martes, 9 de agosto de 2022

Launtze-Ireber-Ernaitzu/Ernaizu-Seganbe/Seanbe ( Desde Arrarás/Arrarats )

Situado en el extremo noroccidental del Valle de Basaburúa, no muy distante de su límite con el Valle de Malerreka que se extiende al Norte y del Valle de Larraún que lo hace al Oeste, el monte Ireber ( 1208 m ) es la máxima elevación de la divisoria cantábrico-mediterránea en el tramo comprendido entre el Puerto de Belate ( 847 m ) y el Puerto de Azpíroz ( 616 m ).

Su “ recóndita “ situación geográfica, alejado “ relativamente “ de núcleo de población alguno, y sobre todo el estar conformado por un conjunto de suaves y redondeadas cimas de similar altitud que las hace pasar prácticamente desapercibidas ante la mirada de los montañeros que normalmente buscan cumbres más “ airosas “, hace de este macizo un “ enclave “ habitualmente poco frecuentado.

El anteriormente mencionado Ireber ( 1208 m ), su “ vecino “ Ernaitzu ( 1204 m ), así como el también “ cercano “ Launtze ( 1195 m ), conforman una “ trilogía “ digna de visitar.

Como he comentado anteriormente, estas cumbres quedan “ relativamente “ alejadas de núcleos de población por lo que los puntos de partida más habituales para los que buscan alcanzarlas de una manera más “ cómoda “ suelen ser: Iontza ( 901 m ), paraje al que accede una estrecha carreterita que nace en Beruete ( 700 m ), el Puerto de Huici ( 808 m ) o el Puerto de Usategieta ( 693 m ), conocido también como Alto de Tardoa, Alto de Ezkurra o Basakabi.

Los que buscan itinerarios más “ largos “ hacia estas cumbres y además quieren tomar como punto de partida algún núcleo de población deberían pensar en hacerlo desde Beruete ( 700 m ) o Arrarás ( 670 m ), localidades ambas pertenecientes al Valle de Basaburúa y que serían las poblaciones más “ cercanas “.

En esta ocasión va a ser esta última localidad, Arrarás ( 670 m ), la que voy a utilizar como punto de partida para este itinerario, ruta en la que visitaremos primeramente el bucólico paraje de Otsola para posteriormente, tras “ coronar “ esta “ trilogía “ de cumbres y el “ vecino  “ Seanbe/Seganbe ( 1018 m ), retornar al punto de partida en sencilla “ circular “. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis.

 

Resumen del Itinerario

 

Comenzamos este itinerario en Arrarás ( 670 m ), concretamente junto a la iglesia erigida en honor a San Pedro que aparece enclavada en la parte alta de esta pequeña localidad perteneciente al Valle de Basaburúa.

Por la izquierda de la citada iglesia tomaremos el carretil cementado, Otsolako bidea, que tras dejar a su paso algún disperso caserío perteneciente a la mencionada población, da acceso al bucólico paraje de Otsola ( 903 m ).

En este bello enclave enlazamos con la Senda GR-12, junto a cuyas balizas atravesaremos extensas y herbosas praderas mientras buscamos adentrarnos en el hayedo. Alcanzamos su parte alta, punto en el que las abandonaremos para continuar ganando altura, ya por terreno despejado, hacia el collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ) aunque antes nos desviaremos hacia la cercana cumbre de Launtze/Laontze ( 1195 m ).

Desde esta, ahora sí, descendemos hasta el citado cuello ( 1170 m ), lugar en el que destaca el dolmen del mismo nombre y en cuyas inmediaciones asoma un pequeño refugio.

Un discreto sendero atraviesa un corto tramo de arbolado para posteriormente desembocar bajo la herbosa vertiente septentrional de Ireber ( 1208 m ), cuya rocosa cumbre alcanzaremos rápidamente y sin dificultad reseñable.

Descendemos en dirección opuesta a la de ascenso buscando alcanzar el collado de Sobresate ( 1134 m ), cuello en el que volvemos a “ tropezar “ con las balizas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12 que atraviesan perpendicularmente y que volveremos a obviar para continuar ganando altura por la herbosa ladera NW. de Ernaitzu ( 1204 m ), en cuya cumbre desembocaremos cómodamente.

Nuevamente perderemos altura por la vertiente opuesta a la de ascenso buscando alcanzar el sendero por el que terminaremos desembocando en el collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), atravesado por una amplia pista, Arrarasbide.

Tomamos esta por la izquierda ( NE ) encaminándonos hacia la localidad en la que dio inicio este itinerario, Arrarás ( 670 m ). Apenas habremos caminado unos pocos metros por la citada pista cuando nos topamos con un notorio cruce, lugar en el que decidimos desviarnos hacia la cima de Seanbe/Seganbe ( 1018 m ).

El notorio camino que nace por la derecha ( E ) se encajona entre pinos e inicia un cómodo ascenso. En breve nos adentraremos entre las hayas hasta que alcanzamos un tupido pinar, el cual atravesaremos por notorio sendero para, posteriormente y de nuevo entre hayas, desembocar en la citada cumbre, Seanbe/Seganbe ( 1018 m ).

El camino utilizado en el ascenso nos devuelve al collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), cuello en el que, ahora sí, tomaremos la amplia pista, Arrarasbide, que nos permitirá retornar al punto de partida, la pequeña localidad de Arrarás ( 670 m ).

 

Datos del Itinerario

 

Desnivel: 823 m

Tiempo: De 4 h a 6 h

Distancia: 13´77 km

Inicio: Arrarás ( Valle de Basaburua )

Fecha de realización: Abril 2022

Epoca recomendada: Todo el año

Cimas: Launtze/Laontze ( 1195 m ); Ireber ( 1208 m ); Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ); Seanbe/Seganbe ( 1018 m ) 

 

Descripción del Itinerario

 

Este itinerario lo iniciaremos desde la parte alta de Arrarás ( 670 m ), lugar en el que destaca la iglesia de la localidad, erigida en honor a San Pedro.

Por la izquierda del edificio religioso nace una pista hormigonada que nos permitirá abandonar el casco urbano de esta pequeña población del Valle de Basaburúa dejando a su paso un par de viviendas situadas a sus afueras. Un cartel nos indica la prohibición del “ paso de vehículos “, evitando así la circulación por el carretil cementado por el que nosotros caminamos.

No tardaremos en dejar a nuestro paso unas “ leñeras “ y poco más adelante un paso canadiense, tras el que cual el vial cementado se bifurca. Obviaremos el camino, Muskilloko bidea, que nace por la derecha ( E ) mientras continuamos de frente ( N ) por Otsolako bidea.

Paulatinamente el vial cementado por el que continuamos ascendiendo pierde inclinación permitiéndonos un “ plácido “ discurrir. A nuestro paso dejaremos en breve Kasteneko Borda ( 735 m ) y posteriormente Etxeaundiko Borda ( 748 m ), dos bellos y cuidados caserones asentados a orillas de Otsolako bidea.

El cementado camino continúa su discurrir mientras por nuestra izquierda ( W ), en el fondo del barranco, va apareciendo Alkardurko Erreka, riachuelo que tras épocas de lluvias desciende de forma caudalosa formando bellas cascadas.

Cuando Otsolako bidea definitivamente pierde inclinación su piso deja de ser cementado para ser de tierra, momento a partir del cual Alkardurko Erreka discurrirá a escasos metros a nuestra izquierda ( W ) ya de forma más “ tendida “.

En breve alcanzaremos un portillo que nos cierra el paso y que, tras atravesarlo, nos permite el acceso al bello enclave de Otsola ( 903 m ).

Caminamos por la amplia pista en dirección a un cercano poste indicador, lugar en el que enlazamos con la Senda de Euskal Herria o GR-12 y punto en el que recibiremos por la derecha ( E ) el camino procedente del Alto del Puerto de Gorostieta ( 830 m ), el cual obviaremos.

Continuamos de frente ( N ) por la notoria pista que busca cruzar el cauce del pequeño riachuelo que atraviesa perpendicularmente. Dependiendo del caudal de este, puede que tengamos problemas para salvarlo aunque, a escasos metros a nuestra derecha ( N ), un pequeño puente de madera nos permitirá hacerlo si ninguna dificultad.

Salvado el riachuelo la pista vuelve a bifurcarse, momento en el que haremos caso omiso de la que nace por la derecha ( N ) y del camino que lo hace por la izquierda ( S), siendo este último por el que continúa la Senda GR-12. Nosotros continuaremos de frente ( NW ).

El camino tomado se muestra herboso mientras discurre amplio y notorio entre los arbustos que se extienden bajo la vertiente meridional de la discreta “ cimita “ de Arnabarrita ( 1009 m ). No tardaremos en volver a toparnos con las marcas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12 que nos atraviesa perpendicularmente, por la que continuaremos hacia la derecha ( W ) encaminándonos hacia el cercano portillo que nos permitirá salvar la alambrada que nos cierra el paso.

Una vez atravesado el citado portillo el camino pasa a convertirse en senda y de inmediato se adentra en el frondoso hayedo, por el que, acompañados en todo momento de las balizas “ rojiblancas “,  iniciaremos un acusado ascenso.

El sendero alcanza la parte alta del bosque de hayas, lugar en el que un pequeño portillo nos permitirá salir a terreno abierto. Abandonamos las balizas “ rojiblancas “ que continúan por nuestra izquierda ( S ) en dirección al Portillo de Sobresate ( 1134 m ) para, dejando un abrevadero a nuestra derecha ( N ), remontar por la herbosa ladera que se extiende ante nosotros.

Evitando alcanzar la pista que asciende por nuestra izquierda ( S ) la discreta senda por la que ganamos altura, en algunos momentos inapreciable, no tarda en desembocar en la amplia y herbosa cumbre de Launtze/Laontze ( 1195 m ). Sin señal alguna que la identifique. Bella y abierta panorámica.

Sin camino definido descenderemos por la herbosa ladera meridional de la cima recién conquistada mientras buscamos alcanzar el cercano collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ), en el que destaca el dolmen del mismo nombre y un redil para el ganado. Por la izquierda ( SE ) recibimos la pista que evitamos anteriormente y junto a la que, enclavado a escasos metros, destaca un pequeño refugio.

Tras visitarlo, situados nuevamente en el collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ), tomaremos un pequeño y no muy notorio sendero que, dejando el redil para el ganado citado anteriormente a la derecha ( W ), busca adentrarse entre las hayas.

La senda de inmediato gana notoriedad para, tras corto discurrir por el hayedo, salir a terreno abierto, desembocando bajo la ladera septentrional de Ireber ( 1208 m ), cuya rocosa cumbre despunta cercana sobre nuestras cabezas.

Una prácticamente inapreciable senda se dibuja en la herbosa ladera buscando evitar el rocoso mogote cimero por la derecha ( NW ). Dejamos atrás la hierba para, ya entre rocas y sin excesivas dificultades, desembocar en la citada cima. Ireber ( 1208 m ), amplia cumbre salpicada de rocas entre las que destacan dos buzones montañeros. Bella y abierta panorámica.

En dirección opuesta a la de ascenso iniciaremos el descenso entre rocas para alcanzar de inmediato el notorio sendero que se dibuja en la herbosa ladera y por el que buscaremos encaminarnos hacia el hayedo.

Entre hayas alcanzaremos de inmediato una pista que atraviesa perpendicularmente, por la que continuaremos hacia la izquierda ( N ) buscando salir al collado de Sobresate ( 1134 m ), cuello en el que desembocamos de inmediato y lugar en el que volvemos a enlazar con las marcas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12. Una baliza lo señaliza.

De frente ( SE ), ante nosotros y en la herbosa ladera, se dibuja una notoria “ rodada “ que tomaremos para iniciar el “ cómodo “ ascenso que nos permitirá desembocar rápidamente en la cima de Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ). Amplia y herbosa cumbre en la que destacan un vértice geodésico y dos buzones montañeros. Bella y abierta panorámica.

Iniciamos el descenso encaminándonos hacia la cercana cota arbolada que asoma cercana y en cuyas inmediaciones nos toparemos con una alambrada.

Apenas unos metros antes de alcanzar la citada alambrada buscaremos el discreto sendero que desciende por la derecha ( SE ) adentrándose entre las hayas. No tardaremos en abandonar el hayedo para salir a una extensa campa herbosa, lugar en el que alcanzamos un amplio camino y punto en el que obviaremos el marcado sendero que nace por nuestra izquierda ( NE ) mientras descendemos por la derecha ( E ) en dirección al bosque de hayas que se extiende en esa dirección.

Una vez alcanzado el citado hayedo nos adentraremos por un, en principio, poco perceptible sendero, el cual no tardará en ganar notoriedad para convertirse en un camino que aparece balizado con esporádicos hitos. Este no tarda en alcanzar un rústico portillo con “ paso “ aledaño, por el cual atravesaremos “ cómodamente “ la alambrada que cierra nuestro camino.

A partir del citado portillo el camino se difumina entre las hayas aunque siguiendo en la misma dirección ( SE ) no nos resultará complicado desembocar en una pequeña pista, por la que continuaremos descendiendo hacia la derecha ( S ).

Discurrimos bajo un “ clareado “ hayedo y no tardamos en alcanzar una abierta campa situada bajo la vertiente septentrional de la discreta y prácticamente apreciable cumbre de Txiale ( 1023 m ), “ cimita “ que hoy obviaremos.

Atravesaremos la citada campa para volver a adentrarnos en el hayedo, momento en el que haremos caso omiso del camino que continúa por la derecha ( W ) mientras nosotros seguimos por la izquierda ( E ).

El camino se abre paso entre las hayas en un notorio discurrir mientras pierde altura “ cómodamente “. Paulatinamente este irá perdiendo entidad para transformarse en senda, por la que terminaremos abandonando el hayedo buscando salir a terreno abierto.

El sendero alcanza el borde superior de un prado, junto a cuya alambrada lo “ rodearemos “ para terminar desembocando en el collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), discreto cuello que es atravesado por una amplia pista, Arrarasbide.

Tomamos la pista por la izquierda ( NE ) aunque, apenas unos pocos metros más adelante, la abandonaremos por la derecha ( E ) para tomar una menos notoria, pero perfectamente marcada, que se adentra entre los pinos mientras inicia un tendido ascenso.

No tardaremos en dejar atrás el pinar para pasar a discurrir entre las hayas, momento en el que la pendiente se va acentuando mientras busca alcanzar un tupido pinar que destaca en la parte alta de nuestro siguiente objetivo, Seanbe/Seganbe ( 1018 m ).

Alcanzado el citado pinar, el camino se transforma en estrecho pero notorio sendero para discurrir bajo este. Tras corto caminar bajo los pinos nuevamente nos adentraremos entre las hayas para continuar nuestro ascenso, en todo momento por el notorio sendero que terminará por acentuar su pendiente hasta desembocar en la cima de Seanbe/Seganbe ( 1018 m ). Un viejo buzón montañero la señaliza. Llama nuestra atención una talla de madera colocada en un haya. Sin panorámica alguna.

El camino utilizado en el ascenso nos devuelve de nuevo al collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), en el que, ahora sí, tomaremos por la derecha ( NE ) para continuar descendiendo hacia la localidad de Arrarás ( 670 m ).

La pista, cementada en los tramos de mayor pendiente, no da lugar a la menor duda y por ella descenderemos hasta que desembocamos en una estratégica bifurcación, en la que continuaremos por la izquierda ( NE ).

No tardamos en “ tropezar “ con un nuevo cruce, punto en el que haremos caso omiso del camino que continúa de frente ( N ) mientras seguimos por la derecha ( E ). El camino tomado atraviesa Otsolako Erreka, cuyo cauce nosotros evitaremos por un puente de hormigón.

La pista cementada inicia un brutal ascenso para desembocar de inmediato en Arrarás ( 670 m ), localidad por la que callejearemos buscando alcanzar su parte alta, lugar en el que tenemos estacionado nuestro vehículo y desde donde iniciamos este itinerario. 


Track del Itinerario


Fotos del Itinerario


Estacionamos nuestro vehículo en la parte alta de Arrarás, en las inmediaciones de la iglesia de la localidad 

Iglesia de Arrarás, erigida en honor a San Pedro

Casa en Arrarás 

Escudo en la fachada de una casa de Arrarás

Amanece en Arrarás, localidad sobre cuyos tejados despunta Txiale ( centro )

Gallinero en Arrarás   

Iniciamos nuestro itinerario tomando el carretil cementado que nace por la izquierda de la iglesia de Arrarás 

Rápidamente dejaremos atrás el casco urbano de Arrarás

El carretil cementado gana altura en acusado ascenso dejando a su paso las casas enclavadas en la parte más elevada de Arrarás

Aviso a " navegantes ", no está permitido la circulación de vehículos por el carretil cementado por el que caminamos 

Junto al carretil hormigonado por el que continuamos ascendiendo dejaremos a nuestro paso varias chabolas y leñeras

Atravesamos un paso canadiense, tras el cual el carretil cementado se bifurca

Bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino, Muskilloko bidea, que nace por la derecha para continuar de frente por Otsolako bidea 

Seganbe/Seanbe ( izda ) y Txiale ( dcha ), boscosas cumbres entre las que se abre el collado de Arrarás o Karate, despuntan cercanos

Otsolako bidea parece perder inclinación mientras discurre bajo la boscosa ladera de Beigañe/Begaña 

Ganamos altura plácidamente por Otsolako bidea

Otsolako bidea deja a su paso Kasteneko Borda

Desde Kasteneko Borda echamos una mirada hacia Arrarás

Otsolako bidea continúa su tendido ascenso

Etxeaundiko Borda asoma sobre nuestro camino

Un pequeño cartel identifica todos los caseríos del Valle de Basaburua 

Otsolako bidea deja atrás Etxeaundiko Borda  

El cementado camino, Otsolako bidea, nos permite un agradable y placentero ascenso

Bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos de frente por el carretil hormigonado 

Las últimas lluvias han alimentado generosamente las regatas y estas bajan con abundante caudal

La regata y su generoso caudal atraviesan Otsolako bidea

Caudalosa regata 

La regata cae en forma de bellas cascadas

Continuamos ascendiendo por Otsolako bidea

Numerosas regatas discurren por las frondosas laderas de Beigañe/Begaña

El carretil cementado aparece " cortado " aunque tiene una pequeña " variante " por su derecha

De inmediato volvemos a desembocar en el carretil cementado, Otsolako bidea, que aparece " cortado " 

Entre el frondoso arbolado que nos rodea conseguimos dar vista a Arrarás

Otsolako bidea parece acentuar nuevamente su inclinación

Arrarás ( izda ) aparece en el fondo de un cerrado valle mientras que Seganbe/Seanbe ( dcha ) despunta en primer término 

Arrarás asoma en el valle mientras que La Higa ( centro ) despunta en el horizonte

Un tramo de Otsolako Bidea aparece " protegido " 

  Alkardurko Erreka discurre bajo nuestro camino

Bajo Otsolako bidea discurre caudalosa Alkardurko Erreka

Alkardurko Erreka baja con abundante caudal

Pequeñas cascadas forman Alkardurko Erreka

Algunas de las cascadas que forman Alkardurko Erreka no son tan pequeñas

Precioso tramo de cascada en Alkardurko Erreka

Seguimos ascendiendo por Otsolako bidea mientras continuamente dejamos a nuestro paso numerosas regatas. Esta es Urtzupeko Erreka

Llama la atención el caudal con el que baja Urtzupeko Erreka 

Urtzupeko Erreka baja en forma de tendida cascada

Pequeña cascada en Urtzupeko Erreka

Otsolako bidea alcanza prácticamente el cauce de Alkardurko Erreka para continuar discurriendo paralelos

El cementado piso de Otsolako bidea pasa a ser de tierra 

  Otsolako bidea pierde definitivamente inclinación para continuar en plácido ascenso mientras discurre paralelo a Alkardurko Erreka

Otsolako bidea busca abandonar la protección del hayedo para salir a terreno abierto 

Última de las cascadas de las que podemos disfrutar en Alkardurko Erreka antes de alcanzar el paraje de Otsola

Otsolako bidea alcanza el portillo que da acceso al paraje del mismo nombre, Otsola 

Alcanzamos el paraje de Otsola, bañado por Alkardurko Erreka

Una vez que nos adentramos en el paraje de Otsola de inmediato nos topamos con un notorio cruce, punto en el que destaca un poste indicador y lugar en el que " enlazamos " con la Senda GR-12 que atraviesa perpendicularmente. Continuaremos por la izquierda sin tomar la balizada senda

Poste indicador en Otsola

El camino tomado atraviesa Alkardurko Erreka para bifurcarse mientras que al fondo asoma la redondeada cumbre de Arnabarrita ( centro ). Continuaremos por la izquierda 

El caudal de Alkardurko Erreka nos obliga a buscar el cercano puente que asoma a nuestra derecha 

Un pequeño puente de madera nos permite salvar cómodamente Alkardurko Erreka

Tras salvar Alkardurko Erreka nuestro camino se bifurca, punto en el que deberemos continuar por la izquierda

Por nuestra izquierda abandonaremos el camino que, balizado con las marcas " rojiblancas " de la Senda GR-12, vuelve a atravesar el cauce de Alkardurko Erreka  

Con Arnabarrita ( centro ) despuntando en primer término nuestro herboso camino atraviesa las amplias praderas de Otsola

El camino, en todo momento amplio y notorio, se adentra entre pequeños arbustos

Bajo la discreta " cimita " de Arnabarrita ( dcha ) nuestro camino se bifurca. Continuamos por la izquierda

El herboso camino discurre atravesando amplias praderas

Terminamos enlazando nuevamente con la balizada Senda GR-12. La recibimos por la izquierda y continuamos por esta hacia la derecha ( centro )

Las balizas de la Senda GR-12 señalizan escrupulosamente el camino a seguir

Nos encaminamos hacia el portillo ( dcha ) que nos permitirá salvar la alambrada que asoma en primer término mientras dejamos a nuestro paso, a la izquierda del camino, un redil para el ganado   

Caminamos bajo la vertiente SW. de Arnabarrita

Las balizas rojiblancas nos " invitan " a atravesar un portillo, junto al que destaca la muga ( izda ) que delimita los términos de Beruete y Arrarás

Una vez salvado el portillo el amplio camino se transforma en un notorio sendero 

La marcada senda se adentra en un frondoso hayedo

La senda acentúa su inclinación mientras gana altura entre las hayas

Las marcas de pintura balizan escrupulosamente el camino a seguir

Además de las marcas de pintura esporádicos hitos balizan la senda a seguir 

Un claro en el bosque nos permite dar vista al paraje de Otsola ( centro ), sobre el que despunta Beigañe/Begaña

Paulatinamente el camino parece ganar notoriedad

El notorio camino parece perder inclinación mientras nos da una pequeña " tregua "

El marcado camino se abre paso entre las hayas

Las marcas de pintura nos acompañan en todo momento en nuestro discurrir  

Desde el notorio camino, entre el desnudo hayedo, damos vista al parque eólico de Zuparrobi/Zuperrori

Los aerogeneradores del parque eólico de Zuparrobi/Zuperrori asoman entre las hayas desnudas

Alcanzamos el borde del arbolado, sobre el que asoma tímidamente Ireber ( izda ) 

En la parte alta del hayedo un portillo nos permite salir a terreno abierto, lugar desde el que divisamos en primer término la herbosa cumbre de Launtze

En el pequeño portillo abandonamos las balizas rojiblancas que continúan por la izquierda en dirección al cercano collado de Sobresate

Nada más salvar el pequeño portillo que nos permite salir a terreno abierto dejaremos a nuestro paso un abrevadero

Abrevadero del que mana abundante agua

Ganamos altura por la herbosa vertiente meridional de Launtze

Conforme ascendemos hacia Launtze a nuestra espalda asoma la amplia cumbre de Ernaitzu, por la que pasaremos en breve

Un herboso sendero termina alcanzando una amplia pista, la que evitaremos para continuar ganando altura de frente ( centro )

Ascendemos por la herbosa ladera, en la que todavía " aguantan " amplios neveros

Dejamos rápidamente atrás la amplia pista, tras la que asoma Ernaitzu

Conforme ascendemos hacia Launtze a nuestra izquierda asoma cercana una pequeña chabola, sobre la que despunta Ireber ( centro )

Camino de la cima de Launtze dejaremos a nuestro paso un pequeño abrevadero

Abrevadero en las laderas de Launtze

Ascendemos por herboso terreno camino de la cima de Launtze

Cima de Launtze con vistas al parque eólico de Kornieta

Mirada desde la cima de Launtze hacia la Sierra de Aralar que se extiende en el horizonte

Cima de Launtze con vista a Mendaur ( centro ) y Auza ( dcha )

Mendieder ( izda ) y Mendaur, con Saldias ( dcha ) en primer término, vistos desde la cima de Launtze

Ernaitzu ( izda ) e Ireber ( dcha ) vistos desde la amplia y herbosa cumbre de Launtze

Ireber visto desde la cima de Launtze

Cercano, bajo la vertiente septentrional de Launtze, asoma cercano el parque eólico de Zuparrobi/Zuperrori, enclavado en la cumbre homónima ( dcha )

Desde la cima de Launtze, con Ireber ( izda ) asomando al fondo, descenderemos plácidamente hacia el cercano collado de Bi Ahizpen Sepulture, cuello que se abre en primer término

Bi Ahizpen Sepulture, collado enclavado bajo la vertiente meridional de Launtze y hacia el que buscamos descender. En este destacan el dolmen del mismo nombre y un redil para el ganado  

Dolmen de Bi Ahizpen Sepulture, enclavado en el collado del mismo nombre

Una placa identifica el dolmen de Bi Ahizpen Sepulture

Dolmen de Bi Ahizpen Sepulture

Sobre el dolmen de Bi Ahizpen Sepulture despunta la herbosa cumbre de Launtze

Desde el collado de Bi Ahizpen Sepulture buscaremos tomar el camino que, adentrándose en el hayedo, da acceso a la cumbre de Ireber

Antes de encaminarnos hacia la cumbre de Ireber nos desviaremos momentáneamente hacia la pequeña chabola que asoma cercana a escasos metros

Chabola en las inmediaciones del collado de Bi Ahizpen Sepulture

Interior de la chabola enclavada en las inmediaciones del collado de Bi Ahizpen Sepulture

Desde la chabola situada en las inmediaciones del collado de Bi Ahizpen Sepulture retornamos nuevamente hacia el collado homónimo

Definitivamente dejaremos atrás el collado de Bi Ahizpen Sepulture, en el que destacan el dolmen del mismo nombre, un redil para el ganado y sobre el que despunta la amplia y herbosa cumbre de Launtze

Una notoria senda se adentra en el hayedo camino de Ireber

El estrecho pero marcado sendero no tarda en salir a terreno despejado

La notoria senda se encamina hacia el ya visible Ireber

Deberemos atravesar la herbosa campa que se extiende bajo la ladera septentrional de Ireber 

Mientras ascendemos hacia la cumbre de Ireber damos vista a Beriain ( izda ) y Artxueta ( dcha )

Remontamos en acusado ascenso por la vertiente septentrional de Ireber

El Valle de Larraún se extiende a nuestros pies bajo Artxueta ( dcha ) mientras que al fondo despunta Beriain ( centro )

En nuestro ascenso hacia la cima de Ireber dejaremos atrás la herbosa ladera para adentrarnos en el roquedo que la " corona " 

Rocoso tramo final hacia la cima de Ireber

Salida a la cima de Ireber, en la que ya asoma un buzón montañero

Cima de Ireber

Dos buzones montañeros destacan en la cima de Ireber

Buzones montañeros en la cima de Ireber con Izaga y La Higa despuntando en el horizonte

Desde la cima de Ireber divisamos la cumbre recién visitada de Launtze ( centro )

Buzón montañero en la cima de Ireber con vista al macizo de Mendaur ( dcha )

Mirada desde Ireber hacia Mendaur ( izda ) y Auza ( dcha )  

Un buzón con forma de cohete destaca en la cima de Ireber

Detalle de uno de los buzones montañeros enclavados en la cima de Ireber

Desde la cima de Ireber damos vista al Valle de Otsola, por el que atravesamos anteriormente

El Valle de Otsola se extiende en primer término bajo la cima de Beigañe/Begaña ( dcha ) 

Buzón montañero en la cima de Ireber con vista a nuestro próximo objetivo, la amplia y herbosa cumbre de Ernaitzu

Las Malloas de Aralar despuntan cercanas

Lekunberri ( dcha ) se extiende en primer término bajo Artxueta ( centro ) mientras que Beriain ( izda ) asoma en el horizonte

Lekunberri 

Abandonamos la cima de Ireber

Descendemos por la ladera SE. de Ireber buscando encaminarnos hacia el collado de Sobresate, cuello que nos separa de la herbosa cumbre de Ernaitzu

Bajo la vertiente occidental de Ireber se extienden las campas de Iontza

Sobre las campas de Iontza que se extienden en primer término despuntan en el horizonte Beriain ( izda ) y la Sierra de Aralar ( dcha )

Queda rápidamente atrás la rocosa cima de Ireber ( izda ), tras la que asoma Launtze ( dcha )

Un herboso camino deja atrás la rocosa cumbre de Ireber

La herbosa senda por la que descendemos de Ireber dando vista a Ernaitzu busca encaminarse hacia el collado de Sobresate

El notorio sendero se adentra en el hayedo buscando encaminarse hacia el collado de Sobresate

Camino del collado de Sobresate divisamos entre las hayas una amplia y notoria pista 

A la altura de un hito ( izda ) no tardamos en desembocar en la notoria pista, por la que continuaremos hacia la izquierda

La pista tomada continúa por la izquierda en dirección al collado de Sobresate

La pista desemboca de inmediato en el collado de Sobresate

Collado de Sobresate, una baliza de la Senda GR-12 destaca en el lugar

Baliza de GR-12 en el collado de Sobresate con vista a Mendaur ( centro )

Baliza de GR-12 enclavada en el collado de Sobresate

Unas notorias " rodadas " se dibujan en la herbosa ladera NW. de Ernaitzu

Dejamos atrás el collado de Sobresate, sobre el que despuntan Ireber ( izda ) y Launtze ( dcha )

Salida a la cima de Ernaitzu

Vértice geodésico en la cima de Ernaitzu con Izaga ( izda ) y La Higa ( dcha ) asomando en el horizonte

Buzón en la cima de Ernaitzu

Viejo buzón en la cima de Ernaitzu

Udabe ( izda ) asoma en primer término mientras que el Paso de las Dos Hermanas ( centro ) y detrás el Paso de Oskia se abren entre montañas

Vértice geodésico y buzones montañeros en la cima de Ernaitzu

Desde la cima de Ernaitzu nos encaminamos hacia el cercano " bosquete " ( centro ) que asoma en primer término

Dejamos atrás la amplia y herbosa cima de Ernaitzu

En las inmediaciones de la alambrada que nos separa del cercano " bosquete " tomaremos una estrecha pero notoria senda que desciende por la derecha  

El marcado sendero pierde altura buscando adentrarse entre las hayas

La senda pierde altura adentrándose en el hayedo

El marcado sendero atraviesa un pequeño claro en el bosque de hayas

Tras corto discurrir bajo el hayedo la senda busca desembocar en una extensa pradera

En el punto en el que nuestro sendero desemboca en la extensa pradera recibiremos por la derecha un amplio camino

Una vez alcanzada la amplia pradera abandonaremos el sendero que continúa por la izquierda mientras buscamos descender hacia el hayedo que se extiende a nuestra derecha

Atravesamos la pradera sin camino definido buscando alcanzar el borde del hayedo ( dcha )

Un marcado sednero se dibuja en el borde del hayedo. Continuaremos por este hacia la derecha 

El sendero se adentra entre las hayas

El sendero discurre notorio ganando notoriedad paulatinamente

Esporádicos hitos balizan la senda a seguir

Ya convertido en camino, este alcanza un portillo en la alambrada con " paso " aledaño. Lo atravesaremos

El amplio y notorio camino se abre paso entre las hayas

Paulatinamente el camino parece difuminarse entre las hayas

Terminamos desembocando en una pequeña pista que atraviesa perpendicularmente. Continuamos por esta hacia la derecha 

La pista gana notoriedad de inmediato a la vez que el hayedo " clarea "

Paulatinamente la pista se torna más herbosa 

Al adentrarse nuevamente en el hayedo la herbosa pista se bifurca. Continuaremos por la izquierda

La pista se transforma en camino mientras discurre bajo la frondosa ladera NE. de Txiale

El camino amenaza con difuminarse en la frondosa ladera NE. de Txiale

El camino no tarda en convertirse en un notorio sendero

La senda vuelve a hacerse notoria mientras discurre por un limpio hayedo

Entre las hayas desnudas asoma Seganbe/Seanbe, último objetivo de la jornada

La senda acentúa su pendiente mientras nos permite una abierta panorámica hacia Gaztelu y Txurregi ( izda )

Gaztelu ( centro ), cima tras la que asoma Mortxe, y Txurregi ( dcha )

La notoria senda pierde altura por la ladera oriental de Txiale

Cercano asoma el collado de Arrarás o Karate, hacia el que buscamos descender mientras que la piramidal silueta de Seganbe/Seanbe despunta ante nosotros

La notoria senda discurre junto a la alambrada que cierra el prado en cuyo extremo opuesto se abre el collado de Arrarás o Karate 

El sendero gana notoriedad mientras discurre junto al borde del prado que llevamos a nuestra derecha

Terminamos desembocando en Otsolabide, camino que atraviesa perpendicularmente y por el que continuaremos hacia la derecha 

Otsolabide se encajona entre las alambradas que cierran los prados mientras se encamina hacia el collado de Arrarás o Karate

Alcanzamos el collado de Arrarás o Karate, atravesado por una amplia pista, Arrarasbide. Continuamos por la izquierda

Arrarasbide se bifura de inmediato. Abandonaremos momentáneamente el camino de la izquierda que desciende hacia Arrarás para tomar el que asciende por la derecha hacia Seganbe/Seanbe

El camino tomado es una herbosa pista que de inmediato se " encajona " entre los pinos

La pista no tarda en dejar atrás el pinar para adentrarse en el hayedo

Ganamos altura en cómodo ascenso

La pendiente se acentúa cuando nuestro camino alcanza la alambrada que cierra el campo que queda a nuestra derecha 

En algunos tramos la pista se torna herbosa. A la altura de una cerrada curva esta se bifurca, momento en el que obviaremos la que nace al frente ( centro ) para continuar por la izquierda 

Ganamos altura bajo la frondosidad del hayedo

Dejamos atrás el hayedo para adentarnos en un cerrado pinar

La senda continúa notoria en su discurrir entre los pinos

El sendero en algunos tramos parece perder notoriedad aunque en todo momento discurre muy marcado

En la parte alta de la loma cimera de Seganbe/Seanbe vuelve a aparecer el hayedo

Entre las hayas la senda continúa su notorio discurrir

El sendero busca alcanzar la parte alta de Seganbe/Seanbe

Salida a la cima de Seganbe/Seanbe

Cima de Seganbe/Seanbe, un viejo buzón montañero la señaliza

Junto al buzón montañero, colocado en el tronco de un árbol, destaca una bonita talla de madera

Detalle de la talla de madera situada en la cima de Seganbe/Seanbe

Cima de Seganbe/Seanbe

Buzón montañero en la cima de Seganbe/Seanbe con vista a Arrarás, localidad que las hayas apenas nos permiten apreciar en el valle

Arrarás visto desde la cima de Seganbe/Seanbe

Detalle de la placa del buzón montañero situado en la cima de Seganbe/Seanbe

El sendero utilizado en el ascenso nos vuelve a adentrar en el hayedo para comenzar el descenso

Marcado tramo de sendero por el que descendemos de la cima de Seganbe/Seanbe

En el hayedo la senda se aprecia muy marcada

Una talla de madera colocada en el tronco de un haya señaliza el sendero que nace por nuestra derecha ( izquierda en la foto ) en el descenso, el cual obviaremos

El sendero utilizado a nuestra subida vuelve a adentrarse en el tupido pinar que ya atravesamos anteriormente

Lo " cerrado " del pinar apenas permite la entrada de los rayos de sol

Saliendo del frondoso pinar el sendero gana en notoriedad para convertirse en amplio camino

El camino pierde altura cómodamente entre las hayas

Conforme descendemos de Seganbe/Seanbe damos vista a Txiale ( dcha ), cima tras la que asoma Ernaitzu ( centro )

Nuestro camino paulatinamente va ganando notoriedad para transformarse nuevamente en pista

Entre el desnudo hayedo asoma tímidamente Arrarás

Volvemos a atravesar el tramo en el que nuestro camino se " encierra " entre pinos

Terminamos desembocando nuevamente en el collado de Arrarás o Karate, cuello atravesado por Arrarasbide, camino por el que, ahora si, continuaremos descendiendo por la derecha 

Punto en el que el camino ( dcha ) utilizado para nuestra visita a Seganbe/Seanbe desemboca en Arrarasbide ( izda ), camino por el que continuamos descendiendo hacia Arrarás 

Arrarasbide no tarda en alcanzar un paso canadiense

En los tramos de mayor pendiente, con Beigañe/Begaña ( izda ) asomando al fondo, Arrarasbide se muestra cementado

Arrarasbide traza una cerrada curva, momento en el que nace un herboso camino por la derecha, el cual obviaremos mientras continuamos descendiendo por la izquierda

En cuanto la pendiente pierde inclinación Arrarasbide deja de estar cementado para pasar a ser de tierra

Alternamos tramos cementados con otros de tierra mientras ya damos vista a Arrarás ( dcha ) y al disperso caserío que se extiende bajo las laderas de Beigañe/Begaña

Caseríos de Arrarás en las laderas de Beigañe/Begaña. Destacan Kasteneko Borda ( dcha ) y Etxeaundiko Borda ( izda ), junto a los que pasamos al comienzo del itinerario

Arrarasbide, nuevamente cementado, pierde altura en fuerte pendiente buscando encaminarse hacia Arrarás ( dcha )

Arrarás asoma ya cercano

Nuestro camino, Arrarasbide, continúa alternando tramos cementados con otros de tierra 

En fuerte pendiente terminaremos desembocando en una estratégica encrucijada de caminos

Nuestro camino traza una cerrada curva de 180º y por este continuaremos obviando los otros que nacen en este estratégico cruce

No tardamos en " tropezar " con una nueva bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso del camino que nace de frente ( izda ) mientras salvamos el puente ( dcha ) que aparece en primer término 

Atravesamos el puente que salva Otsolako Erreka 

Otsolako Erreka 

Dejamos atrás el puente que salva Otsolako Erreka para ascender en fuerte pendiente por la pista cementada que da acceso a Arrarás 

Tras corto aunque acusado ascenso desembocamos en Arrarás

Una vez en Arrarás desembocamos en una calle que atraviesa perpendicularmente. Continuamos por la izquierda 

En Arrarás destaca su cuidado caserío

Caserón en Arrarás

Callejeamos por Arrarás buscando alcanzar la parte alta de la localidad

Piedra labrada en la fachada de una de las casas de Arrarás

Alcanzamos la parte alta de Arrarás, lugar en el que destaca la iglesia de la localidad y punto en el que tenemos estacionado nuestro vehículo

Iglesia de Arrarás, erigida en honor a San Pedro

En la parte alta de Arrarás, donde tenemos estacionado nuestro vehículo, daremos por finalizado este itinerario


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