Situado en la vertiente
septentrional de la provincia de Navarra, el Parque Natural del Señorío de
Bertiz, declarado como tal en el año 1984, cuenta con una extensión de 2040 ha.
que quedan enclavadas dentro del Valle de Bertizarana.
El Señorío de Bertiz linda
al Norte con Echalar/Etxalar, al Este con el Valle de Baztán, al Oeste con el
término de Cuatro Pueblos y Bertizarana, Valle al que como he indicado
anteriormente pertenece.
La vertiente más
meridional del Parque queda bañada por las aguas del río Baztán y es en dicha
vertiente, concretamente en el puente que da acceso al Señorío, el lugar en el
que confluyen los términos de Baztán y Bertizarana, y el punto en el que al
abandonar el primero de los valles citados, dicho río muta su nombre pasando a
denominarse Bidasoa.
Las primeras noticias
del Señorío de Bertiz datan del año 1392 cuando Pedro Miguel Bertiz fue
nombrado Merino Mayor de las Montañas por el rey Carlos III, el noble (
1361-1425 ). El Señorío permaneció en manos de la familia Bertiz hasta el año
1898 en el que fue adquirido por Dorotea Fernández a cuya muerte fue heredado
por su marido don Pedro Ciga Mayo, último propietario particular del Señorío.
Este a su muerte, allá por el año 1949, legó la finca al Gobierno de Navarra
con la condición de conservarla sin variar sus características y siendo
utilizada exclusivamente con fines recreativos, educativos y científicos. Como
ya he mencionado anteriormente, en el año 1984 es declarado Parque Natural,
existiendo actualmente en su interior un jardín botánico con 126 especies de
árboles y plantas de todo el mundo. Dicho jardín está situado en la parte baja
del Señorío, siendo el resto de la finca una extraordinaria muestra de bosque
atlántico. El punto más elevado del Parque Natural está situado en la cumbre de
Aizkolegi ( 841 m ), cima coronada por un palacio de estilo modernista que fue
mandado construir por don Pedro Ciga y en el que residía los veranos. A día de
hoy dicho palacio aparece en un estado “ lamentable “.
Cabe reseñar que cada
año visitan el Parque Natural del Señorío de Bertiz 70000 personas, siendo
Oronoz-Mugaire ( 150 m ) el punto habitual de acceso al mismo.
La localidad baztanesa
de Oronoz-Mugaire ( 150 m ) es el más occidental de los 15 pueblos que
conforman el Noble Valle y Universidad de Baztán. Mugante con el Valle de
Bertizarana por el Oeste y con el Señorío de Bertiz por el Norte, esta bella y
alargada población, claro ejemplo de pueblo-calle, es la puerta de entrada
habitual al Valle de Baztán. Es aquí donde nace la carretera N-121-B, vial que atraviesa
todo el Valle hasta alcanzar la frontera con Francia a la altura de
Dancharinea.
Aizkolegi ( 841 m ) es
el punto más elevado del Parque y, desde el vista “ montañero “, son numerosos
los lugares habitualmente utilizados como lugar de partida para las ascensiones
que buscan alcanzar su cumbre.
Las rutas más “
montañeras “ parten desde Echalar/Etxalar, localidad enclavada en la vertiente
septentrional del Parque, desde la que podemos realizar numerosos, interesantes
aunque relativamente “ largos “ itinerarios.
Plazazelai ( 536 m )
es, sin lugar a dudas, el punto de partida de la que podemos considerar ruta
más “ corta “ de entre las que pretenden alcanzar la cima de Aizkolegi ( 841 m
). Este discreto collado ( 536 m ) es atravesado por la carreterita NA-4453
Mugaire-Orabidea-Otsondo que tomaremos a las afueras de Oronoz-Mugaire ( 150 m
) en dirección a Elizondo ( 202 m ) y que en apenas 8 kilómetros de sinuoso
discurrir le da alcance. Hay lugar para estacionar nuestro vehículo.
Teniendo en cuenta el
gran número de visitantes que acceden al Señorío de Bertiz desde su entrada “
original “, situada en Oronoz-Mugaire ( 150 m ), creo que este puede ser el
punto de partida “ ideal “ para los interesados en alcanzar la cima de
Aizkolegi ( 841 m ). El itinerario quizás pudiera resultar algo largo pero si
exceptuamos la ruta que parte desde Plazazelai ( 536 m ), este puede
considerarse el más “ cómodo “ de los accesos al “ techo “ del Parque.
Para los “ menos
montañeros “, para aquellos que tan solamente quieran dar un “ pequeño paseo “
por este bello enclave, hay tres rutas señalizadas, que no balizadas, en la
parte baja del Parque.
Irretarazu,
con una distancia de algo más de 11 kilómetros, es el nombre del itinerario más
largo.
Suspiro,
con algo más de 9 kilómetros, es el nombre de la ruta “ media “, compartiendo
buena parte de su trazado con el itinerario mencionado anteriormente.
Iturburua,
con apenas 7 kilómetros, es el nombre del “ paseo “ más corto y también
comparte buena parte de su trazado con las dos rutas citadas anteriormente.
Recientemente ya
publiqué las rutas de Iturburua y Suspiro por lo que esta vez me decido
por la de Irretarazu, itinerario que
al igual que los anteriormente citados, no pasa de ser un corto y agradable “
paseo “ apto para los menos andarines o para realizarlo con los más pequeños. Esta
es mi propuesta, espero la disfrutéis.
Itinerario
Esta ruta da comienzo
en el aparcamiento situado a la entrada del Parque Natural del Señorío de
Bertiz ( 137 m ), punto desde el que tomaremos un pequeño sendero por el que
accederemos al carretil asfaltado que alcanza el portillo que nos permite
entrar al interior del citado Parque.
Desde dicho portillo
continuaremos por la derecha ( NE ) tomando un cuidado carretil asfaltado que
de inmediato deja, también por la derecha ( SE ), el acceso a un bello jardín
botánico.
Continuamos de frente (
NE ) para, de inmediato y nada más dejar a nuestro paso un panel informativo,
abandonar el asfalto por nuestra izquierda ( N ) tomando un marcado sendero.
Este a los pocos metros se bifurca, momento en el que optamos por continuar por
la derecha ( NE ).
La senda discurre bajo
un frondoso bosque para, a la altura de una ruinosa borda, desembocar en un
camino más notorio que, señalizado con un poste indicador, nos atraviesa
perpendicularmente proveniente de la carbonera junto a la que pasaremos
posteriormente. Continuaremos en ascenso por la izquierda ( W ).
El camino acentúa su
inclinación para dejar a su paso un “ castañero “, construcción de piedra a
partir de la cual la pendiente nos da una pequeña “ tregua “.
Nuestro camino
serpentea, ya sin apenas inclinación, bajo un frondoso bosque de hayas
atravesando a su paso varias regatas.
Sin dificultad
reseñable damos alcance a una estratégica bifurcación, lugar en el que destacan
varios postes indicadores. Hoy haremos caso omiso de la senda que desciende por
la derecha ( NE ), Camino de Iturburua, mientras seguimos al frente ( N ) por
el notorio sendero que continúa serpenteando entre el bello bosque del Señorío.
Atravesaremos varios
puentes de madera que nos “ ayudan “ a salvar las numerosas regatas que iremos
dejando a nuestro paso para terminar desembocando en una nueva bifurcación que,
al igual que la anterior, aparece perfectamente señalizada. En este lugar volveremos
a obviar la senda que desciende por la derecha ( N ), Camino de Suspiro,
mientras continuamos por el Camino de Irretarazu que sigue al frente ( W ).
Nuestro camino, en todo
momento perfectamente notorio, continúa su agradable discurrir mientras deja a
su paso los numerosos puentes que salvan las diferentes regatas que fluyen por
el frondoso bosque de Bertiz.
En plácido caminar
terminamos desembocando en Aizkolegiko Errepidea, amplio camino-pista que partiendo
desde la parte baja del Señorío de Bertiz da acceso al palacio que “ corona “
la cima de Aizkolegi ( 841 m ). Algo más de tres kilómetros y medio nos separan
del aparcamiento en el que ha dado comienzo este itinerario.
En plácido caminar
descenderemos por Aizkolegiko Errepidea para, en breve, dejar a nuestro paso la
piedra que señaliza el kilómetros tres.
Continuaremos perdiendo
altura para rápidamente “ tropezar “ con la bifurcación en la que recibiremos
por nuestra derecha ( NW ) Suspiroko Basabidea, camino por el que accederíamos
a las rutas de Iturburua y Suspiro. Varios postes indicadores
señalizan la bifurcación.
Seguimos descendiendo
por Aizkolegiko Errepidea ( S ) en plácido caminar para terminar dando alcance
al estratégico cruce en el que, haciendo caso omiso de Plazazelaiko Basabidea,
camino que nace por la izquierda ( E ), continuar al frente ( SE ).
Discurrimos en todo
momento por un amplio y notorio camino que irá dejando a su paso diferentes
cruces y numerosos puentes. Continuamos en todo momento por el
vial " principal ".
A nuestro paso
visitaremos la carbonera asentada a la orilla del camino y la calera que,
perfectamente señalizada, queda enclavada a escasos metros del mismo.
Nuestro camino alcanza
una marcada bifurcación en las inmediaciones de Casa Zabala, lugar en el que
obviaremos el camino que sigue por la derecha ( SW ) para tomar el bello camino
que, dejando esta a su paso, nos da opción de visitar el cuidado jardín
botánico, lugar desde el que, ya sin dificultad reseñable, retornaremos al
punto de partida de este itinerario, el aparcamiento del Parque Natural del
Señorío de Bertiz ( 137 m ).
Desnivel: 259
m
Tiempo: De
2 h a 4 h
Distancia: 11´6
km aprox.
Inicio: Oronoz-Mugaire
Fecha
de realización: Noviembre 2019
Epoca recomendada: Todo
el año
Cimas: No
se ascienden cimas
Comenzamos a caminar en el amplio aparcamiento ( 137 m ) situado a la
entrada del Parque Natural del Señorío de Bertiz. En el extremo opuesto al
punto desde el que accedimos al citado parking nace un señalizado sendero
cementado que alcanza el vial asfaltado que por la izquierda ( NW ) alcanza en
breve, tras dejar a su paso la caseta de información, el portillo que da acceso
al interior del Parque.
Atravesamos el citado portillo y haciendo caso omiso de Balangondoko
Basabidea, camino que nace por la izquierda ( SW ) en dirección al paraje de
Reparacea, continuamos por la carreterita asfaltada que discurre hacia la
derecha ( NE ).
Caminamos paralelos a la verja que cierra el bello jardín botánico
situado a nuestra derecha ( S ) para de inmediato dar alcance a una bifurcación.
Un poste indicador señaliza el desvío que por la derecha ( W ) da acceso al
citado jardín botánico, opción que obviaremos para continuar al frente ( NW ).
Seguimos por el vial asfaltado que poco más adelante deja a su paso un
panel informativo sobre las “ Flora exótica invasora en Bertiz “. Apenas habremos
dejado atrás este panel cuando abandonaremos el asfalto por la izquierda (
N ) tomando un marcado sendero que de inmediato se bifurca, momento en el que
optaremos por continuar por la derecha ( NE ).
La senda se introduce
bajo un frondoso bosque para discurrir muy marcada en el terreno. En nuestro
caminar por esta “ tropezamos “ con una discreta bifurcación en la que
obviaremos el sendero que desciende por la derecha ( NE ) mientras continuamos
de frente ( N ).
Nuestra marcada senda
termina desembocando, a la altura de una ruinosa borda, en un camino más
notorio que, señalizado con un poste indicador, nos atraviesa
perpendicularmente proveniente de la carbonera junto a la que pasaremos posteriormente.
Continuaremos en ascenso por la izquierda ( W ).
El camino, ancho y
notorio, acentúa su inclinación para, en breve, dejar a su paso un “ castañero
“, construcción de piedra junto a la que aparece un panel informativo y un
poste indicador. A partir del citado castañero la pendiente parece darnos una pequeña
“ tregua “.
Nuestro camino, ya sin
apenas inclinación, atraviesa un pequeño riachuelo para penetrar bajo un
frondoso bosque de hayas
En plácido caminar
continuaremos por el notorio sendero mientras vamos salvando a nuestro paso
varia regatas.
No tardaremos mucho en
alcanzar una no muy marcada bifurcación en la que haremos caso omiso del
sendero que desciende por la derecha ( E ) mientras continuamos de frente ( N
). Nada más dejar atrás el cruce nos topamos con un poste indicador que
señaliza el camino a seguir.
Continuaremos por un
marcado sendero que en algunos tramos parece perder notoriedad mientras que en
otros la gana. Sin dificultad reseñable damos alcance a un estratégico cruce, lugar
en el que destacan varios postes indicadores.
Esta vez obviaremos el sendero
que desciende por la derecha ( NE ), el Camino de Iturburua, mientras seguimos al frente ( N ).
El notorio camino
continúa en paulatino ascenso mientras serpentea entre el hayedo que cubre
prácticamente la totalidad del Señorío de Bertiz.
Atravesaremos varios
puentes de madera que nos “ ayudan “ a salvar las numerosas regatas que iremos
encontrando a nuestro paso.
Sin dificultad
reseñable nuestro camino termina dando alcance a una nueva bifurcación, lugar
perfectamente señalizado con postes indicadores.
Al igual que en el
anterior cruce, obviaremos el sendero que desciende por la derecha ( N ), el
Camino de Suspiro, mientras seguimos
de frente ( W ) por el “ principal “. Es el Camino de Irretarazu.
Nuestro camino continúa
su agradable discurrir dejando a su paso numerosos puentes de madera que salvan
las diferentes regatas que fluyen por el frondoso bosque de Bertiz. El camino a
seguir no ofrece lugar a duda y discurre en todo momento perfectamente notorio.
En “ plácido “ caminar
terminamos desembocando en Aizkolegiko Errepidea, amplio camino-pista que desde
la parte baja del Señorío de Bertiz asciende paulatinamente para dar acceso al
palacio de Aizkolegi, edificio actualmente en estado ruinoso que queda
enclavado en la cumbre del mismo nombre ( 841 m ).
Algo más de tres
kilómetros y medio nos separan del aparcamiento en el que ha dado comienzo este
itinerario. Un poste indicador nos “ invita “ a descender hacia este.
Perdemos “ plácidamente
“ altura por Aizkolegiko Errepidea para, en breve, dejar a nuestro paso la
piedra que señaliza el kilómetros tres. Son algo menos de once kilómetros los
que separan el aparcamiento del Parque Natural del Señorío de Bertiz del palacio
de Aizkolegi.
Continuaremos nuestro
descenso para rápidamente dar alcance a la marcada bifurcación en la que, por
nuestra derecha ( NW ), recibimos Suspiroko Basabidea. Este camino es por el
que descienden las rutas de Iturburua
y Suspiro. Varios postes indicadores
señalizan la bifurcación.
Seguimos descendiendo
al frente ( S ) en plácido caminar para, en breve y tras dejar a nuestro paso
la piedra que señaliza el kilómetro dos, terminar dando alcance al estratégico
cruce en el que, haciendo caso omiso de Plazazelaiko Basabidea, camino que nace
por la izquierda ( E ), continuaremos al frente ( SE ).
Discurrimos en todo
momento por un amplio y notorio camino que irá dejando a su paso numerosos
puentes y diferentes cruces a los que haremos caso omiso. Continuamos en todo
momento por el vial " principal ".
Dejamos atrás la piedra
que señaliza el kilómetro uno para, poco más adelante y a la orilla de nuestro
camino, detenernos a visitar las
diferentes fases de elaboración de las antiguas carboneras. Un panel
informativo describe el proceso.
De inmediato, por nuestra izquierda ( E ) y señalizado con un poste
indicador, nace un marcado sendero que en pocos metros da acceso a una bella
calera. Las visitamos.
De nuevo en el vial
asfaltado nuestro camino alcanza una marcada bifurcación en las inmediaciones
de Casa Zabala, lugar en el que obviamos
el camino que por la derecha ( SW ) continúa hacia el aparcamiento del Parque
para tomar al frente ( S ) el camino, Otsobidea, que tras dejar a su paso la
citada casa, antiguo caserón hoy reconvertido en albergue juvenil, y
posteriormente la Casa Goitikoetxea, termina desembocando en la entrada del
jardín botánico.
Desde aquí tomaremos el carretil asfaltado por el que,
ya sin dificultad reseñable, retornaremos al punto de partida de este
itinerario, el aparcamiento del Parque Natural del Señorío de Bertiz ( 137 m ).
Fotos del itinerario
Accedemos al Señorío de Bertiz atravesando el puente que salva el río Baztán en el punto en que pasa a denominarse río Bidasoa |
Río Baztán |
Aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz |
Panel informativo en el aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz |
Atravesamos el aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz |
Desde el aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz nace un estrecho sendero que, perfectamente señalizado, deberemos tomar |
El sendero que nace en el aparcamiento alcanza el carretil asfaltado que, por la izquierda, da acceso al Parque Natural del Señorío de Bertiz |
Dejaremos a nuestro paso la caseta de información situada a la entrada del Parque Natural del Señorío de Bertiz |
A la entrada al Parque encontramos, junto a la casa Etxeberria, un " merendero " |
Entrada al Parque Natural del Señorío de Bertiz. Pasado el portillo continuaremos por la derecha |
Pasado el portillo de entrada al Parque, por la izquierda nace Balangondoko Basabidea, camino que accede al paraje de Reparacea, al que haremos caso omiso |
Desde el portillo de entrada al Parque Natural del Señorío de Bertiz tomaremos la carreterita asfaltada que nace por la derecha |
De inmediato la carreterita se bifurca. Dejamos la que por la derecha accede al Jardín Botánico y continuamos de frente ( izda ) |
Poste indicador en la bifurcación |
Jardín del Señorío de Bertiz |
A los pocos metros damos alcance a un panel informativo situado a la orilla de nuestro camino |
Panel informativo sobre la " Flora exótica invasora en Bertiz " |
Nada más dejara atrás el panel informativo, tras este nace un notorio sendero por la izquierda. Abandonamos el asfalto y lo tomamos |
De inmediato el sendero que acabamos de tomar se bifurca. Continuamos por la derecha |
La senda es ancha y notoria mientras penetra bajo un frondoso bosque |
Nuestro sendero comienza a ganar altura en paulatino ascenso |
El viento que ha asolado la zona en días anteriores ha derribado numerosos árboles |
Salvamos uno de los árboles caídos, justo en el punto en el que por la derecha de nuestro camino nace un poco perceptible sendero al que haremos caso omiso. Seguimos de frente |
El sendero es notorio |
Nuestra senda traza una marcada curva, lugar en el que atraviesa una pequeña regata |
El sendero gana notoriedad mientras continúa discurriendo bajo un limpio hayedo |
Damos alcance a las ruinas de unas bordas, vestigio del pasado pastoril de la zona |
El sendero deja a su paso los viejos muros de piedra de las ruinosas bordas |
Bordas en ruinas |
Desembocamos en una señalizada bifurcación en la que recibimos por la derecha el camino que nace junto a una carbonera, la cual visitaremos a nuestro regreso |
Panel informativo situado en la bifurcación |
Detalle del panel informativo |
Un poste indicador situado a la orilla del camino señaliza el camino a seguir |
Detalle del poste indicador que señaliza los tres caminos que podemos recorrer. Hoy nos decidimos por Irretarazu |
Continuaremos ascendiendo por un ya más amplio y notorio camino |
Negros nubarrones cubren el cielo de Bertiz |
Nuestro camino alcanza una pequeña construcción circular. Es un viejo castañero |
Castañero en Bertiz, situado a la orilla de nuestro camino |
Dejamos atrás el viejo castañero para continuar por el amplio y notorio camino que deja a su paso un poste indicador y un panel informativo |
Detalle del panel informativo |
Ascendemos por un joven hayedo |
Las últimas lluvias hacen que mane agua por todos los lados |
El camino parece perder notoriedad paulatinamente |
Nuestro camino se ha transformado en un notorio sendero |
El sendero traza una cerrada curva, punto en el que es atravesado por una pequeña regata |
Regata que atraviesa nuestro camino |
El sendero serpentea bajo un joven hayedo |
Al frente, entre las hayas, divisamos el discurrir de nuestro camino |
Plácido tramo de camino |
Caminamos en todo momento por un notorio camino |
Un árbol parece caído atravesando nuestro camino. Pasamos bajo este |
Otro tronco, este más viejo, atraviesa nuestro camino |
Bajo nuestro camino dejaremos a nuestro paso un registro de agua |
Nuestro camino, convertido en sendero en algunos tramos, aparece muy embarrado. Bornalegiko Erreka desciende por nuestra derecha |
Bornalegiko Erreka |
Poste indicador junto al camino |
Detalle del poste indicador |
Viejo tronco junto a nuestro camino |
Nuevamente nuestro camino gana notoriedad mientras continúa discurriendo bajo el desnudo hayedo |
El camino se transforma en algunos tramos en un nítido sendero |
A pesar de que aparentemente el sendero parezca difuminarse entre las hayas, en todo momento discurre notorio |
Nuestro sendero serpentea entre las hayas |
Nuestro camino traza una cerrada curva en el punto en el que es atravesado por Meateko Erreka |
Atravesamos Meateko Erreka, riachuelo que continúa descendiendo bajo nuestro camino |
De inmediato atravesamos un nuevo riachuelo |
El riachuelo que atravesamos desciende entre las hayas |
El camino atraviesa el riachuelo para continuar en suave descenso |
Un gran tronco atraviesa nuestro camino |
La senda gana altura paulatinamente, en todo momento, muy notoria |
Tendido tramo de sendero por el que venimos caminando |
En todo momento caminaremos bajo en joven hayedo |
Un nuevo tronco atraviesa nuestro camino |
Entre el desnudo hayedo asoma tímidamente la casa Markesenea con Legate ( centro ) asomando al fondo |
El notorio sendero serpentea entre las hayas |
El camino traza una cerrada curva |
Jóvenes hayas flanquean nuestro camino |
Nuestro camino, en suave descenso bajo el desnudo hayedo, traza una cerrada curva |
Entre las hayas ya divisamos la señalizada bifurcación que deberemos alcanzar |
Poste indicador |
El camino continúa en tendido ascenso mientras discurre notoriamente |
Caminamos entre un joven hayedo |
El desnudo hayedo nos permite ver el discurrir del camino al otro lado de la pequeña barrancada |
En numerosos tramos nuestro camino discurre sin apenas pendiente |
Alcanzamos un pequeño puente de madera |
Atravesaremos el pequeño puente que salva una de las numerosas regatas que iremos dejando a nuestro paso |
Parte alta de la pequeña barrancada que desciende hacia el pequeño puente de madera |
Nuestro camino atraviesa el pequeño puente de madera |
Continuamos caminando entre jóvenes hayas |
Agradable tramo de caminar por el hayedo |
Nuestro camino, convertido en sendero, alcanza un rústico puente de piedra |
Puente de piedra que salva un pequeño riachuelo |
Nuestro camino serpentea entre las hayas |
En todo momento nuestro camino discurre notorio |
Damos alcance a un nuevo puente |
Atravesamos el puente que salva un nuevo riachuelo |
El camino vuelve a ganar notoriedad |
A la orilla de nuestro camino dejaremos al paso bellos ejemplares de acebo |
Entre las hayas asoma nuestro serpenteante camino |
El sol penetra entre las hayas |
Plácido caminar por el hayedo |
Alcanzamos un nuevo puente |
Atravesamos el puente que salva otro de los numerosos riachuelos que encontramos a nuestro paso |
El riachuelo que atravesamos desciende entre las hayas |
El camino sigue serpenteando entre las hayas |
Nuevamente damos alcance a un nuevo puente |
Atravesamos el puente de madera que salva un nuevo riachuelo |
Regata que desciende por el frondoso bosque y que salva el puente que atravesaremos |
Nuestro camino continúa discurriendo notoriamente |
Un viejo tronco atraviesa nuestro camino |
Entre las hayas vemos asomar al fondo el poste indicador que señaliza una próxima bifurcación |
Poste indicador en el hayedo |
Antes del poste indicador damos vista a un cercano puente |
Entre las hayas aparece un nuevo puente de madera |
Un gran haya ha caído en las inmediaciones del puente a atravesar |
Riachuelo que salva el puente que atravesaremos |
Dejamos atrás el puente. Se ha salvado " por los pelos " de que el haya cayera sobre este |
Alcanzamos una estratégica bifurcación perfectamente señalizada con postes indicadores. Obviamos el camino de Suspiro que desciende por la derecha para tomar el que sigue al frente ( centro ) |
Poste indicador situado en la bifurcación que señaliza la distancia que hemos recorrido desde el aparcamiento |
Obviamos el camino de Suspiro |
Tomamos el camino de Irretarazu que aparece notorio ante nosotros |
Dejada atrás la bifurcación de inmediato daremos alcance a un nuevo puente |
Atravesamos el puente |
El puente salva el riachuelo que desciende prácticamente " inapreciable " bajo la hojarasca |
El desnudo hayedo nos permite apreciar el trazado el camino a seguir |
No tardamos en " tropezar " con otro puente |
El puente de madera salva una de las numerosas regatas que salen a nuestro encuentro |
Construido con troncos, este es el puente más ancho de los que encontraremos en nuestro itinerario |
Regata que salva el puente en cuestión |
Dejamos atrás el puente, enclavado en un bonito " rincón " |
El camino en todo momento es muy notorio |
La hojarasca convierte nuestro camino en un estrecho sendero |
En breve damos alcance a un " doble puente " |
" Doble puente " |
El fuerte viento de días atrás a derribado numerosas hayas. El puente se ha salvado " milagrosamente " |
La senda continúa discurriendo entre las hayas |
Otro viejo tronco que atraviesa nuestro camino |
Meateko Kaskoa asoma entre el hayedo desnudo |
El camino alcanza una especie de " collado " que salva la alargada loma boscosa |
Limpio hayedo por el que discurre nuestro camino |
Ya en la otra vertiente de la loma nuestro camino inicia un paulatino descenso |
El camino desciende " plácidamente " entre las hayas |
Ante nosotros aparecen, en tan sólo unos pocos metros, tres puentes |
Estos son dos de los tres puentes |
Alcanzamos el primero de los puentes |
Unos pocos metros separan los dos primeros puentes |
En pocos metros aparecen los tres puentes |
Regata que salva el primero de los tres puentes |
Desde el puente dominamos el discreto cauce de la regata que cruza bajo nuestros pies |
Segundo puente |
Desde el segundo puente divisamos cercano el tercero que asoma al fondo |
De inmediato alcanzamos el tercer puente |
Este tercer puente también tiene una considerable anchura |
Salvamos una nueva regata que discurre con muy poco caudal |
Nuevamente nuestro camino discurre en plácido trazado |
Un viejo tronco atraviesa el camino |
Nuevamente el desanudo hayedo nos permite divisar el trazado de nuestro camino |
De nuevo el camino inicia un acusado descenso |
Otro " doble puente " salva la barrancada |
" Doble puente " |
Regata que desciende por la estrecha barrancada |
Dejamos atrás el " doble puente " |
El nítido sendero continúa serpenteando entre las hayas |
A nuestro paso vamos dejando numerosas hayas derribadas por el viento |
Viejos ejemplares aparecen a la orilla de nuestro camino |
Otros han dejado paso a los más " jóvenes " |
El bosque en su mayor parte lo conforman hayas jóvenes |
Entre el joven hayedo aparecen esporádicos ejemplares " esqueléticos " |
La hojarasca " amenaza " con hacer desaparecer el camino |
Vamos dejando a nuestro paso numerosos ejemplares " abatidos " por el viento |
Antes de alcanzar un nuevo puente deberemos atravesar bajo un haya caída sobre el camino |
Deberemos atravesar otro de los numerosos puentes que van saliendo a nuestro paso y que salva una nueva regata |
La regata discurre evitando los numerosos troncos caídos |
El camino continúa su " deambular " entre las hayas |
Rápidamente divisamos otro puente |
El puente salva la barrancada por la que discurre una de las innumerables regatas que discurren por el Señorío de Bertiz |
La regata discurre con poco caudal |
De nuevo el camino se transforma en nítido sendero |
Desde nuestro camino, y entre las hayas, ya asoma Aizkolegiko Errepidea, camino que da acceso al palacio de Aizkolegi |
Nuestro camino busca alcanzar Aizkolegiko Errepidea |
Aizkolegiko Errepidea asoma cercano |
Antes de alcanzar Aizkolegiko Errepidea deberemos salvar un último puente |
Este último puente cuenta con " doble barandilla " |
La regata que salva este último puente desciende en fuerte pendiente por la empinada ladera |
Desde el puente una estrecha senda da acceso a Aizkolegiko Errepidea |
Desembocamos en Aizkolegiko Errepidea |
Un indicador señaliza la distancia recorrida por nuestro camino |
Dejamos atrás el lugar en el que nuestro camino ha alcanzado Aizkolegiko Errepidea, tranquilo paraje que invita a un pequeño descanso |
A la orilla de Aizkolegiko Errepidea un indicador marca la distancia que nos separa del aparcamiento |
Descendemos plácidamente por Aizkolegiko Errepidea |
No tardaremos en alcanzar la piedra ( izda ) que señaliza el kilómetro tres |
Piedra que señaliza el kilómetro tres |
Continuamos nuestro agradable descenso por Aizkolegiko Errepidea |
Rápidamente alcanzaremos la bifurcación en la que recibimos por la derecha Suspiroko Basabidea, camino al que haremos caso omiso y por el que descienden los itinerarios de Iturburua y Suspiro |
Un poste indicador señaliza la distancia que nos separa de Aizkolegi |
Postes indicadores a la orilla de Aizkolegiko Errepidea. Continuaremos por este en descenso. |
Dejamos atrás la bifurcación en la que nuestro camino, Aizkolegiko Errepidea ( dcha ), recibe a Suspiroko Basabidea ( izda ) |
Descendemos por Aizkolegiko Errepidea |
Un gran haya nos cierra el paso |
Atrás queda este pequeño " escollo " |
En nuestro camino afloran esporádicos tramos de calzada |
Junto a nuestro camino aparece un bonito " área de descanso " en el que destacan varios bancos |
Frente a los bancos, a la izquierda del camino, apenas se percibe una fuente |
Fuente |
Continuamos descendiendo por Aizkolegiko Errepidea |
A la orilla del camino asoma la piedra que señaliza el kilómetro dos |
Piedra que señaliza el kilómetro dos |
Desembocamos en una estratégica bifurcación. Hacemos caso omiso de Plazazelaiko bidea ( izda ) para continuar de frente ( dcha ) |
Poste indicador situado en la estratégica bifurcación |
Poste indicador que " marca " la distancia hasta el aparcamiento en el que dio comienzo este itinerario |
Nuestro camino atraviesa el puente que salva Suspiroko Erreka |
Suspiroko Erreka |
Continuamos por amplio y notorio camino |
Entre el desnudo arbolado asoma la casa Markesenea |
Nuestro camino discurre paralelo a Bertiz Erreka |
Bertiz Erreka asoma entre el desnudo bosque |
Numerosos árboles han caído sobre Bertiz Erreka |
Caminamos plácidamente por terreno prácticamente llano |
Indicador y cruce en el que haremos caso omiso del camino que por la izquierda accede a la Casa Markesenea y al que nace por la derecha en dirección al interior del bosque. Continuamos de frente |
Dejamos atrás la bifurcación y el camino que por la izquierda ( derecha en la foto ) da acceso a la casa Markesenea |
Puente sobre Araneko Erreka |
Araneko Erreka |
Continuamos por el amplio camino |
Nuestro camino atraviesa un nuevo puente. Este salva Bornalegiko Erreka |
Bornalegiko Erreka |
Nuestro camino ( izda ) deja atrás una nueva bifurcación en la que destaca un poste indicador. Obviamos el camino que nace por la izquierda ( derecha en la foto ) |
Dejamos atrás un nuevo puente, prácticamente inapreciable |
Dejamos la fuente ( izda ) atrás a la orilla del camino |
Nuevo cruce. hacemos caso omiso del camino que nace por nuestra izquierda ( derecha en la foto ) |
Indicador en el cruce |
Justo antes de alcanzar la piedra que señaliza el kilómetro uno atravesamos un nuevo puente, el cual salva Otalzuko Erreka |
Otalzuko Erreka |
Piedra que señaliza el kilómetro uno |
Bifurcación en la que, obviando los caminos que nacen a ambos lados del nuestro, seguiremos al frente |
Hacemos caso omiso del camino que nace por nuestra derecha |
Dejamos atrás la bifurcación en la que nace por nuestra izquierda ( derecha en la foto ) el camino que accede a la casa Aranea |
La casa Aranea asoma entre el arbolado |
Nuestro camino pasa a tener el piso asfaltado |
La carretera asfaltada atraviesa un nuevo puente |
Nuestro puente salva un pequeño riachuelo |
Dejamos atrás el prácticamente inapreciable puente |
Las desnudas hayas y el cada vez más numeroso bambú ( izda ) flanquean nuestro camino |
A la derecha de la carretera asfaltada llama nuestra atención un pequeño " cubierto " |
Panel informativo y " cubierto " en el que encontramos el proceso de elaboración de las antiguas carboneras |
Detalle del panel informativo |
Poste indicador situado en las inmediaciones de la carbonera, el cual señaliza los tres caminos que podemos recorrer |
Dejamos atrás la carbonera |
A escasos metros, por la izquierda de la carretera, nace un nuevo camino |
Un poste indicador señaliza el desvío hacia la calera |
Detalle del poste indicador |
Un estrecho pero notorio camino da acceso a la visible calera |
De inmediato daremos alcance a la calera |
Parte superior de la calera |
Panel informativo situado junto a la calera |
Calera |
Tras la calera, entre el bambú, un pequeño " pasillo " da acceso a Bertiz Erreka |
Bertiz Erreka |
De nuevo en el vial asfaltado " tropezamos " con una bifurcación. Ambas opciones nos llevan al aparcamiento aunque hoy continuaremos por la izquierda |
Un poste indicador señaliza la cercana Casa Zabala |
De inmediato nace por nuestra izquierda el desvío hacia Casa Zabala |
Casa Zabala, hoy " refugio juvenil " |
En plácido caminar iremos dejando a nuestro paso los numerosos bancos que flanquean este bella " avenida " |
Atrás queda Casa Zabala |
La carreterita asfaltada vuelve a convertirse en pista, lugar desde el que ya divisamos cercanos algunos de los edificios situados en la parte baja del Señorío de Bertiz |
A la orilla de nuestro camino asoma la Casa Goitikoetxea |
Asoman ya cercanos algunos de los edificios situados en la parte baja del Señorío de Bertiz |
Acceso al interior del los jardines de Bertiz |
Panel junto a la entrada al Jardín Botánico |
Detalle del panel informativo |
Nuevamente por asfalto dejamos a nuestro paso el bello y cuidado jardín botánico ( dcha ) |
Madera " muerta " |
Panel informativo |
Mientras caminamos hacia el aparcamiento discurrimos paralelos a los jardines de Bertiz |
Alcanzamos una marcada bifurcación |
Nuestro camino ( izda ) alcanza la bifurcación que ya dejamos a nuestro paso al comienzo del itinerario |
Alcanzamos el portillo de entrada al Parque. Haciendo caso omiso de Balangondoko Basabidea, camino que nace al frente para dar acceso al paraje de Reparacea, lo atravesaremos |
La estrecha carretera asfalta por la que iniciamos este itinerario nos encamina hacia el aparcamiento del Parque |
Buscamos alcanzar el aparcamiento |
Desde el carretil asfaltado tomaremos el sendero ( dcha ) que accede al aparcamiento |
Las boscosas laderas de Amaburu destacan sobre el Señorío de Bertiz |
Aparcamiento del Parque del Señorio de Bertiz |
Acabamos este itinerario en el lugar en el que dio comienzo, en el aparcamiento del Parque Natural del Señorío de Bertiz |
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