamente con las marcas “ rojiblancas “ de la senda Transpirenaica o GR-11.

Este precioso y empinado camino nos hace ganar altura rápidamente y no tarda en dejar a su paso el Mirador de la Reina ( 1736 m ), desde donde podemos disfrutar de una bonita panorámica hacia el entorno del Balneario ( 1636 m ).

Continuaremos ganando altura por el notorio sendero mientras discurrimos junto a la margen derecha del río Caldarés, lo que nos permite disfrutar de las bellas cascadas que encontramos a nuestro paso.

El en todo momento balizado camino asciende por la conocida como Cuesta del Fraile, junto a la cual, cae espectacular la Cascada del mismo nombre y que una vez superada nos permitirá alcanzar la pared del Embalse de Bachimaña Bajo ( 2170 m ), en cuyas inmediaciones queda enclavado el refugio de los Ibones de Bachimaña ( 2200 m ).

Sin cruzar la pared del citado embalse ( 2170 m ), un sendero lo bordea por la izquierda ( E ) ganando paulatinamente altura y dando alcance al Embalse de Bachimaña Alto ( 2207 m ), el cual tambien lo evitaremos por la izquierda ( E ).

Tras atravesar el cauce del río Caldarés terminamos desembocando en una herbosa explanada, lugar en el que un poste indicador señaliza una estratégica bifurcación.

Las balizas que señalizan la Senda GR-11 continúan por la izquierda ( W ) camino de los Ibones Azules. Alcanzamos primeramente el Ibón Azul Inferior ( 2380 m ) y en breve el Ibón Azul Superior ( 2458 m ), desde donde continuaremos ganando altura por el pedregoso sendero que nos permitirá desembocar en el collado del Infierno ( 2721 m ).

En este abierto cuello abandonamos las balizas rojiblancas que continúan por la derecha ( NW ) para tomar la difusa senda que, señalizada con hitos, asciende por la pedregosa ladera septentrional del Garmo Blanco ( 2982 m ), por la que terminaremos desembocando en su cumbre.

Para continuar hacia el Infierno Occidental ( 3073 m ) deberemos salvar uno de los tramos más comprometidos de la ruta ya que buscaremos atravesar la escabrosa y empinada ladera que nos separa de la primera de las tres cimas que conforman la “ triple “ cumbre de los Infiernos.

Descendemos con sumo cuidado por terreno rocoso y muy “ pendiente “ en dirección a alguna de las difusas sendas que, señalizada con esporádicos hitos, la atraviesa horizontalmente. Sin excesivas dificultades terminaremos desembocando en un pequeño collado ( 3002 m ) abierto bajo la ladera Oeste del Infierno Occidental ( 3073 m ), cuya cima alcanzaremos tras corto y acusado ascenso.

Atravesamos la parte alta de la Marmolera, sencillo tramo de cresterío que una vez superado nos permite desembocar en la cima del Infierno Central ( 3082 m ).

Un corto descenso nos encamina hacia el “ colladito “ ( 3062 m ) sobre el que despunta cercana la cima del Infierno Oriental ( 3078 m ), en la que desembocaremos tras corto ascenso.

Volvemos al “ colladito “ ( 3062 m ) citado anteriormente, bajo el que se abre una gran “ brecha “. Este es otro de los tramos “ delicados “ del itinerario ya que deberemos tomar la difusa senda que, balizada con hitos, desciende por su derecha ( W ) en brutal pendiente.

Sin dificultad técnica reseñable aunque con sumo cuidado terminamos alcanzando “ tierra firme “, lugar en el que una pedregosa senda nos permitirá alcanzar el collado de Saretas ( 2831 m ) y posteriormente el collado de Pondiellos ( 2812 m ).

Desde este último “ cuello “ ( 2812 m ), acompañados de hitos, iniciamos nuevamente un brutal descenso que nos permitirá desembocar en el punto de partida, el  Balneario de Panticosa ( 1636 m ).        

       

Datos del Itinerario

 

Desnivel: 1547 m

Tiempo: De 8 h a 10 h

Distancia: 15´49 km

Inicio: Balneario de Panticosa ( Huesca )

Fecha de realización: Septiembre 2022

Epoca recomendada: Verano y Otoño 

Cimas: Garmo Blanco ( 2982 m ); Infierno Occidental ( 3073 m ); Infierno Central ( 3082 m ); Infierno Oriental ( 3078 m )

 

Descripción del Itinerario

 

Este itinerario da comienzo en el complejo termal del Balneario de Panticosa ( 1636 m ), bello enclave que alcanzaremos tras 8 kilómetros de sinuoso discurrir por la carretera A- 2606 que le da acceso desde la localidad homónima, Panticosa ( 1186 m ).

Estacionaremos nuestro vehículo en cualquiera de los aparcamientos que hay habilitados en este “ señorial “ a la vez que “ bucólico “ paraje.

Comenzaremos a caminar buscando dejar a nuestro paso el refugio de la Casa de Piedra, en cuyas inmediaciones nos topamos con un conjunto de paneles informativos y un poste indicador enclavados en el punto en el que nace el notorio sendero que aparece balizado con las marcas rojiblancas de la Senda GR-11, el cual tomaremos.

Iniciamos un acusado ascenso para adentrarnos entre los pinos mientras que nuestro camino zigzaguea “ sustentado “ con trabajados muretes de piedra. Las balizas señalizan escrupulosamente el sendero por el que ganamos altura junto a la margen derecha del río Caldarés, curso de agua que discurre “ saltarín “ mientras cae en forma de espectaculares cascadas.

Tallado en la roca el camino no tarda en alcanzar el Mirador de la Reina ( 1736 m ), balcón panorámico que nos permite una abierta vista sobre el Balneario de Panticosa ( 1636 m ) y su entorno.

Retomamos nuestro camino, el cual no tarda en bifurcarse en el punto en el que destaca un poste indicador. Este nos invita a continuar por la izquierda ( N ) para discurrir en todo momento “ acompañados “ de las balizas rojiblancas mientras ganamos altura sin apenas descanso.

Tras una pequeña “ tregua “ el camino vuelve a “ tallarse “ en la pared de roca, tramo en el que una sirga nos ayuda a salvar con seguridad el paso “ colgado “ sobre el río Caldarés en el punto en el que llamará nuestra atención la encajonada Cascada del Pino.

En acusado ascenso nuestro camino continúa ganando altura, en todo momento junto al “ ruidoso “ río, hasta que damos alcance a los Llanos de Bozuelo ( 1845 m ), pequeña explanada herbosa que nos permite un corto respiro.

El camino nuevamente aparece “ sustentado “ por viejos muros de piedra e inicia un corto descenso buscando alcanzar la margen derecha del río Caldarés, junto al que continuaremos en plácido discurrir mientras que ante nosotros asoman la Cascada del Fraile y, ligeramente a nuestra derecha ( NE ), otra proveniente del Barranco de Labaza, ambas cayendo por las espectaculares paredes de roca que “ cierran “ este bello enclave.

Paulatinamente nos iremos distanciando del río Caldarés mientras que nuestro camino asciende por la izquierda ( W ) para discurrir por la rocosa ladera y, tras un corto descenso, encarar la Cuesta del Fraile. Un estrecho pero notorio sendero salva en brutal ascenso el desnivel que nos permite desembocar en las inmediaciones de la pared de la presa del Embalse de Bachimaña Bajo ( 2170 m ). En este punto nuestro camino se bifurca, lugar en el que obviaremos el desvío que por la derecha ( SE ), y tras atravesar la citada pared de la presa, da acceso al refugio de los Ibones de Bachimaña ( 2200 m ) mientras optamos por ascender, acompañados de las balizas rojiblancas, hacia la izquierda ( NW ). Buscaremos alcanzar, tras corto ascenso, el “ paso “ que salva la rocosa pared que, una vez superada, nos permite continuar por el notorio camino que discurre sobre el Embalse de Bachimaña Bajo ( 2170 m ).

En plácido caminar no tardaremos en dejar a nuestro paso la pared de la presa del Embalse de Bachimaña Alto ( 2207 m ) para continuar discurriendo sobre este en tendido ascenso. Damos alcance a una discreta bifurcación que aparece perfectamente señalizada, lugar en el que obviaremos el camino que sigue al frente ( N ) para ascender por la izquierda ( W ) entre rocas, en todo momento “ acompañados “ de las balizas rojiblancas.

Un corto y tendido descenso nos permite volver a alcanzar el cauce del río Caldarés, el cual atravesaremos buscando desembocar en la estratégica bifurcación en la que, señalizada con un poste indicador, obviaremos el camino que asciende por la derecha ( N ) en dirección al Puerto de Marcadau ( 2541 m ) mientras seguimos por la izquierda ( NW ) camino de los Ibones Azules y el Refugio de Respomuso ( 2150 m ).

Acompañados en todo momento por las balizas rojiblancas nuestro camino discurre ahora junto a la margen izquierda del río Caldarés, atraviesa el cauce de un pequeño barranco e inicia un tendido ascenso. El notorio sendero irá acentuando su inclinación paulatinamente y no tarda en alcanzar el Ibón Azul Inferior ( 2380 m ), masa de agua que dejaremos a nuestra izquierda ( S ).

Las balizas de la Senda GR-11 nos encaminan hacia una “ empinada “ y pedregosa ladera que superaremos, no sin poco esfuerzo, para posteriormente, y tras corto descenso, alcanzar la orilla septentrional del Ibón Azul Superior ( 2458 m ). La marcada senda deja el extenso lago a nuestra izquierda ( S ) mientras se encamina hacia su cabecera, alimentada por el cauce del Barranco de Piedrafita.

Las marcas rojiblancas señalizan escrupulosamente el notorio camino que se adentra en el amplio valle sobre el que despunta espectacular el Pico de Piedrafita ( 2959 m ) aunque deberemos estar atentos al lugar en el que las balizas nos “ invitan “ a atravesar el citado curso de agua buscando abandonar el mencionado valle por la izquierda ( SW ).

La senda, perfectamente balizada, inicia un paulatino ascenso en dirección al “ encajonado “ y cada vez más pedregoso “ vallecito “ por el que remontaremos en dirección al collado del Infierno ( 2721 m ), cuello abierto entre el Pico de las Marmoleras ( 2904 m ) y los Picos del Infierno, y en el que desembocaremos no sin poco esfuerzo. Antes nosotros se extiende el Ibón de Tebarray ( 2687 m ) y sobre este la piramidal silueta del pico homónimo, el Pico de Tebarray ( 2886 m ).

Abandonamos las balizas rojiblancas que continúan por la derecha ( NW ) en dirección al collado de Tebarray ( 2782 m ) para tomar la notoria senda que asciende por nuestra izquierda ( S ) mientras se dibuja en la pedregosa ladera septentrional del Garmo Blanco ( 2982 m ).

El citado sendero no tarda en bifurcarse, punto en el que abandonaremos el que sigue al frente ( SW ), evitando la citada cumbre bajo su vertiente occidental, mientras continuamos ganando altura en acusado ascenso por la izquierda ( S ). Los esporádicos hitos nos “ ayudan “ a no perder la sinuosa senda, por la que terminaremos desembocando, no sin poco esfuerzo, en la cima del Garmo Blanco ( 2982 m ). Un vivac y un pequeño hito, en el que destaca una piedra con el nombre de la montaña, la señalizan. Bella y abierta panorámica.

Frente a nosotros ( SE ) despunta cercano nuestro siguiente objetivo, el Infierno Occidental ( 3073 m ), y el escabroso cresterío que nos separa de este, uno de los tramos más “ delicados “ de este itinerario.

Nos adentramos en la mencionada cresta perdiendo altura por ella aunque no tardaremos en abandonarla por la derecha ( W ) evitando su estrecho “ filo “. Con sumo cuidado buscaremos descender hacia la notoria senda que abandonamos anteriormente y que, tras bordear la cima recién conquistada, atraviesa a “ media ladera “ balizada con esporádicos hitos.

El marcado sendero se dibuja en la roca blanquecina de la parte alta de la conocida como Marmolera, atravesándola en dirección a un discreto “ colladito “ ( 3002 m ) abierto bajo la ladera Oeste del Infierno Occidental ( 3073 m ), “ cuello “ en el que desembocaremos sin excesivas dificultades.

Desde el citado collado ( 3002 m ) remontaremos en brutal ascenso mientras ganamos altura por la rocosa ladera buscando alcanzar la parte alta de la loma, por la que continuaremos en “ cómodo “ caminar para terminar desembocando en la cima más occidental de la “ trilogía “, el Infierno Occidental ( 3073 m ). Un vivac y un hito, en el que una piedra muestra el nombre de la montaña, lo señalizan. Espectacular panorámica.

En dirección opuesta a la de ascenso continuamos camino del “ blanco “ lomo que nos separa de la cima más elevada de este itinerario, el Infierno Central ( 3082 m ).

Sin dificultad reseñable, aunque extremando las precauciones, atravesaremos la parte alta de la Marmolera para alcanzar de inmediato la citada cumbre. Infierno Central ( 3082 m ), un hito, en el que destaca una piedra con el nombre de la montaña, la señaliza. Abierta  y bella panorámica.

Abandonamos la cima en dirección contraria a la de subida para descender hacia el pequeño “ cuello “ ( 3062 m ) sobre el que despunta la última cumbre del itinerario, el Infierno Oriental ( 3078 m ).

Una marcada senda se dibuja en la rocosa ladera y por esta remontamos en corto aunque acusado ascenso para, sin dificultad reseñable, desembocar en la pequeña cima del Infierno Oriental ( 3078 m ). Al igual que en el resto de cumbres alcanzadas en este itinerario, un hito, en el que destaca una piedra con el nombre de la montaña, la señaliza. Espectacular panorámica.

El sendero utilizado en el ascenso nos devuelve al pequeño “ colladito “ ( 3062 m ) atravesado anteriormente en nuestro descenso de la cima del Infierno Central ( 3082 m ), cuello bajo cuya vertiente meridional se abre una espectacular “ brecha “. Una “ línea “ de hitos señaliza la estrecha pero notoria senda por la que iniciaremos el descenso mientras llevamos en todo momento la citada “ brecha “ a nuestra izquierda ( E ). Este es el otro tramo “ delicado “ del itinerario.

El estrecho y balizado sendero pierde altura por la “ vertiginosa “ ladera mientras salva “ escalonadamente “ el brutal desnivel que deberemos perder para terminar pisando “ tierra firme “.

Una vez superado este último “ escollo “ tomaremos la pedregosa senda que, discurriendo bajo la ladera occidental del Pico Arnales ( 3002 m ), da alcance al pequeño collado de Saretas ( 2831 m ), “ colladito “ que se abre entre el mencionado pico ( 3002 m ) y el “ vecino “ Pico de Pondiellos ( 2917 m ).

Nuestro sendero deja atrás el citado collado de Saretas ( 2831 m ) para discurrir bajo la vertiente occidental del mencionado Pico de Pondiellos ( 2917 m ) mientras busca desembocar en el “ cuello “ homónimo, el collado de Pondiellos ( 2812 m ).

Entre grandes rocas atravesaremos este “ estratégico “ paso de montaña ( 2917 m ) buscando encaminarnos, acompañados de numerosos hitos, ligeramente hacia nuestra izquierda ( SE ).

El Balneario de Panticosa ( 1636 m ), lugar en el que dio comienzo este itinerario, asoma 1200 metros por debajo y hacia este descenderemos en brutal pendiente por la, en principio, pedregosa ladera.

Los hitos balizan escrupulosamente la senda a seguir y junto a estos terminaremos dejando atrás el terreno rocoso para adentrarnos en la Mallata Alta. Continuaremos perdiendo altura en acusada pendiente por terreno más herboso mientras el sendero busca encaminarse hacia la Mallata Baja, donde nos adentraremos en el frondoso bosque de pinos.

Una vez en el pinar nuestro camino gana notoriedad paulatinamente para dejar a su paso, ya en la parte baja de la ladera, la Fuente de la  Laguna ( 1647 m ), desde la que rápidamente terminaremos desembocando en el amplio aparcamiento en el que dio comienzo este itinerario, el situado en las inmediaciones del complejo del Balneario de Panticosa ( 1636 m ). 


Track del Itinerario 


Fotos del Itinerario


Estacionamos nuestro vehículo en el amplio aparcamiento enclavado en las inmediaciones del Balneario de Panticosa, sobre el que despuntan Argualas y Garmo Negro

Nos preparamos para iniciar la ruta 

Comenzamos a caminar discurriendo entre los edificios situados en el entorno del Balneario de Panticosa. Dejamos a nuestro paso una bifurcación señalizada con un poste indicador, junto al que debemos continuar al frente ( izda ) 

Detalle del poste indicador que dejamos a nuestro paso 

Nuestro camino atraviesa el " túnel " formado por el arbolado 

Dejamos a nuestro paso el Refugio de la Casa de Piedra

A nuestro paso dejaremos algunos de los edificios que rodean al Balneario de Panticosa

En las inmediaciones del refugio de la Casa de Piedra nos topamos con las balizas rojiblancas de la Senda GR-11 que señalizan la notoria senda por la que iniciamos el itinerario. Varios paneles informativos destacan en el lugar

Panel informativo

Panel informativo

Panel informativo

Un poste indicador destaca junto al notorio sendero

Detalle del poste indicador

El marcado sendero inicia un acusado ascenso buscando adentrarse entre los pinos 

Las balizas rojiblancas ( dcha ) señalizan escrupulosamente nuestro camino

El camino gana altura en acusado ascenso

Muretes de piedra " sujetan " el amplio y notorio camino por el que ascendemos

El camino por el que ascendemos paulatinamente se torna pedregoso

En algunos tramos el camino aparece " dibujado " en la erosionada roca

A nuestro paso, junto al camino, disfrutaremos de las cascadas que forma el río Caldarés

Nuestro camino no tarda en alcanzar el Mirador de la Reina

Mirador de la Reina, sobre el que despunta Argualas

El Balneario de Panticosa y el Ibón de Baños vistos desde el Mirador de la Reina

Abandonamos el Mirador de la Reina para retomar nuestro balizado camino

Nuestro sendero no tarda en bifurcarse, lugar en el que destaca un poste indicador y donde deberemos continuar por la izquierda

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Un corto tramo " llano " nos permite un pequeño respiro

El pedregoso sendero aparece tallado en la roca en un tramo " protegido " con una sirga ( izda )

El marcado camino se abre paso en la pared de roca

Bajo nuestro camino discurre el río Caldarés

Nuestro camino deja a su paso la Cascada del Pino ( dcha )

Nuevamente el camino inicia un acusado ascenso dibujándose en la pared de roca

A nuestro paso dejamos de nuevo otra de las cascadas por las que fluye el río Caldarés

Desde nuestro camino disfrutamos de las cascadas que " caen " a nuestro paso

El camino se dibuja notorio en el roquedo

Cascada en el río Caldarés

La senda pierde notoriedad mientras atraviesa entre grandes rocas aunque las balizas rojiblancas nos permiten no perderla en ningún momento 

Cascada en el río Caldarés

Atravesamos una pequeña y herbosa explanada, son los Llanos de Bozuelo

El notorio camino continúa abriéndose paso en la rocosa ladera " salpicada " de pinos 

Nuestro camino discurre junto a la margen derecha del río Caldarés ( dcha )

Atravesamos un tramo de camino que nuevamente aparece " protegido " por una sirga 

Disfrutamos de los agradables tramos en los que discurrimos, sin apenas pendiente, junto al río Caldarés

Continuamos ganando altura en " cómodo " ascenso

Atravesamos un tramo de camino " soportado " por muretes de piedra. Una sirga ( izda ) lo " protege "

Nuestro camino pierde altura buscando discurrir paralelo al río Caldarés ( dcha )

El pedregoso camino acentúa nuevamente su inclinación dando vista a la Cascada del Fraile  

Un nuevo tramo de sendero que aparece erosionado en la roca y balizado con las marcas rojiblancas ( izda ) vuelve a estar " protegido " con una sirga ( izda )

El pedregoso camino se adentra entre pinos mientras acentúa nuevamente su inclinación

Ascendemos entre grandes piedras dando vista a la Cascada del Fraile

Ante nosotros, en la pared de roca que destaca al frente, aparece la cascada proveniente del Barranco de Labaza

Nuestro camino atraviesa un pequeño riachuelo para iniciar el ascenso por la Cuestra del Fraile, sobre la que aparece la cascada del mismo nombre

El camino, balizado con hitos, gana altura bajo la Cascada del Fraile

Ascendemos por la Cuesta del Fraile dando vista a la cascada del mismo nombre

El camino atraviesa entre pinos mientras gana altura junto a la Cascada del Fraile

Ascendemos " cómodamente " junto a la Cascada del Fraile

Nuestro camino busca alcanzar el " colladito " que se abre al fondo ( dcha )

La pendiente se acentúa mientras que nuestro camino se torna extremadamente pedregoso

Nuestro camino alcanza la parte alta de la Cascada del Fraile, lugar en el que desagua el Embalse de Bachimaña Bajo

Entre grandes rocas nuestro camino busca alcanzar el " colladito " que se abre al fondo

Desde nuestro camino damos vista a la presa del Embalse de Bachimaña Bajo 

Nuestro camino se bifurca, punto en el que obviaremos el camino que por la derecha da acceso al refugio de Bachimaña mientras continuamos ascendiendo por la izquierda. Un poste indicador destaca en el lugar

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Bajo nuestro camino aparece la presa del Embalse de Bachimaña Bajo, sobre la que asoma el refugio de Bachimaña ( centro )

Desde el poste indicador enclavado en al bifurcación tomaremos el notorio sendero que nace por su izquierda ( centro en la foto )

El camino busca atravesar un " paso " abierto en el roquedo

Un hito de piedras señaliza el " paso " abierto en el roquedo

Desde el hito de piedras que señaliza el " paso " abierto en el roquedo damos vista al Embalse de Bachimaña Bajo 

El pedregoso sendero atraviesa la ladera en " tendido " ascenso

Sobre el Embalse de Bachimaña Bajo, junto al que vamos caminando, destaca el refugio de Bachimaña

El camino vuelve a ganar notoriedad mientras gana altura en " plácido " ascenso

Por si alguien no se había dado cuenta, caminamos por la Senda GR-11

El Embalse de Bachimaña Bajo va quedando por debajo de nuestro camino mientras que el Refugio de Bachimaña destaca sobre este

El notorio camino se dibuja en la herbosa ladera

Bajo nuestro camino asoma la pared de la presa del Embalse de Bachimaña Alto

El camino pierde inclinación mientras se torna extremadamente pedregoso

Caminamos sobre el Embalse de Bachimaña Alto mientras que ante nosotros despunta el Pico de Marcadau ( dcha )

El camino se dibuja en la rocosa ladera mientras discurre sobre el Embalse de Bachimaña Alto

Bifurcación, como señaliza la baliza continuaremos por la izquierda mientras obviamos el camino que sigue al frente ( centro )

Esporádicos hitos ayudan a señalizar el pedregoso sendero por el que ganamos altura

Nuestro camino inicia un tendido descenso atravesando entre rocas

Las balizas rojiblancas señalizan en todo momento nuestro camino

Perdemos altura por el notorio camino que se dibuja en la herbosa pradera salpicada de rocas

A nuestra espalda despunta el Pico Serrato

El balizado camino alcanza el cauce del río Caldarés para discurrir junto a su margen derecha

Atravesamos el cauce del río Caldarés

Cruzamos el río Caldarés

Sobre nuestras cabezas asoman los Infiernos cubiertos por las nubes

Una vez atravesado el cauce del río Caldarés y acompañados de las balizas rojiblancas nos topamos con una estratégica bifurcación. Un poste indicador la señaliza y, en nuestro caso, nos invita a continuar por la izquierda

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Desde el poste indicador enclavado en la bifurcación continuaremos por la izquierda camino de los Ibones Azules y del Refugio de Respomuso

La Cascada de los Azules asoma en primer término mientras que los Infiernos parecen querer " desengancharse " de las nubes que los cubren

Atravesamos el cauce de un pequeño barranco

El sendero inicia un tendido ascenso

La pedregosa senda aparece escrupulosamente balizada con las marcas rojiblancas ( izda )

La notoria senda se dibuja en la ladera mientras que los Infiernos prácticamente ya se han " liberado " de las nubes que los cubrían

Alcanzamos el Ibón Azul Inferior, sobre el que despuntan los Infiernos

Las balizas rojiblancas señalizan la senda por la que iniciamos un brutal ascenso por la rocosa colina que asoma ante nosotros, sobre la que despunta el Pico de Piedrafita ( centro )

Superamos, no sin poco esfuerzo, el escabroso tramo en el que superaremos un fuerte desnivel

El Ibón Azul Inferior se extiende a nuestros pies

Damos vista al Ibón Azul Superior, sobre el que despunta el Pico de Piedrafita

La senda, en todo momento escrupulosamente balizada, pierde altura por la pedregosa ladera

No tardaremos en alcanzar la orilla del Ibón Azul Superior, junto a la que contúa discurriendo la marcada senda

Caminamos junto a la orilla septentrional de lbón Azul Superior, sobre el que despunta el Pico de Piedrafita

Los Infiernos, totalmente despejados, despuntan sobre el Ibón Azul Superior

Acompañados de las balizas rojiblancas caminamos junto al cauce del Barranco de Piedrafita, sobre el que despunta el Pico de Piedrafita

El Pico de Piedrafita despunta sobre el amplio valle por el que venimos caminando

Las balizas rojiblancas nos " invitan " a atravesar el cauce del Barranco de Piedrafita para continuar por el notorio sendero que busca encaminarse hacia el ya " intuible " collado del Infierno

Las balizas rojiblancas señalizan escrupulosamente el notorio sendero

Desde nuestro ascenso hacia el collado del Infierno dejamos rápidamente atrás el vallecito por el que veníamos caminando

La pedregosa senda zigzaguea por la escabrosa ladera

La notoria senda gana altura hacia el collado del Infierno ( centro ) mientras discurre en todo momento escrupulosamente balizada

La cara Norte de los Infiernos despunta sobre nuestras cabezas

El sinuoso sendero gana altura hacia el collado del Infierno  

La maracada senda zigzaguea camino del collado del Infierno

Miramos atrás en nuestro ascenso hacia el collado del Infierno y llama nuestra atención Vignemale ( dcha ), cima que despunta sobre el resto de " dentadas " cumbres

La pendiente no nos da tregua

Últimos metros hacia el collado del Infierno

Mi hijo Oscar me espera en el collado del Infierno resguardado del ligero viento mientras que el Pico de Tebarray despunta al fondo

En el collado del Infierno abandonaremos definitivamente las balizas rojiblancas que señalizan el notorio sendero que continúa por la derecha hacia el collado de Tebarray

El Ibón de Tebarray se extiende a nuestros pies bajo el pico del mismo nombre, el cual visitamos hace seis días

Desde el Ibón de Tebarray iniciaremos el ascenso por la pedregosa ladera que se extiende a nuestra izquierda, sobre la que asoma la cima del Garmo Blanco

Rápidamente dejamos bajo nosotros el Ibón de Tebarray, sobre el que despunta el pico homónimo mientras que al fondo asoma el macizo de Balaitous

En nuestro ascenso hacia el Garmo Blanco damos vista al Pico de las Marmoleras ( centro ), tras el que despunta el Pico de Piedrafita ( dcha )

Numerosos hitos ( centro ) señalizan el camino a seguir

Midi d´Ossau ( izda ) y Lurien ( dcha ) despuntan en el horizonte

Esporádicos tramos de senda, señalizados con hitos, aparecen en la pedregosa ladera mientras que al fondo despunta el Midi d´Ossau

El Pico de Tebarray ( izda ) y la Llena Cantal ( dcha ) despuntan sobre el Ibón de Tebarray mientras que en el horizonte despunta el macizo de Balaitous

Una estrecha y sinuosa senda se dibuja en el tramo final hacia la cima del Garmo Blanco, en la que desembocaremos de inmediato

Junto a mi hijo Oscar en la cima del Garmo Blanco

En la cima del Garmo Blanco junto a mi hijo Oscar. A nuestra espalda despunta el Infierno Occidental, siguiente objetivo

Piedra señalizando la cima del Garmo Blanco con vista hacia el macizo de Balaitous

Desde la cima del Garmo Blanco damos vista a nuestro siguiente objetivo, el Infierno Occidental, bajo cuya cumbre se divisa un grupo de montañeros ( dcha ) que posteriormente cruzaremos en nuestro discurrir por la escabrosa ladera que se extiende ante nosotros

Junto a un pequeño grupo de montañeros iniciamos el descenso de la cima del Garmo Blanco camino del Infierno Occidental, cima que despunta en primer término

Un estrecho pero marcado sendero se dibuja en la escabrosa ladera que pretendemos atravesar

Miramos atrás hacia la cima del Garmo Blanco, en cuyas inmediaciones el que el grupo que ha comenzado el descenso junto a nosotros " duda " en continuar

El grupo de montañeros que inició el descenso de la cima del Garmo Blanco junto a nosotros definitivamente se da la vuelta

Desde la ladera, camino de la cima del Infierno Occidental, disfrutamos de una bella y abierta panorámica. En el valle asoma Formigal ( centro )

Formigal

Nos cruzamos con un pequeño grupo de montañeros que realiza la travesía en dirección opuesta a la nuestra

Nos encaminamos hacia el " colladito " ( centro ) en el que asoma otro pequeño grupo de montañeros

Volvemos a mirar atrás. La cima del Garmo Blanco ( centro ) despunta en primer término

Ultimos metros hacia el " colladito " en el que deambulan unos montañeros

Una vez alcanzado el " colladito " y situados bajo la rocosa pared del Infierno Occidental obviamos el sendero que parce ascender de frente para tomar el que lo hace por la derecha 

Desde el " colladito " un grupo de montañeros catalanes que ha descendido de los Infiernos continúa su travesía hacia el Garmo Blanco, cima que aparece ligeramente concurrida  

En brutal ascenso ganaremos altura por la rocosa ladera del Infieno Occidental

La parte alta de la Marmolera, sobre la que destaca la cima del Infieno Central y por la que posteriormente caminaremos, asoma en primer término

Buscamos alcanzar la parte alta de la escabrosa loma cimera por la que nos encaminaremos a la cima del Infierno Occidental

Camino de la cima del Infierno Occidental a nuestros pies se extienden los Ibones de Pondiellos, sobre los que despuntan la Aguja de Pondiellos ( izda ), Garmo Negro, Algas y Argualas ( dcha )

En nuestro ascenso nos ayudaremos de las manos en algún corto tramo de sencilla " trepada "

Alcanzamos la loma cimera, por la que el caminar resulta más " plácido "

La pedregosa loma nos permitirá alcanzar rápidamente la cima del Infieno Occidental

Junto a mi hijo Oscar en la cima del Infierno Occidental con el infierno Oriental y Central ( dcha ) a nuestra espalda mientras que Vignemale ( izda ) asoma en el horizonte

Desde la cima del Infierno Occidental damos vista a Collarada ( centro ) mientras que el Embalse de Escarra se " esconde " tras la cima del Pacino. En el valle asoman Sallent de Gállego ( abajo-derecha ) y Formigal ( centro-derecha ) 

Midi d´Ossau

En primer término ( abajo ) apenas destaca la cima recién visitada del Garmo Blanco mientras que en el horizonte despunta el macizo de Balaitous

Montañeros en la cima del Garmo Blanco visto desde la cumbre del Infierno Occidental

Mi hijo Oscar en la cima del Infierno Occidental con el infierno Oriental y Central ( dcha ), nuestros siguientes objetivos, a la espalda mientras que Vignemale ( izda ) asoma en el horizonte

En la cima del Infierno Occidental con el infierno Oriental y Central ( dcha ) a la espalda mientras que Vignemale ( izda ) despunta en el horizonte. Tras la cima del Infierno Oriental asoma el macizo de Monte Perdido

Piedra señalizando la cima del Infierno Occidental

Mi hijo Oscar en la cima del Infierno Occidental con el macizo del Garmo Negro-Algas-Argualas a su espalda 

Abandonamos la cima del Infierno Occidental para encaminarnos hacia la Marmolera que nos separa de la cumbre del Infierno Central

La afilada cresta se extiende ante nosotros separándonos de la cima del Infierno Central ( centro ) y Oriental ( izda )

Dejamos a nuestra espalda la cima recién visitada del Infierno Occidental

Atravesamos la Marmolera camino de la cima del Infierno Central, tras la que asoma el Infierno Oriental ( izda )

Ultimos metros hacia la cima del Infierno Central

Tras atravesar la Marmolera echamos una mirada atrás hacia el Infierno Occidental, cima tras la que asoman el Midi d´Ossau  (izda ) y el macizo del Balaitous ( dcha ) 

Salida a la cima del Infierno Central, bajo la que asoma el Infierno Oriental ( izda ). En el horizonte destacan los macizos de Vignemale ( izda ) y Monte Perdido ( centro )

Mi hijo Oscar en la cima del Infierno Central

Desde la cima del Infierno Central echamos una mirada hacia nuestro siguiente objetivo, el Infierno Oriental, en el momento en el que un montañero accede desde esa vertiente

Aprovechamos la llegada de un montañero, también navarro por cierto, para que nos saque una foto " de equipo ". Junto a mi hijo Oscar en la cima del Infierno Central

Otra foto en la cima del Infierno Central con vista hacia el Infierno Occidental, cumbre que asoma sobre nuestras cabezas mientras que en el horizonte destacan el Midi d´Ossau ( izda ) y el macizo del Balaitous ( dcha )

Disfrutamos de la bella panorámica que nos brida la cima del Infierno Central, que abarca desde Telera ( izda ), Collarada ( centro ) hasta Bisaurín ( dcha )

Abandonamos la cumbre del Infierno Central para descender hacia el collado que nos separa de la cima del Infierno Oriental ( centro ), tras la que asoman los macizos del Vignemale ( centro ) y Monte Perdido ( dcha )

Alcanzamos rápidamente el pequeño collado que nos separa de la última cumbre del día, el Infierno Oriental. Al frente asoma Arnales ( dcha )

Ganamos altura en acusado ascenso hacia la rocosa cumbre del Infierno Oriental

Junto a mi hijo Oscar en la cima del Infierno Oriental con el macizo de Vignemale ( dcha ) asomando al fondo

Desde la cima del Infierno Oriental echamos una mirada hacia el collado de Saretas ( izda ), cuello hacia el que debemos descender primeramente, y el collado de Pondiellos ( centro ), desde donde perderemos altura hacia el Balneario de Panticosa y sobre el que despunta la Aguja de Pondielos, Garmo Negro y Algas

Desde la cima del Infierno Oriental miramos hacia el Infierno Central, en primer término, y el Infierno Occidental ( dcha ), tras el que asoma el Midi d´Ossau

Iniciamos el descenso de la cima del Infieno Oriental por su pedregosa ladera

Nos situamos bajo el " colladito " abierto entre las cimas del Infieno Oriental y el Infierno Central, lugar en el que, dando vista al macizo del Garmo Negro ( centro ), tomaremos un difuso sendero que aparece balizado con hitos de piedra ( dcha ). Tres montañeros bajan por delante nuestra 

El Pico Pondiellos ( izda ) se erige entre el collado de Saretas ( izda ) y el collado de Pondiellos ( centro ) mientras que sobre este último despuntan la Aguja de Pondiellos y el Garmo Negro ( dcha )

Los hitos balizan la senda por la que deberemos descender, a cuya izquierda se abre una vertiginosa grieta

Con la Aguja de Pondiellos ( izda ), Garmo Negro ( centro ) y Algas ( dcha ) despuntando ante nosotros, los hitos ( dcha ) balizan la vertiginosa senda por la que descendemos

Descendemos por una ladera muy vertical

Tememos la caída de piedras que pudieran provocar los tres montañeros que hemos dejado por detrás nuestra

El Pico Arnales despunta ante nosotros mientras que bajo su pedregosa ladera discurre la senda hacia la que deberemos encaminarnos

Volvemos a mirar para arriba, hacia la rocosa pared ( izda ) por la que venimos descendiendo

Ante nosotros se abren los dos collados, Saretas ( izda ) y Pondiellos ( dcha ), por los que pasaremos en breve y entre los que despunta el Pico de Pondiellos ( centro )

Ya en suelo " firme " caminaremos por una notoria y pedregosa senda

Sobre nuestras cabezas despunta el Pico Arnales, bajo cuya vertiente SW. caminamos

Mirada hacia la " grieta " ( centro ) junto a la que acabamos de descender y que se abre entre el Infierno Central ( centro ) y el Infierno Oriental ( dcha )

Los Ibones de Pondiellos se extiende bajo nuestro camino mientras que la Aguja de Pondiellos ( izda ) y el Garmo Negro ( centro ) despuntan sobre ellos

Ibones de Pondiellos

El notorio sendero por el que caminamos da alcance al collado de Saretas, sobre el que despunta el Pico de Pondiellos mientras que al fondo se intuye el collado del mismo nombre

Atravesamos el collado de Saretas

Miramos atrás y divisamos a los tres montañeros que descendían tras nosotros. Ya pisan tierra " firme " 

Con la Aguja de Pondiellos y el Garmo Negro erigiéndose ante nosotros seguiremos los hitos que balizan la pedregosa senda que busca encaminarse hacia el collado de Pondiellos 

Camino del collado de Pondiellos miramos atrás hacia el Infierno Central ( izda ), Infierno Oriental y el Pico Arnales ( dcha )

El collado de Pondiellos se abre en primer término bajo la imponente silueta de la Aguja de Pondiellos

Desde el collado de Pondiellos echamos una mirada hacia los Ibones del mismo nombre

Ibones de Pondiellos con el Midi d´Ossau despuntando al fondo

Mirada desde el collado de Pondiellos hacia los Infiernos ( centro ) mientras que el Pico Arnales ( dcha ) despunta en primer término

Atravesamos el pedregoso collado de Pondiellos

Entre piedras buscaremos abandonar el collado de Pondiellos

Dando vista al Ibón de Baños que aparece en el fondo del valle nos encaminaremos hacia una pequeña roca ( izda ) en la que destaca un hito de piedras

Un pedregoso y poco perceptible sendero se encamina hacia una pequeña roca ( centro ) en la que llama nuestra atención un hito de piedras

Queda rápidamente atrás el collado de Pondiellos

Desde el hito de piedras descendemos hacia la escabrosa aldera por la que deberemos continuar descendiendo

Descendemos por la " caótica " y pedregosa ladera

Buscamos la ruta de descenso

Con los macizos de Vignemale ( izda ) y Monte Perdido ( centro ) despuntando en el horizonte buscaremos la línea de hitos que baliza la ruta de descenso hacia el Balneario de Panticosa que asoma en el valle

Balneario de Panticosa e Ibón de Baños, nuestro destino

Nos espera un brutal descenso hacia el Balneario de Panticosa

Argualas ( dcha ) despunta sobre la ladera por la que descendemos

Conforme perdemos altura, en todo momento acompañados de hitos, la senda gana notoriedad

Los hitos señalizan escrupulosamente la senda por la que descendemos, en todo momento en brutal pendiente

En esporádicos tramos la senda parece perder inclinación permitiéndonos una pequeña " tregua "

Pequeño y sencillo " destrepe "

Argualas despunta sobre nuestras cabezas

La hierba parece ir ganando paulatinamente terreno a la roca

El Garmo Negro ( izda ), y bajo este la Aguja de Pondiellos, despunta sobre nuestras cabezas

Baciás ( izda ), Serrato ( centro ) y Foratulas ( dcha ) despuntan frente a nosotros

A la altura de una gran piedra, en la que destaca un hito, desembocaremos en un sendero que atraviesa perpendicularmente. Continuaremos descendiendo por la derecha

Bifurcación que dejamos atrás. Nosotros venimos descendiendo por el camino de la izquierda. Un hito y una pintada en la roca sirven para " salir de dudas " en el ascenso

La notoria senda continúa su sinuoso discurrir

Los hitos ( dcha ) señalizan en todo momento el sendero por el que continuamos descendiendo. Cruce, seguimos por la izquierda

La senda se dibuja en la herbosa ladera mientras que vemos aparecer un helicóptero ( centro )

Helicóptero que acude a un rescate

Continuamos perdiendo altura, en todo momento acompañados de los hitos que balizan la senda, mientras que ante nosotros despuntan los Picos de Brazato, el Pico Serrato ( centro ) y los Foratulas ( dcha )

Picos de Brazato, luego nos enteraríamos que lamentablemente una montañera navarra sufrió un accidente mortal en la Peña de Brazato ( dcha )

El pedregoso sendero se adentra en un bosquete de pequeños pinos

paulatinamente la senda se hace más notoria

Argualas despunta sobre el valle que se extiende ante nosotros

La notoria senda zigzaguea por la herbosa ladera

En una gran roca ( dcha ) enclavada junto a nuestro camino destaca una inscripción que señala el camino hacia los Infiernos

Nuestro camino alcanza el borde del bosque de pinos, lugar en el que atraviesa un sendero perpendicularmente. Continuaremos descendiendo por la izquierda

El camino se hace más notorio si cabe al adentrarse en el pinar 

En un corto tramo la senda nos permite una pequeña tregua en el descenso, lo cual se agradece

La senda no tarda en volver a acentuar su inclinación

El complejo del Balneario de Panticosa aparece entre los pinos

Descendemos entre pinos en fuerte pendiente

Sobre los pinos despuntan los Foratulas, escabrosas montañas que rodean al Balneario de Panticosa 

Los Foratulas ( dcha ) despuntan sobre el Balneario de Panticosa y el Ibón de Baños  

Balneario de Panticosa

Bajo nuestro camino asoman cercanos el complejo del Balneario de Panticosa y el Ibón de baños

La marcada senda traza una cerrada curva al discurrir sobre el Ibón de baños

Tras atravesar un pequeño claro en el bosque nuestro sendero vuelve a buscar adentrarse entre los pinos

Nuevamente entre los pinos damos alcance a un nutrido grupo de excursionistas

Nuestro camino alcanza una de las numerosas fuentes enclavadas en el entorno del Balneario de Panticosa. Esta es la Fuente de la Laguna

Indicador que señaliza la Fuente de la Laguna

Fuente de la Laguna

Dejamos atrás la Fuente de la Laguna

Nuestro camino deja a su paso un panel informativo en el lugar en el que desemboca en otro que atraviesa perpendicularmente, por el que continuaremos descendiendo hacia la derecha

Detalle del panel informativo que dejamos a nuestro paso

No tardaremos en abandonar el amplio camino por la izquierda para tomar un " alcorce "

El " alcorce " tomado desemboca de inmediato en un notorio camino, por el que continuaremos al frente

Nuestro camino se bifurca en breve, lugar en el que deberemos continuar por la izquierda 

Apenas unos pocos metros más adelante nuestro camino vuelve a alcanzar un cruce, punto en el que volveremos a tomar hacia la izquierda

Salvamos un puente de hormigón dando vista al ya cercano aparcamiento

Entre el arbolado buscamos nuestro vehículo

Aparcamiento enclavado en las inmediaciones del Balneario de Panticosa, principio y final de este itinerario. Argualas y Garmo Negro despuntan sobre este

Recuperamos fuerzas a orillas del Ibón de Baños, sobre el que despuntan Argualas ( izda ), Garmo Negro, Aguja de Pondiellos y el Pico de Pondiellos ( centro )

Helicóptero de la Guardia Civil tras el rescate de la montañera accidentada

Nos despedimos de este bello paraje desde la orilla del Ibón de Baños