Situado en la vertiente
septentrional de la provincia de Navarra, el Parque Natural del Señorío de
Bertiz, declarado como tal en el año 1984, cuenta con una extensión de 2040 ha.
que quedan enclavadas dentro del Valle de Bertizarana.
El Señorío de Bertiz linda
al Norte con Echalar/Etxalar, al Este con el Valle de Baztán, al Oeste con el
término de Cuatro Pueblos y Bertizarana, Valle al que como he indicado
anteriormente pertenece.
La vertiente más
meridional del Parque queda bañada por las aguas del río Baztán y es en dicha
vertiente, concretamente en el puente que da acceso al Señorío, el lugar en el
que confluyen los términos de Baztán y Bertizarana, y el punto en el que al
abandonar el primero de los valles citados, dicho río muta su nombre pasando a
denominarse Bidasoa.
Las primeras noticias
del Señorío de Bertiz datan del año 1392 cuando Pedro Miguel Bertiz fue
nombrado Merino Mayor de las Montañas por el rey Carlos III, el noble (
1361-1425 ). El Señorío permaneció en manos de la familia Bertiz hasta el año
1898 en el que fue adquirido por Dorotea Fernández a cuya muerte fue heredado
por su marido don Pedro Ciga Mayo, último propietario particular del Señorío.
Este a su muerte, allá por el año 1949, legó la finca al Gobierno de Navarra
con la condición de conservarla sin variar sus características y siendo
utilizada exclusivamente con fines recreativos, educativos y científicos. Como
ya he mencionado anteriormente, en el año 1984 es declarado Parque Natural,
existiendo actualmente en su interior un jardín botánico con 126 especies de
árboles y plantas de todo el mundo. Dicho jardín está situado en la parte baja
del Señorío, siendo el resto de la finca una extraordinaria muestra de bosque
atlántico. El punto más elevado del Parque Natural está situado en la cumbre de
Aizkolegi ( 841 m ), cima coronada por un palacio de estilo modernista que fue
mandado construir por don Pedro Ciga y en el que residía los veranos. A día de
hoy dicho palacio aparece en un estado “ lamentable “.
Cabe reseñar que cada
año visitan el Parque Natural del Señorío de Bertiz 70000 personas, siendo
Oronoz-Mugaire ( 150 m ) el punto habitual de acceso al mismo.
La localidad baztanesa
de Oronoz-Mugaire ( 150 m ) es el más occidental de los 15 pueblos que
conforman el Noble Valle y Universidad de Baztán. Mugante con el Valle de
Bertizarana por el Oeste y con el Señorío de Bertiz por el Norte, esta bella y
alargada población, claro ejemplo de pueblo-calle, es la puerta de entrada
habitual al Valle de Baztán. Es aquí donde nace la carretera N-121-B, vial que atraviesa
todo el Valle hasta alcanzar la frontera con Francia a la altura de
Dancharinea.
Aizkolegi ( 841 m ) es
el punto más elevado del Parque y, desde el vista “ montañero “, son numerosos
los lugares habitualmente utilizados como lugar de partida para las ascensiones
que buscan alcanzar su cumbre.
Las rutas más “
montañeras “ parten desde Echalar/Etxalar, localidad enclavada en la vertiente
septentrional del Parque, desde la que podemos realizar numerosos, interesantes
aunque relativamente “ largos “ itinerarios.
Plazazelai ( 536 m )
es, sin lugar a dudas, el punto de partida de la que podemos considerar ruta
más “ corta “ de entre las que pretenden alcanzar la cima de Aizkolegi ( 841 m
). Este discreto collado ( 536 m ) es atravesado por la carreterita NA-4453
Mugaire-Orabidea-Otsondo que tomaremos a las afueras de Oronoz-Mugaire ( 150 m
) en dirección a Elizondo ( 202 m ) y que en apenas 8 kilómetros de sinuoso
discurrir le da alcance. Hay lugar para estacionar nuestro vehículo.
Teniendo en cuenta el
gran número de visitantes que acceden al Señorío de Bertiz desde su entrada “
original “, situada en Oronoz-Mugaire ( 150 m ), creo que este puede ser el
punto de partida “ ideal “ para los interesados en alcanzar la cima de
Aizkolegi ( 841 m ). El itinerario quizás pudiera resultar algo largo pero si
exceptuamos la ruta que parte desde Plazazelai ( 536 m ), este puede
considerarse el más “ cómodo “ de los accesos al “ techo “ del Parque.
Para los “ menos
montañeros “, para aquellos que tan solamente quieran dar un “ pequeño paseo “
por este bello enclave, hay tres rutas señalizadas, que no balizadas, en la
parte baja del Parque.
Irretarazu,
con una distancia de algo más de 11 kilómetros, es el nombre del itinerario más
largo.
Suspiro,
con algo más de 9 kilómetros, es el nombre de la ruta “ media “, compartiendo
buena parte de su trazado con el itinerario mencionado anteriormente.
Iturburua,
con apenas 7 kilómetros, es el nombre del “ paseo “ más corto y también
comparte buena parte de su trazado con las dos rutas citadas anteriormente.
Recientemente ya
publiqué la ruta de Iturburua por lo
que esta vez me decido por la de Suspiro,
itinerario que al igual que el anteriormente citado de Iturburua, no pasa de
ser un corto y agradable “ paseo “ apto para los menos andarines o para
realizarlo con los más pequeños. Esta es mi propuesta, espero la
disfrutéis.
Itinerario
Esta ruta da comienzo en
el aparcamiento situado a la entrada del Parque Natural del Señorío de Bertiz (
137 m ), punto desde el que tomaremos un pequeño sendero por el que accederemos
al carretil asfaltado que alcanza el portillo que nos permite entrar al
interior del citado Parque.
Desde dicho portillo
continuaremos por la derecha ( NE ) tomando un cuidado carretil asfaltado que
de inmediato deja, también por la derecha ( SE ), el acceso a un bello jardín
botánico.
Continuamos de frente (
NE ) para, de inmediato y nada más dejar a nuestro paso un panel informativo,
abandonar el asfalto por nuestra izquierda ( N ) tomando un marcado sendero.
Este a los pocos metros se bifurca, momento en el que optamos por continuar por
la derecha ( NE ).
La senda discurre bajo
un frondoso bosque para, a la altura de una ruinosa borda, desembocar en un
camino más notorio que, señalizado con un poste indicador, nos atraviesa
perpendicularmente proveniente de la carbonera junto a la que pasaremos
posteriormente. Continuaremos en ascenso por la izquierda ( W ).
El camino acentúa su
inclinación para dejar a su paso un “ castañero “, construcción de piedra a
partir de la cual la pendiente nos da una pequeña “ tregua “.
Nuestro camino
serpentea, ya sin apenas inclinación, bajo un frondoso bosque de hayas
atravesando a su paso varias regatas.
Sin dificultad
reseñable damos alcance a una estratégica bifurcación, lugar en el que destacan
varios postes indicadores. Hoy haremos caso omiso de la senda que desciende por
la derecha ( NE ), Camino de Iturburua, mientras seguimos al frente ( N ) por
el Camino de Suspiro, notorio sendero que continúa serpenteando entre el bello
bosque del Señorío.
Atravesaremos varios
puentes de madera que nos “ ayudan “ a salvar las numerosas regatas que iremos
dejando a nuestro paso para terminar desembocando en una nueva bifurcación que,
al igual que la anterior, aparece perfectamente señalizada. En este lugar
abandonamos el Camino de Irretarazu que sigue al frente ( W ) para descender
por la derecha ( N ) tomando el Camino de Suspiro, marcada senda que, en fuerte
pendiente, da alcance rápidamente a la regata Otalzu, curso de agua que
deberemos atravesar. ¡ Ojo ¡ no hay puente por lo que en época de lluvias o
tras estas pudiera ser “ complicado “ el cruzarla.
En la otra orilla una
estrecha senda, tras corto ascenso, desemboca en una pequeña explanada, lugar
en el que nace Suspiroko Basabidea. Este amplio camino pierde altura
paulatinamente para, tras dejar a su paso la bifurcación en la que recibe por
la derecha ( SW ) el Camino de Iturburua y atravesar el puente que salva
Irretarazuko Erreka, iniciar un ligero ascenso hasta terminar desembocando en
Aizkolegiko Errepidea. Varios postes indicadores señalizan la bifurcación.
Descendemos por la
derecha ( S ) en plácido caminar para terminar dando alcance al estratégico
cruce en el que, haciendo caso omiso de Plazazelaiko Basabidea, camino que nace
por la izquierda ( E ), continuar al frente ( SE ).
Discurrimos en todo
momento por un amplio y notorio camino que irá dejando a su paso diferentes
cruces y numerosos puentes. Continuamos en todo momento por el
vial " principal ".
A nuestro paso
visitaremos la carbonera asentada a la orilla del camino y la calera que,
perfectamente señalizada, queda enclavada a escasos metros del mismo.
Nuestro camino alcanza
una marcada bifurcación en las inmediaciones de Casa Zabala, lugar en el que,
esta vez y al contrario de lo que hicimos en la Ruta de Iturburua, optamos
por continuar por la derecha ( SW ) para, sin dificultad reseñable, retornar al
punto de partida de este itinerario, el aparcamiento del Parque Natural del
Señorío de Bertiz ( 137 m ).
Desnivel: 217
m
Tiempo: De
2 h a 4 h
Distancia: 9´2
km aprox.
Inicio: Oronoz-Mugaire
Fecha
de realización: Noviembre 2019
Epoca recomendada: Todo
el año
Cimas: No
se ascienden cimas
Comenzamos a caminar en el amplio aparcamiento ( 137 m ) situado a la
entrada del Parque Natural del Señorío de Bertiz. En el extremo opuesto al
punto desde el que accedimos al citado parking nace un señalizado sendero
cementado que alcanza el vial asfaltado que por la izquierda ( NW ) alcanza en
breve, tras dejar a su paso la caseta de información, el portillo que da acceso
al interior del Parque.
Atravesamos el citado portillo y haciendo caso omiso de Balangondoko
Basabidea, camino que nace por la izquierda ( SW ) en dirección al paraje de
Reparacea, continuamos por la carreterita asfaltada que discurre hacia la
derecha ( NE ).
Caminamos paralelos a la verja que cierra el bello jardín botánico
situado a nuestra derecha ( S ) para de inmediato dar alcance a una
bifurcación. Un poste indicador señaliza el desvío que por la derecha ( W ) da
acceso al citado jardín botánico, opción que obviaremos para continuar al
frente ( NW ).
Seguimos por el vial asfaltado que poco más adelante deja a su paso un
panel informativo sobre las “ Flora exótica invasora en Bertiz “. Apenas habremos
dejado atrás este panel cuando abandonaremos el asfalto por la izquierda (
N ) tomando un marcado sendero que de inmediato se bifurca, momento en el que
optaremos por continuar por la derecha ( NE ).
La senda se introduce
bajo un frondoso bosque para discurrir muy marcada en el terreno. En nuestro
caminar por esta “ tropezamos “ con una discreta bifurcación en la que
obviaremos el sendero que desciende por la derecha ( NE ) mientras continuamos
de frente ( N ).
Nuestra marcada senda
termina desembocando, a la altura de una ruinosa borda, en un camino más
notorio que, señalizado con un poste indicador, nos atraviesa
perpendicularmente proveniente de la carbonera junto a la que pasaremos
posteriormente. Continuaremos en ascenso por la izquierda ( W ).
El camino, ancho y
notorio, acentúa su inclinación para, en breve, dejar a su paso un “ castañero
“, construcción de piedra junto a la que aparece un panel informativo y un
poste indicador. A partir del citado castañero la pendiente parece darnos una pequeña
“ tregua “.
Nuestro camino, ya sin
apenas inclinación, atraviesa un pequeño riachuelo para penetrar bajo un
frondoso bosque de hayas
En plácido caminar
continuaremos por el notorio sendero mientras vamos salvando a nuestro paso
varia regatas.
No tardaremos mucho en
alcanzar una no muy marcada bifurcación en la que haremos caso omiso del
sendero que desciende por la derecha ( E ) mientras continuamos de frente ( N
). Nada más dejar atrás el cruce nos topamos con un poste indicador que señaliza
el camino a seguir.
Continuaremos por un
marcado sendero que en algunos tramos parece perder notoriedad mientras que en
otros la gana. Sin dificultad reseñable damos alcance a un estratégico cruce,
lugar en el que destacan varios postes indicadores.
Esta vez obviaremos el sendero
que desciende por la derecha ( NE ), el Camino de Iturburua, mientras seguimos al frente ( N ).
El notorio camino
continúa en paulatino ascenso mientras serpentea entre el hayedo que cubre prácticamente
la totalidad del Señorío de Bertiz.
Atravesaremos varios
puentes de madera que nos “ ayudan “ a salvar las numerosas regatas que iremos
encontrando a nuestro paso.
Sin dificultad
reseñable nuestro camino termina dando alcance a una nueva bifurcación, lugar
perfectamente señalizado con postes indicadores.
Ahora sí, abandonamos
el sendero “ principal “ que continúa al frente ( W ), Camino de Irretarazu,
para tomar la senda que desciende por la derecha ( N ). Es el Camino de Suspiro.
Un corto y acusado
descenso nos hace alcanzar rápidamente la regata Otalzu, pequeño riachuelo que
atravesaremos sin excesivas dificultades. En época de lluvias o tras estas
pudiera ser “ complicado “ atravesarla.
Una notoria senda
asciende al frente ( E ) para alcanzar de inmediato una pequeña explanada,
lugar en el que destaca un poste indicador. Aquí nace Suspiroko Basabidea,
amplio y notorio camino por el que iniciamos un paulatino descenso. En breve
recibiremos por nuestra derecha ( SW ) el Camino de Iturburua.
Nuestro camino,
Suspiroko Basabidea, pierde altura en suave pendiente para, tras atravesar el
puente que salva Irretarazuko Erreka, iniciar un tendido ascenso hasta terminar
desembocando en Aizkolegiko Errepidea. Varios postes indicadores señalizan la
bifurcación.
Descendemos por la
derecha ( S ) en plácido caminar para, en breve y tras dejar a nuestro paso la
piedra que señaliza el kilómetro dos, terminar dando alcance al estratégico
cruce en el que, haciendo caso omiso de Plazazelaiko Basabidea, camino que nace
por la izquierda ( E ), continuaremos al frente ( SE ).
Discurrimos en todo
momento por un amplio y notorio camino que irá dejando a su paso numerosos
puentes y diferentes cruces a los que haremos caso omiso. Continuamos en todo
momento por el vial " principal ".
Dejamos atrás la piedra
que señaliza el kilómetro uno para, poco más adelante y a la orilla de nuestro
camino, detenernos a visitar las
diferentes fases de elaboración de las antiguas carboneras. Un panel
informativo describe el proceso.
De inmediato, por nuestra izquierda ( E ) y señalizado con un poste
indicador, nace un marcado sendero que en pocos metros da acceso a una bella
calera. Las visitamos.
De nuevo en el carretil
asfaltado nuestro camino alcanza de inmediato una marcada bifurcación en las inmediaciones
de Casa Zabala, lugar en el que obviaremos
el camino que nace al frente ( S ) y que tras dejar a su paso la citada casa,
antiguo caserón hoy reconvertido en albergue juvenil, y posteriormente la Casa
Goitikoetxea, termina desembocando en la entrada del jardín botánico. Hoy nos
decidimos por continuar por el vial asfaltado que, por la derecha ( SW ) y ya
sin dificultad reseñable, retorna al punto de partida de este itinerario, el aparcamiento del Parque Natural
del Señorío de Bertiz ( 137 m ).
Fotos del itinerario
Accedemos al Señorío de Bertiz atravesando el puente que salva el río Baztán en el punto en que pasa a denominarse río Bidasoa |
Río Baztán |
Aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz |
Panel informativo en el aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz |
Atravesamos el aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz |
Desde el aparcamiento del Parque Natural Señorío de Bertiz nace un estrecho sendero que, perfectamente señalizado, deberemos tomar |
El sendero que nace en el aparcamiento alcanza el carretil asfaltado que, por la izquierda, da acceso al Parque Natural del Señorío de Bertiz |
Dejaremos a nuestro paso la caseta de información situada a la entrada del Parque Natural del Señorío de Bertiz |
A la entrada al Parque encontramos, junto a la casa Etxeberria, un " merendero " |
Entrada al Parque Natural del Señorío de Bertiz. Pasado el portillo continuaremos por la derecha |
Pasado el portillo de entrada al Parque, por la izquierda nace Balangondoko Basabidea, camino que accede al paraje de Reparacea, al que haremos caso omiso |
Desde el portillo de entrada al Parque Natural del Señorío de Bertiz tomaremos la carreterita asfaltada que nace por la derecha |
De inmediato la carreterita se bifurca. Dejamos la que por la derecha accede al Jardín Botánico y continuamos de frente ( izda ) |
Poste indicador en la bifurcación |
Jardín del Señorío de Bertiz |
A los pocos metros damos alcance a un panel informativo situado a la orilla de nuestro camino |
Panel informativo sobre la " Flora exótica invasora en Bertiz " |
Nada más dejara atrás el panel informativo, tras este nace un notorio sendero por la izquierda. Abandonamos el asfalto y lo tomamos |
De inmediato el sendero que acabamos de tomar se bifurca. Continuamos por la derecha |
La senda es ancha y notoria mientras penetra bajo un frondoso bosque |
Nuestro sendero comienza a ganar altura en paulatino ascenso |
El viento que ha asolado la zona en días anteriores ha derribado numerosos árboles |
Salvamos uno de los árboles caídos, justo en el punto en el que por la derecha de nuestro camino nace un poco perceptible sendero al que haremos caso omiso. Seguimos de frente |
El sendero es notorio |
Nuestra senda traza una marcada curva, lugar en el que atraviesa una pequeña regata |
El sendero gana notoriedad mientras continúa discurriendo bajo un limpio hayedo |
Damos alcance a las ruinas de unas bordas, vestigio del pasado pastoril de la zona |
El sendero deja a su paso los viejos muros de piedra de las ruinosas bordas |
Bordas en ruinas |
Desembocamos en una señalizada bifurcación en la que recibimos por la derecha el camino que nace junto a una carbonera, la cual visitaremos a nuestro regreso |
Panel informativo situado en la bifurcación |
Detalle del panel informativo |
Un poste indicador situado a la orilla del camino señaliza el camino a seguir |
Detalle del poste indicador que señaliza los tres caminos que podemos recorrer. Hoy nos decidimos por Suspiro |
Continuaremos ascendiendo por un ya más amplio y notorio camino |
Negros nubarrones cubren el cielo de Bertiz |
Nuestro camino alcanza una pequeña construcción circular. Es un viejo Castañero |
Castañero en Bertiz, situado a la orilla de nuestro camino |
Dejamos atrás el viejo castañero para continuar por el amplio y notorio camino que deja a su paso un poste indicador y un panel informativo |
Detalle del panel informativo |
Ascendemos por un joven hayedo |
Las últimas lluvias hacen que mane agua por todos los lados |
El camino parece perder notoriedad paulatinamente |
Nuestro camino se ha transformado en un notorio sendero |
El sendero traza una cerrada curva, punto en el que es atravesado por una pequeña regata |
Regata que atraviesa nuestro camino |
El sendero serpentea bajo un joven hayedo |
Al frente, entre las hayas, divisamos el discurrir de nuestro camino |
Plácido tramo de camino |
Caminamos en todo momento por un notorio camino |
Un árbol parece caído atravesando nuestro camino. Pasamos bajo este |
Otro tronco, este más viejo, atraviesa nuestro camino |
Bajo nuestro camino dejaremos a nuestro paso un registro de agua |
Nuestro camino, convertido en sendero en algunos tramos, aparece muy embarrado. Bornalegiko Erreka desciende por nuestra derecha |
Bornalegiko Erreka |
Poste indicador junto al camino |
Detalle del poste indicador |
Viejo tronco junto a nuestro camino |
Nuevamente nuestro camino gana notoriedad mientras continúa discurriendo bajo el desnudo hayedo |
El camino se transforma en algunos tramos en un nítido sendero |
A pesar de que aparentemente el sendero parezca difuminarse entre las hayas, en todo momento discurre notorio |
Nuestro sendero serpentea entre las hayas |
Nuestro camino traza una cerrada curva en el punto en el que es atravesado por Meateko Erreka |
Atravesamos Meateko Erreka, riachuelo que continúa descendiendo bajo nuestro camino |
De inmediato atravesamos un nuevo riachuelo |
El riachuelo que atravesamos desciende entre las hayas |
El camino atraviesa el riachuelo para continuar en suave descenso |
Un gran tronco atraviesa nuestro camino |
La senda gana altura paulatinamente, en todo momento, muy notoria |
Tendido tramo de sendero por el que venimos caminando |
En todo momento caminaremos bajo en joven hayedo |
Un nuevo tronco atraviesa nuestro camino |
Entre el desnudo hayedo asoma tímidamente la casa Markesenea con Legate ( centro ) asomando al fondo |
El notorio sendero serpentea entre las hayas |
El camino traza una cerrada curva |
Jóvenes hayas flanquean nuestro camino |
Nuestro camino, en suave descenso bajo el desnudo hayedo, traza una cerrada curva |
Entre las hayas ya divisamos la señalizada bifurcación que deberemos alcanzar |
Poste indicador |
El camino continúa en tendido ascenso mientras discurre notoriamente |
Caminamos entre un joven hayedo |
El desnudo hayedo nos permite ver el discurrir del camino al otro lado de la pequeña barrancada |
En numerosos tramos nuestro camino discurre sin apenas pendiente |
Alcanzamos un pequeño puente de madera |
Atravesaremos el pequeño puente que salva una de las numerosas regatas que iremos dejando a nuestro paso |
Parte alta de la pequeña barrancada que desciende hacia el pequeño puente de madera |
Nuestro camino atraviesa el pequeño puente de madera |
Continuamos caminando entre jóvenes hayas |
Agradable tramo de caminar por el hayedo |
Nuestro camino, convertido en sendero, alcanza un rústico puente de piedra |
Puente de piedra que salva un pequeño riachuelo |
Nuestro camino serpentea entre las hayas |
En todo momento nuestro camino discurre notorio |
Damos alcance a un nuevo puente |
Atravesamos el puente que salva un nuevo riachuelo |
El camino vuelve a ganar notoriedad |
A la orilla de nuestro camino dejaremos al paso bellos ejemplares de acebo |
Entre las hayas asoma nuestro serpenteante camino |
El sol penetra entre las hayas |
Plácido caminar por el hayedo |
Alcanzamos un nuevo puente |
Atravesamos el puente que salva otro de los numerosos riachuelos que encontramos a nuestro paso |
El riachuelo que atravesamos desciende entre las hayas |
El camino sigue serpenteando entre las hayas |
Nuevamente damos alcance a un nuevo puente |
Atravesamos el puente de madera que salva un nuevo riachuelo |
Regata que desciende por el frondoso bosque y que salva el puente que atravesaremos |
Nuestro camino continúa discurriendo notoriamente |
Un viejo tronco atraviesa nuestro camino |
Entre las hayas vemos asomar al fondo el poste indicador que señaliza una próxima bifurcación |
Poste indicador en el hayedo |
Antes del poste indicador damos vista a un cercano puente |
Entre las hayas aparece un nuevo puente de madera |
Un gran haya ha caído en las inmediaciones del puente a atravesar |
Riachuelo que salva el puente que atravesaremos |
Dejamos atrás el puente. Se ha salvado " por los pelos " de que el haya cayera sobre este |
Poste indicador situado en la bifurcación que señaliza la distancia que hemos recorrido desde el aparcamiento |
Obviamos el camino de Irretarazu |
Tomamos el camino de Suspiro |
El camino de Suspiro, algo menos notorio pero perfectamente marcado en el terreno, desciende entre las hayas |
Descendemos bajo un bonito hayedo |
Perdemos altura en acusado descenso |
Rápidamente damos alcance a la regata Otalzu, riachuelo que atravesaremos para continuar por el marcado sendero que se aprecia al frente |
Regata Otalzu |
Tras un corto ascenso la senda da alcance a una pequeña explanada, lugar en el que destaca un poste indicador y en el que nace un amplio camino, Suspiroko Basabidea |
Poste indicador que señaliza la distancia que nos queda hasta el aparcamiento |
Caminamos por Suspiroko Basabidea en paulatino descenso |
Tras las últimas lluvias son numerosos los riachuelos que aparecen por las laderas |
Plácido caminar por Suspiroko Basabidea |
Suspiroko Basabidea discurre paralelo a la Regata Otalzu |
Entre las hayas y sobre la regata Otalzu asoma el puente por el que atraviesa el Camino de Iturburua |
Damos alcance a la estratégica bifurcación en la que recibimos por la derecha el Camino de Iturburua. Unos postes indicadores la señalizan |
Poste indicador que, en la bifurcación, señaliza el Camino de Iturburua |
Poste indicador que en la bifurcación señaliza la distancia que nos resta hasta el aparcamiento |
Desde el punto en el que nuestro camino ( dcha ) recibe por su derecha ( izquierda en la foto ) el Camino de Iturburua echamos una mirada atrás hacia el puente que salva la regata Otalzu |
Puente sobre la regata Otalzu |
De inmediato un haya caída sobre nuestro camino, Suspiroko Basabidea, nos cierra el paso |
Suspiroko Basabidea discurre junto a la margen izquierda de la regata Otalzu |
Suspiroko Basabidea atraviesa el puente que salva Irretarazuko Erreka |
Irretarazuko Erreka |
Irretarazuko Erreka |
Continuaremos ascendiendo por Suspiroko Basabidea |
Nuestro camino, Suspiroko Basabidea, desemboca en Aizkolegiko Errepidea |
Un poste indicador señaliza el camino hacia Aizkolegi, al cual haremos caso omiso |
Postes indicadores a la orilla de Aizkolegiko Basabidea. Continuaremos por este en descenso. |
Dejamos atrás la bifurcación en la que nuestro camino, Suspiroko Basabidea ( izda ), ha desembocado en Aizkolegiko Errepidea |
Descendemos por Aizkolegiko Errepidea |
Un gran haya nos cierra el paso |
Atrás queda este pequeño " escollo " |
En nuestro camino afloran esporádicos tramos de calzada |
Junto a nuestro camino aparece un bonito " área de descanso " en el que destacan varios bancos |
Frente a los bancos, a la izquierda del camino, apenas se percibe una fuente |
Fuente |
Continuamos descendiendo por Aizkolegiko Errepidea |
A la orilla del camino asoma la piedra que señaliza el kilómetro dos |
Piedra que señaliza el kilómetro dos |
Desembocamos en una estratégica bifurcación. Hacemos caso omiso de Plazazelaiko bidea ( izda ) para continuar de frente ( dcha ) |
Poste indicador situado en la estratégica bifurcación |
Poste indicador que " marca " la distancia hasta el aparcamiento en el que dio comienzo este itinerario |
Nuestro camino atraviesa el puente que salva Suspiroko Erreka |
Suspiroko Erreka |
Continuamos por amplio y notorio camino |
Entre el desnudo arbolado asoma la casa Markesenea |
Nuestro camino discurre paralelo a Bertiz Erreka |
Bertiz Erreka asoma entre el desnudo bosque |
Numerosos árboles han caído sobre Bertiz Erreka |
Caminamos plácidamente por terreno prácticamente llano |
Indicador y cruce en el que haremos caso omiso del camino que por la izquierda accede a la Casa Markesenea y al que nace por la derecha en dirección al interior del bosque. Continuamos de frente |
Dejamos atrás la bifurcación y el camino que por la izquierda ( derecha en la foto ) da acceso a la casa Markesenea |
Puente sobre Araneko Erreka |
Araneko Erreka |
Continuamos por el amplio camino |
Nuestro camino atraviesa un nuevo puente. Este salva Bornalegiko Erreka |
Bornalegiko Erreka |
Nuestro camino ( izda ) deja atrás una nueva bifurcación en la que destaca un poste indicador. Obviamos el camino que nace por la izquierda ( derecha en la foto ) |
Dejamos atrás un nuevo puente, prácticamente inapreciable |
Fuente ( actualmente sin agua ) situada a la orilla de nuestro camino |
Dejamos la fuente ( izda ) atrás a la orilla del camino |
Nuevo cruce. hacemos caso omiso del camino que nace por nuestra izquierda ( derecha en la foto ) |
Indicador en el cruce |
Justo antes de alcanzar la piedra que señaliza el kilómetro uno atravesamos un nuevo puente, el cual salva Otalzuko Erreka |
Otalzuko Erreka |
Piedra que señaliza el kilómetro uno |
Bifurcación en la que, obviando los caminos que nacen a ambos lados del nuestro, seguiremos al frente |
Hacemos caso omiso del camino que nace por nuestra derecha |
Dejamos atrás la bifurcación en la que nace por nuestra izquierda ( derecha en la foto ) el camino que accede a la casa Aranea |
La casa Aranea asoma entre el arbolado |
Nuestro camino pasa a tener el piso asfaltado |
La carretera asfaltada atraviesa un nuevo puente |
Nuestro puente salva un pequeño riachuelo |
Dejamos atrás el prácticamente inapreciable puente |
Las desnudas hayas y el cada vez más numeroso bambú ( izda ) flanquean nuestro camino |
A la derecha de la carretera asfaltada llama nuestra atención un pequeño " cubierto " |
Panel informativo y " cubierto " en el que encontramos el proceso de elaboración de las antiguas carboneras |
Detalle del panel informativo |
Poste indicador situado en las inmediaciones de la carbonera, el cual señaliza los tres caminos que podemos recorrer |
Dejamos atrás la carbonera |
A escasos metros, por la izquierda de la carretera, nace un nuevo camino |
Un poste indicador señaliza el desvío hacia la calera |
Detalle del poste indicador |
Un estrecho pero notorio camino da acceso a la visible calera |
De inmediato daremos alcance a la calera |
Parte superior de la calera |
Panel informativo situado junto a la calera |
Calera |
Tras la calera, entre el bambú, un pequeño " pasillo " da acceso a Bertiz Erreka |
Bertiz Erreka |
De nuevo en el vial asfaltado " tropezamos " con una bifurcación. Ambas opciones nos llevan al aparcamiento aunque hoy continuaremos por la derecha |
Dejamos a nuestro paso el poste indicador que señaliza el desvío hacia la cercana Casa Zabala |
Nuestro camino ( izda ) alcanza la bifurcación que ya dejamos a nuestro paso al comienzo del itinerario |
Mientras caminamos hacia el aparcamiento discurrimos paralelos a los jardines de Bertiz |
Alcanzamos el portillo de entrada al Parque. Haciendo caso omiso de Balangondoko Basabidea, camino que nace al frente para dar acceso al paraje de Reparacea, lo atravesaremos |
La estrecha carretera asfalta por la que iniciamos este itinerario nos encamina hacia el aparcamiento del Parque |
Buscamos alcanzar el aparcamiento |
Desde el carretil asfaltado tomaremos el sendero ( dcha ) que accede al aparcamiento |
Las boscosas laderas de Amaburu destacan sobre el Señorío de Bertiz |
Aparcamiento del Parque del Señorio de Bertiz |
Acabamos este itinerario en el lugar en el que dio comienzo, en el aparcamiento del Parque Natural del Señorío de Bertiz |
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