Sirviendo de “ frontera
“ natural entre las provincias vascas de Vizcaya y Álava, el monte
Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) es la cumbre más elevada de ambos territorios, además
de ser el punto “ culminante “ del macizo al que da nombre.
Esta emblemática cumbre
también da nombre al Parque Natural del Gorbea, espacio protegido que se
extiende entre las provincias anteriormente citadas y que con una superficie de
20016 hectáreas viene a ser el mayor parque natural del País Vasco. Fue declarado
como tal el 21 de Junio de 1994 con la finalidad de proteger su patrimonio
natural, favorecer el desarrollo rural y fomentar su conocimiento y disfrute.
La cima del monte
Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) aparece “ coronada “ por una gran cruz, símbolo que,
junto a su notoria altura, la convierten una de las cumbres más visitadas del
País Vasco. Cabe reseñar que esta nos es la cruz “ original, es más, viene a
ser la tercera que se instala en su amplia y herbosa cima.
Parece ser que la
primera cruz se colocó en la cima del Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) en el año 1901,
midiendo 33 metros de altura y siendo inaugurada el 12 de Noviembre. Una fuerte
tormenta la “ destroza “ antes de acabar el año, por lo que se comienza a
construir otra al año siguiente. Con una altura de 23 metros es inaugurada el 1
de Octubre del año 1903 y las inclemencias meteorológicas la vuelven a destruir
en el año 1906. En el año 1907 se inaugura la tercera cruz, la que con 18
metros de altura “ engalana “ actualmente tan emblemática cumbre.
En cuanto a los puntos
de partida habitualmente empleados para las ascensiones hacia la cima del
Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ), tanto desde la vertiente vizcaína como desde la
alavesa, son numerosos. Desde todas las localidades asentadas bajo sus faldas
nacen infinidad de rutas, lo que equivale a una innumerable variedad de
ascensiones.
Son numerosas las cimas
que conforman el macizo del Gorbeia aunque muy cerca de la cumbre que le da
nombre, el monte Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ), y más concretamente bajo su vertiente
septentrional y separada de esta por el collado de Aldamiñoste ( 1321 m ),
despunta la rocosa cumbre de Aldamin ( 1376 m ). Como “ curiosidad “ cabe
reseñar que esta es la segunda cima más elevada de Vizcaya y la más alta de las
que quedan enclavadas en su “ totalidad “ en este territorio ya que, como hemos
mencionado anteriormente, el Gorbeia/Gorbea ( 1482 m ) es “ mugante “ con
tierras alavesas.
En la ruta que nos
ocupa tomaremos como punto de partida la localidad alavesa de Murua ( 607 m ),
enclavada en la vertiente meridional del macizo y desde la que buscaremos
realizar una ruta “ circular “. Acompañado de mi hijo Oscar partiremos desde el
Barrio de Arriba ( 622 m ) de la citada población para tomar la amplia pista
que nos permitirá alcanzar cómodamente a nuestro ascenso las cimas de Gonga (
1060 m ), Pagazuri ( 1306 m ) y Arroriano ( 1341 m ). Tras “ coronar “ la
emblemática cumbre del Gorbeia ( 1482 m ), a nuestro descenso buscaremos
visitar las cimas de Aldamin ( 1376 m ), Miruen Haitza ( 1288 m ) y Dulau (
1152 m ) para posteriormente desembocar en las Canteras del Gorbeia o
Canteras de Murua ( 702 m ), desde las que
retornaremos al punto de partida aprovechando el vial asfaltado que les da
acceso. Esta es mi propuesta, espero que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Iniciamos este
itinerario en Murua ( 607 m ), concretamente en la parte alta de esta localidad
alavesa perteneciente al municipio de Cigoitia/Zigoitia.
Desde aquí, obviando el
vial asfaltado que da acceso a las Canteras del Gorbeia o Canteras de Murua ( 702 m ), tomaremos la pista que nos
va a permitir alcanzar en breve un pequeño aparcamiento ( 621 m ).
La citada pista
continúa en tendido ascenso para ir acentuando su pendiente paulatinamente mientras
deja a su paso diferentes bifurcaciones, todas ellas escrupulosamente
balizadas.
Ganamos altura “
cómodamente “ hasta que “ tropezamos “ con un pequeño poste indicador, el cual
nos “ invita “ a abandonarla momentáneamente por la izquierda ( SW ) para
desviarnos hacia la discreta cima de Gonga ( 1060 m ), la que alcanzaremos de
inmediato tras adentrarnos entre la vegetación de monte bajo que la “ tapiza “
por completo.
Retornamos a la amplia
pista para continuar ascendiendo aunque no tardaremos en volver a abandonarla,
esta vez por la derecha ( E ), en dirección al cercano buzón montañero que
señaliza la cercana e inapreciable cumbre de Pagazuri ( 1306 m ), el cual
alcanzaremos de inmediato.
Tras corta visita
volvemos a la pista para continuar por ella aunque apenas unos pocos metros más
adelante la abandonaremos, nuevamente por la derecha ( NE ), para adentrarnos
entre la vegetación de monte bajo que cubre las laderas de Arroriano ( 1341 m
), en cuya cima desembocaremos tras corto ascenso.
Descendemos por la
tendida ladera septentrional de esta última cima visitada en dirección al
discreto “ cuello “ ( 1330 m ) que nos separa del objetivo “ principal “ de
este itinerario, el monte Gorbeia ( 1482 m ), cuya cumbre alcanzaremos tras
corto aunque acusado “ repecho “.
Abandonamos la
emblemática cima para perder altura por su herbosa ladera septentrional, por la
que alcanzaremos de inmediato el collado de Aldamiñoste ( 1321 m ), el cual
atravesaremos para encaramarnos por notoria senda en la cercana cumbre de
Aldamin ( 1376 m ).
Volvemos a descender
hacia el citado collado ( 1321 m ) aunque, sin necesidad de llegar a alcanzarlo,
perderemos altura por la izquierda ( E ) en busca de Gorbeiako bidea, amplio
camino en el que desembocaremos de inmediato.
Discurrimos en plácido
caminar por este aunque no tardaremos en abandonarlo con la intención de “ desviarnos
“ hacia la cercana “ cimita “ de Miruen Haitza ( 1288 m ), la que alcanzaremos rápidamente
tras corto ascenso.
Retomamos Gorbeiako
bidea para continuar descendiendo aunque en breve lo volvemos a abandonar por
la izquierda ( E ) buscando “ coronar “ la modesta cumbre de Dulau ( 1152 m ), en
la que desembocaremos tras cómoda subida.
Una vez más retomaremos
el notorio camino abandonado anteriormente, el que nos va a permitir
adentrarnos de inmediato en el frondoso bosque.
Bajo este continuaremos
perdiendo altura hasta que, tras dejar a nuestro paso el refugio de Erreka-Iger
( 935 m ) y posteriormente el desvío hacia la cueva de Mairulegorreta ( 917 m
), alcanzamos el cauce del río Zubialde.
Discurrimos junto a
este para, en breve, desembocar en una amplia pista, la que nos permitirá
alcanzar las anteriormente mencionadas Canteras del Gorbeia o Canteras de Murua ( 702 m ).
El carretil asfaltado
que les da acceso desde la localidad de Murua ( 607 m ) nos devolverá a esta,
inicio y final del itinerario.
Datos
del Itinerario
Desnivel:
961 m
Tiempo:
De 5 h a 7 h
Distancia:
19´92 km
Inicio:
Murua ( Alava )
Fecha
de realización: Agosto 2023
Época
recomendada: Todo el año
Cimas:
Gonga
( 1060 m ); Pagazuri ( 1306 m ); Arroriano ( 1341 m ); Gorbeia o Gorbea ( 1482
m ); Aldamin ( 1376 m ); Miruen Haitza ( 1288 m ); Dulau ( 1152 m )
Descripción del
Itinerario
Estacionaremos nuestro
vehículo en la parte alta de Murua ( 607 m ) a orillas de la carretera que
atraviesa esta localidad alavesa perteneciente al municipio de
Cigoitia/Zigoitia.
Comenzaremos a caminar
en dirección opuesta a la de llegada para alcanzar de inmediato un cruce, lugar
en el que obviaremos la estrecha carretera que por la derecha ( NE ) da acceso
a las Canteras del Gorbeia o Canteras de
Murua ( 702 m ), por la que posteriormente regresaremos, mientras tomamos el
vial que nace por la izquierda ( W ).
Apenas caminaremos unos
metros por este ya que en breve lo abandonaremos par tomar la pista que nace
por nuestra derecha ( NW ), la que nos permitirá alcanzar un cercano
aparcamiento ( 621 m ). Dejamos este a nuestro paso para continuar de frente ( NW ), no tardando en “ tropezar “ con una
nueva bifurcación, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que
haremos caso omiso de la pista que nace por la izquierda ( W ) mientras
seguimos de frente ( NW ).
Discurrimos en plácido
caminar y en breve dejaremos a nuestro paso un panel informativo, tras el que
atravesaremos un paso canadiense que aparece “ cerrado “ por un portillo. La
pista continúa su plácido trazado mientras remonta en tendido ascenso, no
tardando en alcanzar un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que
nace por la derecha ( SE ) para dar acceso a lo que parece ser un depósito de
agua. Seguimos de frente ( N ) y en breve tropezamos con una nueva bifurcación,
en la que haremos caso omiso del camino que desciende por la izquierda ( NE )
mientras continuamos por la amplia y notoria pista.
Ganamos altura sin
apenas apreciarlo mientras discurrimos bajo un frondoso bosque aunque no
tardaremos en atravesar un amplio claro abierto en este, lugar en el que un
poste indicador señaliza un nuevo cruce. Obviando el camino que recibimos por
la derecha ( E ) continuamos de frente ( N ) para, de inmediato, dar alcance a
una nueva bifurcación, en la que destaca otro poste indicador y punto en el que
haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda ( NW ) mientras
seguimos de frente ( N ).
Remontamos en plácido
ascenso, en todo momento por la pista “ principal “, hasta que tenemos la
opción de abandonarla momentáneamente por la izquierda ( NW ) para ganar altura
en acusada pendiente por unas “ rodadas “ que se dibujan en la herbosa ladera.
Tras un corto aunque “ empinado “ ascenso desembocamos de nuevo en la amplia
pista, por la que continuaremos hacia la izquierda ( W ) en plácido caminar.
En breve dejaremos a
nuestro paso, enclavado a nuestra derecha ( E ) a la orilla de un pinar, un
poste indicador, el cual aparece situado metros antes de un nuevo cruce. Al dar
alcance a este obviaremos el camino que nace de frente ( NE ) mientras trazamos
una cerrada curva hacia la izquierda ( NW ).
La pista acentúa
notablemente su inclinación en un corto tramo para posteriormente recuperar su
tendido discurrir. No tardaremos en alcanzar el punto en el que un hito de
piedras nos “ invita “ a abandonarla por la derecha ( NW ) para tomar la
notoria senda que continúa ganando altura mientras se abre paso entre la
vegetación de monte bajo que lo envuelve todo.
Tras un corto aunque
acusado ascenso volvemos a desembocar nuevamente en la amplia pista, por la que
continuaremos hacia la derecha ( W ) en cómodo ascenso. Esta no tarda en
alcanzar el punto en el que un pequeño indicador enclavado a nuestra izquierda
( SW ) nos “ invita “ a tomar el estrecho sendero que da acceso a la cercana
cima de Gonga ( 1060 m ). Lo tomamos y nos volvemos a adentrar entre la “
cerrada “ vegetación de monte bajo, entre la que atravesaremos esporádicos
claros para terminar desembocando en la mencionada cumbre . Gonga (
1060 m ), amplia cima que aparece señalizada con un pequeño poste indicador y
completamente cubierta de vegetación, lo que nos priva de panorámica alguna.
La senda utilizada para
alcanzar la citada cumbre nos devolverá de nuevo a la amplia pista, por la que
continuaremos hacia la izquierda ( NW ) en plácido discurrir.
Caminamos en todo
momento por la pista “ principal “ y no tardamos en dejar a nuestro paso un
discreto cruce, lugar en el que haremos caso omiso del sendero que nace por la
izquierda ( SW ).
La pendiente de la
pista se acentúa paulatinamente y en breve tenemos la opción de abandonarla por
la derecha ( NW ) para tomar la marcada senda que, señalizada con un hito de
piedras, nos sirve de “ alcorce “. Remontamos por esta en acusado ascenso junto
al linde del bosque que se extiende a nuestra derecha ( N ), no tardando en
volver a alcanzar la amplia pista, por la que continuaremos hacia la derecha (
N ).
La pendiente de la
pista se acentúa aunque, en breve, vuelve a perder inclinación para continuar
su “ cómodo “ ascenso. No tardamos en alcanzar el poste indicador enclavado en
una estratégica bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso de la pista que
recibimos por nuestra izquierda ( S ) mientras seguimos de frente ( N ).
La pista por la que
remontamos vuelve a acentuar paulatinamente su pendiente y no tarda en dejar a
su paso un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por
nuestra izquierda ( W ) mientras continuamos ascendiendo de frente ( N ).
Tras una corta subida
alcanzaremos un panel informativo, punto en el que haremos caso omiso del
camino que nace por la derecha ( N ) adentrándose en el hayedo mientras optamos
por continuar por la pista “ principal “.
Esta no tarda en
atravesar un corto tramo entre el arbolado aunque, en breve, vuelve a salir a
terreno despejado. En breve alcanzaremos un discreto cruce, lugar en el que un
nuevo hito de piedras nos “ invita “ a tomar la marcada senda que nace por la
derecha ( N ) y que, adentrándose entre vegetación de monte bajo, discurre
paralela a la pista sirviéndonos nuevamente de “ atajo “.
Desembocamos de nuevo
en la amplia pista y continuamos por esta hacia la derecha ( NE ) hasta que un
cercano buzón montañero, que asoma a escasos metros a nuestra derecha ( SE ),
delata la prácticamente inapreciable cumbre de Pagazuri ( 1306 m ). Una estrecha
senda alcanza de inmediato el citado buzón y la muga que delimita los términos
de Zigoitia y Zuia, ambos enclavados en la amplia cima. Abierta
panorámica.
Retomamos la cercana
pista para continuar por esta hacia la derecha ( NE ) en dirección a Arroriano
( 1341 m ), alomada cumbre que se extiende ante nosotros. La pista la evita
discurriendo bajo su vertiente occidental aunque nosotros abandonaremos esta mientras
buscamos tomar la senda que, abriéndose paso entre la cerrada vegetación de
monte bajo que tapiza la tendida ladera, asciende hasta desembocar en la cima. Arroriano
( 1341 m ), un buzón montañero y un hito de piedras la señaliza.
Descendemos por la ladera
septentrional en plácido discurrir mientras aprovechamos las numerosas sendas
que se dibujan entre la vegetación de monte bajo que la tapiza. En breve desembocaremos
junto al poste indicador enclavado en el discreto y abierto collado ( 1330 m )
por el que atraviesa la pista abandonada anteriormente y que nos separa del
objetivo “ principal “ de este itinerario, el monte Gorbeia ( 1482 m ).
Lo atravesamos para
tomar el marcado sendero que, balizado con numerosos hitos de piedra, remonta
en acusado ascenso por la herbosa ladera hasta terminar desembocando en la
amplia cumbre del Gorbeia o Gorbea ( 1482 m ). Una gran cruz, bajo
la que destaca la imagen de la Virgen de Begoña, una mesa panorámica, un buzón
montañero y un vértice geodésico la señalizan. Amplia y bella panorámica.
Iniciamos el descenso
por la herbosa ladera opuesta a la utilizada a nuestro ascenso, por la que
perderemos altura en fuerte pendiente buscando alcanzar el collado de
Aldamiñoste ( 1321 m ), estratégica encrucijada de caminos sobre la que
despunta Aldamin ( 1376 m ).
Obviando los caminos
que desembocan en este “ cuello “ ( 1321 m ), lo atravesaremos para tomar la
marcada senda que, balizada con esporádicos hitos, remonta de frente ( N )
buscando salvar el zócalo rocoso que defiende la citada cima, en la que
desembocaremos sin dificultad reseñable. Aldamin ( 1376 m ), un enorme montón de piedras y
un par de buzones montañeros la señalizan. Bella y abierta panorámica.
El sendero que no ha
servido para alcanzar esta última cumbre desde el collado de Aldamiñoste ( 1321
m ) no devuelve a este aunque, sin necesidad de llegar a alcanzarlo, optamos
por descender sin camino definido por la herbosa ladera que se extiende a
nuestra izquierda ( E ).
Sobre nuestras cabezas,
también a nuestra izquierda ( N ), se extiende el “ hombro “ rocoso que se
desprende bajo la vertiente oriental de Aldamin ( 1376 m ) mientras que, por
debajo y a nuestra derecha ( S ), discurre el herboso camino que desciende del
citado collado de Aldamiñoste ( 1321 m ).
Perdemos altura y no
tardamos en alcanzar el citado camino, Gorbeiako bidea, por el que
continuaremos en plácido descenso hasta que el buzón montañero enclavado en lo
alto de la discreta cota rocosa que, a nuestra izquierda ( NE ) y “ brillando “
por el sol que lo “ ilumina “, llama nuestra atención. Es Miruen Haitza ( 1288
m ), “ cimita “ hacia la que no dudamos en desviarnos.
Por terreno herboso y
sin dificultad reseñable remontaremos en plácido ascenso, no tardando en
alcanzar el grupo de rocas que tapiza la mencionada “ cotita “. Miruen Haitza
( 1288 m ), herbosa cumbre que aparece “ salpicada “ de numerosas rocas. Una
pequeña “ ikurriña “ la señaliza mientras que, un poco más abajo a nuestra
derecha ( SE ) y entre un grupo de “ incómodas “ rocas, destaca un buzón
montañero. Bella y abierta panorámica.
Sin necesidad de
descender por el “ camino “ empleado a nuestra subida, optamos por perder
altura por la vertiente meridional de la cima recién alcanzada mientras buscamos
retomar el herboso camino por el que anteriormente veníamos descendiendo.
En un primer momento
atravesaremos entre las rocas que tapizan la parte alta de la citada ladera
aunque no tardaremos en alcanzar la parte herbosa, por la que plácidamente
terminaremos dando alcance al mencionado camino.
Continuamos perdiendo altura
por la izquierda ( SE ) en agradable descenso aunque, en breve, volveremos a
abandonar el camino para continuar por la marcada senda que nace hacia la
izquierda ( NE ). Esta discurre bajo la vertiente oriental de la rocosa cumbre recién
visitada de Miruen Haitza ( 1288 m ) y por ella continuaremos hasta que nos
situamos sobre la herbosa “ cimita “ de Dulau ( 1152 m ), modesta cota que
asoma por debajo a nuestra derecha ( E ).
En este punto
abandonaremos la notoria senda para descender hacia esta, sin camino definido
aunque sin dificultad reseñable, buscando atravesar el amplio collado ( 1144 m
) que nos separa de ella, desde el que un corto y suave ascenso nos permitirá
alcanzarla. Dulau
( 1152 m ), pequeña cota herbosa que aparece “ coronada “ por un grupo de
rocas, entre las que aparece enclavado el buzón montañero que la identifica.
Bonita y abierta panorámica.
Descendemos por la
herbosa ladera SW. de la cima recién alcanzada buscando retomar nuestro camino,
en el cual desembocaremos de inmediato. Este deja rápidamente atrás el terreno
herboso para ir abriéndose paso entre los helechos, no tardando en adentrarse
bajo la frondosidad del hayedo.
La senda por la que
continuamos descendiendo se dibuja notoria mientras esporádicos hitos la
balizan. En breve alcanzamos una alambrada y junto a estas seguiremos perdiendo
altura hasta que desembocamos en una pista, la que por la izquierda ( NE ) y
cerrada por un portillo da acceso a un refugio. Obviamos esta opción para
continuar de frente ( SE ) aunque apenas lo haremos unos metros, ya que de
inmediato la abandonaremos para tomar el camino que nace por la derecha ( S ).
Este continúa en “
cómodo “ descenso mientras los hitos lo siguen balizando, no tardando en
desembocar junto al refugio de Erreka-Iger ( 950 m ). Dejamos atrás este para
tomar la pista que le da acceso, la que abandonaremos de inmediato para
continuar por el sendero que, señalizado con un hito, nace por la derecha ( SW
).
La notoria senda,
perfectamente señalizada con hitos, se abre paso entre el frondoso hayedo
mientras atraviesa esporádicos claros, terminando por desembocar en un amplio
camino que atraviesa perpendicularmente. Este asciende por la derecha ( N )
hacia la Cueva de Mairulegorreta, opción que desechamos para continuar
descendiendo por la izquierda ( S ).
El camino vuelve a
transformarse en senda y alcanza en breve una alambrada, la que atravesaremos
por el “ paso “ construido para tal efecto y que asoma a nuestra izquierda ( SW
). Tras este tomamos el amplio camino que continúa por la derecha ( SE ), es
Mairulegorretako bidea.
Continuamos en “
plácido” descenso aunque no tardaremos en “ tropezar “ con una nueva
bifurcación, lugar en el que abandonaremos el amplio camino para tomar la senda
que nace por la izquierda ( NE ).
La pendiente del
sendero se acentúa de nuevo y alcanzamos un nuevo “ paso “, el cual nos
permitirá salvar otra alambrada que vuelve a cruzar perpendicularmente:
Continuamos perdiendo altura a la sombra del frondoso bosque de hayas y
paulatinamente la senda ganará notoriedad para transformarse en calzada, la que
en breve alcanza Zubialde Erreka, cuyo cauce atravesaremos por un estrecho
puente de hormigón.
La bonita calzada
discurre junto a la margen izquierda del citado riachuelo aunque no tarda en
perder entidad para volver a transformarse en senda y posteriormente en camino,
el cual terminará por desembocar en un amplio claro en el bosque. Un poste indicador
destaca en el lugar, por el que atraviesa la amplia pista que tomaremos para
continuar hacia la derecha ( SE ).
A nuestro paso
dejaremos un panel informativo y de inmediato atravesamos nuevamente sobre el
cauce del río Zubialde, el cual pasará a discurrir a nuestra izquierda ( E ).
La amplia pista alcanza
en breve el aparcamiento de Canteras del Gorbeia o Canteras de Murua ( 702 m ), el cual atravesaremos.
Nada más dejar atrás el citado parking abandonamos la pista buscando atravesar
un puente de madera que, por la derecha ( S ), da acceso a la cuidada zona de
esparcimiento enclavada en las antiguas canteras.
Una senda discurre
junto al vallado que delimita la mencionada área de esparcimiento y termina por
alcanzar de nuevo la pista abandonada anteriormente, por la que seguiremos hacia
la derecha ( SE ). Esta posteriormente se transforma en carretera asfaltada, la
que deja a su paso los embalses del Gorbeia y termina por alcanzar Murua ( 607
m ), localidad en la que dio comienzo este itinerario.
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
|
Estacionamos nuestro vehículo en la parte alta de la localidad de Murua, concretamente en la Calle Urtegieta del Barrio de Arriba |
|
En Murua, en la parte alta del Barrio de Arriba y a la altura de unos contenedores ( centro ), abandonaremos la Calle Urtegieta ( dcha ), por la que posteriormente regresaremos, para tomar la que nace por la izquierda |
|
La calle tomada se vuelve a bifurcar de inmediato, punto en el que abandonaremos la que desciende también por la izquierda mientras continuamos por la pista que nace por la derecha en dirección a un aparcamiento |
|
En breve alcanzamos un pequeño aparcamiento, el cual dejaremos a nuestro paso |
|
La pista deja atrás el aparcamiento y no tarda en alcanzar un cruce, lugar en el que abandonaremos la que nace por la izquierda mientras seguimos de frente ( dcha ). Un poste indicador ( dcha ) destaca en el lugar. Hoy me acompaña mi hijo Oscar |
|
Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
|
En plácido caminar y sin apenas pendiente alcanzaremos un paso canadiense, junto al que destaca un panel informativo ( izda ) |
|
Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso |
|
La pista continúa su plácido discurrir mientras se adentra entre los pinos |
|
En breve alcanzamos un nuevo cruce, punto en el que obviaremos la pista que nace por la derecha mientras continuamos de frente |
|
A nuestro paso queda una nueva bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso del camino que desciende por la izquierda mientras volvemos a optar por seguir al frente. La niebla nos envuelve |
|
La amplia pista continúa su tendido ascenso |
|
Los rayos de sol intentan penetrar entre la frondosidad del bosque |
|
Caminamos bajo un jóven hayedo |
|
El sol asoma entre el frondoso bosque |
|
Los rayos de sol se " cuelan " entre la niebla que " envuelve " el bosque |
|
La niebla parece difuminarse y los rayos de sol " penetran " más fácilmente en el bosque |
|
Atravesamos un precioso tramo de bosque
|
|
Los rayos de sol terminan por " colarse " en el bosque |
|
A la orilla de la pista dejaremos a nuestro paso lo que parece ser un pequeño " mugarri " ( izda ) |
|
Detalle del " mugarri " enclavado a la orilla de la pista |
|
Detalle del " mugarri " enclavado a la orilla de la pista |
|
La amplia pista sale a terreno despejado, momento en el que la pendiente se acentúa notablemente. La niebla ha quedado atrás |
|
Volvemos a atravesar un tramo de arbolado |
|
A la derecha de la pista por la que caminamos dejaremos a nuestro paso un " poco visible " poste indicador ( dcha ), el cual señaliza un nuevo cruce. Haremos caso omiso del camino que nace por nuestra derecha mientras seguimos de frente |
|
Detalle del " poco visible " poste indicador que queda a nuestro paso |
|
Mirada atrás hacia la discreta bifurcación que vamos a obviar. El poste indicador ( izda ) apenas se aprecia entre el arbolado |
|
Paulatinamente la pista vuelve a acentuar su pendiente a la vez que se torna algo más pedregosa |
|
" Tropezamos " con un nuevo cruce, el cual aparece señalizado con un poste indicador ( dcha ). Haremos caso omiso al camino que nace por la derecha mientras continuamos de frente |
|
Detalle del poste indicador enclavado en el cruce |
|
La pista por la que continuamos hace caso omiso del camino que nace por la derecha mientras sigue remontando de frente |
|
La pendiente de la pista se acentúa nuevamente mientras a nuestro paso queda otro poste indicador |
|
Detalle del poste indicador enclavado a la orilla de la pista |
|
La pista " amenaza " con abandonar el arbolado definitivamente |
|
Remontamos en paulatino ascenso |
|
La tendida pendiente nos permite un agradable ascenso |
|
La herbosa ladera que se extiende por nuestra izquierda nos permite evitar la pista en un corto tramo |
|
Remontamos en acusado ascenso por la empinada ladera herbosa, en la que se dibuja un notorio camino |
|
Desde la ladera por la que remontamos echamos una mirada atrás hacia el valle, en el que la niebla lo cubre todo |
|
Ascendemos en fuerte pendiente por el camino que se dibuja en la herbosa ladera |
|
Tras remontar por la herbosa ladera terminamos desembocando de nuevo en la pista abandonada anteriormente, por la que continuaremos al frente ( izda ) |
|
Los caballos pastan plácidamente en las herbosas praderas mientras que, al fondo, el valle aparece completamente cubierto por la niebla |
|
Remontamos por la amplia pista |
|
Algunas de las localidades enclavadas bajo las faldas del Gorbeia, Zárate si no me equivoco, asoman en el horizonte |
|
Zárate asoma bajo la rocosa cumbre de Atxabal ( izda ) |
|
La pista continúa remontando en acusado ascenso mientra gana altura entre herbosas praderas |
|
Son numerosas las cabezas de ganado que pastan por estos lares |
|
La pista pierde inclinación en un corto tramo permitiéndonos discurrir plácidamente |
|
A la orilla del pinar junto al que discurrimos dejaremos a nuestro paso un poste indicador ( dcha ) |
|
Detalle del poste indicador que dejaremos a nuestro paso |
|
Nada más dejar atrás el poste indicador enclavado a la orilla del pinar nuestra pista se bifurca, lugar en el que obviaremos la que nace de frente ( centro ) mientras continuamos remontando por la izquierda |
|
La pista vuelve a acentuar su inclinación notablemente |
|
En algunos tramos la pista se torna pedregosa |
|
La niebla se resiste a " descubrir " el valle |
|
Un hito ( dcha ) y una baliza nos " invitan " a abandonar la pista para tomar la notoria senda que nace por la derecha, la que nos servirá de " atajo " |
|
La senda tomada, extremadamente pedregosa, remonta en acusado ascenso |
|
El sendero se abre paso entre la vegetación de monte bajo que lo cubre todo |
|
Conforme ganamos altura la vegetación amenaza con " engullir " nuestra senda |
|
A la altura de un hito terminaremos desembocando nuevamente en la amplia pista abandonada anteriormente, por la que continuaremos hacia la derecha |
|
No caminaremos mucho tramo por la pista ya que, apenas unos pocos metros más adelante, la abandonaremos nuevamente. Un pequeño indicador señaliza el " desvío " por la izquierda hacia la cima de Gonga |
|
El pequeño indicador ( dcha ) señaliza la senda que busca adentrarse entre la vegetación de monte bajo en " busca " de la cercana cima de Gonga |
|
Camino de la cima de Gonga atravesaremos esporádicos claros |
|
Un discreto sendero se abre paso a duras penas entre la vegetación de monte bajo mientras busca alcanzar la cima de Gonga
|
|
Mi hijo Oscar en la cima de Gonga, señalizada por otro pequeño indicador |
|
El sendero utilizado para alcanzar la cima de Gonga nos devolverá nuevamente a la pista por la que veníamos remontando |
|
No tardaremos en volver a alcanzar la pista por la que anteriormente veníamos ascendiendo, por la que continuaremos hacia la izquierda |
|
A la altura del pequeño indicador ( izda ) retomaremos de nuevo la pista y continuaremos por esta |
|
De inmediato, a la altura de una baliza, obviaremos la senda que nace por la izquierda mientras continuamos de frente por pista
|
|
Una baliza ( izda ) asoma a la orilla de la pista por la que continuamos caminando |
|
La pista no tarda en acentuar su inclinación nuevamente, punto en el que un hito ( centro ) nos " invita " a tomar la senda que nace por nuestra derecha |
|
La senda gana altura junto al linde del arbolado que se extiende a nuestra derecha |
|
El sendero remonta en acusado ascenso mientras se abre paso entre vegetación de monte bajo |
|
La senda vuelve a desembocar en la pista que abandonamos anteriormente, por la que continuaremos hacia la derecha |
|
La niebla del valle se va difuminando paulatinamente |
|
La amplia pista acentúa notablemente su pendiente |
|
En cortos tramos la pendiente de la pista pierde inclinación, lo que nos permitirá continuar en plácido discurrir |
|
Volvemos a alcanzar una nueva bifurcación, punto en el que destaca un poste indicador y lugar en el que haremos caso omiso de la pista que nace por la izquierda mientras continuamos de frente |
|
Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
|
Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
|
La amplia y pedregosa pista continúa su tendido ascenso |
|
La pista deja a su paso un camino que nace por la izquierda, al que haremos caso omiso |
|
A la orilla de la pista dejaremos a nuestro paso un nuevo panel informativo |
|
Detalle del panel informativo enclavado a la orilla de la pista |
|
La amplia pista vuelve a adentrarse bajo el arbolado |
|
La pista alcanza un nuevo cruce, lugar en el que un hito nos " invita " a tomar la senda que nace por la derecha, sobre la que ya asoma la cruz cimera del Gorbeia |
|
La notoria senda, sobre la que ya asoma la cruz cimera del Gorbeia, se abre paso entre vegetación de monte bajo mientras busca desembocar de nuevo en la pista que atraviesa perpendicularmente |
|
Volvemos a desembocar en la amplia pista, sobre la que despunta Gorbeia |
|
Mientras remontamos por la pista, a su orilla vemos asomar cercano el buzón montañero ( dcha ) que señaliza la cima de Pagazuri |
|
Desde la pista nace un estrecho sendero para dar acceso al buzón que señaliza la cumbre de Pagazuri |
|
Mi hijo Oscar en la cima de Pagazuri |
|
Buzón montañero y muga en la cima de Pagazuri |
|
Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Pagazuri |
|
Detalle del mugarri Zuia-Zigoitia enclavado en la cima de Pagazuri |
|
Detalle del mugarri Zuia-Zigoitia enclavado en la cima de Pagazuri
|
|
Abandonamos la cima de Pagazuri buscando retomar de nuevo la pista que abandonamos al desviarnos hacia esta, la que discurre a escasos metros
|
|
Retomada la pista continuaremos por esta hacia la derecha ( centro en la foto ), sobre la que se extiende la alomada cumbre de Arroriano |
|
No tardaremos en alcanzar un discreto cruce, lugar en el que, desde la pista, nace un sendero por la derecha. Aunque mi hijo Oscar opta por continuar por la citada pista, yo decido tomar el mencionado sendero con la intención de alcanzar la cercana cumbre de Arroriano ( dcha ) |
|
La notoria y herbosa senda se abre paso entre la vegetación de monte bajo que cubre la ladera de Arroriano |
|
El sendero termina desembocando en un amplio y herboso camino, por el que continuaremos hacia la izquierda |
|
El amplio camino remonta en tendido ascenso por la ladera SW. de Arroriano ( dcha ) mientras al fondo asoma Gorbeia |
|
Nuestro camino termina desembocando de nuevo en la amplia pista, momento en el que vuelvo a coincidir con mi hijo Oscar para, ya juntos, remontar hacia la cima de Arroriano ( dcha ) |
|
Varias sendas de ganado discurren paralelas a la amplia pista ( izda ) que acabamos de abandonar, es por esto que optamos por abandonarlas para remontar por la derecha hacia la cima de Arroriano |
|
Sin camino definido y abriéndonos paso entre la vegetación de monte bajo que cubre la ladera occidental de Arroriano remontamos hacia esta |
|
No tardamos en desembocar en la amplia cumbre de Arroriano, tras la que asoma el Gorbeia ( izda ) |
|
Mi hijo Oscar en la cima de Arroriano con Gorbeia a su espalda ( centro ). Un hito ( dcha ) y un buzón montañero ( izda ) la señalizan |
|
Buzón montañero en la cima de Arroriano con vista al Gorbeia |
|
Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Arroriano |
|
Abandonamos la cima de Arroriano buscando encaminarnos hacia el " principal " objetivo de la jornada, el Gorbeia ( izda ) |
|
Una estrecha pero notoria senda se abre paso entre la vegetación de monte bajo que cubre la cima de Arroriano, la que nos permitirá abandonarla " cómodamente " |
|
La cima de Arroriano queda rápidamente atrás |
|
El camino va ganando notoriedad paulatinamente |
|
En breve alcanzaremos un poste indicador enclavado en una encrucijada de caminos, punto en el que debemos continuar de frente |
|
Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
|
Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
|
Dejamos atrás el poste indicador enclavado en la bifurcación, tras el que asoma la cima recién visitada de Arroriano |
|
Un marcado sendero se dibuja en la herbosa ladera del Gorbeia y por este remontamos hacia su cumbre |
|
Mientras ganamos altura hacia la cima del Gorbeia nos topamos con un cruce de caminos, lugar en el que obviaremos el que nace por la derecha mientras remontamos de frente ( izda ) |
|
La senda en cortos tramos amenaza con difuminarse en la herbosa ladera |
|
El sendero no tarda en volver a ganar notoriedad |
|
Desde la ladera del Gorbeia echamos una mirada atrás hacia la cima recién visitada de Arroriano ( dcha ), bajo la que se extiende en el valle el Embalse de Urrunaga ( izda ) |
|
Embalse de Urrunaga |
|
Arroriano, cima que acabamos de visitar, asoma en primer término mientras que en el valle se extiende la ciudad de Vitoria/Gasteiz |
|
Esporádicos hitos ( dcha ) balizan el notorio, a la vez que empinado sendero, que remonta hacia la cima del Gorbeia |
|
Numerosas cabezas de ganado pastan en las laderas del Gorbeia |
|
Con la cima del Gorbeia ya a la vista, los hitos continúan balizando el herboso sendero que le da acceso |
|
Salimos a la cima del Gorbeia en suave y tendido ascenso |
|
Mi hijo Oscar en la cima del Gorbeia |
|
Imagen de la Virgen de Begoña, enclavada en la cima del Gorbeia bajo la gran cruz que la " corona " |
|
Detalle de la Virgen de Begoña, enclavada en la cima del Gorbeia |
|
Placa en la cima del Gorbeia |
|
Mesa panorámica enclavada en la cima del Gorbeia con vista al cercano vértice geodésico |
|
Detalle de la mesa panorámica enclavada en la cima del Gorbeia |
|
Junto a mi hijo Oscar en la cima del Gorbeia |
|
Buzón montañero enclavado en la cima del Gorbeia |
|
Abandonamos la cima del Gorbeia buscando descender hacia la rocosa y visible cumbre de Aldamin ( centro ) |
|
En acusado descenso perderemos altura por la herbosa ladera de Gorbeia en dirección al collado de Aldamiñoste, sobre el que despunta nuestro siguiente objetivo, Aldamin ( centro ) |
|
Aldamin despunta sobre el collado de Aldamiñoste |
|
En la ladera de Gorbeia, en nuestro descenso hacia el collado de Aldamiñoste, dejaremos a nuestro paso un pluviómetro ( dcha ) |
|
Las vacas pastan plácidamente en el collado de Aldamiñoste |
|
Atravesamos el collado de Aldamiñoste con la intención de remontar hacia la cercana cumbre de Aldamin |
|
Un marcado sendero se dibuja en la herbosa ladera meridional de Aldamin y por este buscamos remontar hacia su cima |
|
Numerosas cabezas de ganado pastan en las laderas de Aldamin |
|
Esporádicos hitos balizan el sendero de ascenso a la cima de Aldamin |
|
Conforme remontamos hacia la cima de Aldamin la ladera se torna más pedregosa |
|
Desde el ascenso hacia Aldamin echamos una mirada hacia el collado de Aldamiñoste, sobre el que despunta Gorbeia |
|
La marcada senda se abre paso entre las rocas que defienden la cima de Aldamin |
|
Salida a la amplia cumbre de Aldamin, en la que los hitos ( dcha ) señalizan el camino que se abre paso entre las rocas que la tapizan |
|
Mi hijo Oscar en la cima de Aldamin |
|
Buzones montañeros en la cima de Aldamin |
|
Detalle de uno de los buzones montañeros enclavados en la cima de Aldamin |
|
Detalle de otro de los buzones montañeros enclavados en la cima de Aldamin |
|
En la cima de Aldamin junto a mi hijo Oscar
|
|
Abandonamos la cima de Aldamin, coronada por un gran hito de piedras, dando vista al Gorbeia
|
|
Atrás queda la cima de Aldamin |
|
En nuestro descenso de la cima de Aldamin, con vista al Gorbeia, dejaremos a nuestro paso otro gran hito de piedras |
|
La marcada senda que utilizamos a nuestra subida nos servirá también para el descenso de la cima de Aldamin |
|
Descendemos de la cima de Aldamin buscando alcanzar su herbosa vertiente SE. |
|
Perdemos altura por las herbosas laderas de Aldamin en dirección al herboso camino ( centro ) que vemos asomar por debajo. Es Gorbeiako bidea |
|
No tardaremos en alcanzar Gorbeiako bidea, marcado camino que, por la derecha, desciende del collado de Aldamiñoste. Continuaremos por este al frente ( izda ) |
|
Mirada hacia el Gorbeia ( centro ) desde nuestro descenso de Aldamin |
|
El herboso sendero alcanzado discurre dejando a su paso la discreta " cimita " de Miruen Haitza ( izquierda bajo el zócalo rocoso ), hacia la que, ante su cercanía, nos desviaremos |
|
Aldamin despunta sobre nuestras cabezas |
|
La discreta " cimita " de Aldamin E. ( centro ), que hoy hemos obviado, despunta sobre nuestras cabezas |
|
Abandonamos momentáneamente Gorbeiako bidea ( dcha ) para encaminarnos hacia la discreta cota de Miruen Haitza ( izda ) |
|
Remontamos en tendido ascenso y por herboso terreno hacia la discreta " cimita " de Miruen Haitza ( centro ) |
|
Cima de Miruen Haitza, en la que destacan un pequeño " banderín " ( izda ) y un buzón montañero ( dcha ), junto al que aparece mi hijo Oscar |
|
Desde la cima de Miruen Haitza damos vista a Aldamin |
|
Desde la cima de Miruen Haitza damos vista a la vertiente septentrional del macizo, en la que destaca la majada de Aldamiñape |
|
A escasos metros por debajo de la cima asoma cercano el buzón montañero, junto al que aparece mi hijo Oscar |
|
Mi hijo Oscar junto al buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza |
|
" Banderín " ( dcha ) en la cima de Miruen Haitza con vista a Lekanda ( centro ) mientras que Aldamin ( izda ) despunta cercano |
|
Buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza con vista al valle, en el que se extiende el Embalse de Urrunaga ( centro ) |
|
Buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza |
|
Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza |
|
Desde el buzón montañero enclavado en la cima de Miruen Haitza damos vista a Aldamin ( centro ), cuya " cimita " oriental despunta sobre nuestras cabezas |
|
Desde la cima de Miruen Haitza, dando vista al Gorbeia ( centro ) y al collado de Aldamisñoste ( dcha ), iniciaremos el descenso por la herbosa vertiente meridional |
|
No tardaremos en volver a alcanzar el camino abandonado anteriormente, Gorbeiako bidea, por el que continuaremos descendiendo |
|
Gorbeiako bidea continúa su acusado descenso |
|
En nuestro descenso por Gorbeiako bidea, sobre nuestras cabezas destaca la última cima visitada, Miruen Haitza |
|
La pendiente de Gorbeiako bidea se acentúa más si cabe |
|
A nuestro paso, a la izquierda del camino, dejaremos lo que parece ser una sima |
|
Un notorio sendero nos ha permitido abandonar nuestro camino, Gorbeiako bidea, para desviarnos hacia la pequeña " cimita " de Dulau ( dcha ) |
|
Sobre nuestro camino despunta la cima recién visitada de Miruen Haitza |
|
Abandonamos nuestro camino para descender por la derecha por la herbosa ladera |
|
Por terreno herboso buscaremos encaminarnos hacia la cercana cumbre de Dulau
|
|
La modesta cima de Dulau despunta tímidamente sobre el herboso collado por el que atraviesa mi hijo Oscar |
|
Mi hijo Oscar ya ha alcanzado la cima de Dulau |
|
Mientras ascendemos hacia la cima de Dulau echaremos una mirada atrás hacia la rocosa cumbre de Miruen Haitza, de la que venimos descendiendo |
|
Mi hijo Oscar en la cima de Dulau |
|
Buzón montañero enclavado en la cima de Dulau
|
|
Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de Dulau |
|
Buzón montañero en la cima de Dulau con vista a la majada de Aldamiñape |
|
Abandonamos la cima de Dulau dando vista a Miruen Haitza ( dcha ) mientras buscamos descender hacia Gorbeiako bidea ( izda ) |
|
En cómodo descenso perderemos altura en dirección a Gorbeiako bidea, camino que discurre por el herboso vallecito que asoma cercano |
|
No tardaremos en alcanzar Gorbeiako bidea, notorio sendero por el que continuaremos descendiendo |
|
La rocosa cima de Dulau, de la que venimos descendiendo, queda rápidamente atrás |
|
El notorio sendero, Gorbeiako bidea, se abre paso entre los helechos |
|
Gorbeiako bidea no tarda en adentrarse en el bosque |
|
Al entrar en el bosque dejaremos a nuestro paso, a la derecha del camino, lo que parece ser una sima ( dcha ) |
|
En su discurrir por el bosque nuestro camino irá ganando notoriedad paulatinamente |
|
Los hitos ( dcha ) balizan nuestro camino |
|
El camino alcanza una alambrada y continúa discurriendo junto a esta |
|
No tardaremos en alcanzar una discreta pista que atraviesa perpendicularmente, la que por la izquierda da acceso a un cercano refugio. Nosotros lo obviaremos mientras continuamos de frente caminando en todo momento junto a la alambrada |
|
Hacemos caso omiso de la pista que, cerrada por un portillo, da acceso a un cercano refugio |
|
Dejado atrás el acceso al citado refugio, apenas caminaremos unos pocos metros por la pista que le da acceso ya que de inmediato la abandonaremos para continuar por la derecha |
|
El camino tomado continúa perdiendo altura en plácido descenso mientras se abre paso entre las hayas |
|
Los hitos ( dcha ) continúan balizando en todo momento nuestro camino |
|
Alcanzamos el refugio de Erreka-Iger |
|
Una placa identifica el refugio de Erreka-Iger |
|
Dejamos atrás el refugio de Erreka-Iger |
|
Dejado atrás el refugio de Erreka-Iger, abandonamos de inmediato la pista que le da acceso para tomar el sendero que nace por nuestra derecha |
|
El sendero tomado, en todo momento balizado con hitos ( dcha ), inicia un tendido ascenso |
|
Numerosos hitos señalizan el camino a seguir |
|
Caminamos bajo un frondoso hayedo |
|
La senda atraviesa esporádicos claros abiertos en el bosque, momento en los que la vegetación amenaza con engullirla |
|
Alternamos tramo de caminar bajo el frondoso bosque con otros en los que atravesamos amplios claros |
|
Desembocamos en un amplio camino que cruza perpendicularmente y por este continuamos descendiendo hacia la izquierda |
|
Punto en el que nuestro sendero ( dcha ) desemboca en un amplio camino que cruza perpendicularmente, el cual asciende hacia la cercana Cueva de Mairulegorreta, la que obviaremos para continuar perdiendo altura por la izquierda ( desde donde saco la foto ) |
|
El camino tomado es amplio y notorio |
|
No tardamos en alcanzar una alambrada que nos cierra el paso, la que atravesaremos por el " paso " ( izda ) habilitado para tal efecto |
|
Atravesamos la alambrada por el " paso " ( izda ) habilitado y continuamos por la derecha tomando el amplio camino que asoma cercano |
|
En plácido discurrir continuaremos por el amplio camino tomado |
|
Nuestro camino no tarda en alcanzar un cruce, lugar en el que lo abandonaremos para tomar el que nace por la izquierda |
|
El camino vuelve a adentrarse bajo un frondoso hayedo |
|
El marcado camino pierde altura paulatinamente mientras se abre paso entre el joven hayedo |
|
Volvemos a " tropezar " con una nueva alambrada que nos cruza perpendicularmente, la que atravesaremos por el " paso " ( dcha ) habilitado |
|
Un " paso " en la alambrada nos permite salvarla con comodidad |
|
Nuestro camino parece ganar notoriedad |
|
Nuestro camino alcanza el río Zubialde, momento en el que aparentemente se transforma en calzada |
|
Un pequeño " puente " de hormigón nos permite salvar cómodamente el cauce del río Zubialde |
|
Atravesado el puente que salva el cauce del río Zubialde, la calzada continúa discurriendo junto a su margen izquierda |
|
La calzada por la que caminamos no tarda en volver a transformarse en senda |
|
El sendero discurre en todo momento bajo un frondoso entorno |
|
La senda no tarda en volver a ganar notoriedad para transformarse en camino |
|
Nuevamente caminaremos junto a la margen izquierda del río Zubialde |
|
A la altura de un poste indicador nuestro camino alcanza un amplio claro en el bosque, por el que atraviesa una amplia pista. La tomamos para continuar hacia la derecha |
|
Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
|
A la orilla de la pista que hemos tomado dejaremos un panel informativo |
|
Detalle del panel informativo enclavado a la orilla de la pista por la que caminamos |
|
La pista vuelve a adentrarse bajo el tupido hayedo para atravesar sobre el cauce del río Zubialde |
|
La pista discurre sin apenas pendiente, lo que nos permite un plácido caminar |
|
Caminamos junto a la margen derecha del río Zubialde dejando a nuestro paso algún que otro puente de madera que permite atravesarlo |
|
Puente de madera sobre el río Zubialde, al que haremos caso omiso |
|
Salvamos un paso canadiense mientras continuamos en plácido discurrir |
|
A la orilla de la pista por la que caminamos dejaremos un panel informativo |
|
Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso |
|
Alcanzamos el aparcamiento de las Canteras del Gorbeia, a cuya entrada dejaremos a nuestro paso un nuevo panel informativo ( izda ) |
|
Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso a la entrada del aparcamiento de las Canteras del Gorbeia |
|
Atravesamos el amplio aparcamiento de las Canteras del Gorbeia |
|
Una vez atravesado el aparcamiento de las Canteras del Gorbeia abandonaremos la pista que le da acceso para continuar por la derecha accediendo a un puente de madera |
|
Atravesamos un puente de madera que vuelve a cruzar sobre el cauce del río Zubialde |
|
Ante nosotros se extiende la " coqueta " zona de esparcimiento enclavada en las antiguas Canteras del Gorbeia |
|
Sin acceder a la zona de esparcimiento, nuestro camino continúa por la izquierda junto al vallado que la delimita |
|
La senda discurre junto al vallado que delimita el área de esparcimiento ( dcha ) enclavada en las antiguas Canteras del Gorbeia
|
|
Terminamos desembocando de nuevo en la pista que da acceso al aparcamiento de las Canteras del Gorbeia, por la que continuaremos hacia la derecha |
|
Detalle del panel informativo que dejaremos a nuestro paso |
|
En la medida de lo posible evitamos caminar por la amplia pista mientras aprovechamos las zonas herbosas aledañas |
|
En nuestro discurrir por la amplia pista dejamos a nuestro paso un nuevo cruce, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos de frente |
|
Detalle del poste indicador enclavado a la orilla de la pista por la que caminamos |
|
Volvemos a atravesar un nuevo paso canadiense, a partir del cual la pista se transforma en un estrecho carretil asfaltado |
|
A nuestro paso, a la orilla de la estrecha carreterita, dejamos un pequeño aparcamiento |
|
No tardamos en dejar, también a nuestro paso, un nuevo cruce, lugar en el que haremos caso omiso del camino que nace por la derecha mientras continuamos por asfalto. Un poste indicador y varios paneles informativos destacan en el lugar |
|
Detalle del panel informativo enclavado en el cruce |
|
Detalle del poste indicador enclavado en el cruce |
|
Mirada atrás hacia el cruce que acabamos de dejar a nuestro paso |
|
Volvemos a salvar un nuevo paso canadiense |
|
La estrecha carretera por la que caminamos inicia un tendido descenso |
|
Bajo la carretera asoma una presa. Es el Embalse del Gorbeia II |
|
Placa que dejaremos a nuestro paso
|
|
La carretera se abre paso entre el frondoso arbolado que la flanquea |
|
El vial por el que discurrimos parece ganar entidad convirtiéndose en Gorbeiako Urtegietarako bidea, carreterita que deja a su paso esporádicas zonas de aparcamiento y algunos cruces |
|
Detalle del poste indicador enclavado en uno de los cruces que obviaremos mientras continuamos en todo momento por el vial asfaltado |
|
Discurrimos en plácido caminar por Gorbeiako Urtegietarako bidea, vial que en algunos tramos parece " estrecharse " |
|
A nuestro paso, enclavadas a orillas de Gorbeiako Urtegietarako bidea, dejamos a nuestro paso algún que otro gran caserón |
|
Gorbeiako Urtegietarako bidea parece ganar entidad paulatinamente |
|
A la izquierda de Gorbeiako Urtegietarako bidea, no muy distante, asoma la torre de la iglesia de Etxaguen |
|
Gorbeiako Urtegietarako bidea discurre bajo un frondoso " túnel " |
|
A orillas de Gorbeiako Urtegietarako bidea comienzan a aparecer algunas viviendas, señal inequívoca de que nos estamos acercando a Murua |
|
Poste indicador enclavado a orillas de Gorbeiako Urtegietarako bidea |
|
Alcanzamos Murua |
|
Al entrar en Murua dejamos a nuestro paso la bifurcación en la que, al comienzo del itinerario, tomamos el camino de la izquierda
|
|
Nos adentramos en el Barrio de Arriba de Murua, inicio y final de este itinerario |
No hay comentarios:
Publicar un comentario