Situado en el extremo
noroccidental del Valle de Basaburúa, no muy distante de su límite con el Valle
de Malerreka que se extiende al Norte y del Valle de Larraún que lo hace al
Oeste, el monte Ireber ( 1208 m ) es la máxima elevación de la divisoria
cantábrico-mediterránea en el tramo comprendido entre el Puerto de Belate ( 847
m ) y el Puerto de Azpíroz ( 616 m ).
Su “ recóndita “
situación geográfica, alejado “ relativamente “ de núcleo de población alguno,
y sobre todo el estar conformado por un conjunto de suaves y redondeadas cimas
de similar altitud que las hace pasar prácticamente desapercibidas ante la
mirada de los montañeros que normalmente buscan cumbres más “ airosas “, hace
de este macizo un “ enclave “ habitualmente poco frecuentado.
El anteriormente
mencionado Ireber ( 1208 m ), su “ vecino “ Ernaitzu ( 1204 m ), así como el
también “ cercano “ Launtze ( 1195 m ), conforman una “ trilogía “ digna de
visitar.
Como he comentado
anteriormente, estas cumbres quedan “ relativamente “ alejadas de núcleos de
población por lo que los puntos de partida más habituales para los que buscan
alcanzarlas de una manera más “ cómoda “ suelen ser: Iontza ( 901 m ), paraje
al que accede una estrecha carreterita que nace en Beruete ( 700 m ), el Puerto
de Huici ( 808 m ) o el Puerto de Usategieta ( 693 m ), conocido también como
Alto de Tardoa, Alto de Ezkurra o Basakabi.
Los que buscan
itinerarios más “ largos “ hacia estas cumbres y además quieren tomar como
punto de partida algún núcleo de población deberían pensar en hacerlo desde Beruete
( 700 m ) o Arrarás ( 670 m ), localidades ambas pertenecientes al Valle de
Basaburúa y que serían las poblaciones más “ cercanas “.
En esta ocasión va a
ser esta última localidad, Arrarás ( 670 m ), la que voy a utilizar como punto
de partida para este itinerario, ruta en la que visitaremos primeramente el
bucólico paraje de Otsola para posteriormente, tras “ coronar “ esta “ trilogía
“ de cumbres y el “ vecino “
Seanbe/Seganbe ( 1018 m ), retornar al punto de partida en sencilla “ circular
“. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Comenzamos este
itinerario en Arrarás ( 670 m ), concretamente junto a la iglesia erigida en
honor a San Pedro que aparece enclavada en la parte alta de esta pequeña
localidad perteneciente al Valle de Basaburúa.
Por la izquierda de la
citada iglesia tomaremos el carretil cementado, Otsolako bidea, que tras dejar
a su paso algún disperso caserío perteneciente a la mencionada población, da acceso
al bucólico paraje de Otsola ( 903 m ).
En este bello enclave
enlazamos con la Senda GR-12, junto a cuyas balizas atravesaremos extensas y
herbosas praderas mientras buscamos adentrarnos en el hayedo. Alcanzamos su
parte alta, punto en el que las abandonaremos para continuar ganando altura, ya
por terreno despejado, hacia el collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m )
aunque antes nos desviaremos hacia la cercana cumbre de Launtze/Laontze ( 1195
m ).
Desde esta, ahora sí,
descendemos hasta el citado cuello ( 1170 m ), lugar en el que destaca el
dolmen del mismo nombre y en cuyas inmediaciones asoma un pequeño refugio.
Un discreto sendero
atraviesa un corto tramo de arbolado para posteriormente desembocar bajo la
herbosa vertiente septentrional de Ireber ( 1208 m ), cuya rocosa cumbre
alcanzaremos rápidamente y sin dificultad reseñable.
Descendemos en
dirección opuesta a la de ascenso buscando alcanzar el collado de Sobresate (
1134 m ), cuello en el que volvemos a “ tropezar “ con las balizas “ rojiblancas
“ de la Senda GR-12 que atraviesan perpendicularmente y que volveremos a obviar
para continuar ganando altura por la herbosa ladera NW. de Ernaitzu ( 1204 m ),
en cuya cumbre desembocaremos cómodamente.
Nuevamente perderemos
altura por la vertiente opuesta a la de ascenso buscando alcanzar el sendero
por el que terminaremos desembocando en el collado de Arrarás o Karate ( 841 m
), atravesado por una amplia pista, Arrarasbide.
Tomamos esta por la
izquierda ( NE ) encaminándonos hacia la localidad en la que dio inicio este
itinerario, Arrarás ( 670 m ). Apenas habremos caminado unos pocos metros por
la citada pista cuando nos topamos con un notorio cruce, lugar en el que
decidimos desviarnos hacia la cima de Seanbe/Seganbe ( 1018 m ).
El notorio camino que nace
por la derecha ( E ) se encajona entre pinos e inicia un cómodo ascenso. En
breve nos adentraremos entre las hayas hasta que alcanzamos un tupido pinar, el
cual atravesaremos por notorio sendero para, posteriormente y de nuevo entre
hayas, desembocar en la citada cumbre, Seanbe/Seganbe ( 1018 m ).
El camino utilizado en
el ascenso nos devuelve al collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), cuello en el
que, ahora sí, tomaremos la amplia pista, Arrarasbide, que nos permitirá
retornar al punto de partida, la pequeña localidad de Arrarás ( 670 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
823 m
Tiempo:
De 4 h a 6 h
Distancia:
13´77 km
Inicio:
Arrarás ( Valle de Basaburua )
Fecha
de realización: Abril 2022
Epoca
recomendada: Todo el año
Cimas:
Launtze/Laontze ( 1195 m ); Ireber ( 1208 m ); Ernaitzu/Ernaizu ( 1204 m ); Seanbe/Seganbe
( 1018 m )
Descripción del
Itinerario
Este itinerario lo
iniciaremos desde la parte alta de Arrarás ( 670 m ), lugar en el que destaca
la iglesia de la localidad, erigida en honor a San Pedro.
Por la izquierda del
edificio religioso nace una pista hormigonada que nos permitirá abandonar el
casco urbano de esta pequeña población del Valle de Basaburúa dejando a su paso
un par de viviendas situadas a sus afueras. Un cartel nos indica la prohibición
del “ paso de vehículos “, evitando así la circulación por el carretil
cementado por el que nosotros caminamos.
No tardaremos en dejar
a nuestro paso unas “ leñeras “ y poco más adelante un paso canadiense, tras el
que cual el vial cementado se bifurca. Obviaremos el camino, Muskilloko bidea,
que nace por la derecha ( E ) mientras continuamos de frente ( N ) por Otsolako
bidea.
Paulatinamente el vial
cementado por el que continuamos ascendiendo pierde inclinación permitiéndonos
un “ plácido “ discurrir. A nuestro paso dejaremos en breve Kasteneko Borda (
735 m ) y posteriormente Etxeaundiko Borda ( 748 m ), dos bellos y cuidados
caserones asentados a orillas de Otsolako bidea.
El cementado camino
continúa su discurrir mientras por nuestra izquierda ( W ), en el fondo del
barranco, va apareciendo Alkardurko Erreka, riachuelo que tras épocas de
lluvias desciende de forma caudalosa formando bellas cascadas.
Cuando Otsolako bidea
definitivamente pierde inclinación su piso deja de ser cementado para ser de
tierra, momento a partir del cual Alkardurko Erreka discurrirá a escasos metros
a nuestra izquierda ( W ) ya de forma más “ tendida “.
En breve alcanzaremos
un portillo que nos cierra el paso y que, tras atravesarlo, nos permite el
acceso al bello enclave de Otsola ( 903 m ).
Caminamos por la amplia
pista en dirección a un cercano poste indicador, lugar en el que enlazamos con
la Senda de Euskal Herria o GR-12 y punto en el que recibiremos por la derecha
( E ) el camino procedente del Alto del Puerto de Gorostieta ( 830 m ), el cual
obviaremos.
Continuamos de frente (
N ) por la notoria pista que busca cruzar el cauce del pequeño riachuelo que atraviesa
perpendicularmente. Dependiendo del caudal de este, puede que tengamos problemas
para salvarlo aunque, a escasos metros a nuestra derecha ( N ), un pequeño
puente de madera nos permitirá hacerlo si ninguna dificultad.
Salvado el riachuelo la
pista vuelve a bifurcarse, momento en el que haremos caso omiso de la que nace
por la derecha ( N ) y del camino que lo hace por la izquierda ( S), siendo
este último por el que continúa la Senda GR-12. Nosotros continuaremos de
frente ( NW ).
El camino tomado se
muestra herboso mientras discurre amplio y notorio entre los arbustos que se
extienden bajo la vertiente meridional de la discreta “ cimita “ de Arnabarrita
( 1009 m ). No tardaremos en volver a toparnos con las marcas “ rojiblancas “
de la Senda GR-12 que nos atraviesa perpendicularmente, por la que continuaremos
hacia la derecha ( W ) encaminándonos hacia el cercano portillo que nos permitirá
salvar la alambrada que nos cierra el paso.
Una vez atravesado el
citado portillo el camino pasa a convertirse en senda y de inmediato se adentra
en el frondoso hayedo, por el que, acompañados en todo momento de las balizas “
rojiblancas “, iniciaremos un acusado
ascenso.
El sendero alcanza la
parte alta del bosque de hayas, lugar en el que un pequeño portillo nos
permitirá salir a terreno abierto. Abandonamos las balizas “ rojiblancas “ que
continúan por nuestra izquierda ( S ) en dirección al Portillo de Sobresate (
1134 m ) para, dejando un abrevadero a nuestra derecha ( N ), remontar por la
herbosa ladera que se extiende ante nosotros.
Evitando alcanzar la
pista que asciende por nuestra izquierda ( S ) la discreta senda por la que
ganamos altura, en algunos momentos inapreciable, no tarda en desembocar en la
amplia y herbosa cumbre de Launtze/Laontze ( 1195 m ). Sin señal alguna que
la identifique. Bella y abierta panorámica.
Sin camino definido
descenderemos por la herbosa ladera meridional de la cima recién conquistada
mientras buscamos alcanzar el cercano collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m
), en el que destaca el dolmen del mismo nombre y un redil para el ganado. Por
la izquierda ( SE ) recibimos la pista que evitamos anteriormente y junto a la
que, enclavado a escasos metros, destaca un pequeño refugio.
Tras visitarlo,
situados nuevamente en el collado de Bi Ahizpen Sepulture ( 1170 m ), tomaremos
un pequeño y no muy notorio sendero que, dejando el redil para el ganado citado
anteriormente a la derecha ( W ), busca adentrarse entre las hayas.
La senda de inmediato
gana notoriedad para, tras corto discurrir por el hayedo, salir a terreno
abierto, desembocando bajo la ladera septentrional de Ireber ( 1208 m ), cuya
rocosa cumbre despunta cercana sobre nuestras cabezas.
Una prácticamente
inapreciable senda se dibuja en la herbosa ladera buscando evitar el rocoso
mogote cimero por la derecha ( NW ). Dejamos atrás la hierba para, ya entre
rocas y sin excesivas dificultades, desembocar en la citada cima. Ireber (
1208 m ), amplia cumbre salpicada de rocas entre las que destacan dos buzones
montañeros. Bella y abierta panorámica.
En dirección opuesta a
la de ascenso iniciaremos el descenso entre rocas para alcanzar de inmediato el
notorio sendero que se dibuja en la herbosa ladera y por el que buscaremos
encaminarnos hacia el hayedo.
Entre hayas
alcanzaremos de inmediato una pista que atraviesa perpendicularmente, por la
que continuaremos hacia la izquierda ( N ) buscando salir al collado de
Sobresate ( 1134 m ), cuello en el que desembocamos de inmediato y lugar en el
que volvemos a enlazar con las marcas “ rojiblancas “ de la Senda GR-12. Una
baliza lo señaliza.
De frente ( SE ), ante
nosotros y en la herbosa ladera, se dibuja una notoria “ rodada “ que tomaremos
para iniciar el “ cómodo “ ascenso que nos permitirá desembocar rápidamente en
la cima de Ernaitzu/Ernaizu
( 1204 m ). Amplia y herbosa cumbre en la que destacan un vértice geodésico y
dos buzones montañeros. Bella y abierta panorámica.
Iniciamos el descenso
encaminándonos hacia la cota arbolada que asoma cercana y en cuyas
inmediaciones nos toparemos con una alambrada.
Apenas unos metros
antes de alcanzar la citada alambrada buscaremos el discreto sendero que
desciende por la derecha ( SE ) adentrándose entre las hayas. No tardaremos en
abandonar el hayedo para salir a una extensa campa herbosa, lugar en el que
alcanzamos un amplio camino y punto en el que obviaremos el marcado sendero que
nace por nuestra izquierda ( NE ) mientras descendemos por la derecha ( E ) en
dirección al bosque de hayas que se extiende en esa dirección.
Una vez alcanzado el citado
hayedo nos adentraremos por un, en principio, poco perceptible sendero, el cual
no tardará en ganar notoriedad para convertirse en un camino que aparece
balizado con esporádicos hitos. Este no tarda en alcanzar un rústico portillo
con “ paso “ aledaño, por el cual atravesaremos “ cómodamente “ la alambrada
que cierra nuestro camino.
A partir del citado
portillo el camino se difumina entre las hayas aunque siguiendo en la misma
dirección ( SE ) no nos resultará complicado desembocar en una pequeña pista,
por la que continuaremos descendiendo hacia la derecha ( S ).
Discurrimos bajo un “
clareado “ hayedo y no tardamos en alcanzar una abierta campa situada bajo la
vertiente septentrional de la discreta y prácticamente inapreciable cumbre de
Ergibeleta ( 1023 m ), “ cimita “ que hoy obviaremos.
Atravesaremos la citada
campa para volver a adentrarnos en el hayedo, momento en el que haremos caso
omiso del camino que continúa por la derecha ( W ) mientras nosotros seguimos
por la izquierda ( E ).
El camino se abre paso
entre las hayas en un notorio discurrir mientras pierde altura “ cómodamente “.
Paulatinamente este irá perdiendo entidad para transformarse en senda, por la
que terminaremos abandonando el hayedo buscando salir a terreno abierto.
El sendero alcanza el
borde superior de un prado, junto a cuya alambrada lo “ rodearemos “ para
terminar desembocando en el collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), discreto
cuello que es atravesado por una amplia pista, Arrarasbide.
Tomamos la pista por la
izquierda ( NE ) aunque, apenas unos pocos metros más adelante, la
abandonaremos por la derecha ( E ) para tomar una menos notoria, pero perfectamente
marcada, que se adentra entre los pinos mientras inicia un tendido ascenso.
No tardaremos en dejar
atrás el pinar para pasar a discurrir entre las hayas, momento en el que la
pendiente se va acentuando mientras busca alcanzar un tupido pinar que destaca
en la parte alta de nuestro siguiente objetivo, Seanbe/Seganbe ( 1018 m ).
Alcanzado el citado
pinar, el camino se transforma en estrecho pero notorio sendero para discurrir
bajo este. Tras corto caminar bajo los pinos nuevamente nos adentraremos entre las
hayas para continuar nuestro ascenso, en todo momento por el notorio sendero
que terminará por acentuar su pendiente hasta desembocar en la cima de Seanbe/Seganbe
( 1018 m ). Un viejo buzón montañero la señaliza. Llama nuestra atención una
talla de madera colocada en un haya. Sin panorámica alguna.
El camino utilizado en
el ascenso nos devuelve de nuevo al collado de Arrarás o Karate ( 841 m ), en
el que, ahora sí, tomaremos por la derecha ( NE ) para continuar descendiendo
hacia la localidad de Arrarás ( 670 m ).
La pista, cementada en
los tramos de mayor pendiente, no da lugar a la menor duda y por ella
descenderemos hasta que desembocamos en una estratégica bifurcación, en la que continuaremos por la izquierda
( NE ).
No tardamos en “ tropezar “ con un nuevo cruce, punto en el que haremos
caso omiso del camino que continúa de frente ( N ) mientras seguimos por la derecha
( E ). El camino tomado atraviesa Otsolako Erreka, cuyo cauce nosotros
evitaremos por un puente de hormigón.
La pista cementada inicia un brutal ascenso para desembocar de inmediato en
Arrarás ( 670 m ), localidad por la que callejearemos buscando alcanzar su
parte alta, lugar en el que tenemos estacionado nuestro vehículo y desde donde
iniciamos este itinerario.
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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Estacionamos nuestro vehículo en la parte alta de Arrarás, en las inmediaciones de la iglesia de la localidad |
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Iglesia de Arrarás, erigida en honor a San Pedro |
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Casa en Arrarás |
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Escudo en la fachada de una casa de Arrarás |
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Amanece en Arrarás, localidad sobre cuyos tejados despunta Txiale ( centro ) |
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Gallinero en Arrarás |
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Iniciamos nuestro itinerario tomando el carretil cementado que nace por la izquierda de la iglesia de Arrarás |
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Rápidamente dejaremos atrás el casco urbano de Arrarás |
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El carretil cementado gana altura en acusado ascenso dejando a su paso las casas enclavadas en la parte más elevada de Arrarás |
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Aviso a " navegantes ", no está permitido la circulación de vehículos por el carretil cementado por el que caminamos |
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Junto al carretil hormigonado por el que continuamos ascendiendo dejaremos a nuestro paso varias chabolas y leñeras |
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Atravesamos un paso canadiense, tras el cual el carretil cementado se bifurca |
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Bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino, Muskilloko bidea, que nace por la derecha para continuar de frente por Otsolako bidea |
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Seganbe/Seanbe ( izda ) y Txiale ( dcha ), boscosas cumbres entre las que se abre el collado de Arrarás o Karate, despuntan cercanos |
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Otsolako bidea parece perder inclinación mientras discurre bajo la boscosa ladera de Beigañe/Begaña |
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Ganamos altura plácidamente por Otsolako bidea |
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Otsolako bidea deja a su paso Kasteneko Borda |
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Desde Kasteneko Borda echamos una mirada hacia Arrarás |
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Otsolako bidea continúa su tendido ascenso |
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Etxeaundiko Borda asoma sobre nuestro camino |
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Un pequeño cartel identifica todos los caseríos del Valle de Basaburua |
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Otsolako bidea deja atrás Etxeaundiko Borda |
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El cementado camino, Otsolako bidea, nos permite un agradable y placentero ascenso |
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Bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos de frente por el carretil hormigonado |
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Las últimas lluvias han alimentado generosamente las regatas y estas bajan con abundante caudal |
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La regata y su generoso caudal atraviesan Otsolako bidea |
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Caudalosa regata |
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La regata cae en forma de bellas cascadas |
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Continuamos ascendiendo por Otsolako bidea |
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Numerosas regatas discurren por las frondosas laderas de Beigañe/Begaña |
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El carretil cementado aparece " cortado " aunque tiene una pequeña " variante " por su derecha |
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De inmediato volvemos a desembocar en el carretil cementado, Otsolako bidea, que aparece " cortado " |
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Entre el frondoso arbolado que nos rodea conseguimos dar vista a Arrarás |
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Otsolako bidea parece acentuar nuevamente su inclinación |
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Arrarás ( izda ) aparece en el fondo de un cerrado valle mientras que Seganbe/Seanbe ( dcha ) despunta en primer término |
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Arrarás asoma en el valle mientras que La Higa ( centro ) despunta en el horizonte |
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Un tramo de Otsolako Bidea aparece " protegido " |
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Alkardurko Erreka discurre bajo nuestro camino |
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Bajo Otsolako bidea discurre caudalosa Alkardurko Erreka |
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Alkardurko Erreka baja con abundante caudal |
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Pequeñas cascadas forman Alkardurko Erreka |
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Algunas de las cascadas que forman Alkardurko Erreka no son tan pequeñas |
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Precioso tramo de cascada en Alkardurko Erreka |
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Seguimos ascendiendo por Otsolako bidea mientras continuamente dejamos a nuestro paso numerosas regatas. Esta es Urtzupeko Erreka |
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Llama la atención el caudal con el que baja Urtzupeko Erreka |
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Urtzupeko Erreka baja en forma de tendida cascada |
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Pequeña cascada en Urtzupeko Erreka |
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Otsolako bidea alcanza prácticamente el cauce de Alkardurko Erreka para continuar discurriendo paralelos |
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El cementado piso de Otsolako bidea pasa a ser de tierra |
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Otsolako bidea pierde definitivamente inclinación para continuar en plácido ascenso mientras discurre paralelo a Alkardurko Erreka |
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Otsolako bidea busca abandonar la protección del hayedo para salir a terreno abierto |
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Última de las cascadas de las que podemos disfrutar en Alkardurko Erreka antes de alcanzar el paraje de Otsola |
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Otsolako bidea alcanza el portillo que da acceso al paraje del mismo nombre, Otsola |
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Alcanzamos el paraje de Otsola, bañado por Alkardurko Erreka |
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Una vez que nos adentramos en el paraje de Otsola de inmediato nos topamos con un notorio cruce, punto en el que destaca un poste indicador y lugar en el que " enlazamos " con la Senda GR-12 que atraviesa perpendicularmente. Continuaremos por la izquierda sin tomar la balizada senda |
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Poste indicador en Otsola |
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El camino tomado atraviesa Alkardurko Erreka para bifurcarse mientras que al fondo asoma la redondeada cumbre de Arnabarrita ( centro ). Continuaremos por la izquierda |
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El caudal de Alkardurko Erreka nos obliga a buscar el cercano puente que asoma a nuestra derecha |
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Un pequeño puente de madera nos permite salvar cómodamente Alkardurko Erreka |
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Tras salvar Alkardurko Erreka nuestro camino se bifurca, punto en el que deberemos continuar por la izquierda |
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Por nuestra izquierda abandonaremos el camino que, balizado con las marcas " rojiblancas " de la Senda GR-12, vuelve a atravesar el cauce de Alkardurko Erreka |
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Con Arnabarrita ( centro ) despuntando en primer término nuestro herboso camino atraviesa las amplias praderas de Otsola |
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El camino, en todo momento amplio y notorio, se adentra entre pequeños arbustos |
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Bajo la discreta " cimita " de Arnabarrita ( dcha ) nuestro camino se bifurca. Continuamos por la izquierda |
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El herboso camino discurre atravesando amplias praderas |
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Terminamos enlazando nuevamente con la balizada Senda GR-12. La recibimos por la izquierda y continuamos por esta hacia la derecha ( centro ) |
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Las balizas de la Senda GR-12 señalizan escrupulosamente el camino a seguir |
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Nos encaminamos hacia el portillo ( dcha ) que nos permitirá salvar la alambrada que asoma en primer término mientras dejamos a nuestro paso, a la izquierda del camino, un redil para el ganado |
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Caminamos bajo la vertiente SW. de Arnabarrita |
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Las balizas rojiblancas nos " invitan " a atravesar un portillo, junto al que destaca la muga ( izda ) que delimita los términos de Beruete y Arrarás |
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Una vez salvado el portillo el amplio camino se transforma en un notorio sendero |
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La marcada senda se adentra en un frondoso hayedo |
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La senda acentúa su inclinación mientras gana altura entre las hayas |
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Las marcas de pintura balizan escrupulosamente el camino a seguir |
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Además de las marcas de pintura esporádicos hitos balizan la senda a seguir |
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Un claro en el bosque nos permite dar vista al paraje de Otsola ( centro ), sobre el que despunta Beigañe/Begaña |
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Paulatinamente el camino parece ganar notoriedad |
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El notorio camino parece perder inclinación mientras nos da una pequeña " tregua " |
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El marcado camino se abre paso entre las hayas |
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Las marcas de pintura nos acompañan en todo momento en nuestro discurrir |
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Desde el notorio camino, entre el desnudo hayedo, damos vista al parque eólico de Zuparrobi/Zuperrori |
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Los aerogeneradores del parque eólico de Zuparrobi/Zuperrori asoman entre las hayas desnudas |
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Alcanzamos el borde del arbolado, sobre el que asoma tímidamente Ireber ( izda ) |
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En la parte alta del hayedo un portillo nos permite salir a terreno abierto, lugar desde el que divisamos en primer término la herbosa cumbre de Launtze |
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En el pequeño portillo abandonamos las balizas rojiblancas que continúan por la izquierda en dirección al cercano collado de Sobresate |
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Nada más salvar el pequeño portillo que nos permite salir a terreno abierto dejaremos a nuestro paso un abrevadero |
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Abrevadero del que mana abundante agua |
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Ganamos altura por la herbosa vertiente meridional de Launtze |
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Conforme ascendemos hacia Launtze a nuestra espalda asoma la amplia cumbre de Ernaitzu, por la que pasaremos en breve |
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Un herboso sendero termina alcanzando una amplia pista, la que evitaremos para continuar ganando altura de frente ( centro ) |
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Ascendemos por la herbosa ladera, en la que todavía " aguantan " amplios neveros |
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Dejamos rápidamente atrás la amplia pista, tras la que asoma Ernaitzu |
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Conforme ascendemos hacia Launtze a nuestra izquierda asoma cercana una pequeña chabola, sobre la que despunta Ireber ( centro ) |
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Camino de la cima de Launtze dejaremos a nuestro paso un pequeño abrevadero |
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Abrevadero en las laderas de Launtze |
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Ascendemos por herboso terreno camino de la cima de Launtze |
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Cima de Launtze con vistas al parque eólico de Kornieta |
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Mirada desde la cima de Launtze hacia la Sierra de Aralar que se extiende en el horizonte |
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Cima de Launtze con vista a Mendaur ( centro ) y Auza ( dcha ) |
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Mendieder ( izda ) y Mendaur, con Saldias ( dcha ) en primer término, vistos desde la cima de Launtze |
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Ernaitzu ( izda ) e Ireber ( dcha ) vistos desde la amplia y herbosa cumbre de Launtze |
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Ireber visto desde la cima de Launtze |
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Cercano, bajo la vertiente septentrional de Launtze, asoma cercano el parque eólico de Zuparrobi/Zuperrori, enclavado en la cumbre homónima ( dcha ) |
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Desde la cima de Launtze, con Ireber ( izda ) asomando al fondo, descenderemos plácidamente hacia el cercano collado de Bi Ahizpen Sepulture, cuello que se abre en primer término |
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Bi Ahizpen Sepulture, collado enclavado bajo la vertiente meridional de Launtze y hacia el que buscamos descender. En este destacan el dolmen del mismo nombre y un redil para el ganado |
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Dolmen de Bi Ahizpen Sepulture, enclavado en el collado del mismo nombre |
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Una placa identifica el dolmen de Bi Ahizpen Sepulture |
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Dolmen de Bi Ahizpen Sepulture |
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Sobre el dolmen de Bi Ahizpen Sepulture despunta la herbosa cumbre de Launtze |
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Desde el collado de Bi Ahizpen Sepulture buscaremos tomar el camino que, adentrándose en el hayedo, da acceso a la cumbre de Ireber |
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Antes de encaminarnos hacia la cumbre de Ireber nos desviaremos momentáneamente hacia la pequeña chabola que asoma cercana a escasos metros |
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Chabola en las inmediaciones del collado de Bi Ahizpen Sepulture |
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Interior de la chabola enclavada en las inmediaciones del collado de Bi Ahizpen Sepulture
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Desde la chabola situada en las inmediaciones del collado de Bi Ahizpen Sepulture retornamos nuevamente hacia el collado homónimo |
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Definitivamente dejaremos atrás el collado de Bi Ahizpen Sepulture, en el que destacan el dolmen del mismo nombre, un redil para el ganado y sobre el que despunta la amplia y herbosa cumbre de Launtze |
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Una notoria senda se adentra en el hayedo camino de Ireber |
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El estrecho pero marcado sendero no tarda en salir a terreno despejado |
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La notoria senda se encamina hacia el ya visible Ireber |
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Deberemos atravesar la herbosa campa que se extiende bajo la ladera septentrional de Ireber |
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Mientras ascendemos hacia la cumbre de Ireber damos vista a Beriain ( izda ) y Artxueta ( dcha ) |
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Remontamos en acusado ascenso por la vertiente septentrional de Ireber |
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El Valle de Larraún se extiende a nuestros pies bajo Artxueta ( dcha ) mientras que al fondo despunta Beriain ( centro ) |
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En nuestro ascenso hacia la cima de Ireber dejaremos atrás la herbosa ladera para adentrarnos en el roquedo que la " corona " |
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Rocoso tramo final hacia la cima de Ireber |
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Salida a la cima de Ireber, en la que ya asoma un buzón montañero |
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Cima de Ireber |
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Dos buzones montañeros destacan en la cima de Ireber
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Buzones montañeros en la cima de Ireber con Izaga y La Higa despuntando en el horizonte |
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Desde la cima de Ireber divisamos la cumbre recién visitada de Launtze ( centro ) |
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Buzón montañero en la cima de Ireber con vista al macizo de Mendaur ( dcha ) |
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Mirada desde Ireber hacia Mendaur ( izda ) y Auza ( dcha ) |
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Un buzón con forma de cohete destaca en la cima de Ireber |
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Detalle de uno de los buzones montañeros enclavados en la cima de Ireber |
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Desde la cima de Ireber damos vista al Valle de Otsola, por el que atravesamos anteriormente |
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El Valle de Otsola se extiende en primer término bajo la cima de Beigañe/Begaña ( dcha ) |
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Buzón montañero en la cima de Ireber con vista a nuestro próximo objetivo, la amplia y herbosa cumbre de Ernaitzu
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Las Malloas de Aralar despuntan cercanas |
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Lekunberri ( dcha ) se extiende en primer término bajo Artxueta ( centro ) mientras que Beriain ( izda ) asoma en el horizonte |
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Lekunberri
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Abandonamos la cima de Ireber |
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Descendemos por la ladera SE. de Ireber buscando encaminarnos hacia el collado de Sobresate, cuello que nos separa de la herbosa cumbre de Ernaitzu |
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Bajo la vertiente occidental de Ireber se extienden las campas de Iontza |
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Sobre las campas de Iontza que se extienden en primer término despuntan en el horizonte Beriain ( izda ) y la Sierra de Aralar ( dcha ) |
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Queda rápidamente atrás la rocosa cima de Ireber ( izda ), tras la que asoma Launtze ( dcha ) |
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Un herboso camino deja atrás la rocosa cumbre de Ireber |
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La herbosa senda por la que descendemos de Ireber dando vista a Ernaitzu busca encaminarse hacia el collado de Sobresate |
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El notorio sendero se adentra en el hayedo buscando encaminarse hacia el collado de Sobresate |
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Camino del collado de Sobresate divisamos entre las hayas una amplia y notoria pista |
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A la altura de un hito ( izda ) no tardamos en desembocar en la notoria pista, por la que continuaremos hacia la izquierda |
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La pista tomada continúa por la izquierda en dirección al collado de Sobresate |
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La pista desemboca de inmediato en el collado de Sobresate |
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Collado de Sobresate, una baliza de la Senda GR-12 destaca en el lugar |
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Baliza de GR-12 en el collado de Sobresate con vista a Mendaur ( centro ) |
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Baliza de GR-12 enclavada en el collado de Sobresate |
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Unas notorias " rodadas " se dibujan en la herbosa ladera NW. de Ernaitzu |
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Dejamos atrás el collado de Sobresate, sobre el que despuntan Ireber ( izda ) y Launtze ( dcha ) |
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Salida a la cima de Ernaitzu |
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Vértice geodésico en la cima de Ernaitzu con Izaga ( izda ) y La Higa ( dcha ) asomando en el horizonte
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Buzón en la cima de Ernaitzu |
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Viejo buzón en la cima de Ernaitzu |
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Udabe ( izda ) asoma en primer término mientras que el Paso de las Dos Hermanas ( centro ) y detrás el Paso de Oskia se abren entre montañas |
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Vértice geodésico y buzones montañeros en la cima de Ernaitzu |
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Desde la cima de Ernaitzu nos encaminamos hacia el cercano " bosquete " ( centro ) que asoma en primer término |
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Dejamos atrás la amplia y herbosa cima de Ernaitzu |
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En las inmediaciones de la alambrada que nos separa del cercano " bosquete " tomaremos una estrecha pero notoria senda que desciende por la derecha |
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El marcado sendero pierde altura buscando adentrarse entre las hayas |
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La senda pierde altura adentrándose en el hayedo |
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El marcado sendero atraviesa un pequeño claro en el bosque de hayas |
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Tras corto discurrir bajo el hayedo la senda busca desembocar en una extensa pradera |
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En el punto en el que nuestro sendero desemboca en la extensa pradera recibiremos por la derecha un amplio camino
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Una vez alcanzada la amplia pradera abandonaremos el sendero que continúa por la izquierda mientras buscamos descender hacia el hayedo que se extiende a nuestra derecha |
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Atravesamos la pradera sin camino definido buscando alcanzar el borde del hayedo ( dcha ) |
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Un marcado sednero se dibuja en el borde del hayedo. Continuaremos por este hacia la derecha |
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El sendero se adentra entre las hayas |
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El sendero discurre notorio ganando notoriedad paulatinamente |
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Esporádicos hitos balizan la senda a seguir |
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Ya convertido en camino, este alcanza un portillo en la alambrada con " paso " aledaño. Lo atravesaremos |
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El amplio y notorio camino se abre paso entre las hayas |
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Paulatinamente el camino parece difuminarse entre las hayas |
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Terminamos desembocando en una pequeña pista que atraviesa perpendicularmente. Continuamos por esta hacia la derecha |
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La pista gana notoriedad de inmediato a la vez que el hayedo " clarea " |
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Paulatinamente la pista se torna más herbosa |
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Al adentrarse nuevamente en el hayedo la herbosa pista se bifurca. Continuaremos por la izquierda |
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La pista se transforma en camino mientras discurre bajo la frondosa ladera NE. de Ergibeleta |
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El camino amenaza con difuminarse en la frondosa ladera NE. de Ergibeleta |
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El camino no tarda en convertirse en un notorio sendero |
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La senda vuelve a hacerse notoria mientras discurre por un limpio hayedo |
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Entre las hayas desnudas asoma Seganbe/Seanbe, último objetivo de la jornada |
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La senda acentúa su pendiente mientras nos permite una abierta panorámica hacia Gaztelu y Txurregi ( izda ) |
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Gaztelu ( centro ), cima tras la que asoma Mortxe, y Txurregi ( dcha )
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La notoria senda pierde altura por la ladera oriental de Txiale |
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Cercano asoma el collado de Arrarás o Karate, hacia el que buscamos descender mientras que la piramidal silueta de Seganbe/Seanbe despunta ante nosotros |
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La notoria senda discurre junto a la alambrada que cierra el prado en cuyo extremo opuesto se abre el collado de Arrarás o Karate |
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El sendero gana notoriedad mientras discurre junto al borde del prado que llevamos a nuestra derecha |
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Terminamos desembocando en Otsolabide, camino que atraviesa perpendicularmente y por el que continuaremos hacia la derecha |
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Otsolabide se encajona entre las alambradas que cierran los prados mientras se encamina hacia el collado de Arrarás o Karate |
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Alcanzamos el collado de Arrarás o Karate, atravesado por una amplia pista, Arrarasbide. Continuamos por la izquierda |
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Arrarasbide se bifura de inmediato. Abandonaremos momentáneamente el camino de la izquierda que desciende hacia Arrarás para tomar el que asciende por la derecha hacia Seganbe/Seanbe |
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El camino tomado es una herbosa pista que de inmediato se " encajona " entre los pinos |
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La pista no tarda en dejar atrás el pinar para adentrarse en el hayedo |
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Ganamos altura en cómodo ascenso |
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La pendiente se acentúa cuando nuestro camino alcanza la alambrada que cierra el campo que queda a nuestra derecha |
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En algunos tramos la pista se torna herbosa. A la altura de una cerrada curva esta se bifurca, momento en el que obviaremos la que nace al frente ( centro ) para continuar por la izquierda |
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Ganamos altura bajo la frondosidad del hayedo |
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Dejamos atrás el hayedo para adentarnos en un cerrado pinar |
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La senda continúa notoria en su discurrir entre los pinos |
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El sendero en algunos tramos parece perder notoriedad aunque en todo momento discurre muy marcado |
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En la parte alta de la loma cimera de Seganbe/Seanbe vuelve a aparecer el hayedo |
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Entre las hayas la senda continúa su notorio discurrir |
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El sendero busca alcanzar la parte alta de Seganbe/Seanbe |
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Salida a la cima de Seganbe/Seanbe |
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Cima de Seganbe/Seanbe, un viejo buzón montañero la señaliza |
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Junto al buzón montañero, colocado en el tronco de un árbol, destaca una bonita talla de madera
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Detalle de la talla de madera situada en la cima de Seganbe/Seanbe |
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Cima de Seganbe/Seanbe |
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Buzón montañero en la cima de Seganbe/Seanbe con vista a Arrarás, localidad que las hayas apenas nos permiten apreciar en el valle |
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Arrarás visto desde la cima de Seganbe/Seanbe |
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Detalle de la placa del buzón montañero situado en la cima de Seganbe/Seanbe
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El sendero utilizado en el ascenso nos vuelve a adentrar en el hayedo para comenzar el descenso |
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Marcado tramo de sendero por el que descendemos de la cima de Seganbe/Seanbe |
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En el hayedo la senda se aprecia muy marcada |
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Una talla de madera colocada en el tronco de un haya señaliza el sendero que nace por nuestra derecha ( izquierda en la foto ) en el descenso, el cual obviaremos |
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El sendero utilizado a nuestra subida vuelve a adentrarse en el tupido pinar que ya atravesamos anteriormente |
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Lo " cerrado " del pinar apenas permite la entrada de los rayos de sol |
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Saliendo del frondoso pinar el sendero gana en notoriedad para convertirse en amplio camino |
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El camino pierde altura cómodamente entre las hayas |
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Conforme descendemos de Seganbe/Seanbe damos vista a Txiale ( dcha ), cima tras la que asoma Ernaitzu ( centro )
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Nuestro camino paulatinamente va ganando notoriedad para transformarse nuevamente en pista |
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Entre el desnudo hayedo asoma tímidamente Arrarás |
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Volvemos a atravesar el tramo en el que nuestro camino se " encierra " entre pinos |
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Terminamos desembocando nuevamente en el collado de Arrarás o Karate, cuello atravesado por Arrarasbide, camino por el que, ahora si, continuaremos descendiendo por la derecha |
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Punto en el que el camino ( dcha ) utilizado para nuestra visita a Seganbe/Seanbe desemboca en Arrarasbide ( izda ), camino por el que continuamos descendiendo hacia Arrarás |
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Arrarasbide no tarda en alcanzar un paso canadiense |
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En los tramos de mayor pendiente, con Beigañe/Begaña ( izda ) asomando al fondo, Arrarasbide se muestra cementado |
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Arrarasbide traza una cerrada curva, momento en el que nace un herboso camino por la derecha, el cual obviaremos mientras continuamos descendiendo por la izquierda |
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En cuanto la pendiente pierde inclinación Arrarasbide deja de estar cementado para pasar a ser de tierra |
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Alternamos tramos cementados con otros de tierra mientras ya damos vista a Arrarás ( dcha ) y al disperso caserío que se extiende bajo las laderas de Beigañe/Begaña |
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Caseríos de Arrarás en las laderas de Beigañe/Begaña. Destacan Kasteneko Borda ( dcha ) y Etxeaundiko Borda ( izda ), junto a los que pasamos al comienzo del itinerario |
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Arrarasbide, nuevamente cementado, pierde altura en fuerte pendiente buscando encaminarse hacia Arrarás ( dcha ) |
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Arrarás asoma ya cercano |
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Nuestro camino, Arrarasbide, continúa alternando tramos cementados con otros de tierra |
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En fuerte pendiente terminaremos desembocando en una estratégica encrucijada de caminos |
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Nuestro camino traza una cerrada curva de 180º y por este continuaremos obviando los otros que nacen en este estratégico cruce |
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No tardamos en " tropezar " con una nueva bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso del camino que nace de frente ( izda ) mientras salvamos el puente ( dcha ) que aparece en primer término |
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Atravesamos el puente que salva Otsolako Erreka |
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Otsolako Erreka
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Dejamos atrás el puente que salva Otsolako Erreka para ascender en fuerte pendiente por la pista cementada que da acceso a Arrarás |
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Tras corto aunque acusado ascenso desembocamos en Arrarás |
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Una vez en Arrarás desembocamos en una calle que atraviesa perpendicularmente. Continuamos por la izquierda |
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En Arrarás destaca su cuidado caserío |
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Caserón en Arrarás |
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Callejeamos por Arrarás buscando alcanzar la parte alta de la localidad |
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Piedra labrada en la fachada de una de las casas de Arrarás |
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Alcanzamos la parte alta de Arrarás, lugar en el que destaca la iglesia de la localidad y punto en el que tenemos estacionado nuestro vehículo |
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Iglesia de Arrarás, erigida en honor a San Pedro |
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En la parte alta de Arrarás, donde tenemos estacionado nuestro vehículo, daremos por finalizado este itinerario |
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