El Valle des Aldudes o
Alduides, en tierras de la Baja-Navarra, es un bucólico paraje enclavado en
plena línea fronteriza que aparece “ encajonado “ bajo diferentes cordales
montañosos. Si exceptuamos su vertiente septentrional, abierta hacia el Valle
de Baigorry, el Valle des Aldudes se extiende bajo la cara norte de la
cordillera pirenaica, allá donde las escabrosas cumbres han dado paso a
redondeados y herbosos oteros en los que pacen plácidamente las innumerables
cabezas de ganado que dan ese “ sabor “ típicamente ganadero al Valle.
La vertiente occidental
del Valle des Aldudes aparece dominada por un extenso cordal en el que llaman
nuestra atención las prominentes cumbres de Auza ( 1304 m ), Peña de Alba o
Albako Harria ( 1074 m ) y Enekorri ( 1176 m ), sirviendo de frontera natural
con tierras baztanesas. Por el Este destaca la alargada loma que desde Lindus (
1220 m ), en las inmediaciones del Puerto de Ibañeta ( 1056 m ), se extiende en
dirección Norte hasta alcanzar la cima de Adarza ( 1251 m ), cordal que ejerce
de muga con las tierras de Valcarlos/Luzaide. La vertiente meridional del Valle
aparece “ cerrada “ por el “ discreto “ cordal en el que destacan las cimas de
Isterbegi ( 1028 m ), cumbre desprendida bajo la cara Norte del Adi ( 1457 m ),
y el anteriormente citado, Lindus ( 1220 m ), alargada “ loma “ que limita con
el Valle de Erro.
Tres localidades
conforman el Valle des Aldudes: Banca/Banka ( 243 m ), la población más
septentrional del Valle, Aldudes ( 370 m ), al que pertenece el barrio de
Esnazu ( 551 m ), y Urepel ( 414 m ), el pueblo más meridional.
El Valle des Aldudes
está atravesado por el río La Nive des Aldudes, el cual desemboca en las
inmediaciones de Saint Martin D´Arrosa ( 130 m ) en La Nive o Errobi, río que a
su vez discurre bajo la vertiente nororiental del monte Jara ( 812 m ),
paralelo a la D-918, carretera que enlaza la capital bajonavarra, Saint Jean
Pied de Port ( 181 m ), con Bayonne/Bayona ( 12 m ), capital de Lapurdi.
Los diferentes cordales
montañosos que “ encierran “ el Valle y las diferentes cumbres, muchas de ellas
sobradamente conocidas, sirven de objetivo para innumerables salidas montañeras
que tendrán como punto de partida cualquiera de las localidades, anteriormente
citadas, que conforman el Valle.
El monte Adi ( 1458 m )
es la cumbre más “ importante “, además de ser una de las más emblemáticas de
Navarra, de las que “ otean “ el Valle des Aldudes. Su relativa cercanía a la
capital navarra, una considerable altitud y el estar situada en una paraje más
que interesante como puede ser Quinto Real/Kintoa, hace de esta cumbre una de
las más visitadas de la Comunidad Foral. La estratégica posición que ocupa esta
bella cumbre, la cual se alza solitaria sobresaliendo destacadamente sobre el
resto de modestas cimas que encontramos a su alrededor y que, cubiertas en su
mayor parte por un denso arbolado, apenas llaman nuestra atención, la
convierten en un privilegiado mirador del macizo pirenaico, así como de gran
parte de las cumbres que tapizan la vertiente cantábrica de Navarra y, cómo no,
del precioso Valle des Alduides.
Urepel ( 414 m ),
pueblecito situado en la vertiente septentrional de la montaña, nos ofrece la
ascensión más larga y dura además de ser, desde mi modesto punto de vista, una
de las excursiones más “ completas “, bellas e interesantes.
Auza ( 1304 m ), Peña
de Alba o Albako Harria ( 1074 m ), Enekorri ( 1176 m ), Isterbegi ( 1028 m ), Urtaray ( 1153 m ),
Lindus ( 1220 m ), Lauriñak o Lauriñaga ( 1277 m ), Meatze ( 1208 m ) y Adarza
( 1251 m ) son algunas de las “ sobresalientes “ cumbres que rodean el Valle y
principales objetivos de los montañeros que lo visitan.
Además de estas cumbres
son numerosos los “ suaves y herbosos “ oteros que, con una más que discreta
altitud y con un nombre “ menos conocido “, tapizan este bucólico y estratégico
enclave.
Esta estratégica
ubicación, en plena línea fronteriza, hace de este Valle una importante
encrucijada de caminos, muchos de los cuales son utilizados para las
ascensiones a muchas de las cimas anteriormente citadas, así como para la
comunicación con los valles vecinos situados al otro lado de la frontera.
Uno de estos caminos,
concretamente el que antaño comunicaba con el Valle de Sorogain y que además
sirvió como ruta de huida para aquellos presos que aquel 22 de mayo de 1938 se
fugaron del Fuerte de San Cristóbal, enclavado en el Monte Ezkaba ( 895 m ),
buscando la libertad que les ofrecía atravesar la frontera, va a ser el que
empleemos para realizar una interesante ruta por alguna de las “ modestas “
cumbres que cierran por el Sur las tierras del Valle des Aldudes.
Urepel
Pequeña localidad
francesa situada en el bucólico Valle de Aldudes, el cual está enclavado en la
región conocida como Baja-Navarra, una de las más occidentales del Pirineo.
Esta región formó parte del Reino de Navarra junto a la actual Comunidad Foral
de Navarra hasta el año 1512, fecha en la que Fernando el Católico la
conquistó, incorporando el territorio controlado ( la Alta Navarra ) a la
Corona de Castilla.
Si exceptuamos su
vertiente septentrional, Urepel ( 414 m ) está rodeada prácticamente por todas
sus vertientes por la línea fronteriza que la separa de territorio navarro.
Urepel ( 414 m ) es la localidad más meridional del Valle de Aldudes, el cual
linda por dicha vertiente con el Valle de Erro, por oriente lo hace con
Valcarlos y Roncesvalles, con el Valle de Baztán por occidente y por el Norte
con el Valle de Baigorri a la vez que también con tierras baztanesas.
Urepel ( 414 m ) es una
localidad independiente desde el año 1862, fecha en la que se segregó de
Aldudes. Su población ronda los 340 habitantes, predominando las actividades
agrícolas y ganaderas.
En un entorno
privilegiado, rodeado de prados y extensos bosques, Urepel ( 414 m ) es uno de
los puntos de partida habituales en las incursiones montañeras hacia las
principales cumbres del cercano cordal fronterizo que rodea la localidad.
Uno de los personajes
más célebres de este pequeño rincón del Valle de Aldudes, sin lugar a dudas,
fue “ Xalbador “ ( 1920-1976 ), un mito del “ bertsolarismo.
Xalbador
( El bertsolari de Urepel )
Fernando Aire Etxart “
Xalbador “, sobrenombre que toma de su caserío Xalbadorenea, nació en Urepel en
el año 1920. Pastor en su localidad natal fue todo un mito en el arte del “
bertsolarismo “. El “ bertsolarismo o versolarismo “ es el arte de cantar en
verso de manera improvisada para conversar o pronunciar un discurso, rimando y
con una métrica establecida. La palabra “ bertso “ en euskera equivale a lo que
en castellano es una estrofa escrita según una métrica.
El “ bertsolarismo o
versolarismo “ es una manifestación
cultural y muy popular en toda Euskal Herria, siendo muy anterior a cualquier
manifestación escrita del euskera, ya que surge de una literatura oral
espontánea. Este tipo de “ discusión dialéctica “ responde a un patrón que ha
estado presente en un gran número de culturas. Está presente en la mayoría de
fiestas populares.
La mayoría de los “
bertsolaris “ eran conocidos por sus sobrenombres, normalmente el nombre de los
caseríos en los que residían o de los que eran originarios.
“ Xalbador “ participó
en casi todos los certámenes y campeonatos de la época, ganando muchos de ellos
o quedando en posiciones destacadas.
Murió de un ataque al
corazón el día 7 de Noviembre de 1976, el día en que se le tributaba un
merecido homenaje en su localidad natal, Urepel ( 414 m ).
Sorogain
Sorogain es un estrecho
y encajonado “ vallecito “ enclavado en el Valle de Erro que linda en su
vertiente septentrional con las tierras bajonavarras del Valle de Alduides.
Rodeado por suaves y
redondeadas montañas, su vertiente meridional aparece “ flanqueado “ de
frondosos hayedos mientras que su parte alta, la más septentrional, luce “
tapizada “ de una extensa zona de pastos.
Estos pastos hacen de
Sorogain un “ codiciado “ paraje en el que gran parte del año pacen innumerables
cabezas de ganado, habitualmente caballos y vacas.
Sorogain es zona de
pastoreo desde tiempos ancestrales como así lo atestiguan los innumerables
restos megalíticos que “ siembran “ la zona.
Enclavado en zona
fronteriza, Sorogain es un estratégico lugar en el que confluyen innumerables
caminos, todos ellos provenientes de los valles que rodean este bucólico
paraje.
Ancestral zona de
pastoreo, hoy en día también es un “ paraíso “ para los amantes de la montaña,
principales visitantes de este paraje en la actualidad. Esto ha hecho que en la
zona se hayan habilitado un albergue con bar, restaurante y habitaciones, una
oficina de información y diferentes áreas de esparcimiento que harán más “
cómoda “ si cabe nuestra visita a este maravilloso enclave.
Quinto
Real/Kintoa
Monte Alduide o Quinto
Real/Kintoa es un bello paraje cubierto de un extenso y cuidado bosque que se
encuentra al noroeste de Navarra. Este curioso nombre proviene de la Edad Media
en la que “ la quinta “ era el impuesto que los usuarios de estos terrenos,
debían pagar a la corona en concepto de aprovechamiento del monte y de los
pastos ( uno de cada cinco cerdos ). Se reparten su propiedad los valles de
Baztán, Esteribar, Erro y Alduides, beneficiándose de su explotación
esencialmente forestal y cinegética, los ayuntamientos de Baztán y Erro en un
30 y 70 %
respectivamente. Además de la riqueza forestal de este paraje, cabe destacar
que en estas tierras nace el río Arga, antiguamente denominado “ Runa “ y que
es considerado como “ el más navarro “ de nuestros ríos ya que sus 145
kilómetros de recorrido transcurren íntegramente por suelo foral.
Los restos de una
antigua fábrica de armas, cuyos muros todavía aguantan a duras penas el paso
del tiempo, son visibles junto a la carretera NA-138 que accede al Puerto de
Urquiaga/Urkiaga ( 910 m ). Esta fábrica fue construida allá por el año 1766 y
en ella llegaron a vivir hasta 500 personas, realizándose en ella
principalmente la fundición de bombas y balas de diferente calibre hasta su
abandono a mediados del S. XIX.
Estos son tan sólo
algunos de los singulares rincones que esconde este espectacular paraje, en el
que además destaca una rica flora y variada fauna. El resto lo tendremos que
descubrir nosotros mismos, sorprendiéndonos a cada paso y en cada rincón de
este maravilloso bosque.
La
Fuga de Ezkaba
El atardecer del
Domingo 22 de Mayo de 1938 se produjo la evasión de 795 presos que estaban
confinados en el Fuerte de san Cristóbal ( Ezkaba ). Utilizado como penal desde
el año 1934, en aquel momento albergaba a unos 2500 presos republicanos
relacionados con el golpe militar de 1936 y la Guerra Civil.
Las fuerzas que se
organizaron para su persecución abatieron a 206 de los fugados. De los
capturados, 14 fueron considerados organizadores de la fuga y ejecutados en
Agosto del mismo año. Ta sólo 3 ( quizá 4 ) evadidos alcanzaron la frontera y
culminaron con éxito su periplo.
El sendero de gran
recorrido, GR-225, se inspira en la “ huella “ de aquellos hombres. Siguiendo
el hipotético itinerario de Jovino Fernández, uno de los que alcanzó la muga,
busca el Norte cruzando los ríos Ulzama y Arga hasta llegar a Urepel. Recorriéndolo
disfrutarás de los parajes naturales por los que discurre pero también honrarás
la memoria de aquellos que los transitaron en busca de la libertad: de quienes
fueron devueltos a la miseria de su encierro, de quienes murieron en el intento
y de quienes la alcanzaron.
* Fuente: Panel
informativo GR-225 ( Gobierno de Navarra )
Itinerario
En este itinerario
pretendo realizar una ruta circular en la que, teniendo como punto de partida
la localidad bajonavarra de Urepel ( 414 m ), población enclavada en el Valle
des Aldudes, tomaríamos el antiguo camino, hoy balizado como GR-225 ( La Fuga
de Ezkaba ), que asciende en busca del bucólico Valle de Sorogain ( 830 m )
para, sin llegar a descender hacia este, coronar algunas de las herbosas
cumbres que lo rodean para retornar al punto de partida junto a Imiztegiko
Erreka.
Desde la plaza de
Urepel ( 414 m ) comenzaremos a caminar por asfalto para abandonar la localidad
en dirección al cercano barrio de Gaineko Karrika ( 430 m ), estratégica
encrucijada de caminos.
Continuaremos por el
vial asfaltado que asciende hacia Sorogain ( 830 m ) para rápidamente
abandonarlo yendo a tomar la balizada senda GR-225. Escrupulosamente
señalizado, el camino atraviesa la frontera para desembocar en el collado de
Beraskoain ( 1009 m ), lugar desde el que comienza el descenso hacia Sorogain (
830 m ), opción esta última que descartamos.
Desde el abierto collado
de Beraskoain ( 1009 m ) nos desviaremos ligeramente para “ coronar “ la cercana
cima de Lanotegi ( 1072 m ), primera cumbre a visitar.
De nuevo en el collado
Beraskoain ( 1009 m ), ahora sí, continuaremos en fuerte ascenso camino de la
cima de Asundegiko Gaina ( 1151 m ), cumbre que alcanzaremos de inmediato.
Corto descenso al
collado Sorolepo ( 1120 m ), el cual nos separa de la cercana cima de Beodegi (
1148 m ), cima que también visitaremos.
Siguiendo la alambrada,
un corto aunque acusado descenso nos deja en el collado de Aztakarri ( 959 m ),
cuello atravesado por el carretil asfaltado que comunica Urepel ( 414 m ) con
Sorogain ( 830 m ).
Desde el collado de
Aztakarri ( 959 m ) tomaremos el camino balizado con las marcas rojiblancas de
la senda GR-12 que, señalizando la ruta, nos hará discurrir bajo las laderas de
Iturrunburu ( 1312 m ) para desembocar en el discreto collado de Egurtzako
lepoa ( 1086 m ), lugar desde el que coronaremos plácidamente la modesta cumbre
de Egurtzako Harria ( 1102 m ).
Paulatino descenso para
posteriormente perder altura, en fortísima pendiente, en busca de un discreto
collado ( 774 m ) desde el que nos desviaremos hacia la discreta cima de
Tranpako Kaskoa ( 764 m ).
De nuevo en el discreto
collado ( 774 m ) continuaremos nuestro descenso por amplio y marcado camino hasta
alcanzar Imiztegiko Erreka, riachuelo junto al que caminaremos dejando a
nuestro paso prados y caseríos para desembocar, tras pasar por el barrio de
Gaineko Karrika ( 430 m ), en el punto de partida, la localidad bajonavarra de
Urepel ( 414 m ).
Desnivel:
1050 m
Tiempo:
De 4 h a 6 h
Distancia:
20 km aprox.
Inicio:
Urepel ( Valle de Alduides )
Epoca
recomendada: Todo el año
Cimas:
Lanotegi ( 1072 m ); Asundegiko Gaina ( 1151 m ); Beodegi ( 1148 m ); Egurtzako
Harria ( 1102 m ); Tranpako Kaskoa ( 764 m )
Alcanzamos la localidad
bajonavarra de Urepel ( 414 m ) por la carretera D-948, vial asfaltado que
alcanza el núcleo de la pequeña la población, lugar en el que, una vez dejado
atrás el frontón, encontramos una zona donde estacionar el vehículo. Unos
metros antes, a la izquierda de la carretera y junto a unos paneles
informativos, se ubica la estela en memoria de uno de los personajes ilustres
de la localidad, el “ bertsolari “ Xalbador.
Estacionado el
vehículo, comenzaremos a caminar por la carreterita que atraviesa el pequeño
núcleo de población, en dirección opuesta al punto por el que accedimos a esta.
De inmediato alcanzaremos la iglesia de la localidad, edificio bajo el que
encontramos una encrucijada de caminos perfectamente señalizada con paneles
informativos. Continuaremos de frente ( SE ) por la estrecha carreterita
asfaltada que rápidamente da alcance a Gaineko Karrika ( 430 m ), pequeña
barriada perteneciente a Urepel.
Dejamos atrás su
cuidado caserío para alcanzar, ya a las afueras de este barrio y en las
inmediaciones de la casa Erlanjoenea, una marcada bifurcación en la que
destacan varios indicadores. Haremos caso omiso de la carretera asfaltada que
por la izquierda ( E ) continúa hacia Roncesvalles y Lindus para continuar al
frente ( S ) en dirección a Sorogain ( 830 m ).
De inmediato dejaremos
a nuestro paso un panel informativo situado en las inmediaciones del puente que
debemos atravesar y que salva el río Soaluzeko Erreka.
En suave ascenso,
nuestra carreterita deja un primer desvío asfaltado por la derecha ( S ) y a
los pocos metros un segundo, al cual también haremos caso omiso. Por este
último regresaremos al final del itinerario.
La pendiente se acentúa
y de inmediato nuestra carreterita traza una marcada curva a la izquierda,
lugar en el que aparece un amplio y marcado camino que nace al frente ( SE ) y
en cuyo inicio aparecen las balizas rojiblancas de la senda GR-225.
Amplio y bien marcado
en el terreno, el balizado camino gana altura en acusada pendiente hasta
alcanzar el portillo que nos da acceso a un prado. Lo atravesaremos ascendiendo
junto a una alambrada que, por nuestra derecha ( S ), lo separa de otro prado.
Alcanzamos su parte alta, lugar en el que otro portillo facilitará nuestra
salida del mismo.
La pendiente se acentúa
y de inmediato damos alcance a una marcada bifurcación en la que las balizas no
ofrecen lugar a duda, continuaremos por la izquierda ( SE ). Poco más adelante
nuestro camino atraviesa la carreterita asfaltada que asciende hacia Sorogain (
830 m ) para continuar al frente ( SE ). La pendiente aumenta y el camino se
mantiene en todo momento notorio.
Salimos a terreno
despejado y alcanzamos una zona de prados, lugar en el que nuevamente un
portillo nos “ invita “ a entrar en uno de ellos. Caminamos junto a la
alambrada que, esta vez a nuestra izquierda ( E ), nos separa de otro prado.
Alcanzamos el extremo opuesto del prado en el que otro portillo facilita
nuestra salida del mismo.
El camino se torna
herboso y discurre dejando a su paso varios prados así como zonas de arbolado.
Un pequeño portillo cierra nuestro camino. Lo atravesaremos para continuar
acompañado en todo momento por las numerosas balizas rojiblancas.
En algunos tramos
nuestro camino se transforma en un estrecho pero en todo momento nítido
sendero, el cual alcanza una marcada bifurcación. Continuamos en ascenso por la
derecha ( S ), nuevamente por un amplio camino.
Paulatinamente nuestro
camino irá perdiendo notoriedad para convertirse en sendero mientras discurre
en cómodo trazado. Recibimos por la izquierda ( NE ) un herboso camino al que
haremos caso omiso. Continuamos al frente ( S )
Nuestro marcado sendero
penetra decididamente en el frondoso hayedo, desnudo en esta época del año.
Dejaremos a nuestro paso los restos de viejos muros de piedra que delimitaban
antiguos terrenos ocupados por prados así como las ruinas de lo que parecen
fueron bordas pastoriles.
La excelente balización
del camino no ofrece lugar a duda y será de esta manera como nuestro camino
ganará paulatinamente altura yendo a desembocar en el amplio y herboso camino
que desde el collado de Beraskoain ( 1009 m ) alcanza la borda del mismo
nombre. La visitamos.
Desde esta no tenemos
más que continuar en suave ascenso por el citado camino para, de inmediato,
abandonar el bosque y salir a terreno despejado en las inmediaciones del
collado de Beraskoain ( 1009 m ). Sin necesidad de alcanzar el citado collado (
1009 m ), y con la intención de desviarnos tan solamente unos metros hacia la
cercana cima de Lanotegi ( 1072 m ), continuaremos por nuestra izquierda ( SE )
hacia la visible cumbre.
Terminamos por alcanzar
la alambrada que asciende hacia la redondeada cima aunque un amplio camino nos
invita a separarnos unos metros de esta para, en corto pero acusado ascenso,
terminar desembocando en su amplia cumbre. Lanotegi ( 1072 m ), herbosa cima en la que no
encontraremos señal alguna que la identifique como tal. Limitada panorámica,
más abierta hacia el Norte, ya que estamos rodeados de montes de mayor altitud.
El fortísimo viento hace que apenas esté unos segundos en la cima.
Pasamos al otro lado de
la alambrada para comenzar un rápido descenso junto esta para terminar
desembocando, ahora sí, en el abierto collado de Beraskoain ( 1009 m ), amplio
cuello sobre el que despunta cercana la cima de Asundegiko Gaina ( 1151 m ). Varios
rediles para el ganado, un abrevadero y un poste indicador destacan en el
lugar. Aquí confluyen las balizas de la senda GR-12 y la GR-225, esta última
recientemente señalizada. Numerosos restos megalíticos “ siembran “ la zona.
Las balizas de la senda
GR-225 continúan por la izquierda hacia Sorogain ( 830 m ) aunque nosotros las
obviaremos para atravesar el portillo que nos permitirá el paso al otro lado de
la alambrada. Continuaremos de frente ( NW ) acompañados ahora por las balizas de la senda
GR-12, en corto aunque acusado ascenso. A nuestro paso dejamos una línea de
palomeras.
Alcanzamos el lugar en
el que la alambrada traza un marcado “ ángulo “, momento en el que abandonamos las marcas
rojiblancas que continúan al frente ( N ) camino del collado de Aztakarri ( 959
m ) para continuar junto a esta.
En fuerte pendiente
alcanzamos la loma cimera para, acompañados en todo momento por la alambrada,
alcanzar el punto más elevado. Asundegiko Gaina ( 1151 m ), un pequeño hito de
piedras la señaliza. Abierta panorámica.
Continuaremos en
sentido opuesto al de subida, en dirección NW. y siempre junto a la alambrada,
para de inmediato iniciar un suave descenso que nos hará alcanzar el discreto collado
de Sorolepo ( 1120 m ), que también sembrado de varios restos megalíticos, nos
separa de la cercana cima de Beodegi ( 1148 m ).
En cómodo ascenso,
ganaremos altura junto a la alambrada para dejar a nuestro paso una pequeña
balsa situada en las inmediaciones de la amplia y herbosa cumbre. Beodegi
( 1148 m ), sin elemento alguno que la identifique como tal. Abierta
panorámica.
Sin separarnos de la
alambrada continuaremos junto a esta en dirección opuesta a la de subida
encaminándonos hacia la cercana, a la vez que curiosa, construcción de piedra
enclavada en el extremo septentrional de la alargada loma cimera. La visitamos.
Continuaremos en
acusado descenso, en todo momento acompañados por la alambrada, dejando a
nuestro paso, al otro lado de esta, el dolmen de Pilotasoro. Un pequeño
portillo situado en sus inmediaciones facilita el paso en la alambrada y así su
visita.
Retomamos la alambrada
para continuar un corto aunque acusado descenso hacia el marcado collado de
Aztakarri ( 959 m ), estratégico cuello que aparece atravesado por el carretil
asfaltado que desde el Albergue de Sorogain ( 830 m ) comunica con las tierras
del Valle de Aldudes. Hay un redil para el ganado, un pequeño aparcamiento, un poste
indicador y dos paneles informativos.
Salvamos un paso
canadiense al cruzar el carretil que atraviesa el citado cuello ( 959 m ) para
continuar en dirección Oeste, siguiendo en todo momento las balizas de la senda
GR-12. Estas señalizan el marcado sendero que discurre paralelo a la amplia
pista, la que da acceso a una blanca chabola de pastores que destaca bajo la
herbosa vertiente nororiental de Egurtzako Harria ( 1102 m ).
Nuestra senda termina
por desembocar en la citada pista, por la cual caminaremos un corto trecho. Antes
de atravesar Egurtzako Erreka, en el momento en que dicha pista traza una
cerrada curva hacia la derecha ( N ), por nuestra izquierda ( SW ) continúa, en
acusado ascenso, la senda GR-12. Seguimos las balizas rojiblancas que la
señalizan para terminar abandonándolas en las inmediaciones de Egurtzako lepoa
( 1086 m ).
Un corto repecho nos
separa de la cercana cumbre de Egurtzako Harria ( 1102 m ), discreta elevación
que apenas destaca al Norte. Sin excesivo esfuerzo, superaremos la corta y
tendida ladera herbosa que desemboca en la alargada cima. Egurtzako Harria ( 1102 m ), amplia
y herbosa cumbre de abierta panorámica.
Continuaremos perdiendo
altura por la alargada loma, en dirección opuesta a la de subida, en un
agradable y cómodo descenso por la herbosa ladera NE. hasta alcanzar su extremo
oriental, en el que destaca una cota ligeramente rocosa que llamará nuestra
atención y que nos servirá de referencia.
Alcanzada esta,
decididamente tomaremos dirección Norte para descender en fortísima pendiente,
sin camino definido, por la herbosa ladera que dependiendo de la época del año
pudiera estar cubierta de helechos. Desembocamos en un discreto collado ( 774 m
) en el paraje de Trampako Pentzea, en cuyas inmediaciones se eleva, cercana al
Norte, la discreta cota de Trampako Kaskoa ( 764 m ), punto en el que se ubica
la muga nº 144.
Al citado collado, en cuyas
inmediaciones destaca un prado, accede un herboso camino que utilizaremos para
el descenso aunque primeramente decido desviarme, tan solo unos metros, hacia
la citada cota de Trampako Kaskoa ( 764 m ).
Junto a la alambrada
que cierra el mencionado prado por su vertiente oriental, una marcada senda
discurre paralela a esta sin apenas ganar altitud. Dejamos atrás el prado para continuar
por la loma, lugar en el que “ tropezaremos “ con la muga internacional nº 144,
desde la que no tendremos más que superar los escasos metros que nos separan de
la cercana cumbre. Trampako Kaskoa ( 764 m ), pequeña cima herbosa
coronada por un grupo de rocas. Limitada panorámica al estar rodeada de
montañas de mayor envergadura.
Utilizaremos el mismo sendero
empleado en el ascenso para retornar al collado ( 774 m ) y, ahora sí, tomar el
marcado camino, citado anteriormente, que en fuerte pendiente desciende
paralelo a un arroyo para terminar desembocando en Imiztegiko Erreka, riachuelo
que discurre por el fondo del barranco y junto al que, una vez atravesado por
el puente situado junto a Otsanaizko Borda, caminaremos plácidamente.
Paralelo Imiztegiko
Erreka, el camino discurre entre prados y bordas hasta alcanzar el caserío
Tambourinéa, al que accede un carretil asfaltado. Este discurre entre verdes
prados para terminar desembocando en la carreterita proveniente de Sorogain,
vial que conocemos ya que al inicio de la ruta discurrimos por esta. Por la
izquierda ( NW ), alcanzaremos de inmediato Gaineko Karrika ( 430 m ), barrio
de Urepel ( 414 m ) que rápidamente dejaremos atrás para terminar alcanzando el
punto de partida de esta ruta, la bella localidad bajonavarra de Urepel ( 414 m
).
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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Calle principal que atraviesa la localidad de Urepel. Podremos estacionar nuestro vehículo en una pequeña zona de parking |
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Estela en homenaje al " bertsolari " Xalbador |
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Paneles informativos en Urepel |
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Panel informativo en Urepel |
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Detalle del panel informativo |
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Detalle del panel informativo |
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Detalle del panel informativo |
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Detalle del panel informativo |
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Frente a la zona de aparcamiento destaca el colegio de la localidad |
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Placa en la fachada del colegio de Urepel |
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Placa en la fachada del colegio de Urepel en recuerdo de Xalbador, bertsolari ( persona que improvisa versos cantados ) de la localidad |
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Isterbegi asoma al fondo visto desde la plaza de Urepel |
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Frontón de Urepel |
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Detalle de la placa colocada en la fachada del frontón de Urepel |
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Casa típica en Urepel |
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Talla de madera colocada en la fachad ade una casa de Urepel |
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Escultura en la plaza de Urepel |
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Frente al aparcamiento destaca un " coqueto " bar, el cual dejaremos a nuestra izquierda para comenzar a caminar por la estrecha carreterita que atraviesa Urepel |
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La estrecha carreterita se " encajona " entre el cuidado caserío |
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Piedra labrada en la fachada de una casa de Urepel |
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Atravesamos la localidad de Urepel |
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La iglesia de la localidad destaca sobre los tejados de sus casas |
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Casa Inzaurpea en Urepel |
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Piedra labrada en su fachada |
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Iglesia de Urepel |
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Bajo la iglesia de Urepel, enclavada en un estratégico cruce de caminos, destacan estos indicadores. Continuaremos en dirección a Sorogain |
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Monumento en homenaje a los vecinos de Urepel fallecidos en la Primera Guerra Mundial |
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Dejamos atrás el casco urbano de Urepel |
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La estrecha carreterita alcanza Gaineko Karrika, pequeña barriada de Urepel |
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Piedra labrada en la fachada de una de las " viejas " casonas que conforman la barriada de Gaineko Karrika |
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Nuestro camino, la estrecha carretera, deja a su paso el cuidado caserío de Gaineko Karrika |
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Casa rehabilitada en Gaineko Karrika |
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Placa en su fachada |
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Caserón deshabitado en Gaineko Karrika |
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Placa en su fachada |
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Negros nubarrones cubren el cielo sobre Gaineko Karrika, barrio de Urepel |
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La carreterita vuelve a estrecharse para encajonarse entre las cuidadas casas que conforman esta pequeña barriada |
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Nos encajonamos entre el cuidado caserío de Gaineko Karrika |
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Bonitos detalles ornamentan este cuidado rincón de Gaineko Karrika |
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Piedra de molino |
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Bonitos detalles |
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Trabajada ornamentación |
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Bellos adornos |
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Dejamos atrás Gaineko Karrika |
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Dejamos a nuestro paso La Nive des Aldudes |
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Pescador sobre el puente que salva La Nive des Aldudes |
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Munhoa ( dcha ) destaca sobre el disperso caserío de Gaineko Karrika, barriada de Urepel |
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Junto a la casa Erlanjoenea damos alcance a otra estratégica bifurcación en la que continuaremos por la derecha en dirección a Sorogain |
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Dejamos atrás este gran caserón, Erlanjoenea, junto al que continúa el camino hacia Lindus, Roncesvalles y el Bosque de Haira, al que haremos caso omiso |
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Máscara en su balcón |
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Panel informativo junto al puente que salva Soaluzeko Erreka, lo atravesaremos para continuar en ascenso por el carretil asfaltado |
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Detalle del panel informativo |
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Soaluzeko Erreka |
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Munhoa destaca sobre Gaineko Karrika |
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Nuestro carretil asfaltado alcanza una primera bifurcación en la que continuaremos en ascenso por la izquierda |
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Las balizas rojiblancas ( GR-225 ) y un indicador ( hoy en el suelo ) señalizan nuestro camino. Al fondo asoma cercano un nuevo cruce que alcanzaremos de inmediato |
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Nuevo cruce en el que volveremos a hacer caso omiso del camino que desciende por la derecha, y que será por el que posteriormente regresaremos, para continuar al frente ( izda ) en ascenso |
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Verdes prados que dejaremos a nuestra derecha y junto a los que posteriormente regresaremos |
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Nuestra carreterita da alcance rápidamente a una cerrada curva, lugar en el que abandonaremos definitivamente el asfalto para tomar el amplio camino que nace al frente ( dcha ). Las balizas rojiblancas ( GR-225 ) señalizan el camino a seguir |
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Tomado el marcado camino, echamos una mirada atrás hacia la curva que traza la carreterita que continúa en acusado ascenso hacia Sorogain, lugar en el que abandonamos el asfalto |
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El camino a seguir aparece muy marcado |
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Nuestro camino se torna herboso y al fondo ya vemos asomar Iturrunburu ( dcha ) |
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Las balizas de GR señalizan " escrupulosamente " nuestro camino |
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Mirada atrás hacia el valle, lugar en el que asoma tímidamente Urepel bajo la prominente cima de Munhoa |
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En el fondo del valle, bajo Patarramunho ( dcha ) e Iturrunburu ( centro ) en el horizonte, asoma la casa Tambourinéa junto a la que pasaremos a nuestro regreso |
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Un portillo, junto al que destaca una baliza de GR, nos da acceso a un prado |
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Tambourinéa asoma en el valle con Iturrunburu ( dcha ) al fondo |
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Nuestro camino, en todo momento balizado, asciende junto a la alambrada que separa los prados |
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Otro portillo, que también deberemos atravesar, facilitará nuestra salida del prado |
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Mirada atrás desde la parte alta del prado en la que divisamos el camino que lo atraviesa. Al fondo asoma timidamente Urepel |
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El camino, ya fuera del prado, continúa ganando altura en acusada pendiente |
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Desde nuestro camino divisamos Iturrunburu ( izda ), Adi ( centro ) y Patarramunho ( dcha ) |
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Iturrunburu ( izda ), Adi ( centro ) y Egurtzako Harria ( dcha ), cumbre esta última que posteriormente visitaremos |
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Nuestro camino se bifurca. Continuaremos al frente ( izda ) siguiendo las balizas rojiblancas |
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Nuestro camino continúa perfectamente notorio |
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Damos alcance a una carreterita asfaltada que atravesaremos para seguir al frente por camino |
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Las balizas no dan opción a equivocarnos, el camino aparece perfectamente señalizado |
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Las posibles bifurcaciones también aparecen perfectamente señalizadas |
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Nuestro camino alcanza una zona de prados con negros y amenazantes nubarrones cubriendo el cielo |
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Mirada atrás desde el camino por el que venimos ascendiendo. Auza ( centro ) destaca en el horizonte |
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Damos alcance a un nuevo portillo que tras salvarlo nos dará acceso a otro prado |
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Una borda destaca en el interior del prado que tenemos a nuestra derecha |
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La piramidal cota de Harriondoko Kaskoa ( izda ), destaca en primer término |
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Nuestro camino atraviesa el prado junto a la alambrada que lo cierra por la izquierda |
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Baliza en un poste de tendido eléctrico con el portillo que facilitará nuestra salida del prado asomando al fondo |
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Alcanzamos el portillo que atravesaremos para salir del prado |
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Ya fuera del prado, nuestro herboso camino continúa muy notorio |
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Bifurcación, continuaremos en descenso por la izquierda |
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Damos vista a las cumbres que, escabrosas, se desprenden desde el cordal fronterizo |
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El camino, herboso y notorio, discurre dejando a su paso numerosos prados ( dcha ) |
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Un pequeño portillo cierra nuestro camino |
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En algunos tramos, pequeños árboles caídos cierran nuestro camino |
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Paulatinamente nuestro camino va perdiendo notoriedad aunque en todo momento discurre claro |
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Marcada bifurcación, continuaremos en ascenso por la derecha |
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Paulatinamente el valle se va encajonando bajo las laderas de Urtaray |
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En primer término destaca el cordal de Harriondoko Kaskoa ( izda ) con Urtaray ( dcha ) al fondo |
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Nuestro camino discurre sobre el cada vez más encajonado valle ( izda ) que aparece bajo nosotros |
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Bajo nuestro camino queda la casa Bihurrietabuztanenea |
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Paulatinamente nuestro camino amenza con perder notoriedad |
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Atrás queda la casa Bihurrietabuztanenea bajo Harriondoko Kaskoa |
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Nuestro camino se ha transformado en un nítido sendero |
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Bifurcación en la que nuestro camino recibe otro por la izquierda. Continuaremos al frente |
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Mirada atrás hacia la bifurcación en la que nuestro camino ( izda ) recibe otro por la izquierda ( derecha en la foto ) |
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Acompañados en todo momento por las balizas rojiblancas nuestro camino penetra en el bosque |
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Estrecho sendero que discurre por el hayedo |
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El camino es perfectamente notorio |
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Ganamos altura bajo el desnudo hayedo |
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La senda se bifurca, continuamos en ascenso por la derecha |
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En el interior del hayedo nuestro camino alcanza los viejos muros de piedra que antaño cerraban los terrenos ocupados por prados |
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Sobre nuestro balizado camino destacan los restos de una anigua majada pastoril |
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Dejaremos a nuestro paso un viejo abrevadero sobre el camino |
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En algunos tramos nuestro camino es amplio y muy notorio ................. |
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...................... mientras que en otros parece difuminarse bajo las hojas. Bifurcación en la que continuaremos en ascenso por la derecha. Las balizas no ofrecen lugar a dudas |
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Además de las balizas, en algunos tramos aparecen esporádicos hitos |
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A nuestro paso dejaremos las ruinas de una antigua chabola |
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Restos de lo que parece ser un antiguo " reducto " pastoril que asoman a la orilla de nuestro camino |
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Desde nuestro sendero ya vemos asomar al fondo la redondeada silueta de Lanotegi ( izda ) |
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Numerosas majadas pastoriles asoman bajo la vertiente septentrional de Urtaray |
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Nuestra senda continúa en acusado ascenso perfectamente balizada |
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De nuevo bajo el desnudo y limpio hayedo, nuestro sendero amenaza con desaparecer aunque las balizas nos ayudarán en todo momento para no perderlo |
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Ganamos altura entre jóvenes ejemplares de haya |
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Atravesamos un claro en el bosque, momento en el que vemos aparecer al fondo el collado de Beraskoain, nuestro próximo destino |
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Lanotegi, primera de las cumbres que pretendo visitar en esta ruta |
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Lupuzuriko Kaskoa y Aldaparriko Kaskoa asoman al fondo |
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Sobre nuestro camino Beraskoaingo Borda |
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Nuestro sendero desemboca, a la altura de un abrevadero, en la herbosa pista que, desde el collado de
Beraskoain, da acceso a Beraskoaingo Borda. Esta queda a escasos metros a nuestra derecha |
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Beraskoaingo Borda queda, a nuestra derecha, a escasos metros de nuestro camino |
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Beraskoaingo Borda con Lanotegi ( izda ) asomando al fondo |
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Talla sobre la puerta de entrada a Beraskoaingo Borda |
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Atrás queda Beraskoaingo Borda |
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Dejamos atrás el bosque de hayas para salir a terreno despejado en busca del collado de Beraskoain. Al fondo asoma Lanotegi, nuestro primer objetivo |
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Debido al fuerte viento, opto por no alcanzar, de momento, el collado de Beraskoain y junto a la línea de palomeras encaminarme hacia Lanotegi |
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Desde el collado de Beraskoain, mirada hacia el Valle de Alduides, dominado por Auza ( centro ) |
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En fuerte pendiente, y acompañados de la alambrada, ganaremos altura hacia la cima de Lanotegi |
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Rápidamente desembocamos en la loma cimera. Lupuzuriko Kaskoa ( izda ), Aldaparriko Kaskoa ( centro ) y Mendiaundi ( dcha ) asoman al fondo |
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Cima de Lanotegi con Aldaparriko Kaskoa ( izda ), Mendiaundi ( centro ) y Txasperro ( dcha ) asomando al fondo |
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Debido al fortísimo viento, y ya en el otro lado de la alambrada, rápido descenso camino, ahora sí, del collado de Beraskoain. Asundegiko Gaina destaca en primer término con Beodegi ( dcha ) asomando detrás, nuestros próximos objetivos |
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Collado de Beraskoain, herboso " praderío " abierto bajo las laderas de Asundegiko Gaina |
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Auza ( centro ), con Iparla asomando al fondo, destaca sobre el ahora escondido Valle de Alduides |
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Desembocamos en el collado de Beraskoain, sembrado de monumentos megalíticos |
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Baliza y posible cromlech a la orilla del camino, al que haremos caso omiso, que desciende hacia Sorogain |
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Collado de Beraskoain, lugar en el que podemos visitar numerosos monumentos megalíticos " esparcidos " por la zona |
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La herbosa ladera de Beodegiko Gaina destaca sobre el collado de Beraskoain |
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Cromlech en el colladode Beraskoain con Lanotegi asomando al fondo bajo negros nubarrones |
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Collado de Beraskoain |
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Abrevadero en el collado de Beraskoain con Lanotegi asomando al fondo |
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Portillo en el collado de Beraskoain, lo atravesaremos |
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Mirada hacia Lanotegi desde el collado de Beraskoain |
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Algunos rayos de sol se cuelan entre los negros nubarrones que amenazan con cubrir Lanotegi |
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Poste indicador y rediles para el ganado en el collado de Beraskoain |
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Detalle del poste indicador situado en el colladode Beraskoain |
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Posible cromlech en las inmediaciones del redil situado en el collado de Beraskoain. Continuaremos ganando altura hacia la cima de Beodegiko Gaina junto a la alambrada |
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Collado de Beraskoain con Lanotegi asomando al fondo |
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Comenzaremos el ascenso hacia Beodegiko Gaina siguiendo las balizas de la senda GR-12 |
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Rápidamente dejaremos atrás el collado de Beraskoain, cuello abierto bajo la redondeada y herbosa cima de Lanotegi |
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Nuestro camino asciende en fuerte pendiente junto a la alambrada mientras que a nuestra derecha iremos dejando una línea de palomeras |
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Palomeras en las laderas de Beodegiko Gaina con vista hacia el colladode Beraskoain |
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Alcanzamos el lugar en el que la alambrada traza un marcado " ángulo ". La baliza señaliza el punto en el que la senda GR-12 abandona la alambrada para continuar al frente hacia Aztakarriko lepoa. Mi objetivo es coronar Asundegiko Gaina así que continuaré junto a la alambrada en acusado ascenso |
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Abandonamos las balizas ( dcha ) de la senda GR-12 que continúan hacia Aztakarriko lepoa |
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Continúo en fuerte ascenso junto a la alambrada camino de Asundegiko Gaina |
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Saliendo a la loma cimera de Asundegiko Gaina acompañado en todo momento de la alambrada |
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Cima de Asundegiko Gaina con Beodegi asomando en primer término. Al fondo aparece Auza ( centro ), Larhun ( izda ) e Iparla ( dcha ) |
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Cima de Asundegiko Gaina con Adi ( centro ) al fondo, e Iturrunburu ( dcha ) en primer término |
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Dejamos atrás la cima de Asundegiko Gaina |
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Perdemos altura, junto a la alambrada, por la herbosa ladera de Beodegiko Gaina |
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Mientras descendemos hacia el collado de Sorolepo veremos asomar cercana la cima de Beodegi, próximo objetivo |
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Collado de Sorolepo bajo la herbosa cumbre de Beodegi |
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Atravesamos el collado de Sorolepo con Asundegiko Gaina, cima de la que venimos descendiendo, a nuestra espalda |
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Restos megalíticos en el collado de Sorolepo con Asundegiko Gaina al fondo |
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Beodegi, cima que asoma al fondo, destaca sobre los restos megalíticos que siembran el collado de Sorolepo |
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Restos megalíticos en el collado de Sorolepo con Beodegi asomando al fondo |
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Nuevamente junto a la alambrada ascenderemos hacia la cercana cima de Beodegi |
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En acusada pendiente ascenderemos por la herbosa ladera de Beodegi |
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Balsa en las inmediaciones de la cima de Beodegi. Auza asoma al fondo |
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Amplia y herbosa cumbre de Beodegi |
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Con Auza ( dcha ) asomando al fondo sobre el Valle de Alduides continuaremos descendiendo desde la cima de Beodegi junto a la alambrada hacia una visible construcción de piedra |
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Construcción de piedra que dejaremos a nuestro paso en las inmediaciones de la cima de Beodegi |
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Continuaremos perdiendo altura junto a la alambrada con vista hacia las tierras baztanesas que aparecen al fondo. Saioa ( izda ) y Peña de Alba ( dcha ) destacan en el horizonte |
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El valle de Alduides se extiende " a nuestros pies " bajo Auza ( centro ) |
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El collado de Aztakarri asoma cercano, hacia este deberemos descender |
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Arco Iris sobre el Valle de Alduides. Esnazu ( izda ), Alduides ( centro ) y Urepel, en primer término, conforman las localidades de este valle |
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Valle de Alduides. Urepel asoma en primer término con Alduides al fondo |
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Abrevadero bajo la herbosa ladera de Beodegi |
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En nuestro descenso hacia el collado de Aztakarri volveremos a alcanzar las balizas rojiblancas de la senda GR-12 |
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Portillo en la alambrada |
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Dolmen de Pilotasoro con Iturrunburu asomando al fondo bajo negros nubarrones. Una gota de lluvia cae sobre el objetivo |
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Dolmen de Pilotasoro |
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Placa señalizando el dolmen de Pilotasoro |
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El dolmen de Pilotasoro aparece en las inmediaciones de la alambrada junto a la que venimos descendiendo hacia el collado de Aztakarri |
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Perdemos altura por las herbosas laderas de Beodegi |
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La herbosa ladera aumenta su pendiente en el descenso hacia el collado de Aztakarri. Al fondo asoma Egurtzako Harria ( centro ), siguiente cumbre a visitar |
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El collado de Aztakarri se abre en primer término bajo Iturrunburu |
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Collado de Aztakarri, hacia este descenderemos |
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El Valle de Sorogain se abre a nuestra izquierda |
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Collado de Aztakarri |
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Detalle del poste indicador situado en el collado de Aztakarri |
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Paneles informativos en el collado de Aztakarri con Beodegi ( centro ) y Asundegiko Gaina ( dcha ) asomando al fondo |
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Atravesaremos el paso canadiense que destaca en el collado de Aztakarri |
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Redil en el collado de Aztakarri. Junto a este tomaremos la marcada pista que continúa hacia Egurtzako Harria |
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Pista que nace en el collado de Aztakarri junto a la que continuaremos hacia Egurtzako Harria |
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Poste indicador situado en las inmediaciones del collado de Aztakarri junto a la senda GR-12 |
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Dejamos atrás el collado de Aztakarri |
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La senda GR-12 evita en lo posible el caminar por la pista yendo a discurrir junto a esta |
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El collado de Aztakarri ya ha quedado atrás |
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Nuestro sendero discurre paralelo a la amplia pista |
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En primer término, bajo la alargada loma de Patarramunho, apenas destaca la prácticamente inapreciable " cimita " de Tranpako Kaskoa, cota que posteriormente visitaremos. Auza ( centro ) asoma al fondo |
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Tranpako Kaskoa |
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Continuamos paralelos a la marcada pista que continúa hacia Egurtzako Harria |
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Nuestra senda termina por desembocar en la amplia y marcada pista |
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Punto en que la senda ( dcha ) desemboca en la amplia pista. Al fondo asoma la herbosa y redondeada cima de Beodegi ( centro ) |
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Las balizas de la senda GR-12 señalizan el camino a seguir |
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Egurtzako Harria ( centro ) destaca sobre nuestro camino, el cual da acceso a la borda de pastores ( dcha ) que asoma en primer término |
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En el punto en que la pista traza una cerrada curva y antes de atravesar Egurtzako Erreka tomaremos una, no muy notable, senda que asciende por la izquierda |
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Las balizas de la senda GR-12 continúan señalizando el camino que debemos seguir |
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En nuestro ascenso hacia Egurtzako lepoa echamos una mirada hacia la pista que acabamos de abandonar y que da acceso a la visible borda de pastores enclavada en las herbosas laderas de Egurtzako Harria |
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Al fondo destaca el largo cordal Adarza ( izda ) Lauriñak ( dcha ) |
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Ascendemos paralelos a Egurtzako Erreka, riachuelo que desciende desde Egurtzako lepoa, collado que asoma al fondo |
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Caminamos bajo las acusadas y herbosas laderas de Iturrunburu |
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Una gran bandada de grajos se " arrastra ", bajo un fortísimo viento, por las herbosas laderas de Iturrunburu |
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La bandadad de grajos consigue levantar el vuelo a pesar del fuerte viento |
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Egurtzako lepoa asoma cercano y hacia este nos encaminamos |
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Una vez alcanzado Egurtzako lepoa damos vista al Adi, cumbre que asoma al fondo |
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La herbosa cumbre de Egurtzako Harria asoma cercana sobre Egurtzako lepoa, hacia esta nos dirigimos |
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Ganamos altura en paulatino ascenso por la tendida loma cimera |
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Iturrunburu destaca sobre Egurtzako lepoa |
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Herbosa loma cimera de Egurtzako Harria |
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Cima de Egurtzako Harria con vista hacia Iturrunburu ( izda ) y Aratungo Harria ( dcha ) |
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El fortísimo viento apenas me deja disfrutar de una corta " estancia " en la cima. Continúo descendiendo por la ladera opuesta a la de subida con Adarza ( dcha ) y Auza ( izda ) asomando al fondo |
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Dejamos atrás la cima de Egurtzako Harria, redondeada y herbosa cumbre sobre la que destaca el Adi con Aratungo Harria ( izda ) asomando al fondo |
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Continuaremos perdiendo altura " cómodamente " por la herbosa loma |
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Damos vista a nuestro siguiente objetivo, Tranpako Kaskoa, inapreciable " cimita " que, en primer término, apenas destaca bajo la alargada loma de Patarramunho |
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Tranpako Kaskoa, nuestro próximo objetivo |
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Deberemos descender hacia el promontorio rocoso ( centro ) que vemos asomar en primer término |
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Una vez situados bajo la rocosa cota deberemos descender, sin camino definido y en fortísima pendiente, por la herbosa ladera de la izquierda |
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Asoma en primer término Tranpako Kaskoa ( abajo ), inapreciable " cimita " que apenas destaca bajo la alargada loma de Patarramunho. Al fondo aparecen Auza ( izda ) y Adarza ( dcha ) |
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En fortísima pendiente perderemos altura hacia Tranpako Kaskoa, siguiente cumbre a visitar. Comienzan a llover ligeramente |
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Tranpako Kaskoa, hacia allí nos encaminamos |
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Damos alcance a un discreto collado sobre el que asoma cercana la modesta cumbre de Tranpako Kaskoa. Al fondo, sobre esta, destaca la alargada loma de Patarramunho. El descenso hacia Urepel continúa por nuestra izquierda pero opto por desviarme hacia la visible " cimita " tomando el senderito que vemos en primer término |
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Continuaremos por el marcado sendero que discurre junto a la alambrada que cierra el prado. En todo momento divisamos la cercana cima de Tranpako Kaskoa |
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El sendero aparece muy marcado |
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Con la cima de Tranpako Kaskoa asomando en primer término bajo la alargada loma de Patarramunho, dejaremos a nuestro paso la muga nº 144. Comienza a llover " con ganas " |
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Muga nº 144 |
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Arbusto en la salida a la cima de Tranpako Kaskoa |
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Cima de Tranpako Kaskoa |
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Desde la cima de Tranpako Kaskoa deberemos regresar nuevamente al collado que hemos dejado atrás para desde este retomar el camino hacia Urepel. Sobre dicho collado asoma la herbosa y acusada ladera por al que hemos descendido |
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Volvemos a dejar a nuestro paso el mugarri nº 144 |
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De nuevo en el collado, ahora sí, tomamos el marcado camino por el que continuaremos nuestro descenso hacia Urepel |
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Dejamos a nuestro paso esta borda de pastores tras la que asoma la cima de Tranpako Kaskoa |
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El camino aparece muy marcado |
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Vieja borda que dejaremos a nuestro paso junto al camino |
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El camino hacia Urepel deja a su paso esta otra borda que alcanzaremos de inmediato |
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Nuestro camino discurre paralelo a Imiztegiko Erreka |
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Llueve con fuerza. Dejamos atrás, junto al camino, un pequeño y rústico puente que, salvando Imiztegiko Erreka, da acceso a un prado |
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Alcanzamos Otsanaizko Borda |
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Atravesamos el puente que salva Imiztegiko Erreka y dejamos atrás Otsanaizko Borda. Una gota cae sobre el objetivo |
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Marcado camino por el que discurrimos cómodamente |
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Nuestro camino discurre paralelo a Imiztegiko Erreka |
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Tras las últimas lluvias, Imiztegiko Erreka baja " cargada " de agua |
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Nuestro camino deja a su paso Iputxaren Borda |
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Nuestro camino continúa, en todo momento, paralelo a Imiztegiko Erreka |
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Imiztegiko Erreka |
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Imiztegiko Erreka |
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Imiztegiko Erreka |
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Alcanzamos Franxixen Borda |
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Franxixen Borda |
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Atrás queda Franxixen Borda mientras que continuamos caminando paralelos a Imiztegiko Erreka |
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En paulatino descenso continuaremos paralelos a Imiztegiko Erreka |
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Damos alcance a Antoneneko Borda |
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Tras dejar atrás Antoneneko Borda salvamos un paso canadiense |
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Asoma cercana la casa Tambourinéa |
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Bifurcación, continuaremos por la derecha en descenso |
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Alcanzamos el complejo ganadero de la casa Tambourinéa |
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Inscripción en la fachada de la casa aledaña a Tambourinéa |
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Casa Tambourinéa |
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Inscripción en la fachada de la casa Tambourinéa |
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Atrás queda la casa Tambourinéa |
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A nuestro paso queda cercana la casa Bordaluzea |
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Bifurcación en la que continuaremos por la izquierda para atravesar el puente que salva Imiztegiko Erreka. Por la derecha continúa el carretil asfaltado que da acceso a la casa Bordaluzea |
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Atrás quedan Bordaluzea ( izda ) y Tambourinéa ( dcha ) |
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El carretil asfaltado continúa en suave ascenso para discurrir entre verdes prados |
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Entre caseríos y prados caminaremos plácidamente con Urepel asomando al fondo |
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Mirada atrás. En primer término asoma la casa Tambourinéa con Iturrunburu al fondo |
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Caminamos entre verdes prados |
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Con el barrio de Gaineko Karrika asomando al fondo bajo la cima de Munhoa ( centro ), nuestro carretil asfaltado desemboca en la carreterita que desde Sorogain desciende Urepel. Continuaremos al frente, en descenso, haciendo caso omiso del camino que, de inmediato, nace por la izquierda dando acceso a la casa Lasa |
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Lasa, caserón que queda a la izquierda de nuestro camino |
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Erlanjoenea, gran caserón junto al que ya pasamos al inicio del itinerario, asoma cercano |
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Albergue en Gaineko Karrika ( Urepel ) |
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Jardín del albergue de Gaineko Karrika ( Urepel ) |
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Detalle en la fachada |
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Disperso caserío en Gaineko Karrika |
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Voleremos a dejar a nuestro paso La Nive des Aldudes |
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También volvemos a pasar junto a este cuidado rincón del barrio de Gaineko Karrika |
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Bonito detalle |
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Atravesaremos el barrio de Gaineko Karrika |
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Dejamos atrás el barrio de Gaineko Karrika |
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Entramos en Urepel |
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Casa Etcheberria, situada frente a la iglesia de Urepel |
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Inscripción en la fachada de la casa Etcheberria |
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Casa Inharabia ................. |
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.......................... como así reza el indicador colo cado en su fachada |
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Dejamos la iglesia atrás...................... |
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............... para caminar por estrecha la calle principal de la localidad |
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Urepel |
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Plaza de Urepel, lugar en el que dio comienzo este itinerario |