viernes, 20 de septiembre de 2024

Gorbeia/Gorbea-Gonga-Pagazuri-Arroriano-Aldamin-Miruen Haitza-Dulau ( Circular desde Murua )

Sirviendo de “ frontera “ natural entre las provincias vascas de Vizcaya y Álava, el monte Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) es la cumbre más elevada de ambos territorios, además de ser el punto “ culminante “ del macizo al que da nombre.

Esta emblemática cumbre también da nombre al Parque Natural del Gorbea, espacio protegido que se extiende entre las provincias anteriormente citadas y que con una superficie de 20016 hectáreas viene a ser el mayor parque natural del País Vasco. Fue declarado como tal el 21 de Junio de 1994 con la finalidad de proteger su patrimonio natural, favorecer el desarrollo rural y fomentar su conocimiento y disfrute.

La cima del monte Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) aparece “ coronada “ por una gran cruz, símbolo que, junto a su notoria altura, la convierten una de las cumbres más visitadas del País Vasco. Cabe reseñar que esta nos es la cruz “ original, es más, viene a ser la tercera que se instala en su amplia y herbosa cima.

Parece ser que la primera cruz se colocó en la cima del Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) en el año 1901, midiendo 33 metros de altura y siendo inaugurada el 12 de Noviembre. Una fuerte tormenta la “ destroza “ antes de acabar el año, por lo que se comienza a construir otra al año siguiente. Con una altura de 23 metros es inaugurada el 1 de Octubre del año 1903 y las inclemencias meteorológicas la vuelven a destruir en el año 1906. En el año 1907 se inaugura la tercera cruz, la que con 18 metros de altura “ engalana “ actualmente tan emblemática cumbre.

En cuanto a los puntos de partida habitualmente empleados para las ascensiones hacia la cima del Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ), tanto desde la vertiente vizcaína como desde la alavesa, son numerosos. Desde todas las localidades asentadas bajo sus faldas nacen infinidad de rutas, lo que equivale a una innumerable variedad de ascensiones.

Son numerosas las cimas que conforman el macizo del Gorbeia aunque muy cerca de la cumbre que le da nombre, el monte Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ), y más concretamente bajo su vertiente septentrional y separada de esta por el collado de Aldamiñoste ( 1321 m ), despunta la rocosa cumbre de Aldamin ( 1376 m ). Como “ curiosidad “ cabe reseñar que esta es la segunda cima más elevada de Vizcaya y la más alta de las que quedan enclavadas en su “ totalidad “ en este territorio ya que, como hemos mencionado anteriormente, el Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) es “ mugante “ con tierras alavesas.

En la ruta que nos ocupa tomaremos como punto de partida la localidad alavesa de Murua ( 607 m ), enclavada en la vertiente meridional del macizo y desde la que buscaremos realizar una ruta “ circular “. Acompañado de mi hijo Oscar partiremos desde el Barrio de Arriba ( 622 m ) de la citada población para tomar la amplia pista que nos permitirá alcanzar cómodamente a nuestro ascenso las cimas de Gonga ( 1060 m ), Pagazuri ( 1306 m ) y Arroriano ( 1341 m ). Tras “ coronar “ la emblemática cumbre del Gorbeia ( 1482 m ), a nuestro descenso buscaremos visitar las cimas de Aldamin ( 1376 m ), Miruen Haitza ( 1288 m ) y Dulau ( 1152 m ) para posteriormente desembocar en las Canteras del Gorbeia o Canteras  de Murua ( 702 m ), desde las que retornaremos al punto de partida aprovechando el vial asfaltado que les da acceso. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis. 

 

Resumen del Itinerario

 

Iniciamos este itinerario en Murua ( 607 m ), concretamente en la parte alta de esta localidad alavesa perteneciente al municipio de Cigoitia/Zigoitia.

Desde aquí, obviando el vial asfaltado que da acceso a las Canteras del Gorbeia o Canteras  de Murua ( 702 m ), tomaremos la pista que nos va a permitir alcanzar en breve un pequeño aparcamiento ( 621 m ).

La citada pista continúa en tendido ascenso para ir acentuando su pendiente paulatinamente mientras deja a su paso diferentes bifurcaciones, todas ellas escrupulosamente balizadas.

Ganamos altura “ cómodamente “ hasta que “ tropezamos “ con un pequeño poste indicador, el cual nos “ invita “ a abandonarla momentáneamente por la izquierda ( SW ) para desviarnos hacia la discreta cima de Gonga ( 1060 m ), la que alcanzaremos de inmediato tras adentrarnos entre la vegetación de monte bajo que la “ tapiza “ por completo.

Retornamos a la amplia pista para continuar ascendiendo aunque no tardaremos en volver a abandonarla, esta vez por la derecha ( E ), en dirección al cercano buzón montañero que señaliza la cercana e inapreciable cumbre de Pagazuri ( 1306 m ), el cual alcanzaremos de inmediato.

Tras corta visita volvemos a la pista para continuar por ella aunque apenas unos pocos metros más adelante la abandonaremos, nuevamente por la derecha ( NE ), para adentrarnos entre la vegetación de monte bajo que cubre las laderas de Arroriano ( 1341 m ), en cuya cima desembocaremos tras corto ascenso.

Descendemos por la tendida ladera septentrional de esta última cima visitada en dirección al discreto “ cuello “ ( 1330 m ) que nos separa del objetivo “ principal “ de este itinerario, el monte Gorbeia ( 1482 m ), cuya cumbre alcanzaremos tras corto aunque acusado “ repecho “.

Abandonamos la emblemática cima para perder altura por su herbosa ladera septentrional, por la que alcanzaremos de inmediato el collado de Aldamiñoste ( 1321 m ), el cual atravesaremos para encaramarnos por notoria senda en la cercana cumbre de Aldamin ( 1376 m ).

Volvemos a descender hacia el citado collado ( 1321 m ) aunque, sin necesidad de llegar a alcanzarlo, perderemos altura por la izquierda ( E ) en busca de Gorbeiako bidea, amplio camino en el que desembocaremos de inmediato.

Discurrimos en plácido caminar por este aunque no tardaremos en abandonarlo con la intención de “ desviarnos “ hacia la cercana “ cimita “ de Miruen Haitza ( 1288 m ), la que alcanzaremos rápidamente tras corto ascenso.

Retomamos Gorbeiako bidea para continuar descendiendo aunque en breve lo volvemos a abandonar por la izquierda ( E ) buscando “ coronar “ la modesta cumbre de Dulau ( 1152 m ), en la que desembocaremos tras cómoda subida.

Una vez más retomaremos el notorio camino abandonado anteriormente, el que nos va a permitir adentrarnos de inmediato en el frondoso bosque.

Bajo este continuaremos perdiendo altura hasta que, tras dejar a nuestro paso el refugio de Erreka-Iger ( 935 m ) y posteriormente el desvío hacia la cueva de Mairulegorreta ( 917 m ), alcanzamos el cauce del río Zubialde.

Discurrimos junto a este para, en breve, desembocar en una amplia pista, la que nos permitirá alcanzar las anteriormente mencionadas Canteras del Gorbeia o Canteras  de Murua ( 702 m ).

El carretil asfaltado que les da acceso desde la localidad de Murua ( 607 m ) nos devolverá a esta, inicio y final del itinerario.

 

Datos del Itinerario

 

Desnivel:  961 m

Tiempo: De 5 h a 7 h

Distancia: 19´92 km

Inicio: Murua ( Alava )

Fecha de realización: Agosto 2023

Época recomendada: Todo el año

Cimas: Gonga ( 1060 m ); Pagazuri ( 1306 m ); Arroriano ( 1341 m ); Gorbeia o Gorbea ( 1482 m ); Aldamin ( 1376 m ); Miruen Haitza ( 1288 m ); Dulau ( 1152 m ) 

 

Descripción del Itinerario

 

Estacionaremos nuestro vehículo en la parte alta de Murua ( 607 m ) a orillas de la carretera que atraviesa esta localidad alavesa perteneciente al municipio de Cigoitia/Zigoitia.

Comenzaremos a caminar en dirección opuesta a la de llegada para alcanzar de inmediato un cruce, lugar en el que obviaremos la estrecha carretera que por la derecha ( NE ) da acceso a las Canteras del Gorbeia o Canteras  de Murua ( 702 m ), por la que posteriormente regresaremos, mientras tomamos el vial que nace por la izquierda ( W ).

Apenas caminaremos unos metros por este ya que en breve lo abandonaremos par tomar la pista que nace por nuestra derecha ( NW ), la que nos permitirá alcanzar un cercano aparcamiento ( 621 m ). Dejamos este a nuestro paso para continuar de frente (  NW ), no tardando en “ tropezar “ con una nueva bifurcación, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que haremos caso omiso de la pista que nace por la izquierda ( W ) mientras seguimos de frente ( NW ).

Discurrimos en plácido caminar y en breve dejaremos a nuestro paso un panel informativo, tras el que atravesaremos un paso canadiense que aparece “ cerrado “ por un portillo. La pista continúa su plácido trazado mientras remonta en tendido ascenso, no tardando en alcanzar un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la derecha ( SE ) para dar acceso a lo que parece ser un depósito de agua. Seguimos de frente ( N ) y en breve tropezamos con una nueva bifurcación, en la que haremos caso omiso del camino que desciende por la izquierda ( NE ) mientras continuamos por la amplia y notoria pista.

Ganamos altura sin apenas apreciarlo mientras discurrimos bajo un frondoso bosque aunque no tardaremos en atravesar un amplio claro abierto en este, lugar en el que un poste indicador señaliza un nuevo cruce. Obviando el camino que recibimos por la derecha ( E ) continuamos de frente ( N ) para, de inmediato, dar alcance a una nueva bifurcación, en la que destaca otro poste indicador y punto en el que haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda ( NW ) mientras seguimos de frente ( N ).

Remontamos en plácido ascenso, en todo momento por la pista “ principal “, hasta que tenemos la opción de abandonarla momentáneamente por la izquierda ( NW ) para ganar altura en acusada pendiente por unas “ rodadas “ que se dibujan en la herbosa ladera. Tras un corto aunque “ empinado “ ascenso desembocamos de nuevo en la amplia pista, por la que continuaremos hacia la izquierda ( W ) en plácido caminar.

En breve dejaremos a nuestro paso, enclavado a nuestra derecha ( E ) a la orilla de un pinar, un poste indicador, el cual aparece situado metros antes de un nuevo cruce. Al dar alcance a este obviaremos el camino que nace de frente ( NE ) mientras trazamos una cerrada curva hacia la izquierda ( NW ).

La pista acentúa notablemente su inclinación en un corto tramo para posteriormente recuperar su tendido discurrir. No tardaremos en alcanzar el punto en el que un hito de piedras nos “ invita “ a abandonarla por la derecha ( NW ) para tomar la notoria senda que continúa ganando altura mientras se abre paso entre la vegetación de monte bajo que lo envuelve todo.

Tras un corto aunque acusado ascenso volvemos a desembocar nuevamente en la amplia pista, por la que continuaremos hacia la derecha ( W ) en cómodo ascenso. Esta no tarda en alcanzar el punto en el que un pequeño indicador enclavado a nuestra izquierda ( SW ) nos “ invita “ a tomar el estrecho sendero que da acceso a la cercana cima de Gonga ( 1060 m ). Lo tomamos y nos volvemos a adentrar entre la “ cerrada “ vegetación de monte bajo, entre la que atravesaremos esporádicos claros para terminar desembocando en la mencionada cumbre . Gonga ( 1060 m ), amplia cima que aparece señalizada con un pequeño poste indicador y completamente cubierta de vegetación, lo que nos priva de panorámica alguna.

La senda utilizada para alcanzar la citada cumbre nos devolverá de nuevo a la amplia pista, por la que continuaremos hacia la izquierda ( NW ) en plácido discurrir.

Caminamos en todo momento por la pista “ principal “ y no tardamos en dejar a nuestro paso un discreto cruce, lugar en el que haremos caso omiso del sendero que nace por la izquierda ( SW ).

La pendiente de la pista se acentúa paulatinamente y en breve tenemos la opción de abandonarla por la derecha ( NW ) para tomar la marcada senda que, señalizada con un hito de piedras, nos sirve de “ alcorce “. Remontamos por esta en acusado ascenso junto al linde del bosque que se extiende a nuestra derecha ( N ), no tardando en volver a alcanzar la amplia pista, por la que continuaremos hacia la derecha ( N ).

La pendiente de la pista se acentúa aunque, en breve, vuelve a perder inclinación para continuar su “ cómodo “ ascenso. No tardamos en alcanzar el poste indicador enclavado en una estratégica bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso de la pista que recibimos por nuestra izquierda ( S ) mientras seguimos de frente ( N ).

La pista por la que remontamos vuelve a acentuar paulatinamente su pendiente y no tarda en dejar a su paso un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por nuestra izquierda ( W ) mientras continuamos ascendiendo de frente ( N ).

Tras una corta subida alcanzaremos un panel informativo, punto en el que haremos caso omiso del camino que nace por la derecha ( N ) adentrándose en el hayedo mientras optamos por continuar por la pista “ principal “.

Esta no tarda en atravesar un corto tramo entre el arbolado aunque, en breve, vuelve a salir a terreno despejado. En breve alcanzaremos un discreto cruce, lugar en el que un nuevo hito de piedras nos “ invita “ a tomar la marcada senda que nace por la derecha ( N ) y que, adentrándose entre vegetación de monte bajo, discurre paralela a la pista sirviéndonos nuevamente de “ atajo “.

Desembocamos de nuevo en la amplia pista y continuamos por esta hacia la derecha ( NE ) hasta que un cercano buzón montañero, que asoma a escasos metros a nuestra derecha ( SE ), delata la prácticamente inapreciable cumbre de Pagazuri ( 1306 m ). Una estrecha senda alcanza de inmediato el citado buzón y la muga que delimita los términos de Zigoitia y Zuia, ambos enclavados en la amplia cima. Abierta panorámica. 

Retomamos la cercana pista para continuar por esta hacia la derecha ( NE ) en dirección a Arroriano ( 1341 m ), alomada cumbre que se extiende ante nosotros. La pista la evita discurriendo bajo su vertiente occidental aunque nosotros abandonaremos esta mientras buscamos tomar la senda que, abriéndose paso entre la cerrada vegetación de monte bajo que tapiza la tendida ladera, asciende hasta desembocar en la cima. Arroriano ( 1341 m ), un buzón montañero y un hito de piedras la señaliza.

Descendemos por la ladera septentrional en plácido discurrir mientras aprovechamos las numerosas sendas que se dibujan entre la vegetación de monte bajo que la tapiza. En breve desembocaremos junto al poste indicador enclavado en el discreto y abierto collado ( 1330 m ) por el que atraviesa la pista abandonada anteriormente y que nos separa del objetivo “ principal “ de este itinerario, el monte Gorbeia ( 1482 m ).

Lo atravesamos para tomar el marcado sendero que, balizado con numerosos hitos de piedra, remonta en acusado ascenso por la herbosa ladera hasta terminar desembocando en la amplia cumbre del Gorbeia o Gorbea ( 1482 m ). Una gran cruz, bajo la que destaca la imagen de la Virgen de Begoña, una mesa panorámica, un buzón montañero y un vértice geodésico la señalizan. Amplia y bella panorámica.

Iniciamos el descenso por la herbosa ladera opuesta a la utilizada a nuestro ascenso, por la que perderemos altura en fuerte pendiente buscando alcanzar el collado de Aldamiñoste ( 1321 m ), estratégica encrucijada de caminos sobre la que despunta Aldamin ( 1376 m ).

Obviando los caminos que desembocan en este “ cuello “ ( 1321 m ), lo atravesaremos para tomar la marcada senda que, balizada con esporádicos hitos, remonta de frente ( N ) buscando salvar el zócalo rocoso que defiende la citada cima, en la que desembocaremos sin dificultad reseñable. Aldamin ( 1376 m ), un enorme montón de piedras y un par de buzones montañeros la señalizan. Bella y abierta panorámica.

El sendero que no ha servido para alcanzar esta última cumbre desde el collado de Aldamiñoste ( 1321 m ) no devuelve a este aunque, sin necesidad de llegar a alcanzarlo, optamos por descender sin camino definido por la herbosa ladera que se extiende a nuestra izquierda ( E ).

Sobre nuestras cabezas, también a nuestra izquierda ( N ), se extiende el “ hombro “ rocoso que se desprende bajo la vertiente oriental de Aldamin ( 1376 m ) mientras que, por debajo y a nuestra derecha ( S ), discurre el herboso camino que desciende del citado collado de Aldamiñoste ( 1321 m ).

Perdemos altura y no tardamos en alcanzar el citado camino, Gorbeiako bidea, por el que continuaremos en plácido descenso hasta que el buzón montañero enclavado en lo alto de la discreta cota rocosa que, a nuestra izquierda ( NE ) y “ brillando “ por el sol que lo “ ilumina “, llama nuestra atención. Es Miruen Haitza ( 1288 m ), “ cimita “ hacia la que no dudamos en desviarnos.

Por terreno herboso y sin dificultad reseñable remontaremos en plácido ascenso, no tardando en alcanzar el grupo de rocas que tapiza la mencionada “ cotita “. Miruen Haitza ( 1288 m ), herbosa cumbre que aparece “ salpicada “ de numerosas rocas. Una pequeña “ ikurriña “ la señaliza mientras que, un poco más abajo a nuestra derecha ( SE ) y entre un grupo de “ incómodas “ rocas, destaca un buzón montañero. Bella y abierta panorámica.

Sin necesidad de descender por el “ camino “ empleado a nuestra subida, optamos por perder altura por la vertiente meridional de la cima recién alcanzada mientras buscamos retomar el herboso camino por el que anteriormente veníamos descendiendo.

En un primer momento atravesaremos entre las rocas que tapizan la parte alta de la citada ladera aunque no tardaremos en alcanzar la parte herbosa, por la que plácidamente terminaremos dando alcance al mencionado camino.

Continuamos perdiendo altura por la izquierda ( SE ) en agradable descenso aunque, en breve, volveremos a abandonar el camino para continuar por la marcada senda que nace hacia la izquierda ( NE ). Esta discurre bajo la vertiente oriental de la rocosa cumbre recién visitada de Miruen Haitza ( 1288 m ) y por ella continuaremos hasta que nos situamos sobre la herbosa “ cimita “ de Dulau ( 1152 m ), modesta cota que asoma por debajo a nuestra derecha ( E ).

En este punto abandonaremos la notoria senda para descender hacia esta, sin camino definido aunque sin dificultad reseñable, buscando atravesar el amplio collado ( 1144 m ) que nos separa de ella, desde el que un corto y suave ascenso nos permitirá alcanzarla. Dulau ( 1152 m ), pequeña cota herbosa que aparece “ coronada “ por un grupo de rocas, entre las que aparece enclavado el buzón montañero que la identifica. Bonita y abierta panorámica.

Descendemos por la herbosa ladera SW. de la cima recién alcanzada buscando retomar nuestro camino, en el cual desembocaremos de inmediato. Este deja rápidamente atrás el terreno herboso para ir abriéndose paso entre los helechos, no tardando en adentrarse bajo la frondosidad del hayedo.

La senda por la que continuamos descendiendo se dibuja notoria mientras esporádicos hitos la balizan. En breve alcanzamos una alambrada y junto a estas seguiremos perdiendo altura hasta que desembocamos en una pista, la que por la izquierda ( NE ) y cerrada por un portillo da acceso a un refugio. Obviamos esta opción para continuar de frente ( SE ) aunque apenas lo haremos unos metros, ya que de inmediato la abandonaremos para tomar el camino que nace por la derecha ( S ).

Este continúa en “ cómodo “ descenso mientras los hitos lo siguen balizando, no tardando en desembocar junto al refugio de Erreka-Iger ( 950 m ). Dejamos atrás este para tomar la pista que le da acceso, la que abandonaremos de inmediato para continuar por el sendero que, señalizado con un hito, nace por la derecha ( SW ).

La notoria senda, perfectamente señalizada con hitos, se abre paso entre el frondoso hayedo mientras atraviesa esporádicos claros, terminando por desembocar en un amplio camino que atraviesa perpendicularmente. Este asciende por la derecha ( N ) hacia la Cueva de Mairulegorreta, opción que desechamos para continuar descendiendo por la izquierda ( S ).

El camino vuelve a transformarse en senda y alcanza en breve una alambrada, la que atravesaremos por el “ paso “ construido para tal efecto y que asoma a nuestra izquierda ( SW ). Tras este tomamos el amplio camino que continúa por la derecha ( SE ), es Mairulegorretako bidea.

Continuamos en “ plácido” descenso aunque no tardaremos en “ tropezar “ con una nueva bifurcación, lugar en el que abandonaremos el amplio camino para tomar la senda que nace por la izquierda ( NE ).

La pendiente del sendero se acentúa de nuevo y alcanzamos un nuevo “ paso “, el cual nos permitirá salvar otra alambrada que vuelve a cruzar perpendicularmente: Continuamos perdiendo altura a la sombra del frondoso bosque de hayas y paulatinamente la senda ganará notoriedad para transformarse en calzada, la que en breve alcanza Zubialde Erreka, cuyo cauce atravesaremos por un estrecho puente de hormigón.

La bonita calzada discurre junto a la margen izquierda del citado riachuelo aunque no tarda en perder entidad para volver a transformarse en senda y posteriormente en camino, el cual terminará por desembocar en un amplio claro en el bosque. Un poste indicador destaca en el lugar, por el que atraviesa la amplia pista que tomaremos para continuar hacia la derecha ( SE ).

A nuestro paso dejaremos un panel informativo y de inmediato atravesamos nuevamente sobre el cauce del río Zubialde, el cual pasará a discurrir a nuestra izquierda ( E ).

La amplia pista alcanza en breve el aparcamiento de Canteras del Gorbeia o Canteras  de Murua ( 702 m ), el cual atravesaremos. Nada más dejar atrás el citado parking abandonamos la pista buscando atravesar un puente de madera que, por la derecha ( S ), da acceso a la cuidada zona de esparcimiento enclavada en las antiguas canteras.

Una senda discurre junto al vallado que delimita la mencionada área de esparcimiento y termina por alcanzar de nuevo la pista abandonada anteriormente, por la que seguiremos hacia la derecha ( SE ). Esta posteriormente se transforma en carretera asfaltada, la que deja a su paso los embalses del Gorbeia y termina por alcanzar Murua ( 607 m ), localidad en la que dio comienzo este itinerario.


 Track del Itinerario


Fotos del Itinerario


Estacionamos nuestro vehículo en la parte alta de la localidad de Murua, concretamente en la Calle Urtegieta del Barrio de Arriba 

En Murua, en la parte alta del Barrio de Arriba y a la altura de unos contenedores ( centro ), abandonaremos la Calle Urtegieta ( dcha ), por la que posteriormente regresaremos, para tomar la que nace por la izquierda 

La calle tomada se vuelve a bifurcar de inmediato, punto en el que abandonaremos la que desciende también por la izquierda mientras continuamos por la pista que nace por la derecha en dirección a un aparcamiento

En breve alcanzamos un pequeño aparcamiento, el cual dejaremos a nuestro paso

La pista deja atrás el aparcamiento y no tarda en alcanzar un cruce, lugar en el que abandonaremos la que nace por la izquierda mientras seguimos de frente ( dcha ). Un poste indicador ( dcha ) destaca en el lugar. Hoy me acompaña mi hijo Oscar

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

En plácido caminar y sin apenas pendiente alcanzaremos un paso canadiense, junto al que destaca un panel informativo ( izda )

Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso

La pista continúa su plácido discurrir mientras se adentra entre los pinos

En breve alcanzamos un nuevo cruce, punto en el que obviaremos la pista que nace por la derecha mientras continuamos de frente 

A nuestro paso queda una nueva bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso del camino que desciende por la izquierda mientras volvemos a optar por seguir al frente. La niebla nos envuelve

La amplia pista continúa su tendido ascenso

Los rayos de sol intentan penetrar entre la frondosidad del bosque

Caminamos bajo un jóven hayedo

El sol asoma entre el frondoso bosque

Los rayos de sol se " cuelan " entre la niebla que " envuelve " el bosque

La niebla parece difuminarse y los rayos de sol " penetran " más fácilmente en el bosque

Atravesamos un precioso tramo de bosque

Los rayos de sol terminan por " colarse " en el bosque

A la orilla de la pista dejaremos a nuestro paso lo que parece ser un pequeño " mugarri " ( izda )

Detalle del " mugarri " enclavado a la orilla de la pista

Detalle del " mugarri " enclavado a la orilla de la pista

La amplia pista sale a terreno despejado, momento en el que la pendiente se acentúa notablemente. La niebla ha quedado atrás 

Volvemos a atravesar un tramo de arbolado

A la derecha de la pista por la que caminamos dejaremos a nuestro paso un " poco visible " poste indicador ( dcha ), el cual señaliza un nuevo cruce. Haremos caso omiso del camino que nace por nuestra derecha mientras seguimos de frente

Detalle del " poco visible " poste indicador que queda a nuestro paso

Mirada atrás hacia la discreta bifurcación que vamos a obviar. El poste indicador ( izda ) apenas se aprecia entre el arbolado 

Paulatinamente la pista vuelve a acentuar su pendiente a la vez que se torna algo más pedregosa

" Tropezamos " con un nuevo cruce, el cual aparece señalizado con un poste indicador ( dcha ). Haremos caso omiso al camino que nace por la derecha mientras continuamos de frente 

Detalle del poste indicador enclavado en el cruce

La pista por la que continuamos hace caso omiso del camino que nace por la derecha mientras sigue remontando de frente 

La pendiente de la pista se acentúa nuevamente mientras a nuestro paso queda otro poste indicador

Detalle del poste indicador enclavado a la orilla de la pista

La pista " amenaza " con abandonar el arbolado definitivamente

Remontamos en paulatino ascenso

La tendida pendiente nos permite un agradable ascenso

La herbosa ladera que se extiende por nuestra izquierda nos permite evitar la pista en un corto tramo

Remontamos en acusado ascenso por la empinada ladera herbosa, en la que se dibuja un notorio camino

Desde la ladera por la que remontamos echamos una mirada atrás hacia el valle, en el que la niebla lo cubre todo

Ascendemos en fuerte pendiente por el camino que se dibuja en la herbosa ladera

Tras remontar por la herbosa ladera terminamos desembocando de nuevo en la pista abandonada anteriormente, por la que continuaremos al frente ( izda ) 

Los caballos pastan plácidamente en las herbosas praderas mientras que, al fondo, el valle aparece completamente cubierto por la niebla

Remontamos por la amplia pista

Algunas de las localidades enclavadas bajo las faldas del Gorbeia, Zárate si no me equivoco, asoman en el horizonte

Zárate asoma bajo la rocosa cumbre de Atxabal ( izda )

La pista continúa remontando en acusado ascenso mientra gana altura entre herbosas praderas

Son numerosas las cabezas de ganado que pastan por estos lares

La pista pierde inclinación en un corto tramo permitiéndonos discurrir plácidamente

A la orilla del pinar junto al que discurrimos dejaremos a nuestro paso un poste indicador ( dcha )

Detalle del poste indicador que dejaremos a nuestro paso

Nada más dejar atrás el poste indicador enclavado a la orilla del pinar nuestra pista se bifurca, lugar en el que obviaremos la que nace de frente ( centro ) mientras continuamos remontando por la izquierda

La pista vuelve a acentuar su inclinación notablemente

En algunos tramos la pista se torna pedregosa

La niebla se resiste a " descubrir " el valle

Un hito ( dcha ) y una baliza nos " invitan " a abandonar la pista para tomar la notoria senda que nace por la derecha, la que nos servirá de " atajo "  

La senda tomada, extremadamente pedregosa, remonta en acusado ascenso

El sendero se abre paso entre la vegetación de monte bajo que lo cubre todo

Conforme ganamos altura la vegetación amenaza con " engullir " nuestra senda

A la altura de un hito terminaremos desembocando nuevamente en la amplia pista abandonada anteriormente, por la que continuaremos hacia la derecha 

No caminaremos mucho tramo por la pista ya que, apenas unos pocos metros más adelante, la abandonaremos nuevamente. Un pequeño indicador señaliza el " desvío " por la izquierda hacia la cima de Gonga

El pequeño indicador ( dcha ) señaliza la senda que busca adentrarse entre la vegetación de monte bajo en " busca " de la cercana cima de Gonga  

Camino de la cima de Gonga atravesaremos esporádicos claros

Un discreto sendero se abre paso a duras penas entre la vegetación de monte bajo mientras busca alcanzar la cima de Gonga

Mi hijo Oscar en la cima de Gonga, señalizada por otro pequeño indicador

El sendero utilizado para alcanzar la cima de Gonga nos devolverá nuevamente a la pista por la que veníamos remontando

No tardaremos en volver a alcanzar la pista por la que anteriormente veníamos ascendiendo, por la que continuaremos hacia la izquierda

A la altura del pequeño indicador ( izda ) retomaremos de nuevo la pista y continuaremos por esta

De inmediato, a la altura de una baliza, obviaremos la senda que nace por la izquierda mientras continuamos de frente por pista

Una baliza ( izda ) asoma a la orilla de la pista por la que continuamos caminando 

La pista no tarda en acentuar su inclinación nuevamente, punto en el que un hito ( centro ) nos " invita " a tomar la senda que nace por nuestra derecha

La senda gana altura junto al linde del arbolado que se extiende a nuestra derecha

El sendero remonta en acusado ascenso mientras se abre paso entre vegetación de monte bajo

La senda vuelve a desembocar en la pista que abandonamos anteriormente, por la que continuaremos hacia la derecha

La niebla del valle se va difuminando paulatinamente

La amplia pista acentúa notablemente su pendiente

En cortos tramos la pendiente de la pista pierde inclinación, lo que nos permitirá continuar en plácido discurrir

Volvemos a alcanzar una nueva bifurcación, punto en el que destaca un poste indicador y lugar en el que haremos caso omiso de la pista que nace por la izquierda mientras continuamos de frente

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

La amplia y pedregosa pista continúa su tendido ascenso

La pista deja a su paso un camino que nace por la izquierda, al que haremos caso omiso

A la orilla de la pista dejaremos a nuestro paso un nuevo panel informativo

Detalle del panel informativo enclavado a la orilla de la pista

La amplia pista vuelve a adentrarse bajo el arbolado

La pista alcanza un nuevo cruce, lugar en el que un hito nos " invita " a tomar la senda que nace por la derecha, sobre la que ya asoma la cruz cimera del Gorbeia

La notoria senda, sobre la que ya asoma la cruz cimera del Gorbeia, se abre paso entre vegetación de monte bajo mientras busca desembocar de nuevo en la pista que atraviesa perpendicularmente

Volvemos a desembocar en la amplia pista, sobre la que despunta Gorbeia

Mientras remontamos por la pista, a su orilla vemos asomar cercano el buzón montañero ( dcha ) que señaliza la cima de Pagazuri

Desde la pista nace un estrecho sendero para dar acceso al buzón que señaliza la cumbre de Pagazuri

Mi hijo Oscar en la cima de Pagazuri

Buzón montañero y muga en la cima de Pagazuri

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Pagazuri

Detalle del mugarri Zuia-Zigoitia enclavado en la cima de Pagazuri

Detalle del mugarri Zuia-Zigoitia enclavado en la cima de Pagazuri

Abandonamos la cima de Pagazuri buscando retomar de nuevo la pista que abandonamos al desviarnos hacia esta, la que discurre a escasos metros

Retomada la pista continuaremos por esta hacia la derecha ( centro en la foto ), sobre la que se extiende la alomada cumbre de Arroriano

No tardaremos en alcanzar un discreto cruce, lugar en el que, desde la pista, nace un sendero por la derecha. Aunque mi hijo Oscar opta por continuar por la citada pista, yo decido tomar el mencionado sendero con la intención de alcanzar la cercana cumbre de Arroriano ( dcha )

La notoria y herbosa senda se abre paso entre la vegetación de monte bajo que cubre la ladera de Arroriano

El sendero termina desembocando en un amplio y herboso camino, por el que continuaremos hacia la izquierda

El amplio camino remonta en tendido ascenso por la ladera SW. de Arroriano ( dcha ) mientras al fondo asoma Gorbeia 

Nuestro camino termina desembocando de nuevo en la amplia pista, momento en el que vuelvo a coincidir con mi hijo Oscar para, ya juntos, remontar hacia la cima de Arroriano ( dcha )

Varias sendas de ganado discurren paralelas a la amplia pista ( izda ) que acabamos de abandonar, es por esto que optamos por abandonarlas para remontar por la  derecha hacia la cima de Arroriano

Sin camino definido y abriéndonos paso entre la vegetación de monte bajo que cubre la ladera occidental de Arroriano remontamos hacia esta

No tardamos en desembocar en la amplia cumbre de Arroriano, tras la que asoma el Gorbeia ( izda )

Mi hijo Oscar en la cima de Arroriano con Gorbeia a su espalda ( centro ). Un hito ( dcha ) y un buzón montañero ( izda ) la señalizan

Buzón montañero en la cima de Arroriano con vista al Gorbeia 

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Arroriano

Abandonamos la cima de Arroriano buscando encaminarnos hacia el " principal " objetivo de la jornada, el Gorbeia ( izda )

Una estrecha pero notoria senda se abre paso entre la vegetación de monte bajo que cubre la cima de Arroriano, la que nos permitirá abandonarla " cómodamente "

La cima de Arroriano queda rápidamente atrás

El camino va ganando notoriedad paulatinamente

En breve alcanzaremos un poste indicador enclavado en una encrucijada de caminos, punto en el que debemos continuar de frente

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

Dejamos atrás el poste indicador enclavado en la bifurcación, tras el que asoma la cima recién visitada de Arroriano 

Un marcado sendero se dibuja en la herbosa ladera del Gorbeia y por este remontamos hacia su cumbre 

Mientras ganamos altura hacia la cima del Gorbeia nos topamos con un cruce de caminos, lugar en el que obviaremos el que nace por la derecha mientras remontamos de frente ( izda )

La senda en cortos tramos amenaza con difuminarse en la herbosa ladera

El sendero no tarda en volver a ganar notoriedad

Desde la ladera del Gorbeia echamos una mirada atrás hacia la cima recién visitada de Arroriano ( dcha ), bajo la que se extiende en el valle el Embalse de Urrunaga ( izda )

Embalse de Urrunaga

Arroriano, cima que acabamos de visitar, asoma en primer término mientras que en el valle se extiende la ciudad de Vitoria/Gasteiz

Esporádicos hitos ( dcha ) balizan el notorio, a la vez que empinado sendero, que remonta hacia la cima del Gorbeia

Numerosas cabezas de ganado pastan en las laderas del Gorbeia

Con la cima del Gorbeia ya a la vista, los hitos continúan balizando el herboso sendero que le da acceso

Salimos a la cima del Gorbeia en suave y tendido ascenso

Mi hijo Oscar en la cima del Gorbeia

Imagen de la Virgen de Begoña, enclavada en la cima del Gorbeia bajo la gran cruz que la " corona "

Detalle de la Virgen de Begoña, enclavada en la cima del Gorbeia

Placa en la cima del Gorbeia

Mesa panorámica enclavada en la cima del Gorbeia con vista al cercano vértice geodésico

Detalle de la mesa panorámica enclavada en la cima del Gorbeia

Junto a mi hijo Oscar en la cima del Gorbeia

Buzón montañero enclavado en la cima del Gorbeia

Abandonamos la cima del Gorbeia buscando descender hacia la rocosa y visible cumbre de Aldamin ( centro )

En acusado descenso perderemos altura por la herbosa ladera de Gorbeia en dirección al collado de Aldamiñoste, sobre el que despunta nuestro siguiente objetivo, Aldamin ( centro )

Aldamin despunta sobre el collado de Aldamiñoste

En la ladera de Gorbeia, en nuestro descenso hacia el collado de Aldamiñoste, dejaremos a nuestro paso un pluviómetro ( dcha )

Las vacas pastan plácidamente en el collado de Aldamiñoste

Atravesamos el collado de Aldamiñoste con la intención de remontar hacia la cercana cumbre de Aldamin

Un marcado sendero se dibuja en la herbosa ladera meridional de Aldamin y por este buscamos remontar hacia su cima

Numerosas cabezas de ganado pastan en las laderas de Aldamin 

Esporádicos hitos balizan el sendero de ascenso a la cima de Aldamin 

Conforme remontamos hacia la cima de Aldamin la ladera se torna más pedregosa

Desde el ascenso hacia Aldamin echamos una mirada hacia el collado de Aldamiñoste, sobre el que despunta Gorbeia 

La marcada senda se abre paso entre las rocas que defienden la cima de Aldamin  

Salida a la amplia cumbre de Aldamin, en la que los hitos ( dcha ) señalizan el camino que se abre paso entre las rocas que la tapizan

Mi hijo Oscar en la cima de Aldamin

Buzones montañeros en la cima de Aldamin

Detalle de uno de los buzones montañeros enclavados en la cima de Aldamin

Detalle de otro de los buzones montañeros enclavados en la cima de Aldamin

En la cima de Aldamin junto a mi hijo Oscar

Abandonamos la cima de Aldamin, coronada por un gran hito de piedras, dando vista al Gorbeia

Atrás queda la cima de Aldamin

En nuestro descenso de la cima de Aldamin, con vista al Gorbeia, dejaremos a nuestro paso otro gran hito de piedras

La marcada senda que utilizamos a nuestra subida nos servirá también para el descenso de la cima de Aldamin

Descendemos de la cima de Aldamin buscando alcanzar su herbosa vertiente SE. 

Perdemos altura por las herbosas laderas de Aldamin en dirección al herboso camino ( centro ) que vemos asomar por debajo. Es Gorbeiako bidea

No tardaremos en alcanzar Gorbeiako bidea, marcado camino que, por la derecha, desciende del collado de Aldamiñoste. Continuaremos por este al frente ( izda )

Mirada hacia el Gorbeia ( centro ) desde nuestro descenso de Aldamin

El herboso sendero alcanzado discurre dejando a su paso la discreta " cimita " de Miruen Haitza ( izquierda bajo el zócalo rocoso ), hacia la que, ante su cercanía, nos desviaremos 

Aldamin despunta sobre nuestras cabezas

La discreta " cimita " de Aldamin E. ( centro ), que hoy hemos obviado, despunta sobre nuestras cabezas

Abandonamos momentáneamente Gorbeiako bidea ( dcha ) para encaminarnos hacia la discreta cota de Miruen Haitza ( izda )

Remontamos en tendido ascenso y por herboso terreno hacia la discreta " cimita " de Miruen Haitza ( centro )

Cima de Miruen Haitza, en la que destacan un pequeño " banderín " ( izda ) y un buzón montañero ( dcha ), junto al que aparece mi hijo Oscar

Desde la cima de Miruen Haitza damos vista a Aldamin

Desde la cima de Miruen Haitza damos vista a la vertiente septentrional del macizo, en la que destaca la majada de Aldamiñape 

A escasos metros por debajo de la cima asoma cercano el buzón montañero, junto al que aparece mi hijo Oscar

Mi hijo Oscar junto al buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza

" Banderín " ( dcha ) en la cima de Miruen Haitza con vista a Lekanda ( centro ) mientras que Aldamin ( izda ) despunta cercano 

Buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza con vista al valle, en el que se extiende el Embalse de Urrunaga ( centro )

Buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza

Desde el buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza damos vista a Aldamin ( centro ), cuya " cimita " oriental despunta sobre nuestras cabezas

Desde la cima de Miruen Haitza, dando vista al Gorbeia ( centro ) y al collado de Aldamisñoste ( dcha ), iniciaremos el descenso por la herbosa vertiente meridional 

No tardaremos en volver a alcanzar el camino abandonado anteriormente, Gorbeiako bidea, por el que continuaremos descendiendo

Gorbeiako bidea continúa su acusado descenso

En nuestro descenso por Gorbeiako bidea, sobre nuestras cabezas destaca la última cima visitada, Miruen Haitza 

La pendiente de Gorbeiako bidea se acentúa más si cabe

A nuestro paso, a la izquierda del camino, dejaremos lo que parece ser una sima 

Un notorio sendero nos ha permitido abandonar nuestro camino, Gorbeiako bidea, para desviarnos hacia la pequeña " cimita " de Dulau ( dcha )

Sobre nuestro camino despunta la cima recién visitada de Miruen Haitza

Abandonamos nuestro camino para descender por la derecha por la herbosa ladera

Por terreno herboso buscaremos encaminarnos hacia la cercana cumbre de Dulau

La modesta cima de Dulau despunta tímidamente sobre el herboso collado por el que atraviesa mi hijo Oscar 

Mi hijo Oscar ya ha alcanzado la cima de Dulau

Mientras ascendemos hacia la cima de Dulau echaremos una mirada atrás hacia la rocosa cumbre de Miruen Haitza, de la que venimos descendiendo

Mi hijo Oscar en la cima de Dulau

Buzón montañero enclavado en la cima de Dulau

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Dulau

Buzón montañero en la cima de Dulau con vista a la majada de Aldamiñape

Abandonamos la cima de Dulau dando vista a Miruen Haitza ( dcha ) mientras buscamos descender hacia Gorbeiako bidea ( izda )

En cómodo descenso perderemos altura en dirección a Gorbeiako bidea, camino que discurre por el herboso vallecito que asoma cercano

No tardaremos en alcanzar Gorbeiako bidea, notorio sendero por el que continuaremos descendiendo 

La rocosa cima de Dulau, de la que venimos descendiendo, queda rápidamente atrás

El notorio sendero, Gorbeiako bidea, se abre paso entre los helechos

Gorbeiako bidea no tarda en adentrarse  en el bosque  

Al entrar en el bosque dejaremos a nuestro paso, a la derecha del camino, lo que parece ser una sima ( dcha )

En su discurrir por el bosque nuestro camino irá ganando notoriedad paulatinamente

Los hitos ( dcha ) balizan nuestro camino

El camino alcanza una alambrada y continúa discurriendo junto a esta

No tardaremos en alcanzar una discreta pista que atraviesa perpendicularmente, la que por la izquierda da acceso a un cercano refugio. Nosotros lo obviaremos mientras continuamos de frente caminando en todo momento junto a la alambrada 

Hacemos caso omiso de la pista que, cerrada por un portillo, da acceso a un cercano refugio

Dejado atrás el acceso al citado refugio, apenas caminaremos unos pocos metros por la pista que le da acceso ya que de inmediato la abandonaremos para continuar por la derecha

El camino tomado continúa perdiendo altura en plácido descenso mientras se abre paso entre las hayas

Los hitos ( dcha ) continúan balizando en todo momento nuestro camino

Alcanzamos el refugio de Erreka-Iger

Una placa identifica el refugio de Erreka-Iger

Dejamos atrás el refugio de Erreka-Iger

Dejado atrás el refugio de Erreka-Iger, abandonamos de inmediato la pista que le da acceso para tomar el sendero que nace por nuestra derecha

El sendero tomado, en todo momento balizado con hitos ( dcha ), inicia un tendido ascenso

Numerosos hitos señalizan el camino a seguir

Caminamos bajo un frondoso hayedo

La senda atraviesa esporádicos claros abiertos en el bosque, momento en los que la vegetación amenaza con engullirla

Alternamos tramo de caminar bajo el frondoso bosque con otros en los que atravesamos amplios claros

Desembocamos en un amplio camino que cruza perpendicularmente y por este continuamos descendiendo hacia la izquierda

Punto en el que nuestro sendero ( dcha ) desemboca en un amplio camino que cruza perpendicularmente, el cual asciende hacia la cercana Cueva de Mairulegorreta, la que obviaremos para continuar perdiendo altura por la izquierda ( desde donde saco la foto )  

El camino tomado es amplio y notorio

No tardamos en alcanzar una alambrada que nos cierra el paso, la que atravesaremos por el " paso " ( izda ) habilitado para tal efecto

Atravesamos la alambrada por  el " paso " ( izda ) habilitado y continuamos por la derecha tomando el amplio camino que asoma cercano 

En plácido discurrir continuaremos por el amplio camino tomado

Nuestro camino no tarda en alcanzar un cruce, lugar en el que lo abandonaremos para tomar el que nace por la izquierda

El camino vuelve a adentrarse bajo un frondoso hayedo

El marcado camino pierde altura paulatinamente mientras se abre paso entre el joven hayedo

Volvemos a " tropezar " con una nueva alambrada que nos cruza perpendicularmente, la que atravesaremos por el " paso " ( dcha ) habilitado

Un " paso " en la alambrada nos permite salvarla con comodidad

Nuestro camino parece ganar notoriedad

Nuestro camino alcanza el río Zubialde, momento en el que aparentemente se transforma en calzada

Un pequeño " puente " de hormigón nos permite salvar cómodamente el cauce del río Zubialde

Atravesado el puente que salva el cauce del río Zubialde, la calzada continúa discurriendo junto a su margen izquierda

La calzada por la que caminamos no tarda en volver a transformarse en senda

El sendero discurre en todo momento bajo un frondoso entorno

La senda no tarda en volver a ganar notoriedad para transformarse en camino

Nuevamente caminaremos junto a la margen izquierda del río Zubialde

A la altura de un poste indicador nuestro camino alcanza un amplio claro en el bosque, por el que atraviesa una amplia pista. La tomamos para continuar hacia la derecha

Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación

A la orilla de la pista que hemos tomado dejaremos un panel informativo

Detalle del panel informativo enclavado a la orilla de la pista por la que caminamos

La pista vuelve a adentrarse bajo el tupido hayedo para atravesar sobre el cauce del río Zubialde

La pista discurre sin apenas pendiente, lo que nos permite un plácido caminar  

Caminamos junto a la margen derecha del río Zubialde dejando a nuestro paso algún que otro puente de madera que permite atravesarlo

Puente de madera sobre el río Zubialde, al que haremos caso omiso

Salvamos un paso canadiense mientras continuamos en plácido discurrir

A la orilla de la pista por la que caminamos dejaremos un panel informativo

Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso

Alcanzamos el aparcamiento de las Canteras del Gorbeia, a cuya entrada dejaremos a nuestro paso un nuevo panel informativo ( izda )

Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso a la entrada del aparcamiento de las Canteras del Gorbeia

Atravesamos el amplio aparcamiento de las Canteras del Gorbeia

Una vez atravesado el aparcamiento de las Canteras del Gorbeia abandonaremos la pista que le da acceso para continuar por la derecha accediendo a un puente de madera

Atravesamos un puente de madera que vuelve a cruzar sobre el cauce del río Zubialde 

Ante nosotros se extiende la " coqueta " zona de esparcimiento enclavada en las antiguas Canteras del Gorbeia

Sin acceder a la zona de esparcimiento, nuestro camino continúa por la izquierda junto al vallado que la delimita

La senda discurre junto al vallado que delimita el área de esparcimiento ( dcha ) enclavada en las antiguas Canteras del Gorbeia

Terminamos desembocando de nuevo en la pista que da acceso al aparcamiento de las Canteras del Gorbeia, por la que continuaremos hacia la derecha

Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso

En la medida de lo posible evitamos caminar por la amplia pista mientras aprovechamos las zonas herbosas aledañas

En nuestro discurrir por la amplia pista dejamos a nuestro paso un nuevo cruce, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos de frente

Detalle del poste indicador enclavado a la orilla de la pista por la que caminamos

Volvemos a atravesar un nuevo paso canadiense, a partir del cual la pista se transforma en un estrecho carretil asfaltado

A nuestro paso, a la orilla de la estrecha carreterita, dejamos un pequeño aparcamiento

No tardamos en dejar, también a nuestro paso, un nuevo cruce, lugar en el que haremos caso omiso del camino que nace por la derecha mientras continuamos por asfalto. Un poste indicador y varios paneles informativos destacan en el lugar

Detalle del panel informativo enclavado en el cruce

Detalle del poste indicador enclavado en el cruce

Mirada atrás hacia el cruce que acabamos de dejar a nuestro paso

Volvemos a salvar un nuevo paso canadiense

La estrecha carretera por la que caminamos inicia un tendido descenso

Bajo la carretera asoma una presa. Es el Embalse del Gorbeia II 

Placa que dejaremos a nuestro paso

La carretera se abre paso entre el frondoso arbolado que la flanquea

El vial por el que discurrimos parece ganar entidad convirtiéndose en Gorbeiako Urtegietarako bidea, carreterita que deja a su paso esporádicas zonas de aparcamiento y algunos cruces 

Detalle del poste indicador enclavado en uno de los cruces que obviaremos mientras continuamos en todo momento por el vial asfaltado

Discurrimos en plácido caminar por Gorbeiako Urtegietarako bidea, vial que en algunos tramos parece " estrecharse " 

A nuestro paso, enclavadas a orillas de Gorbeiako Urtegietarako bidea, dejamos a nuestro paso algún que otro gran caserón 

Gorbeiako Urtegietarako bidea parece ganar entidad paulatinamente

A la izquierda de Gorbeiako Urtegietarako bidea, no muy distante, asoma la torre de la iglesia de Etxaguen

Gorbeiako Urtegietarako bidea discurre bajo un frondoso " túnel " 

A orillas de Gorbeiako Urtegietarako bidea comienzan a aparecer algunas viviendas, señal inequívoca de que nos estamos acercando a Murua

Poste indicador enclavado a orillas de Gorbeiako Urtegietarako bidea

Alcanzamos Murua

Al entrar en Murua dejamos a nuestro paso la bifurcación en la que, al comienzo del itinerario, tomamos el camino de la izquierda

Nos adentramos en el Barrio de Arriba de Murua, inicio y final de este itinerario


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