A finales del mes de
Abril se celebra en tierras navarras la conocida como Nafarroa Xtrem, carrera
de montaña que discurre por el extremo occidental del macizo pirenaico.
Con un itinerario muy
exigente esta prueba se desarrolla sobre un trazado de 68 kilómetros de
distancia y salva un desnivel positivo de 4000 metros.
Partiendo desde Zubiri
( 529 m ), localidad perteneciente al Valle de Esteríbar, la ruta en su mayor
parte aprovecha esos antiguos senderos que atraviesan frondosos bosques de
hayas así como amplias y extensas praderas. Además se coronan cumbres tan
emblemáticas dentro del montañismo navarro como son Adi ( 1456 m ), Saioa (
1418 m ), Zuriain ( 1411 m ), Baratxueta ( 1148 m ) o Goitean/Goitiko Gaina (
1232 m ).
En la actualidad el
itinerario de la Nafarroa Xtrem aparece balizado como ruta de Gran Recorrido y
se la ha denominado como GR-322, permitiendo de esta manera su realización por
parte de los senderistas.
La ruta se ha dividido
“ oficialmente “ en tres etapas:
*Zubiri-Puerto
de Urkiaga
*Puerto
de Urkiaga-Lanz
*Lanz-Zubiri
La primera de estas
tres etapas discurre sobre una distancia de 18´50 kilómetros y salva un
desnivel positivo de 1370 metros aproximadamente.
La segunda jornada
recorre 21´80 kilómetros y cuenta con un desnivel positivo de 950 metros
aproximadamente.
La tercera y última
etapa, desde mi humilde punto de vista, es la más larga y exigente de las tres.
Cuenta con una distancia de 27´10 kilómetros y salva 1470 metros de desnivel
positivo.
Es obvio que al no ser
rutas “ circulares “ nos obliga a contar con un vehículo de” apoyo “ que nos “
recoja “ en el lugar de destino de cada una de estas etapas.
Esta que paso a reseñar
es la primera de las tres etapas en la que se ha dividido “ oficialmente “ la
Nafarroa Xtrem. Espero que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Comenzamos a caminar en
Zubiri ( 529 m ), localidad perteneciente al Valle de Esteríbar que es
atravesada por la carretera N-135, vial por el que iniciamos nuestro itinerario
aunque de inmediato lo abandonaremos para continuar por la NA-138 en dirección
a Saigos/Saigots ( 554 m ).
Una vez alcanzada esta
pequeña población, desde sus afueras tomaremos el camino que desciende a cruzar
el río Arga por un bonito puente medieval, punto a partir del cual el camino, en
todo momento escrupulosamente balizado, inicia un agradable discurrir por el
Barranco de Etxarro.
Tras abandonar el
citado barranco atravesaremos unas amplias y herbosas campas que nos harán desembocar
en el collado de Gurutxaga ( 976 m ).
Desde esta estratégica
encrucijada de caminos nos adentraremos bajo un frondoso bosque de hayas en el
que dejaremos a nuestro paso las cimas de Iramendi ( 1203 m ), Ollarmendiko
Kaskoa ( 1170 m ) y Zotalar ( 1248 m ), cumbre esta última desde la que
perderemos altura hasta la Cabaña de Leñadi ( 1173 m ), paraje desde el que
iniciaremos el acusado ascenso hacia la cima del Adi ( 1456 m ).
Un fortísimo descenso
por su vertiente septentrional nos deja en Adipeko lepoa ( 1186 m ), cuello
desde el que continuaremos en corto ascenso hacia la cercana “ cimita “ de Gorostibizkar
( 1196 m ).
En dirección opuesta a
la de ascenso continuaremos caminando por la alargada loma en la que también
dejaremos a nuestro paso las cimas de Esnezelaieta ( 1116 m ) y Larrain ( 1080
m ).
Desde esta última, tras
un corto descenso que nos deja en el collado homónimo, Larraingo lepoa ( 1007 m
), abandonamos el cordal para tomar por la izquierda ( W ) el balizado sendero
que rápidamente nos hará desembocar en el Puerto de Urkiaga ( 911 m ), paraje
en el que damos por finalizada esta primera etapa.
Datos
del Itinerario
Desnivel:
1371 m.
Tiempo:
De 5 h a 7 h
Distancia:
18´51 km
Inicio:
Zubiri ( Valle de Esteríbar )
Fecha
de realización: Junio 2021
Epoca
recomendada: Todo el año
Cimas:
Iramendi o Amutz ( 1203 m ); Ollarmendiko Kaskoa ( 1170 m ); Zotalar ( 1248 m
); Adi ( 1456 m ); Gorostibizkar ( 1197 m ); Esnezelaieta ( 1116 m ); Larrain (
1080 m )
Descripción del
Itinerario
Estacionamos nuestro
vehículo en las inmediaciones del Polideportivo Municipal del Valle de
Esteríbar, enclavado en la localidad de Zubiri ( 529 m ) y junto al que hay un
amplio aparcamiento. En el lugar destacan varios paneles informativos, uno de
los cuales hace referencia a esta primera etapa de la Senda GR-322 que nos
disponemos a realizar.
Comenzamos a caminar
desde el citado aparcamiento tomando las balizas rojiblancas que nos van a
acompañar en toda la travesía.
En los primeros metros
caminaremos por la amplia zona de estacionamiento que se extiende paralela a la
carretera N-135, vial que atraviesa el casco urbano de Zubiri ( 529 m ) y en la
que no tardaremos en desembocar para abandonar la citada población.
Discurrimos por el
arcén de la mencionada carretera y no tardamos en dar alcance, ya a las afueras
de la localidad, a una notoria bifurcación. Abandonamos la N-135 que continúa
por la derecha ( NE ) en dirección a Francia por Valcarlos/Luzaide ( 365 m ) para seguir de frente ( N ) por la
NA-138 camino de Eugui/Eugi ( 643 m ).
Caminamos por asfalto y
no tardamos en alcanzar la pequeña localidad de Saigos/Saigots ( 554 m ),
población que, a pesar de que las balizas rojiblancas la evitan, nosotros no
dudamos en visitar.
Atravesamos esta
pequeña localidad, también perteneciente al Valle de Esteríbar, dejando a
nuestro paso su bello y cuidado caserío, entre el que destaca el pequeño
edificio que alberga la Casa del Concejo y la iglesia erigida en honor a San
Cristóbal.
Frente a la casa
Garrorena, edificio que dejaremos a nuestra derecha ( W ), unas escaleras de
hormigón situadas junto a la barandilla de hierro que tenemos a la izquierda (
E ), nos “ invitan “ a descender para alcanzar nuevamente la carretera NA-138.
Atravesamos la vía
asfaltada para alcanzar al frente ( E ) un gran panel informativo que hace
referencia a la ruta GR-225 o Fuga de Ezkaba y junto a este un poste indicador.
En un corto tramo nuestra ruta, la GR-322, coincide con la que este panel hace
referencia, la GR-225.
Desde el citado panel nace
un marcado camino que desciende para de inmediato alcanzar el puente medieval
que salva el río Arga. Atravesado este, el camino se bifurca, momento en que
continuaremos por la izquierda ( N ) en suave ascenso.
A los pocos metros, en
el paraje de Arbillaga ( 549 m ), un poste indicador señaliza una notoria
bifurcación. Obviamos el sendero que, balizado como GR-225, nace por la derecha
( NE ) mientras continuamos de frente ( N ) en agradable ascenso por el camino
“ principal “.
Ganamos altura
plácidamente por el ancho y notorio camino, Mendiko bidea, el cual no tarda en
dejar a su paso la balizada bifurcación en la que un poste indicador señaliza
el sendero que nace por la izquierda ( W ) en dirección a Eugui/Eugi ( 643 m ).
Seguimos de frente ( NW ).
Mendiko bidea continúa
su agradable ascenso y no tarda en dejar a su paso una gran torreta de una
línea de alta tensión, punto a partir del cual inicia un tendido descenso.
En breve, en el punto
en el que nuestro camino traza una cerrada curva hacia la derecha ( NE ),
volvemos a toparnos con un cruce, lugar en el que un poste indicador se encarga
de señalizar el Sendero SL NA-41 que nace por la izquierda ( NW ), el cual
obviaremos.
Seguimos de frente ( NE
) por el camino “ principal “, el cual paulatinamente parece perder notoriedad
para adentrarse en la espesura del frondoso bosque. No tardaremos en toparnos
con un cruce, punto en el que optaremos por continuar por el camino de la
derecha ( E ).
Mendiko bidea discurre
plácidamente paralelo a Etxarroko Erreka, cuyo cauce atravesaremos en breve por
un viejo puente.
Tras salvar el citado
puente nuestro camino nuevamente se bifurca, momento en el que obviamos el
camino que de frente ( N ) da acceso a un prado mientras trazamos una marcada curva
hacia la derecha ( NE ) para iniciar un acusado ascenso.
El camino decididamente
pierde notoriedad para convertirse en un marcado sendero que nuevamente se
adentra bajo un frondoso bosque. En acusado ascenso ganamos altura para
alcanzar una marcada senda que atraviesa perpendicularmente, por la que continuaremos
hacia la derecha ( NE ).
La citada senda pierde
inclinación y por ella caminaremos en plácido discurrir hasta que volvemos a “
tropezar “ con un nuevo cruce. Hacemos caso omiso del herboso sendero que por
la derecha ( E ) da acceso a una cercana borda mientras continuamos de
frente ( NE ) para abandonar la espesura
del bosque.
La senda gana
notoriedad mientras continúa “ encerrada “ entre bojes de gran porte y no tarda
en salir a terreno despejado, paraje que paulatinamente se irá “ abriendo “ y
en el que nos toparemos con un “ paso “ que nos permite atravesar una
alambrada.
Ya por terreno abierto
las balizas señalizan escrupulosamente el herboso sendero a seguir, el cual volverá
a ganar notoriedad para nuevamente “ encajonarse “ entre el bojedal.
La notoria senda
desemboca nuevamente en una amplia explanada herbosa, lugar en el que una “
estratégica “ baliza nos invita a tomar el camino más marcado que continúa por
la derecha ( E ).
Dicho camino alterna
tramos de discurrir entre grandes bojes con otros en los que, convertido en
sendero, atraviesa pequeñas campas herbosas. De esta manera termina
desembocando en el collado de Gurutxaga ( 976 m ), estratégica encrucijada de
caminos en la que destacan varios postes indicadores.
Un poste indicador y
una baliza señalizan el sendero por el que deberemos continuar, el cual se
adentra en el frondoso hayedo para iniciar un acusado ascenso.
Atravesamos pequeños
claros en el bosque, tramos en los que caminaremos “ encerrados “ entre los
helechos que amenazan con hacer desaparecer el, en todo momento, notorio
sendero.
Las balizas rojiblancas
señalizan el sendero por el que terminaremos dando alcance al extremo
meridional de la alargada loma cimera de Iramendi ( 1203 m ), lugar en el que
destaca un hito y, en sus inmediaciones, una de las mugas que delimitan el
extenso territorio de Quinto Real.
En tendido y plácido
ascenso continuaremos ganando altura paulatinamente por el en todo momento
escrupulosamente balizado sendero, el cual deja a su paso los numerosos
mugarris que, como he comentado anteriormente, delimitan el término de Quinto
Real.
A la sombra del
frondoso bosque terminaremos desembocando en la amplia cumbre de Iramendi o Amutz
( 1203 m ). Un buzón la señaliza. Nula panorámica debido a que el hayedo lo
cubre todo.
Iniciamos el descenso
en dirección opuesta a la de ascenso mientras continuamos dejando a nuestro
paso más mugas de las que delimitan el término de Quinto Real. Sin excesivas
dificultades terminamos desembocando en Erroibarko lepo ( 1038 m ), inapreciable
collado en el que destaca una muga y un pequeño portillo en la alambrada.
En este discreto “
cuello “ recibimos un notorio camino por la izquierda ( SW ), el cual tomaremos
para continuar ganando altura en la misma dirección ( N ) mientras nos alejamos
tímidamente de la alambrada que asoma cercana a nuestra derecha ( E ).
Nuestro camino no tarda
en bifurcarse, momento en el que decidimos continuar por la derecha ( NE ) como
indican las balizas.
De inmediato volveremos
a abandonar el camino tomado para, nuevamente por la derecha ( NE ), tomar la balizada
senda por la que no tardaremos en alcanzar la loma por la que discurre la
alambrada, junto a la que caminaremos hasta desembocar en la cima de Ollarmendiko Kaskoa
( 1170 m ). Un hito la señaliza. Al igual que la cima anteriormente visitada,
la frondosidad del bosque nos priva de panorámica alguna.
Un corto y tendido
descenso nos hará atravesar Ollarmendiko lepo, “ colladito “ desde el que volvemos
a ganar altura en plácido ascenso. La senda evita por la derecha ( S ) la
cercana cumbre de Zotalar ( 1248 m ), hacia la que no dudamos en desviarnos y en
la que desembocamos de inmediato tras pasar primero por su cota SW ( 1246 m ),
en la que destaca un pequeño hito de piedras. Desde esta más que discreta cota
( 1246 m ), caminando en todo momento entre las hayas y tras un corto descenso
en el que atravesamos el “ colladito “ que nos separa de la cima “ principal “,
no tardaremos en desembocar en esta. Zotalar ( 1248 m ), un buzón destaca en el pequeño
“ claro “ del bosque que se abre en el punto más elevado de esta cima. Nula
panorámica.
Por la derecha ( SE )
nos adentramos nuevamente en la frondosidad del hayedo para retomar la balizada
senda que continúa en acusado descenso en dirección a Lizartxipiko lepoa ( 1065
m ). Un poste indicador destaca en el lugar.
Continuamos de frente (
N ) por la notoria senda para desembocar en un camino más marcado que atraviesa
perpendicularmente, por el cual continuaremos hacia la izquierda ( NE ) para
evitar, también por la izquierda ( W ), la cercana “ cimita “ de Lizartxipi (
1111 m ). Hoy, a pesar de su cercanía, no la visitaremos.
Un corto descenso nos
hace atravesar el collado de Lepotipi ( 1083 m ), para posteriormente iniciar
un tendido ascenso que ahora nos hace evitar por la derecha ( E ) la cumbre
homónima, Lepotipi ( 1174 m ). Tampoco la “ coronaremos “.
Nuestro camino inicia
un agradable descenso para dar alcance a Leñariko lepo ( 1142 m ), cuello desde
el que una vez atravesado daremos alcance a la Cabaña de Leñari o Guarden
Etxola, enclavada en un claro del bosque.
Desde el citado “
refugio “ continuaremos en suave descenso por el amplio y notorio camino que
busca adentrarse nuevamente en el hayedo aunque de inmediato lo abandonaremos tomando
la balizada senda que nace por la derecha ( NE ).
El sendero se adentra
en el hayedo para iniciar un acusado ascenso en el que atravesaremos
esporádicos “ claros “ en el bosque mientras ganamos altura sin “ tregua “.
Definitivamente
abandonamos la frondosidad del hayedo para dar alcance a un “ paso “ en la
alambrada que nos permitirá situarnos bajo la empinada ladera meridional del
Adi ( 1456 m ).
La senda, notoria y
perfectamente balizada en todo momento, se abre paso entre la vegetación de
monte bajo que cubre la citada ladera, por la que ganaremos altura en brutal
pendiente hasta desembocar en la loma cimera, lugar en el que un “ paso “ en la
alambrada nos permite acceder a la cima del Adi ( 1456 m ). Herbosa y amplia cumbre
en la que destacan un buzón montañero y un viejo vértice geodésico del que tan
sólo queda la base.
En dirección opuesta a la de ascenso
continuaremos por la izquierda ( N ) caminando en todo momento junto a la
alambrada. Tras dejar a nuestro paso un pequeño taco geodésico iniciamos un
brutal descenso que nos hará desembocar rápidamente en Adipeko lepoa ( 1186 m
), collado que recibe por la izquierda ( NW ) y cerrado por un portillo, el
habitualmente concurrido camino que asciende desde el Puerto de
Urquiaga/Urkiaga ( 911 m ).
Las balizas rojiblancas
de la Senda GR-11 atraviesan el citado portillo aunque nosotros las obviaremos
para continuar de frente ( N ) por el marcado sendero que en corto ascenso
corona de inmediato la discreta cota de Gorostibizkar ( 1196 m ), cumbre de limitada
panorámica. Una baliza de la Senda GR-322 aparece enclavada en la cima.
Continuamos en suave
descenso para seguir en todo momento junto a la alambrada en la que aparecerán
esporádicas balizas rojiblancas. Alcanzamos el discreto collado de Esnezelaieta
( 1099 m ), lugar en el que destaca un portillo en la alambrada y paraje en el
que recibimos por la derecha ( E ) el camino procedente de Urepel ( 414 m ). Un
corto repecho y alcanzamos la discreta cota del mismo nombre, Esnezelaieta
( 1116 m ), arbolada cumbre de nula panorámica.
Perdemos altura siguiendo en la misma
dirección ( NW ) con la vista puesta en un claro del bosque en el que destaca
una “ coqueta “ chabola de cazadores construida con troncos y que está ubicada
en un amplio collado ( 949 m ). Por su parte trasera buscaremos de nuevo la
alambrada, en la que destaca otro portillo que tampoco atravesaremos para
continuar de frente ( W ).
Un corto tramo a la sombra del hayedo y
salimos de nuevo a terreno despejado para dejar a nuestro paso varias palomeras
mientras continuamos hacia la cercana cima de Larrain ( 1078 m ). El punto más
elevado de esta discreta “ cota “ queda al otro de la alambrada, lugar al que podremos
acceder salvando el “ paso “ habilitado para tal efecto. Cubierta de hayas y
por frondoso follaje, esta cumbre nos ofrece una nula panorámica.
En dirección opuesta a
la de ascenso la balizada senda nos adentra nuevamente en el hayedo para
continuar en descenso mientras vamos dejando a nuestro paso numerosas palomeras
y varios “ pasos “ en la alambrada que en todo momento tendremos a nuestra
izquierda ( W ).
Alcanzamos Larraingo
lepoa ( 1007 m ), un discreto collado en el que destaca una palomera y junto a
ella un nuevo portillo que, esta vez sí, atravesaremos para alcanzar la pista
cementada proveniente del Puerto de Urquiaga/Urkiaga
( 911 m ). Un poste indicador desataca junto a esta.
Descendemos por la
mencionada pista hasta toparnos de inmediato, a la altura de una cerrada curva,
con un poste indicador que señaliza una notoria senda que nace de frente ( W ),
por la que continuaremos en acusada pendiente para terminar desembocando en el Puerto de
Urquiaga/Urkiaga ( 911 m ).
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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Damos comienzo a este itinerario en Zubiri, concretamente desde el amplio aparcamiento situado junto al Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar |
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Paneles informativos situados junto al aparcamiento del Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar situado en Zubiri
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Detalle del panel informativo sobre esta primera etapa de la GR-322 |
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Detalle del panel informativo sobre esta primera etapa de la GR-322
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Detalle de otro de los paneles informativos situados junto al Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar situado en Zubiri |
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Poste indicador situado junto al Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar situado en Zubiri |
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Detalle del poste indicador situado junto al Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar situado en Zubiri
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Comenzamos a caminar dejando atrás el Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar situado en Zubiri, junto al que destacan varios paneles informativos
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Comenzamos a caminar, hoy me acompaña mi hijo Oscar, desde el aparcadero aledaño al Polideportivo Municipal del Valle de Esteríbar dando la espalda al casco urbano de Zubiri. Las balizas rojiblancas ( farola ) indican el camino a seguir |
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De inmediato caminaremos por la carretera N-135, en todo momento siguiendo las balizas ( izda ) rojiblancas |
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La carretera N-135 se bifurca. La abandonamos para seguir de frente tomando la NA-138 |
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Zubiri queda atrás |
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Caminamos por el arcén de la carretera NA-138 |
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La localidad de Saigos/Saigots asoma cercana. Hacia esta nos encaminamos |
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Las balizas rojiblancas ( dcha ) nos " invitan " a seguir por asfalto evitando entrar a Saigos/Saigots aunque nosotros decidimos visitar la localidad. Para ello abandonaremos la carretera por la izquierda |
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Accedemos a Saigos/Saigots tomando la calle que por la izquierda da acceso a su casco urbano |
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La calle por la que accedemos a Saigos/Saigots lo hace en acusado ascenso |
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En nuestro callejear por Saigos/Saigots dejamos a nuestro paso grandes y cuidados caserones
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Fachada de uno de los caserones de Saigos/Saigots |
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Fuente en Saigos/Saigots |
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Callejeamos por Saigos/Saigots
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Dejamos a nuestro paso la iglesia de Saigos/Saigots, erigida en honor a a San Cristóbal |
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Descenderemos hacia la carretera NA-138 |
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Dejamos a nuestro paso la casa Garrorena |
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Atravesaremos la carretera NA-138 con la vista puesta en el panel informativo que destaca al frente
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Sobre la carretera NA-138 que atravesamos destaca la iglesia de Saigos/Saigots |
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Panel informativo de la senda GR-225 o Fuga de Ezkaba. Descenderemos por la pista que nace junto a este
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Detalle del panel informativo de la senda GR-225 o Fuga de Ezkaba |
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Junto al poste indicador y el panel informativo nace un marcado camino que inicia un suave descenso |
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El camino rápidamente da alcance al puente medieval que salva el río Arga |
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Puente medieval sobre el río Arga
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Río Arga |
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Una vez atravesado el puente medieval que salva el río Arga continuaremos por la izquierda
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Dejamos atrás el puente medieval que salva el río Arga |
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El camino, Mendiko bidea, comienza a ganar altura en suave pendiente y en todo momento perfectamente balizado
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Pocos metros más adelante, en el paraje de Arbillaga, obviaremos el sendero balizado con las marcas de la Senda GR-225 que nace por la derecha, mientras continuamos por el camino " principal " |
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Detalle del poste indicador enclavado en el paraje de Arbillaga
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Las balizas de la Senda GR-322 señalizan escrupulosamente nuestro camino |
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A nuestro paso, junto al camino, dejaremos un poste indicador que señaliza el sendero que nace por la izquierda, al cual haremos caso omiso |
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Detalle del poste indicador que aparece junto a nuestro camino |
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Mendiko bidea gana altura paulatinamente mientras discurre amplio y notorio |
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Desde Mendiko bidea divisamos en primer término Saigos/Saigots mientras que al fondo asoma Zubiri |
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Continuamos ganando altura plácidamente por Mendiko bidea |
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Conforme ganamos altura la panorámica hacia Saigos/Saigots, en primer término, y Zubiri, al fondo, mejora |
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Paulatinamente nuestro camino, Mendiko bidea, acentúa su pendiente |
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A nuestro paso, junto al camino, dejamos una torreta de tendido eléctrico |
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El camino, tras dejar a su paso la torreta de tendido eléctrico, inicia un agradable descenso |
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Un nuevo poste indicador aparece junto a nuestro camino. Obviamos el sendero que este señaliza, que nace por la izquierda, mientras continuamos por el camino " principal " que, como indica la baliza, traza una curva hacia la derecha |
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Detalle del poste indicador que dejamos a nuestro paso junto al camino |
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El camino paulatinamente se irá introduciendo bajo un frondoso bosque
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Nuestro camino se bifurca. Continuamos por la derecha |
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El camino, muy notorio en todo momento, discurre bajo un túnel de vegetación |
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Caminamos en plácido ascenso |
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Nuestro camino atraviesa el puente que salva Etxarroko erreka |
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Dejado atrás el puente que salva Etxarroko Erreka nuestro camino se bifurca. Como señaliza la baliza continuamos por la derecha |
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El camino se ha convertido en un marcado sendero |
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La senda discurre bajo un frondoso entorno |
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Nuevamente la senda pasa a convertirse en camino, mientras continuamos en todo momento acompañados de las balizas de GR |
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El bosque por el que caminamos, paulatinamente se torna más frondoso |
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La senda atraviesa esporádicos " claros " aunque en todo momento caminaremos " encajonados " entre bojes |
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El notorio sendero discurre entre un tupido bojedal |
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El sendero por el que caminamos alcanza uno más notorio que atraviesa perpendicularmente. Lo tomamos para continuar por la derecha |
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La senda, muy notoria en todo momento, discurre a la sombra del frondoso bosque |
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Nuestro camino, Mendiko bidea, se bifurca. Obviamos el que por la derecha da acceso a una cercana borda mientras continuamos en ascenso por la izquierda |
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La senda, en todo momento " encajonada " entre bojes, gana notoriedad |
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El sendero finalmente sale a terreno " abierto " |
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La senda alcanza el " paso " que nos permite salvar una alambrada |
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Las numerosas balizas señalizan escrupulosamente el camino a seguir |
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El sendero se dibuja nítidamente en la herbosa pradera |
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La senda se bifurca. Como indica la baliza continuamos por la derecha |
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La senda vuelve a " encajonarse " entre los bojes |
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Nuestra senda desemboca en una amplia explanada herbosa, lugar en el que destaca una baliza ( izda ) que nos " invita " a continuar por la derecha |
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Baliza que nos " invita " a tomar el camino que continúa por la derecha |
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El camino gana notoriedad para volver a " encajonarse " entre bojes |
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Nuevamente desembocamos en una amplia explanada herbosa. Las balizas señalizan escrupulosamente el camino a seguir |
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El camino vuelve a adentrarse entre el bojedal |
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Volvemos a atravesar una extensa campa en la que se dibuja una marcada y balizada senda |
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El sendero nuevamente se adentra en el bojedal |
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Terminamos desembocando en el collado Gurutxaga, encrucijada de caminos y lugar en el que destacan varios postes indicadores |
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Cruzamos la pista que atraviesa el collado Gurutxaga y nos encaminamos hacia el poste indicador que señaliza nuestra ruta. Una pequeña baliza " delata " el inicio del sendero que deberemos tomar |
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Otro de los postes indicadores enclavados en el collado Gurutxaga |
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Detalle del poste indicador que señaliza nuestra ruta |
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La senda se adentra en el frondoso bosque de hayas |
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Las balizas señalizan escrupulosamente la senda que se difumina en el hayedo |
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El sendero amenaza con " perderse " entre los helechos |
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Las numerosas balizas no dejan lugar al menor " despiste " |
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El Pantano de Eugui/Eugi aparece entre las hayas |
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En cortos tramos la senda gana altura en brutal pendiente mientras se encajona entre los helechos |
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Continuamos acompañados de las balizas que señalizan magistralmente nuestro camino |
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El sendero gana altura bajo un precioso hayedo |
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A la altura de uno de los mugarris que delimita el término de Quinto Real damos alcance al extremo meridional de la boscosa loma de Iramendi. Un hito, hacia el que nos desviamos, destaca en esta discreta " cotita " |
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Hito en el extremo meridional de la arbolada loma de Iramendi |
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Retomamos nuestro balizado sendero, el cual continúa discurriendo entre las hayas |
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Las mugas que delimitan el término de Quinto Real aparecen a la orilla de nuestro camino |
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Mirada atrás hacia la discreta " cotita " que acabamos de visitar y que se eleva tímidamente en el extremo meridional de la frondosa loma de Iramendi |
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Nuestro camino gana notoriedad mientras se abre como un " pasillo " entre las hayas |
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Mientras caminamos bajo el hayedo deberemos estar atentos a las estratégicas balizas que van señalizando el camino a seguir |
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Ganamos altura paulatinamente a la sombra del frondoso bosque de hayas |
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La frondosidad del hayedo apenas deja pasar unos rayos de luz |
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Continuamos dejando a nuestro paso algunas de las mugas que delimitan el término de Quinto Real |
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Caminamos por la parte alta de una frondosa loma |
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Alcanzamos la frondosa cima de Iramendi |
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Mi hijo Oscar en la cima de Iramendi |
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Buzón en la cima de Iramendi |
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Dejamos atrás la cima de Iramendi, completamente cubierta por el hayedo y con nula visibilidad |
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Desde la cima de Iramendi, acompañados en todo momento por las balizas rojiblancas, iniciamos un tendido descenso
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Continuamos dejando a nuestro paso varias de las mugas que delimitan el término de Quinto Real |
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Las balizas rojiblancas continúan señalizando escrupulosamente nuestro camino |
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Nuestro camino discurre junto a la línea de mugas que delimitan el término de Quinto Real |
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Paulatinamente la pendiente se va acentuando mientras perdemso altura por la frondosa ladera septentrional de Iramendi |
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El camino, bastante notorio en algunos tramos, forma un " pasillo " mientras continúa dejando a su paso las numerosas mugas que delimitan el término de Quinto Real
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Perdemos altura mientras caminamos por lo alto de la frondosa loma |
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Deberemos estar atentos al punto en el que nuestro camino, a la altura de una de las mugas ( dcha ) que delimitan el término de Quinto Real, abandona la loma para descender por la izquierda |
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Muga en la loma y placa de " acotado de hongos ", referencia del lugar en el que abandonamos la loma |
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No tardamos en desembocar en el collado de Erroibar, lugar en el que destaca una de las mugas ( dcha ) que delimita el término de Quinto Real |
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En el collado de Erroibar destaca un pequeño portillo en la alambrada ( dcha ). Tomamos la pista que inicia un tendido ascenso desde este " colladito "
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La amplia pista tomada en el collado de Erroibar asciende bajo el frondoso y joven hayedo |
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Mientras ganamos altura, en lo alto de la cercana loma continúan apareciendo más de las numerosas mugas que delimitan el término de Quinto Real |
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Muga bajo las hayas |
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Continuamos ganando altura por notorio camino, en todo momento bajo el frondoso hayedo |
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Nuestro camino se bifurca. Las balizas rojiblancas nos " invitan " a continuar ascendiendo por la derecha |
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Nuevo cruce, lugar en el que las balizas nos " invitan " a abandonar el notorio camino por la derecha para retomar la cercana loma |
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Las balizas ( dcha ) señalizan en todo momento el camino a seguir |
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Un notorio sendero se dibuja en el hayedo |
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Conforme ascendemos el bosque gana en frondosidad |
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Sin apenas darnos cuenta desembocamos en la amplia cumbre de Ollarmendiko Kaskoa |
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Mi hijo Oscar junto al hito cimero que señaliza la frondosa cumbre de Ollarmendiko Kaskoa |
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Desde la cima de Ollarmendi iniciamos un tendido descenso en dirección opuesta a la de ascenso mientras continuamos caminando bajo un frondoso bosque de hayas |
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Tras un corto descenso desde la cima de Ollarmendi nuestro notorio sendero no tarda en volver a ganar altura |
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El hayedo se " clarea " mientras el sendero por el que ascendemos gana notoriedad. Desde dicho sendero nos desviaremos hacia la izquierda para " coronar " la cercana cumbre de Zotalar |
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Rápidamente alcanzaremos la loma cimera de Zotalar |
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Mi hijo Oscar junto al hito que señaliza la " antecima " de Zotalar |
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Dejamos atrás el hito que señaliza la " antecima " de Zotalar |
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Desde la " antecima " de Zotalar iniciamos un corto descenso camino de la cima " principal " |
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Mi hijo Oscar en la cima de Zotalar. Un buzón la señaliza |
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Detalle del buzón cimero de Zotalar |
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Desde la cima de Zotalar nuevamente nos adentraremos en el bosque para retomar nuestro balizado camino |
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Desde la cima de Zotalar no tardaremos en retomar nuevamente el balizado sendero |
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Esporádicos hitos balizan el notorio sendero por el que caminamos |
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Paulatinamente la senda acentúa su inclinación para iniciar un acusado descenso |
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El sendero abandona momentáneamente el hayedo para atravesar un claro en el bosque, momento en el que divisamos ante nosotros el Adi ( centro ), hacia el cual nos encaminamos |
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La notoria senda nuevamente se adentra bajo el frondoso hayedo |
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El marcado sendero parece ganar notoriedad mientras continúa su acusado descenso |
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Desembocamos en el prácticamente inapreciable collado de Lizartxipi, lugar en el que destaca un poste indicador |
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Detalle del poste indicador enclavado en el collado de Lizartxipi |
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Poste indicador enclavado en el collado de Lizartxipi |
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Desde el collado de Lizartxipi continuaremos en tendido descenso por el notorio sendero |
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Nuestro sendero desemboca en un camino más notorio que atraviesa perpendicularmente. Continuamos por esta hacia la izquierda |
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El camino, en todo momento perfectamente balizado, inicia un agradable ascenso |
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Cercana, sobre nuestro camino, apenas destaca la frondosa cima de Lizartxipi |
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El camino, en algunos tramos, parece perder notoriedad mientras discurre en todo momento bajo las hayas |
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Nuevamente nuestro camino gana notoriedad |
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Acompañados en todo momento por las balizas rojiblancas atravesamos el collado de Lepotipi, discreto cuello que nos separa de la cumbre homónima |
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El camino asciende en agradable pendiente para discurrir bajo la vertiente oriental de la frondosa cumbre de Lepotipi |
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El camino discurre bajo un " túnel " de vegetación |
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El camino se convierte en sendero para atravesar un claro en el bosque |
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Nuestro camino " alterna " tramos de discurrir bajo el hayedo con otros en los que atraviesa pequeños claros |
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Las balizas ( dcha ) señalizan en todo momento el camino a seguir |
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En el momento en el que nuestro camino atraviesa un gran claro, sobre nuestras cabezas despunta el Adi |
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En ligero descenso alcanzaremos Guarden Etxola o Cabaña de Leñadi. Nuestro camino la deja de paso mientras continúa descendiendo por la izquierda |
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A escasos metros de dejar atrás Guarden Etxola o Cabaña de Leñadi, como indican las balizas, abandonaremos el notorio camino por la derecha |
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Mirada atrás hacia Guarden Etxola o Cabaña de Leñadi |
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Ganamos altura por una notoria y herbosa senda |
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El herboso sendero, pefectamente balizado en todo momento, vuelve a adentarse en el limpio hayedo |
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La senda atraviesa un gran claro en el bosque mientras se abre paso entre los helechos |
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La senda, balizada con esporádicos hitos, se adentra nuevamente en el hayedo |
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Cilveti/Zilbeti asoma entre el frondoso hayedo |
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Cilveti/Zilbeti |
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La notoria senda acentúa su pendiente paulatinamente |
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El marcado sendero zigzaguea bajo el frondoso hayedo |
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En acusado ascenso, la senda busca abandonar el hayedo parara salir a terreno abierto |
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Un paso en la alambrada nos permite acceder a la herbosa ladera meridional del Adi, por la que pretendemos ascender hacia su cima |
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La notoria senda se abre paso entre vegetación de monte bajo |
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La marcada senda gana altura en acusado ascenso mientras se " encajona " entre los helechos |
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Desde la ladera meridional del Adi disfrutamos de una abierta panorámica hacia Cilveti/Zilbeti, población que asoma en el fondo del valle |
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Cilveti/Zilbeti aparece rodeada de montes |
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La senda, muy notoria en todo momento, acentúa paulatinamente su pendiente |
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En algunos tramos la balizada senda gana altura en brutal pendiente |
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Conforme ascendemos la senda parece darnos una pequeña " tregua " |
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Nuestro balizado sendero termina alcanzando la loma cimera |
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Ya en la parte alta de la loma cimera, ligeramente a nuestra izquierda, damos vista a un " paso " que nos permitirá atravesar la alambrada |
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Salvamos el " paso " que nos permite acceder a la cercana y ya visible cumbre del Adi |
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Ultimos metros hacia la cima del Adi |
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Junto a mi hijo Oscar en la cima del Adi |
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Desde la cima del Adi damos vista a la herbosa ladera por la que descenderemos en breve hacia Adipeko lepoa, collado que asoma en primer término |
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Mirada desde la cima del Adi hacia los llanos de Burguete y Espinal mientras que en el horizonte, cubierto por las nubes, se extiende el macizo pirenaico |
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Un par de chavales con bicis con los que hemos coincidido en la cima del Adi salvan el " paso " en la alambrada para iniciar el descenso |
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Mi hijo Oscar en la cima del Adi |
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Mirada hacia Adipeko lepoa, collado hacia el que debemos descender |
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Majada pastoril bajo la vertiente septentrional del Adi |
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Desde el derruido vértice geodésico que corona la cima del Adi iniciamos el descenso mientras caminamos por la alargada loma. En el horizonte damos vista a Saioa |
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Dejamos rápidamente atrás la cima del Adi |
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Las balizas rojiblancas señalizan en todo momento el camino a seguir |
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En el extremo septentrional de la alargada loma cimera del Adi, junto a la alambrada, dejaremos a nuestro paso un pequeño taco geodésico |
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Perdemos altura junto a la alambrada mientras la cima del Adi queda rápidamente atrás |
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Las balizas señalizan el inapreciable sendero por el que perdemos altura en brutal descenso. Como referencia para los días de niebla tenemos la alambrada |
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En algunos tramos, mientras descendemos en fortísoma pendiente, podemos apreciar trazas de sendero |
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La senda, más notoria en la parte baja de la vertiente septentrional del Adi, discurre en todo momento junto a la alambrada mientras que Auza ( centro ) despunta en el horizonte |
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Peña de Alba ( dcha ) asoma cercana mientras que Larhun ( centro ) despunta en el horizonte |
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Conforme nos acercamos a Adipeko lepoa la pendiente va perdiendo inclinación paulatinamente. Un búnker asoma en primer término |
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Un par de montañeros reponen fuerzas sobre el bunker que acabamos de dejar a nuestro paso |
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Alcanzamos Adipeko lepoa, herboso collado sobre el que apenas despunta la discreta cota de Gorostibizkar ( centro ). Hacia esta nos dirigimos |
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Mi hijo Oscar junto al poste indicador enclavado en Adipeko lepoa |
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Detalle del poste indicador enclavado en Adipeko lepoa |
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En Adipeko lepoa obviaremos el portillo y las balizas de la senda GR-11 ( izda ) mientras continuamos de frente iniciando el ascenso hacia la cercana " cimita " de Gorostibizkar |
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Las balizas de la Senda GR-322 destacan en la herbosa cumbre de Gorostibizkar. Un amplio camino la atraviesa |
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Mirada hacia Iturrumburu ( centro ) desde la cima de Gorostibizkar |
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En dirección opuesta a la de ascenso, un amplio camino inicia un tendido descenso desde la cima de Gorostibizkar |
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Las balizas señalizan en todo momento el camino a seguir, el cual deja a su paso algún que otro búnker ( izda ) |
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Nuestro marcado camino pierde altura en dirección al discreto collado de Esnezelaieta, sobre el que apenas destaca la arbolada cumbre del mismo nombre |
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Rápidamente desembocamos en el collado de Esnezelaieta, lugar en el que nos topamos con el camino proveniente de Urepel ( dcha ), el cual obviaremos para continuar al frente |
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Las balizas señalizan escrupulosamente el camino a seguir, el cual inicia el ascenso hacia la cima de Esnezelaieta |
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Por herboso terreno ganamos altura camino de la arbolada cima de Esnezelaieta |
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Las balizas señalizan el herboso camino que discurre a escasos metros de la cima de Esnezelaieta |
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Caminamos junto a la alambrada buscando " coronar " la cima de Esnezelaieta |
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Hito en la cima de Esnezelaieta |
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Detalle del hito cimero de Esnezelaieta |
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Dejamos atrás la discreta cima de Esnezelaieta para continuar perdiendo altura en dirección opuesta a la de ascenso |
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Salimos a terreno abierto para seguir descendiendo en dirección a la chabola que asoma en primer término al borde del arbolado |
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No tardamos en dar alcance a la chabola enclavada en un pequeño claro del bosque |
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Las balizas ( izda ) señalizan escrupulosamente el herboso camino por el que continuamos |
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Nuevamente haremos caso omiso del portillo abierto en la alambrada mientras continuamos ganando altura junto a esta |
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El camino discurre en todo momento paralelo a la alambrada ( izda ) |
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Ganamos altura paulatinamente a la sombra de las hayas |
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Salimos a terreno abierto camino de la cercana y ya visible cumbre de Larrain |
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Cima de Larrain |
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Mirada hacia las tierras del Valle de Aldudes desde la cima de Larrain. Isterbegi ( dcha ) asoma en primer término mientras que Auza ( izda ) y el cordal de Adaraza ( dcha ) despuntan en el horizonte |
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Así de " cerrada " aparece, al otro lado de la alambrada, la discreta cima de Larrain
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Dejamos atrás la cima de Larrain para continuar en descenso junto a la alambrada |
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El sendero por el que descendemos gana notoriedad mientras va dejando a su paso numerosas palomeras |
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Alcanzamos Larraingo lepoa, collado en el que, bajo una palomera, atravesaremos un " paso " en la alambrada |
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" Paso " en la alambrada en Larraingo lepoa |
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Tras salvar el " paso " en la alambrada desembocamos en una pista cementada que proviene del Puerto de Urkiaga. Continuamos en descenso por esta dejando de inmediato a nuestro paso un poste indicador |
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Detalle del poste indicador enclavado a la orilla de la pista cementada |
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Perdemos altura plácidamente por la pista cementada |
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En el punto en el que la pista cementada por la que descendemos traza una cerrada curva hacia la izquierda será donde la abandonaremos para tomar la balizada senda que nace al frente. Un poste indicador destaca en el lugar |
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Poste indicador y balizas señalizando la senda por la que abandonaremos la pista cementada |
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La senda, muy marcada en el terreno, pierde altura bajo el frondoso hayedo |
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La senda aparece en todo momento perfectamente balizada |
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La senda se convierte en amplio camino para, tras dejar a su paso un gran búnker ( izda ), desembocar nuevamente en la pista cementada abandonada anteriormente |
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De nuevo en la pista cementada continuaremos por esta en agradable descenso |
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El Puerto de Urkiaga asoma cercano entre el frondoso arbolado |
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Rápidamente desembocamos en el Puerto de Urkiaga. Numerosos paneles informativos destacan en el lugar |
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Panel informativo sobre la Senda GR-11 en el Puerto de Urkiaga |
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Panel informativo sobre la Senda GR-322 en el Puerto de Urkiaga |
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Panel informativo en el Puerto de Urkiaga |
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Panel informativo en el Puerto de Urkiaga
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Puerto de Urkiaga, fin de esta primera etapa de la Senda GR-322 |
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