Enclavada en el extremo
noroccidental de la provincia de Navarra, y compartiendo territorio con
Guipuzcoa, la Sierra de Aralar cuenta con una extensión de 208 km², de los que aproximadamente
algo más de la mitad pertenecen al “ reino navarro “.
Desde el 26 de Abril
del año 1994 las aproximadamente 10971 ha. enclavadas en territorio guipuzcoano
se convirtieron en el Parque Natural de Aralar. Esta extensión pertenece a los
términos de Abaltzisketa, Amezketa, Ataun, Lazkao, Tolosa y a la Mancomunidad
de Enirio-Aralar, creada esta última en el año 1412. Los principales accesos a
la Sierra de Aralar desde Guipuzcoa son dos: el área de Ataun, accesible desde
la carretera Lazkao/Puerto de Lizarrusti y centrada en torno al Centro de
Acogida de Lizarrusti, y la carretera Ordizia-Alegía, desde la que se accede al
conjunto Abaltzisketa-Larraiz y Amezketa-San Martín.
La vertiente navarra de
la Sierra de Aralar cuenta con una extensión de 12259 ha. pertenecientes a 11
términos municipales y 18 concejiles: Etxarri-Aranaz ( Lizarragabengoa ), Ergoiena
( Unanua y Lizarraga ), Arbizu, Lakunza, Arruazu, Huarte Araquil, Irañeta,
Araquil ( Eguiarreta, Villanueva, Ihabar y Señorío de Murguindueta ), Larraun (
Alli, Astiz, Baraibar, Errazquin, Iribas, Madoz y Oderiz ), Betelu y Araiz (
Azkarate, Gainza, Inza y Uztegui ).
El acceso principal a
la Sierra de Aralar desde Navarra parte desde Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ),
población en la que tomaremos la carretera NA-7510 que, tras dejar a su paso la
pequeña localidad de Baraibar ( 628 m ), asciende hacia el Santuario de San
Miguel de Excelsis ( 1241 m ).
Otro posible acceso a
la Sierra parte desde Huarte Araquil ( 488 m ), localidad en la que nace un
carretil cementado que desemboca en la carretera procedente de Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ) a menos de un
kilómetro por debajo del Santuario de San Miguel de Excelsis ( 1241 m ).
En este territorio se
comprende el Realengo de Aralar o Monte Aralar, antiguo monte del estado que
actualmente es propiedad de la Comunidad Foral de Navarra y cuyos derechos de
uso y aprovechamiento corresponden a la Unión de Aralar: su superficie es de
2166,8 ha. También comprende los faceros 53 y 63, el primero situado entre los
términos de Huarte Araquil e Irañeta, y el segundo entre Villanueva y Madoz.
De la superficie total
de la Sierra el 41% corresponde a los municipios de Sakana, el 24% al municipio
de Larraun, el 17,7% pertenece al Realengo, 10,6 % al Valle de Araiz, 0,9% a
Betelu y el 1,6% restante a los faceros 53 y 63.
Los montes comunes
propiedad de las entidades locales navarras supones el 72,9% del terreno de la
Sierra. Los que son propiedad de la Comunidad Foral suman un 17,7% y el 8,1%
restante son terrenos de propiedad particular. El 91,5% de la superficie está
ocupada por Montes de Utilidad Pública, cuyo Catálogo fue aprobado en el año
1912.
La climatología de
Aralar se caracteriza por el predominio de vientos de noroeste y oeste, la
abundancia de días de lluvia y nieblas frecuentes. El estar enclavada en la
divisoria de aguas cantábrico-mediterránea hace que los acuíferos que fluyen
por su vertiente Norte viertan sus aguas en el Cantábrico mientras que los que “
corren “ por su vertiente Sur “ mueren “ en el Mediterráneo.
En la Sierra de Aralar
el pastoreo es una actividad que se remonta a la prehistoria como así lo
demuestran uno de los conjuntos megalíticos más interesante de la Península
Ibérica, siendo además el más denso de Navarra y del País Vasco. En territorio
navarro se han contabilizado 44 dólmenes y un menhir mientras que en Guipuzcoa son
17 los dólmenes identificados.
*Fuentes:
https://www.sanmigueldearalar.org/informacion-practica/
https://espaciosnaturales.navarra.es/es/sierra-de-aralar
Mitos y leyendas, entre
las que destaca la de Teodosio de Goñi, tienen también como protagonista a la
Sierra de Aralar.
Leyenda
de Teodosio de Goñi
Cuenta la leyenda que
en Goñi vivía un caballero llamado Teodosio, casado con Doña Constanza de
Butrón.
Poco después de
casarse, Teodosio tuvo que abandonar su casa para ir a luchar a Africa, bajo
las órdenes del conde Don Julián, contra las tropas de Miramamolín.
Su mujer Constanza,
quedando sola en el palacio con los padres de Teodosio, invita a estos a dormir
en la habitación señorial, pasando ella a otra más pequeña.
Cuando Teodosio regresa
victorioso a su palacio se le aparece un ermitaño, el diablo disfrazado, para
advertirle que su mujer le es infiel con uno de sus criados.
Teodosio llega a su
casa para encaminarse a sus aposentos, lugar en el que encuentra dos personas
en su lecho. Cegado por la ira y pensando que eran su mujer y el amante de
esta, saca su espada y mata a ambos.
Creyendo haber vengado
el agravio, sale de casa y se encuentra con su esposa que venía de misa, quien
le informa que los que dormían en su lecho, y a los que había asesinado, eran
sus padres.
Aterrorizado, Teodosio
confiesa el crimen al párroco Juan de Vergara y al obispo de Pamplona, Marcial,
quien le manda ir a Roma como peregrino para que solicitar la absolución del
Papa Juan VII.
El pontífice le impone
como penitencia vivir lejos de su localidad llevando una cruz de madera a
cuestas y una gruesa cadena ceñida al cuello y a su cintura hasta el día, que
por desgaste, esta se rompiera. Este sería el signo inequívoco del perdón
divino.
Así vagó Teodosio por
la Sierra de Andía y posteriormente por la Sierra de Aralar, lugar este último
en el que un día se adentró en una de las numerosas cuevas que había por la
zona y en la que, sin saberlo, habitaba un dragón.
Cuando el dragón estaba
a punto de acabar con la vida de Teodosio, este implora ayuda a San Miguel. El
arcángel apareció con una cruz sobre su cabeza para vencer y matar al dragón,
liberando a Teodosio de las cadenas y siendo perdonado por Dios.
Teodosio, ya libre,
regresó a Goñi junto su esposa para posteriormente volver a Aralar, donde mandó
construir un santuario en honor a San Miguel.
En este caso, y para nuestra
incursión en la Sierra, va a ser la anteriormente citada localidad de
Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ) el punto de acceso a la misma. Tras 13
kilómetros de sinuoso discurrir alcanzaremos el amplio aparcamiento ( 1049 m )
situado junto a las ruinas de la antigua Casa Forestal de Aralar, conocida
también como Guardetxe y punto de partida habitualmente utilizado para
numerosos itinerarios por Aralar.
Acompañado de mi mujer
Edurne, el objetivo “ principal “ para nuestro “ paseo “ va a ser visitar
Desamendi o Desaomendi ( 1309 m ) y Desamendi Txiki o Desaomendi Txiki ( 1249 m
), amplias y herbosas “ cimitas “ de sencillo y cómodo acceso que resultan “ aptas
“ para todo tipo de público.
Procurando realizar un
itinerario “ circular “, aprovecharemos para acercarnos al Dolmen de Zeontza,
enclavado en la modesta “ cota “ del mismo nombre, Zeontza ( 1221 m ), desde la
que nos encaminaremos al collado de Urdangoene ( 1193 m ) para retornar al
punto de partida. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Este itinerario da
comienzo en el amplio aparcamiento junto al que antaño se levantaba la Casa
Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m ), de la que hoy tan solamente quedan
unas pocas ruinas.
Desde la parte alta del
citado parking atravesaremos el portillo que da acceso a la pista que remonta
hacia los refugios de Errenaga ( 1217 m ), por la que caminaremos en plácido
ascenso dejando a nuestro paso la sima de Beingo Leizea ( 1089 m ), el dolmen
de Otsotesare ( 1121 m ) y posteriormente el Paso de Kolosobarnea ( 1159 m ),
antes de desembocar en Pagomari ( 1170 m ), antiguo aparcamiento hasta el que
hace años se podía acceder con los vehículos.
Continuamos por la
amplia y monótona pista, junto a la que asoma Igaratza Lezea ( 1237 m ),
mientras buscamos atravesar el Paso de Mandarrate ( 1231 m ). Salvado este,
saldremos definitivamente a terreno abierto para alcanzar una estratégica
encrucijada de caminos que aparece señalizada con un poste indicador, lugar en
el que abandonaremos el camino “ principal “ para tomar el que nace por la
derecha ( NE ).
El herboso camino tomado,
Desamendiko bidea, da acceso a la cercana cumbre homónima, Desamendi ( 1309 m ),
en la que desembocaremos tras “ plácido “ ascenso.
Perdemos altura en
dirección opuesta a la de ascenso para atravesar el abierto cuello ( 1220 m )
que nos separa de Desamendi Txiki o Desaomendi Txiki ( 1249 m ), cimita que
también alcanzaremos.
Descendemos hacia su vertiente
septentrional mientras caminamos por las herbosas praderas que se extienden
bajo la alomada y apenas perceptible “ cimita “ de Zeontza ( 1221 m ), en la
que destaca el dolmen del mismo nombre y que alcanzaremos sin apenas esfuerzo.
Retomamos nuestro
camino para perder altura cómodamente buscando atravesar el cauce de Usulako
Erreka, desde el que continuaremos por Txingolako bidea para encaminarnos
posteriormente hacia el collado de Urdangoene ( 1193 m ).
En esta estratégica
encrucijada de caminos, sobre la que despunta Beloki ( 1276 m ), cima que hoy
obviaremos, tomaremos el que desciende paralelo a Gersagako Erreka y que tras dejar
a su paso la Borda de Bustintza nos terminará “ devolviendo “ al punto de
partida, el aparcamiento de la antigua Casa Forestal de Aralar ( 1049 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
375 m
Tiempo:
De 3 h a 5 h
Distancia:
12´84 km
Inicio:
Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( Navarra )
Fecha
de realización: Octubre 2023
Epoca
recomendada: Todo el año
Cimas:
Desamendi o Desaomendi ( 1309 m ); Desamendi
Txiki o Desaomendi Txiki ( 1249 m ); Zeontza ( 1221 m )
Descripción del
Itinerario
Pasado el kilómetro 13
de la carretera NA-7510 que da acceso al Santuario de San Miguel de Excelsis (
1241 m ) estacionaremos nuestro vehículo en el amplio aparcamiento enclavado
junto a las ruinas de la antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m
).
Comenzaremos a caminar
desde la parte alta del citado aparcamiento ( 1049 m ), lugar en el que
deberemos atravesar el portillo tras el que nace la amplia pista, Berigaingo
bidea, que da acceso a los refugios de Errenaga ( 1217 m ).
Caminaremos por esta en
tendida subida y no tardaremos en dejar a nuestro paso, a la izquierda ( S ) de
la pista y “ camuflado “ entre las hayas, el dolmen de Aubia Norte ( 1066 m ),
“ señalizado “ por una placa. Apenas tendremos que desviarnos unos pocos metros
del camino para visitarlo.
De nuevo en Berigaingo
bidea continuaremos en plácido caminar para, en breve, dar alcance a una “
discreta “ bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso tanto del camino que
nace por nuestra izquierda ( S ) como del que lo hace por la derecha ( N )
mientras continuamos por la amplia pista.
Seguimos en tendido
ascenso y no tardamos en volver a alcanzar un nuevo cruce, punto en el que
obviaremos el camino que nace por nuestra izquierda ( W ) para seguir en cómodo
caminar por la pista que ha pasado a denominarse Igaratzako bidea.
En breve dejaremos a
nuestro paso, a la derecha ( E ) del camino, Beingo Leizea, profunda sima que
aparece “ rodeada “ de un muro de piedra que la “ protege “.
Continuaremos caminando
plácidamente por la siempre monótona pista para dejar a nuestro paso, esta vez
a la izquierda ( W ) del camino, la placa que “ delata “ la presencia del
dolmen de Otsotesare ( 1108 m ), monumento megalítico que se “ esconde “ bajo
las hayas.
En cómodo ascenso
continuaremos camino del Paso de Kolosobarnea ( 1159 m ), amplia “ brecha “
abierta entre rocas y lugar en el que recibiremos por nuestra izquierda ( S ),
señalizado con hitos, un notorio camino. Seguiremos al frente ( NE ) y no
tardamos en desembocar en el paraje de Pagomari ( 1170 m ), pequeña y herbosa
explanada en la que destaca un antiguo aparcamiento hasta el que antaño se
podía acceder con los vehículos.
A partir de este bello
enclave nuestro camino, San Migelgo bidea, acentúa su inclinación y no tarda en
adentrarse bajo las hayas, momento en el que se bifurca. Hacemos caso omiso del
camino que nace por la izquierda ( S ) para continuar de frente ( NW ) aunque a
escasos metros volvemos a toparnos con un nuevo cruce, lugar en el que nuevamente
optaremos por obviar el camino que desciende por la izquierda ( W ) mientras seguimos
al frente ( N ).
Caminamos bajo el
hayedo aunque no tardamos en abandonarlo para atravesar amplios “ claros “
mientras en nuestro camino afloran lo que parecen ser viejos tramos de calzada.
En breve daremos alcance a Igaratza Lezea ( 1237 m ), profunda sima enclavada a
la derecha ( N ) de nuestro camino que aparece “ defendida “ por un murete de
piedra.
Continuamos caminando
en agradable ascenso buscando salir a terreno abierto y no tardamos en
atravesar el Paso de Mandarrate ( 1231 m ), a partir del cual abandonaremos
definitivamente el hayedo.
Nuestro camino, San
Migelgo bidea, discurre en suave descenso mientras que a nuestra derecha ( E ),
en lo alto de la loma, asoma cercana la chabola de Martxo.
Tras corto descenso
iniciamos un tendido ascenso terminando por alcanzar un balizado cruce, lugar
en el que destaca un poste indicador. En este punto, abandonaremos nuestro
camino, San Migelgo bidea, que continúa de frente ( N ), a la vez que obviaremos
el que nace por la izquierda ( NW ) balizado con las marcas “ rojiblancas “ de la
GR de la Senda del Pastoreo en dirección a Lizarrusti ( 622 m ), mientras
optamos por tomar el que asciende por la derecha ( NE ), Desamendiko bidea.
El citado camino discurre
bajo la vertiente septentrional de la rocosa “ cimita “ de Atxispuru ( 1278 m )
mientras gana altura en cómodo ascenso por la herbosa ladera ( SW ) de
Desamendi ( 1309 m ), en cuya cumbre terminaremos desembocando “ cómodamente “.
Desamendi o
Desaomendi ( 1309 m ), amplia y herbosa cima en la que destaca un
buzón montañero. Bella y abierta panorámica.
Unas notorias “ rodadas
“ nos invitan a iniciar el descenso por la herbosa ladera en dirección opuesta
a la de ascenso mientras buscan encaminarse hacia una bucólica majada pastoril
que aparece enclavada bajo la vertiente meridional de la cumbre recién
visitada. Antes de alcanzar la mencionada majada, teniendo como referencia un
pequeño promontorio rocoso que aparece a nuestra izquierda ( E ), nos
desviaremos hacia este para dejarlo a nuestra derecha ( S ) mientras buscamos
continuar por una, en principio, poco perceptible senda.
De inmediato esta senda
gana notoriedad y se bifurca, punto en el que obviaremos la que nace por la
izquierda ( NE ) mientras iniciamos un tendido descenso por un camino ya más
marcado, el cual busca alcanzar el collado ( 1220 m ) que nos separa de
Desamendi Txiki ( 1249 m ), cimita que también pretendemos alcanzar.
Para ello, en el amplio
y herboso collado ( 1220 m ) obviaremos las “ rodadas “ que continúan por la
derecha ( E ), buscando evitar la mencionada cima, mientras remontamos por las
que ganan altura por la herbosa ladera sudoccidental y que terminan desembocando en la cumbre. Desamendi Txiki o Desaomendi
Txiki ( 1249 m ), amplia y herbosa cumbre que nos permite una
limitada panorámica. Sin señal alguna que la identifique.
Teniendo como
referencia el sentido en el que hemos alcanzado esta última cima, tomaremos por
la izquierda ( N ) un camino que en su comienzo no aparece muy marcado aunque
paulatinamente irá ganando notoriedad para perder altura en plácido descenso.
No tardaremos en
toparnos con un camino más nítido que atraviesa perpendicularmente por nuestra
derecha ( E ), por el que continuaremos al frente ( N ). En breve alcanzamos un
discreto cruce, lugar en el que optamos por tomar el camino que sigue hacia la
derecha ( N ) mientras gana altura en cómodo ascenso.
Rápidamente nos
situaremos bajo la vertiente meridional de la discreta “ cimita “ de Zeontza (
1221 m ), lugar en el que el camino tuerce paulatinamente hacia la derecha ( NE
) mientras a escasos metros sobre nuestras cabezas asoma cercana la citada “ cota
“ ( 1121 m ).
No tenemos más que
abandonar el camino momentáneamente para, sin apenas esfuerzo, alcanzar la
alargada y cercana loma cimera, la que alcanzaremos de inmediato. Zeontza
( 1221 m ), el dolmen del mismo nombre, señalizado con una placa, la
identifica. Bella y abierta panorámica hacia las numerosas cumbres que la
rodean.
Sin necesidad de
descender nuevamente para retomar nuestro camino, perderemos altura por la
tendida loma cimera en dirección a este, el cual continúa discurriendo bajo su
vertiente oriental.
En plácido descenso no
tardamos en dejar a nuestro paso una pequeña balsa, desde la que la pendiente
se acentúa mientras pierde altura hacia Usulako Erreka, riachuelo que
alcanzaremos en breve. Lo atravesamos para iniciar un paulatino ascenso buscando
alcanzar en breve un abrevadero, lugar en el que “ tropezamos “ con un camino
que atraviesa perpendicularmente, por el que continuaremos hacia la izquierda (
N ) .
En agradable discurrir
alcanzaremos un primer cruce de caminos, en el que optaremos por obviar el que
nace por la derecha ( NE ) mientras continuamos al frente ( N ). Apenas unos
pocos metros más adelante, ahora sí, descenderemos por la derecha ( E ) por un,
en principio, poco perceptible camino aunque, de inmediato, este ganará
notoriedad. Es Txingolako bidea.
En plácido caminar
iremos perdiendo altura cómodamente mientras buscamos alcanzar una amplia pista
que cruza perpendicularmente, por la que continuaremos hacia la derecha ( E )
para desembocarar en breve el collado de Urdangoene ( 1193 m ), estratégica
encrucijada de caminos sobre la que despunta Beloki ( 1276 m ).
A la derecha ( S ) de
la pista un pequeño hito señaliza el herboso camino, Gersagako bidea, que nace
en esa dirección, el cual tomaremos. Este no tarda en bifurcarse, lugar en el
que obviaremos el que continúa por la izquierda ( SE ) buscando dar acceso a
cercana chabola de Gaztelueta ( 1213 m ) mientras seguimos de frente ( S ) en
direción a una pequeña baliza.
Desde esta, el camino
se transforma en sendero para iniciar un acusado descenso mientras discurre
paralelo a Gersagako Erreka. Perdemos altura junto a su margen derecha hasta
que el riachuelo termina “ difuminándose “, punto en el que la senda se torna
pedregosa y se adentra bajo el hayedo, no tardando en abandonarlo para dejar a
su paso el paraje de Bustintza, en el que queda enclavada la chabola del mismo
nombre.
Nuestro camino se
dibuja notoriamente en el terreno mientras atravesamos tramos de arbolado y
otros más abiertos. En uno de estos claros, en el punto en el que volvemos a
adentrarnos bajo las hayas, a la derecha ( W ) de nuestro camino dejaremos a
nuestro paso un poco perceptible obituario.
Paulatinamente el
sendero va ganando notoriedad para convertirse en un amplio camino, el cual
deja a su izquierda ( E ), “ camuflada “ entre el frondoso bosque, la Borda de
Miguel ( 988 m ).
Seguimos descendiendo
bajo las hayas y nuestro amplio camino, en un claro del bosque se bifurca,
momento en el que abandonaremos el que sigue de frente ( SE ) en dirección a la
cercana carretera NA-7510 mientras continuamos por la derecha ( S ).
En breve nuestro camino
vuelve a bifurcarse, punto en el que decidimos continuar hacia la izquierda ( S
), en todo momento discurriendo bajo las hayas.
En plácido caminar
atravesaremos esporádicos claros en el bosque, en el primero de los cuales
recibiremos un sendero por la izquierda ( NE ), al que haremos caso omiso
mientras seguimos de frente ( S ).
Poco más adelante “
tropezamos “ con un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace
por la derecha ( SW ) para seguir nuevamente al frente ( S ).
La senda atraviesa el
tupido hayedo que se extiende bajo la vertiente oriental de Lurgorri ( 1086 m )
y termina alcanzando una alambrada. Caminaremos junto a esta para torcer a su
vera y, saliendo a terreno despejado, terminar desembocando en el lugar en el
que dio comienzo esta ruta, el aparcamiento enclavado junto a las ruinas de la
antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m ).
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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En la curva que traza la carretera NA-7510 a la altura del kilómetro 13 y en las inmediaciones del lugar en el que antaño se erigía la Casa Forestal de Aralar o Guardetxe, destaca una gran aparcamiento, punto en el que estacionaremos nuestro vehículo |
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En la parte alta del aparcamiento destaca el portillo que da acceso a una gran pista, junto al que llama nuestra atención un panel informativo |
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Detalle del panel informativo enclavado en la parte alta del aparcamiento |
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Atravesamos el portillo que da acceso a la amplia pista, Berigaingo bidea, por la que comenzaremos a caminar |
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Nada más atravesar el portillo, a la orilla de Berigaingo bidea, destaca un panel informativo |
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Detalle del panel informativo enclavado a la orilla de Berigaingo bidea
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Comenzamos a caminar en suave ascenso por Berigaingo bidea
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Berigaingo bidea se convierte en una enorme pista y no tarda en dejar a su paso, " escondido " entre el hayedo, un dolmen ( izda ) |
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Una pequeña " plataforma ", en la que queda enclavado el dolmen, lo delata
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Dolmen de Aubia Norte, enclavado a escasos metros de la amplia pista ( izda )
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Placa que identifica el dolmen de Aubia Norte |
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Dejando a nuestro paso la placa ( dcha ) que identifica el dolmen de Aubia Norte retomamos la amplia y cercana pista |
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De inmediato nos topamos con una bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos al frente por la pista |
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Caminamos plácidamente y en tendido ascenso por la amplia pista |
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Las yeguas comienzan a bajar de la sierra |
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Las nubes altas cubren el cielo |
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Volvemos a toparnos con una nueva bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos por la amplia pista que pasa a denominarse Igaratzako bidea
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A la derecha de la pista por la que caminamos llamará nuestar atención un gran murete de piedra, el cual " defiende " la sima de Beingo Leizea |
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Murete de piedra que " defiende " la sima de Beingo Leizea |
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Taco de cemento en el que aparece el nombre de la sima y en el que se " ruega " no se eche basura en esta |
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Sima de Beingo Leizea |
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Dejamos atrás la sima de Beingo Leizea para retomar Igaratzako bidea |
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La amplia y siempre " monótona " pista continúa su paulatino ascenso |
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Mientras caminamos por Igaratzako bidea, a la orilla de este llamará nuestar atención la placa que señaliza un dolmen |
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Dolmen de Otsotesare
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Dolmen de Otsotesare |
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Detalle de la placa que señaliza el dolmen de Otsotesare
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Retomamos la amplia pista, Igaratzako bidea, que se abre paso entre hayas de gran porte |
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La amplia pista, ahora denominada San Migelgo bidea, continúa su plácido ascenso
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Alcanzamos el Paso de Kolosobarnea
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En el Paso de Kolosobarnea, señalizado con hitos, recibimos por la izquierda un amplio camino, al cual haremos caso omiso mientras continuamos por la pista ( dcha )
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Camino que obviaremos en el Paso de Kolosobarnea |
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La pista por la que caminamos, San Migelgo bidea, se abre paso entre las hayas |
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Ante nosotros asoma cercano el paraje de Pagomari |
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Cuando alcanzamos Pagomari, a nuestra derecha vemos como se xtiende una extensa pradera. Es la majada de Intzazelai |
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Entre el arbolado asoman tímidamente algunas de las chabolas pastoriles de la majada de Intzazelai
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Alcanzamos el paraje de Pagomari |
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En Pagomari dejaremos a nuestro paso un amplio aparcamiento
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Panel informativo situado en el aparcamiento de Pagomari |
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Desde el aparcamiento de Pagomari buscaremos retomar nuestro camino, la amplia pista ( centro ) que remonta en acusado ascenso
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La pista, San Migelgo bidea, acentúa paulatinamente la inclinación |
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Desde nuestro camino damos vista a Beriain ( centro ) que asoma en el horizonte |
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Nuestro camino, San Migelgo bidea, busca adentrarse en el hayedo
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Las nubes siguen cubriendo el cielo |
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Las hayas flanquean nuestro camino |
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Nos topamos con una notoria bifurcación, momento en el que haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda mientras continuamos por la derecha |
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Apenas unos pocos metros más adelamte volvemos a " tropezar " con un nuevo cruce, punto en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras optamos por seguir por la derecha |
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El camino, San Migelgo bidea, discurre entre un bello hayedo
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Nuestro camino vuelve a salir a terreno abierto |
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San Migelgo bidea muestra esporádicos tramos de lo que parece ser una calzada
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Bello tramo de calzada |
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A la derecha del camino aparece un nuevo cerco de piedra que " defiende " una nueva sima, es Igaratza Lezea |
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Taco de cemento en el que aparece el nombre de la sima y en el que se " ruega " no se eche basura en esta |
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Igaratza Lezea |
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Retomamos nuestro camino dejando atrás el muro de piedra que " protege " Igaratza Lezea
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Retomamos nuestro camino |
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El camino continúa su " cómodo " ascenso |
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San Migelgo bidea abandona el hayedo para volver a salir a terreno despejado |
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El camino busca alcanzar el Paso de Mandarrate |
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Nuestro camino se adentra en el hayedo de nuevo atravesando el Paso de Mandarrate |
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Paso de Mandarrate |
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Atravesamos un bello tramo de hayedo |
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Volvemos a cruzarnos con un nuevo grupo de yeguas que también comienzan a bajar de la sierra |
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Sin apenas pendiente atravesamos herbosas praderas |
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Sobre nuestro camino, a la derecha, destaca la chabola de Martxo |
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Chabola de Martxo
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Desde nuestro camino damos vista a Arbisoro ( izda ) y Aparein ( dcha ) |
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La rocosa cima de Putxerri asoma tímidamente sobre la alomada cumbre de Aparein |
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Putxerri ( centro ) despunta sobre la alomada cumbre de Aparein, bajo la que asoma la majada pastoril de Arbisoro |
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No tardaremos en alcanzar una encrucijada de caminos, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que abandonaremos los que continúan por la izquierda y de frente para tomar el que nace por la derecha |
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Detalle del poste indicador que dejaremos a nuestro paso en la encrucijada de caminos |
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Desde el poste indicador, obviando la amplia pista que remonta al frente ( centro ), tomaremos el camino, Desamendiko bidea, que nace por nuestra derecha |
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El camino tomado, sobre el que asoma la rocosa cumbre de Atxispuru ( dcha ), gana altura en dirección a la amplia y herbosa cumbre de Desamendi |
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Desde nuestro camino echamos una mirada atrás hacia Putxerri ( izda ), rocosa cumbre que despunta en el horizonte
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Desamendiko bidea asciende por la herbosa ladera SW. de Desamendi |
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Sobre nuestro camino despunta la rocosa " cimita " de Atxispuru |
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Jóvenes terneros en las laderas de Desamendi |
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Las discretas y herbosas cumbres de Errenaga y Pagota se extienden bajo el macizo de Pardarri ( centro ) |
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Desde las laderas de Desamendi, en las que pacen plácidamente los rebaños de ovejas, damos vista a Artxueta ( izda ) y Beriain ( dcha ) |
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Conforme ascendemos hacia la cima de Desamendi nuestro camino pierde inclinación paulatinamente |
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Con Putxerri ( izda ) despuntando a nuestra espalda, los metros finales hacia la cima de Desamendi resultan muy " cómodos " |
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El herboso camino, Desamendiko bidea, busca alcanzar la amplia cima de Desamendi, en la que ya asoma el buzón montañero |
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Cima de Desamendi
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Buzón montañero en la cima de Desamendi con vista a Putxerri ( izda ) mientras que en el horizonte despuntan Aratz y la Sierra de Aizkorri |
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Placa en la cima de Desamendi o Desaomendi |
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Detalle de la placa colocada en el buzón cimero de Desamendi
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Mi mujer Edurne en la cima de Desamendi
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Entre Kurutzeaga ( izda ) y Mendiaundi ( dcha ) asoma Mendaur ( centro ) |
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Junto a mi mujer Edurne en la cima de Desamendi |
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Desde la cima de Desamendi damos vista a la majada pastoril de Desao que se " esconde " bajo su vertiente meridional |
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Majada pastoril de Desao, enclavada bajo la vertiente meridional de Desamendi |
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El Refugio de Desao, también enclavado bajo la vertiente meridional de Desamendi, llama nuestra atención |
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Abandonamos la cima de Desamendi tomando el herboso camino que se dibuja notorio en la ladera opuesta a la de ascenso
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Nuestro camino parece dirigirse hacia la majada pastoril de Desao |
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Teniendo como referencia el montículo rocoso que asoma ante nosotros ( izda ), abandonaremos el notorio camino que desciende hacia la majada pastoril de Desao mientras tomamos la herbosa senda que nace por la izquierda |
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El sendero tomado gana notoriedad de inmediato mientras busca descender hacia el collado de Urrutiko Iurriña, sobre el que destaca la " modesta " cima de Desamendi Txiki ( centro ), tras la que despunta Txemiñe/Txameni ( dcha ) |
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Nuestro camino parece dirigirse hacia el Refugio de Desao ( dcha ) |
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Refugio de Desao |
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Nuestro camino gana en notoriedad mientras que ante nosotros asoma cercana la redondeada cumbre de Desamendi Txiki ( izda ), tras la que destaca Txameni/Txemiñe ( centro ) |
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El notorio camino remonta por la herbosa ladera SW. de Desamendi Txiki, tras la que asoma Txameni/Txemiñe ( dcha ) |
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Atravesamos el collado de Urrutiko Iurriña, sobre el que destaca Desamendi ( dcha ), cima recién visitada |
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Desde la subida a Desamendi Txiki echamos una mirada atrás hacia el collado de Urrutiko Iurriña |
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En el collado de Urrutiko Iurriña destaca el Refugio de Desao
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Desde las laderas de Desamendi Txiki echamos una mirada hacia su " hermano mayor ", Desamendi ( centro ) |
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Desembocamos en la amplia y herbosa cumbre de Desamendi Txiki dando vista a Txameni/Txemiñe ( centro ), tras la que asoman Beloki ( izda ) y Artxueta ( dcha ) en el horizonte
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Desde la cima de Desamendi Txiki damos vista a Kurutzeaga ( izda ), Mendiaundi y Atallorbe/Atallaurre ( centro ) |
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Mi mujer Edurne en la cima de Desamendi Txiki
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Mirada hacia Desamendi ( dcha ), cumbre que acabamos de visitar, desde la cima de Desamendi Txiki
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Abandonamos la amplia y herbosa cima de Desamendi Txiki por su ladera septentrional dando vista a Irumugarrieta ( centro ), el " techo " de la Sierra de Aralar que asoma al fondo |
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El camino amenaza con difuminarse en la herbosa ladera septentrional de Desamendi Txiki |
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Paulatinamente el herboso camino va ganando notoriedad de nuevo |
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Definitivamente el camino vuelve a dibujarse nítido en las herbosas praderas |
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Desembocamos en un camino más notorio que atraviesa perpendicularmente, por el que continuaremos al frente ( izda ) |
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Mirada atrás hacia nuestro herboso camino ( dcha ) en el punto en el que desemboca en otro más notorio ( izda ), por el que continuaremos al frente ( desde donde saco la foto ) |
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Nuestro herboso camino se bifurca de inmediato, lugar en el que optamos por continuar hacia la derecha en dirección a la cercana loma de Zeontza que se extiende ante nosotros |
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El camino se dibuja notorio en la herbosa ladera meridional de Zeontza, desde donde damos vista a Beloki ( dcha ), hacia el que deberemos dirigirrnos |
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Sobre nuestras cabezas asoma cercana la amplia y herbosa " cimita " de Zeontza, hacia la que nos desviaremos apenas unos pocos del camino |
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Cima de Zeontza, en la que destaca el dolmen del mismo nombre |
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Placa que señaliza el dolmen de Zeontza |
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Dolmen de Zeontza con vista hacia Mendiaundi ( izda ) y Atallorbe/Atallaurre ( centro ) |
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Dolmen de Zeontza con vista hacia Desamendi ( dcha ) y Desamendi Txiki ( izda ), cimas que acabamos de visitar |
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Dolmen de Zeontza, bajo el que asoma cercano el camino por el que deberemos continuar en dirección a Beloki ( centro )
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Abandonamos la cima de Zeontza, en la que llama la atención el dolmen del mismo nombre |
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Desde la cima de Zeontza buscamos retomar nuestro herboso camino, sobre el que destacan Txameni/Txemiñe ( dcha ) y Beloki ( centro ) |
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Nuestro herboso camino toma dirección a Beloki ( centro ) |
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A nuestro paso, junto al camino, dejaremos una pequeña balsa |
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Nuestro herboso camino, en algunos tramos, parece dirigirse hacia Txameni/Txemiñe ( centro ) |
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El camino atraviesa Usulako Erreka |
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Usulako Erreka, riachuelo sobre el que despunta Txameni/Txemiñe |
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Remontamos en " cómodo " ascenso por las herbosas praderas sobre la que destaca Irumugarrieta ( centro ) |
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Con vista a Beloki ( centro ) nos topamos con un abrevadero, lugar en el que atraviesa perpendicularmente un herboso camino. Lo tomaremos para continuar hacia la izquierda |
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Junto al abrevadero con el que nos hemos topado, unos pocos metros más arriba, destaca un redil para el ganado y sobre este despunta Txameni/Txemiñe ( dcha ) |
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Sobre el abrevadero despunta Txameni/Txemiñe
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Desde el abrevadero tomaremos el herboso camino que ahora parece tomar dirección hacia Mendiaundi ( izda ) y Atallorbe/Atallaurre ( dcha ) |
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Cruce de caminos, lugar en el que abandonaremos el que sigue de frente para tomar el que desciende por la derecha |
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El herboso y notorio camino, Txingolako bidea, definitivamente toma dirección hacia Beloki ( dcha ) |
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No tardaremos en desembocar en una amplia pista, Maantsaoko bidea, por la que continuaremos al frente |
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Sobre nuestras cabezas destaca la cima de Txorrotxeta ( centro ) y, tras esta, Txameni/Txemiñe. En el horizonte asoma Desamendi ( dcha ) |
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Caminamos por las herbosas praderas junto a la pista, sobre la que destaca Beloki ( dcha ) |
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Alcanzamos el collado de Urdangoene, sobre el que despunta Beloki y lugar en el que abandonamos Maantsaoko bidea para tomar el camino, Gersagako bidea, que junto a un hito nace por la derecha |
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En el collado de Urdangoene tomamos Gersagako bidea, herboso camino que nace por nuestra derecha ( centro en la foto ) |
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Nuestro camino, Gersagako bidea, se bifurca de inmediato, lugar en el que lo abandonaremos para continuar de frente ( dcha ) |
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Las balizas ( dcha ) señalizan nuestro camino mientras que Beriain asoma en el horizonte |
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El camino tomado inicia un paulatino descenso " encajonándose " entre herbosas laderas |
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Nuestro camino ( izda ) desciende paralelo a Gersagako Erreka |
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Atravesamos Gersagako Erreka para continuar al frente |
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Sobre Gersagako Erreka, a nuestra izquierda, despunta Beloki |
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El camino discurre en todo momento junto a Gersagako Erreka |
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Nuestro sendero amenaza con difuminarse en las herbosas praderas |
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Mirada atrás hacia Beloki ( centro ) |
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El sendero ( dcha ) se torna pedregoso mientras discurre junto a la margen derecha de Gersagako Erreka ( izda )
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Tras atravesar un corto tramo entre rocas no tardaremos en volver a salir a terreno abierto, lugar en el que nuestro camino continúa notorio |
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La senda por la que caminamos deja a su paso la Borda de Bustintza
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Borda de Bustintza |
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La Borda de Bustintza queda rápidamente atrás |
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La senda discurre notoria mientras atraviesa herbosas campas |
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El sendero se encamina nuevamente hacia el hayedo |
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El camino gana notoriedad mientras se abre paso entre rocas |
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Esporádicos hitos ( centro ) balizan el camino a seguir |
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La senda en algunos tramos se torna pedregosa |
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No tardamos en volver a salir a terreno abierto, lugar en el que nuestro camino deja a su paso una pinar " arrasado " |
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A nuestro paso, a la derecha del camino, dejaremos a nuestro paso un obituario |
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A la derecha del camino ( izquierda en la foto ) aparece un obituario
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Detalle del obituario |
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De nuevo nuestro camino busca adentrarse bajo el frondoso hayedo |
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En algunos tramos nuestro camino se transforma en pista |
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Iniciamos un acusado descenso entre hayas
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Junto a nuestro camino, a la derecha y bajo las hayas, asoma un rústico " refugio " |
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Refugio en el hayedo
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Refugio en el hayedo |
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Retomamos nuestro camino, el cual se hace más notorio paulatinamente y hace caso omiso al que nace por nuestra derecha |
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La Borda Miguel, enclavada a la izquierda de nuestro camino, asoma entre el arbolado |
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El notorio camino se abre paso entre un frondoso entorno |
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Nos topamos con un notorio cruce, lugar en el que obviaremos el camino que recibimos por la derecha. Seguimos al frente ( centro ) |
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No tardaremos en " tropezar " con una nueva bifurcación, encrucijada de caminos en la que, ahora si, abandonaremos el " principal " ( izda ) para tomar el que nace por la derecha. Un pequeño grupo, intentando evitar el tramo de carretera que une el Dolmen de Albi con la Casa Forestal, se une a nosotros |
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Nuestro camino discurre notorio entre las hayas
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Alcanzamos un cruce, punto en el que deberemos hacer caso omiso del camino que recibimos por la derecha mientras seguimos de frente ( izda ) |
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Nuestro camino se vuelve a bifurcar en breve, lugar en el que deberemos continuar por la izquierda |
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Alcanzamos un claro en el bosque, en el que deberemos continuar al frente ( centro ) entre pinos |
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Caminamos bajo un frondoso paraje |
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Alcanzamos una alambrada y junto a esta el punto en el que traza una ángulo de 90º hacia la izquierda. Abandonando el camino que sigue de frente continuamos por la izquierda junto al cerrado |
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Atravesamos una herbosa campa mientras ya divisamos el amplio aparcamiento en el que ha dado comienzo este itinerario |
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No tardamos en desembocar en el amplio y concurrido aparcamiento
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Aparcamiento en las inmediaciones de la antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe, comienzo y final de este itinerario |
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