Enclavada en el extremo
noroccidental de la provincia de Navarra, y compartiendo territorio con
Guipuzcoa, la Sierra de Aralar cuenta con una extensión de 208 km², de los que aproximadamente
algo más de la mitad pertenecen al “ reino navarro “.
Desde el 26 de Abril
del año 1994 las aproximadamente 10971 ha. enclavadas en territorio guipuzcoano
se convirtieron en el Parque Natural de Aralar. Esta extensión pertenece a los
términos de Abaltzisketa, Amezketa, Ataun, Lazkao, Tolosa y a la Mancomunidad
de Enirio-Aralar, creada esta última en el año 1412. Los principales accesos a
la Sierra de Aralar desde Guipuzcoa son dos: el área de Ataun, accesible desde
la carretera Lazkao/Puerto de Lizarrusti y centrada en torno al Centro de
Acogida de Lizarrusti, y la carretera Ordizia-Alegía, desde la que se accede al
conjunto Abaltzisketa-Larraiz y Amezketa-San Martín.
La vertiente navarra de
la Sierra de Aralar cuenta con una extensión de 12259 ha. pertenecientes a 11
términos municipales y 18 concejiles: Etxarri-Aranaz ( Lizarragabengoa ), Ergoiena
( Unanua y Lizarraga ), Arbizu, Lakunza, Arruazu, Huarte Araquil, Irañeta,
Araquil ( Eguiarreta, Villanueva, Ihabar y Señorío de Murguindueta ), Larraun (
Alli, Astiz, Baraibar, Errazquin, Iribas, Madoz y Oderiz ), Betelu y Araiz (
Azkarate, Gainza, Inza y Uztegui ).
El acceso principal a
la Sierra de Aralar desde Navarra parte desde Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ),
población en la que tomaremos la carretera NA-7510 que, tras dejar a su paso la
pequeña localidad de Baraibar ( 628 m ), asciende hacia el Santuario de San
Miguel de Excelsis ( 1241 m ).
Otro posible acceso a
la Sierra parte desde Huarte Araquil ( 488 m ), localidad en la que nace un
carretil cementado que desemboca en la carretera procedente de Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ) a menos de un
kilómetro por debajo del Santuario de San Miguel de Excelsis ( 1241 m ).
En este territorio se
comprende el Realengo de Aralar o Monte Aralar, antiguo monte del estado que
actualmente es propiedad de la Comunidad Foral de Navarra y cuyos derechos de
uso y aprovechamiento corresponden a la Unión de Aralar: su superficie es de
2166,8 ha. También comprende los faceros 53 y 63, el primero situado entre los
términos de Huarte Araquil e Irañeta, y el segundo entre Villanueva y Madoz.
De la superficie total
de la Sierra el 41% corresponde a los municipios de Sakana, el 24% al municipio
de Larraun, el 17,7% pertenece al Realengo, 10,6 % al Valle de Araiz, 0,9% a
Betelu y el 1,6% restante a los faceros 53 y 63.
Los montes comunes
propiedad de las entidades locales navarras supones el 72,9% del terreno de la
Sierra. Los que son propiedad de la Comunidad Foral suman un 17,7% y el 8,1%
restante son terrenos de propiedad particular. El 91,5% de la superficie está
ocupada por Montes de Utilidad Pública, cuyo Catálogo fue aprobado en el año
1912.
La climatología de
Aralar se caracteriza por el predominio de vientos de noroeste y oeste, la
abundancia de días de lluvia y nieblas frecuentes. El estar enclavada en la
divisoria de aguas cantábrico-mediterránea hace que los acuíferos que fluyen
por su vertiente Norte viertan sus aguas en el Cantábrico mientras que los que “
corren “ por su vertiente Sur “ mueren “ en el Mediterráneo.
En la Sierra de Aralar
el pastoreo es una actividad que se remonta a la prehistoria como así lo
demuestran uno de los conjuntos megalíticos más interesante de la Península
Ibérica, siendo además el más denso de Navarra y del País Vasco. En territorio
navarro se han contabilizado 44 dólmenes y un menhir mientras que en Guipuzcoa son
17 los dólmenes identificados.
*Fuentes:
https://www.sanmigueldearalar.org/informacion-practica/
https://espaciosnaturales.navarra.es/es/sierra-de-aralar
Mitos y leyendas, entre
las que destaca la de Teodosio de Goñi, tienen también como protagonista a la
Sierra de Aralar.
Leyenda
de Teodosio de Goñi
Cuenta la leyenda que
en Goñi vivía un caballero llamado Teodosio, casado con Doña Constanza de
Butrón.
Poco después de
casarse, Teodosio tuvo que abandonar su casa para ir a luchar a Africa, bajo
las órdenes del conde Don Julián, contra las tropas de Miramamolín.
Su mujer Constanza,
quedando sola en el palacio con los padres de Teodosio, invita a estos a dormir
en la habitación señorial, pasando ella a otra más pequeña.
Cuando Teodosio regresa
victorioso a su palacio se le aparece un ermitaño, el diablo disfrazado, para
advertirle que su mujer le es infiel con uno de sus criados.
Teodosio llega a su
casa para encaminarse a sus aposentos, lugar en el que encuentra dos personas
en su lecho. Cegado por la ira y pensando que eran su mujer y el amante de
esta, saca su espada y mata a ambos.
Creyendo haber vengado
el agravio, sale de casa y se encuentra con su esposa que venía de misa, quien
le informa que los que dormían en su lecho, y a los que había asesinado, eran
sus padres.
Aterrorizado, Teodosio
confiesa el crimen al párroco Juan de Vergara y al obispo de Pamplona, Marcial,
quien le manda ir a Roma como peregrino para que solicitar la absolución del
Papa Juan VII.
El pontífice le impone
como penitencia vivir lejos de su localidad llevando una cruz de madera a
cuestas y una gruesa cadena ceñida al cuello y a su cintura hasta el día, que
por desgaste, esta se rompiera. Este sería el signo inequívoco del perdón
divino.
Así vagó Teodosio por
la Sierra de Andía y posteriormente por la Sierra de Aralar, lugar este último
en el que un día se adentró en una de las numerosas cuevas que había por la
zona y en la que, sin saberlo, habitaba un dragón.
Cuando el dragón estaba
a punto de acabar con la vida de Teodosio, este implora ayuda a San Miguel. El
arcángel apareció con una cruz sobre su cabeza para vencer y matar al dragón,
liberando a Teodosio de las cadenas y siendo perdonado por Dios.
Teodosio, ya libre,
regresó a Goñi junto su esposa para posteriormente volver a Aralar, donde mandó
construir un santuario en honor a San Miguel.
En este caso, y para nuestra
incursión en la Sierra, va a ser la anteriormente citada localidad de
Lecumberri/Lekunberri ( 571 m ) el punto de acceso a la misma. Tras 13
kilómetros de sinuoso discurrir alcanzaremos el amplio aparcamiento ( 1049 m )
situado junto a las ruinas de la antigua Casa Forestal de Aralar, conocida
también como Guardetxe y punto de partida habitualmente utilizado para
numerosos itinerarios por Aralar.
El objetivo “ principal
“ para la ruta de hoy va a ser Larrunarri ( 1342
m ), coloquialmente conocido por todos como Txindoki,
una de las cumbres más “ emblemáticas “ de la Sierra de Aralar, del territorio
guipuzcoano y del País Vasco.
Enclavada en el extremo
septentrional de la Sierra de Aralar y en tierras de Guipúzcoa, la estilizada
silueta del Txindoki ( 1342 m ) despunta “ elegante “ sobre las comarcas del
Goierri y Tolosaldea.
Cabe reseñar que el
punto de partida más utilizado por los numerosos montañeros que habitualmente
buscan alcanzar esta emblemática cumbre es sin lugar a duda Larraitz ( 409 m ),
barrio perteneciente a la localidad guipuzcoana de Abaltzisketa ( 385 m ). La
ruta que da comienzo en esta “ barriada “, sobre todo los fines de semana,
aparece excesivamente concurrida.
Para los montañeros
navarros que quieran “ coronar “ el Txindoki ( 1342 m ) sin tener que
desplazarse a tierras guipuzcoanas, uno de los itinerarios más “ recomendables
“ pudiera ser el que nace en el aparcamiento de la Casa Forestal o Guardetxe (
1049 m ), trayecto algo largo pero con escaso desnivel. Es por esto por lo que
este va a ser el punto de partida que tomaremos para nuestra ruta.
Acompañado de mi cuñado
Mikel y de mi hijo Oscar pretendemos “ visitar “ el Txindoki ( 1342 m ) pero
intentando realizar un itinerario “ circular “. Utilizaremos varios senderos
balizados para acercarnos a nuestro objetivo, desde el que posteriormente
descenderemos al Barranco de Arritzaga para remontar hacia el paraje de
Igaratza ( 1190 m ) y así retornar al punto de partida. Esta es mi propuesta,
espero que la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Este itinerario da
comienzo en el amplio aparcamiento junto al que antaño se levantaba la Casa
Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m ), de la que hoy tan solamente quedan
unas pocas ruinas. Actualmente se está “ levantando “ la nueva Casa Forestal.
Desde la parte alta del
citado parking atravesaremos el portillo que da acceso a la pista que remonta
hacia los refugios de Errenaga ( 1217 m ), por la que caminaremos en plácido
ascenso dejando a nuestro paso la sima de Beingo Leizea ( 1089 m ), el dolmen
de Otsotesare ( 1121 m ) y posteriormente el Paso de Kolosobarnea ( 1159 m ),
antes de desembocar en Pagomari ( 1170 m ), antiguo aparcamiento hasta el que
hace años se podía acceder con los vehículos.
Continuamos por la
amplia y monótona pista, junto a la que asoma Igaratza Lezea ( 1237 m ),
mientras buscamos atravesar el Paso de Mandarrate ( 1231 m ). Salvado este,
saldremos definitivamente a terreno abierto para alcanzar una estratégica
encrucijada de caminos que aparece señalizada con un poste indicador, lugar en
el que abandonaremos el camino “ principal “ para tomar el que nace por la izquierda
( W ).
El herboso sendero tomado,
balizado como la Senda del Pastoreo o GR-282, se dirige al Puerto de Lizarrusti
( 621 m ) aunque nosotros lo abandonaremos posteriormente en una señalizada
bifurcación para encaminarnos hacia los Refugios de Errenaga ( 1217 m ).
Desde este bucólico enclave
continuaremos en dirección a Igaratza ( 1190 m ) aunque, sin llegar a
alcanzarlo, nos desviaremos hacia la izquierda ( NW ) para tomar el balizado
sendero que nos va a permitir encaminarnos hacia el collado de Irazustako lepoa
( 1267 m ).
Salvado este
estratégico “ cuello “ ( 1267 m ) y aprovechando diferentes sendas de ganado
nos situaremos bajo la vertiente oriental de Auntzizegi ( 1249 m ), hacia cuya
cima no dudamos en desviarnos.
Tras corta visita
descenderemos en dirección al marcado camino que, proveniente de Larraitz ( 409
m ), asciende a la emblemática cumbre del Txindoki (
1342 m ), el cual utilizaremos para alcanzarla.
El camino utilizado
para el ascenso nos devolverá al collado de Egurral ( 1148 m ), desde el que
buscaremos bordear la rocosa cota de Egurraleko Haitza ( 1172 m ) para
desembocar en el “ cuello “ ( 1147 m ) abierto bajo su vertiente meridional.
Un notorio sendero
atraviesa perpendicularmente y por este continuaremos hacia la izquierda ( SE )
para salvar la barrancada por la que fluye Amezketako Erreka. Superada esta,
alcanzamos el collado de Etitzegi ( 1142 m ) para atravesarlo e iniciar un
brutal descenso en dirección a la majada pastoril de Ariñate ( 930 m ).
Desde este bucólico
paraje continuaremos perdiendo altura en dirección a Arritzaga Erreka,
riachuelo junto al que remonta el camino que, balizado con las marcas “ rojiblancas
“ de la Senda GR- 121 o Vuelta a Guipúzcoa, nos va a permitir alcanzar, ahora
sí, el paraje de Igaratza ( 1190 m ).
Dejamos a nuestro paso
varios monumentos megalíticos y una mesa de orientación, tras la que nos
desviaremos por la izquierda ( SE ) buscando alcanzar el menhir de Igaratza (
1202 m ).
Remontamos hacia
Trikuarriko lepoa ( 1245 m ), estratégico collado en el que deberemos tomar el
camino, Buztirategañeko bidea, que atraviesa perpendicularmente y por el que continuaremos
hacia la derecha ( SW ).
De inmediato alcanzamos
Errenagako Putzua ( 1255 m ), paraje en el que abandonaremos la amplia pista
para remontar hacia la cercana “ cimita “ de Pagota ( 1271 m ).
Descendemos por la
herbosa ladera meridional para salvar el collado ( 1262 m ) que nos separa de
la “ vecina “ cima de Errenaga ( 1287 m ), en la que desembocaremos tras
atravesar el camino que desciende hacia los Refugios de Errenaga ( 1217 m ).
Perdemos altura por la
ladera opuesta a la utilizada en la subida, buscando salvar los pocos metros
que nos separan de Errenaga Txiki ( 1284 m ), cota que alcanzaremos de
inmediato.
Una vez más,
continuaremos descendiendo por la vertiente contraria a la de subida, por la
que desembocaremos en breve junto al poste indicador enclavado en la
bifurcación por la que ya pasamos al comienzo del itinerario.
Desde aquí, la pista
utilizada al principio de la ruta nos devolverá al punto de partida, el amplio
aparcamiento junto al que antaño se levantaba la Casa Forestal de Aralar o
Guardetxe ( 1049 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
1003 m
Tiempo:
De 8 h a 10 h
Distancia:
29´38 km
Inicio:
Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( Navarra )
Fecha
de realización: Agosto 2023
Epoca
recomendada: Todo el año
Cimas:
Auntzizegi ( 1249 m ); Txindoki o Larrunarri (
1342 m ); Pagota ( 1271 m ); Errenaga ( 1287 m ); Errenaga Txiki ( 1284 m )
Descripción del
Itinerario
Pasado el kilómetro 13
de la carretera NA-7510 que da acceso al Santuario de San Miguel de Excelsis ( 1241
m ) estacionaremos nuestro vehículo en el amplio aparcamiento enclavado junto a
las ruinas de la antigua Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049 m ).
Comenzaremos a caminar
desde la parte alta del citado aparcamiento ( 1049 m ), lugar en el que deberemos
atravesar el portillo tras el que nace la amplia pista, Berigaingo bidea, que
da acceso a los refugios de Errenaga ( 1217 m ).
Caminaremos por esta en
tendida subida y no tardaremos en dejar a nuestro paso, a la izquierda ( S ) de
la pista y “ camuflado “ entre las hayas, el dolmen de Aubia Norte ( 1066 m ),
“ señalizado “ por una placa. Apenas tendremos que desviarnos unos pocos metros
del camino para visitarlo.
De nuevo en Berigaingo
bidea continuaremos en plácido caminar para, en breve, dar alcance a una “
discreta “ bifurcación, lugar en el que haremos caso omiso tanto del camino que
nace por nuestra izquierda ( S ) como del que lo hace por la derecha ( N )
mientras continuamos por la amplia pista.
Seguimos en tendido
ascenso y no tardamos en volver a alcanzar un nuevo cruce, punto en el que
obviaremos el camino que nace por nuestra izquierda ( W ) para seguir en cómodo
caminar por la pista que ha pasado a denominarse Igaratzako bidea.
En breve dejaremos a
nuestro paso, a la derecha ( E ) del camino, Beingo Leizea, profunda sima que
aparece “ rodeada “ de un muro de piedra que la “ protege “.
Continuaremos caminando
plácidamente por la siempre monótona pista para dejar a nuestro paso, esta vez
a la izquierda ( W ) del camino, la placa que “ delata “ la presencia del
dolmen de Otsotesare ( 1108 m ), monumento megalítico que se “ esconde “ bajo
las hayas.
En cómodo ascenso
continuaremos camino del Paso de Kolosobarnea ( 1159 m ), amplia “ brecha “
abierta entre rocas y lugar en el que recibiremos por nuestra izquierda ( S ),
señalizado con hitos, un notorio camino. Seguiremos al frente ( NE ) y no
tardamos en desembocar en el paraje de Pagomari ( 1170 m ), pequeña y herbosa
explanada en la que destaca un antiguo aparcamiento hasta el que antaño se
podía acceder con los vehículos.
A partir de este bello
enclave nuestro camino, San Migelgo bidea, acentúa su inclinación y no tarda en
adentrarse bajo las hayas, momento en el que se bifurca. Hacemos caso omiso del
camino que nace por la izquierda ( S ) para continuar de frente ( NW ) aunque a
escasos metros volvemos a toparnos con un nuevo cruce, lugar en el que nuevamente
optaremos por obviar el camino que desciende por la izquierda ( W ) mientras seguimos
al frente ( N ).
Caminamos bajo el
hayedo aunque no tardamos en abandonarlo para atravesar amplios “ claros “
mientras en nuestro camino afloran lo que parecen ser viejos tramos de calzada.
En breve daremos alcance a Igaratza Lezea ( 1237 m ), profunda sima enclavada a
la derecha ( N ) de nuestro camino que aparece “ defendida “ por un murete de
piedra.
Continuamos caminando
en agradable ascenso buscando salir a terreno abierto y no tardamos en
atravesar el Paso de Mandarrate ( 1231 m ), a partir del cual abandonaremos
definitivamente el hayedo.
Nuestro camino, San
Migelgo bidea, discurre en suave descenso mientras que a nuestra derecha ( E ),
en lo alto de la loma, asoma cercana la chabola de Martxo.
Tras corto descenso
iniciamos un tendido ascenso terminando por alcanzar un balizado cruce, lugar
en el que destaca un poste indicador. En este punto, abandonaremos nuestro
camino, San Migelgo bidea, que continúa de frente ( N ), a la vez que obviaremos
el que nace por la derecha ( NE ) mientras optamos por tomar el que sigue hacia
la izquierda ( W ) balizado con las marcas “ rojiblancas “ de la Senda del
Pastoreo o GR-282 en dirección a Lizarrusti ( 621 m ).
El camino tomado se transforma
de inmediato en notorio sendero mientras busca dirigirse hacia el discreto “
paso “ ( 1240 m ) que se abre en la loma bajo la ladera oriental de Kargaleku (
1252 m ), más que modesta “ cimita “ que se eleva ante nosotros y que hoy
evitaremos visitar.
Atravesamos el
mencionado “ paso “ ( 1240 m ) para continuar por el marcado camino que
discurre bajo la vertiente occidental de Errenaga Txiki ( 1284 m ) y que no
tarda en alcanzar una balizada bifurcación, lugar en el que destaca un poste
indicador.
Hacemos caso omiso del
camino que continúa por la izquierda ( SW ) hacia el Puerto de Lizarrusti ( 621
m ) mientras seguimos de frente ( NE ). El notorio sendero inicia un suave
descenso buscando alcanzar el rústico puente de madera que nos permitirá salvar
“ cómodamente “ el cauce de Zamiola Erreka.
Una vez atravesado el
citado riachuelo no tardaremos en alcanzar el paraje de Errenaga ( 1217 m ), en
el que dejaremos a nuestro paso un refugio “ libre “, la ermita erigida en
honor a Andra Mari y otro refugio “ privado “, así como una “ socorrida “
fuente.
El balizado camino
continúa mientras deja a su paso un pequeño bosquete, bajo el que destacan un
grupo de edificios. Al borde del arbolado, en el punto en el que definitivamente
salimos a terreno abierto, llamarán nuestra atención un numeroso conjunto de
paneles informativos, lugar en el que nos topamos con un cruce de caminos.
Hacemos caso omiso del que asciende por la derecha ( NW ) hacia la cima de
Errenaga ( 1287 m ) mientras continuamos de frente ( N ) en dirección al paraje
de Igaratza ( 1190 m ).
El amplio y balizado
camino discurre bajo la vertiente oriental de Beaskin
( 1232 m ) buscando “ bordearlo “ hasta que bifurca a la altura del poste
indicador enclavado bajo su ladera NE., momento en el que abandonaremos el que
sigue de frente ( N ) mientras tomamos el que nace por la izquierda ( NW ).
Las balizas “
rojiblancas “ de la Senda del Pastoreo y otras “ amarillas y blancas “ de PR
señalizan el camino a seguir, el cual atraviesa ahora bajo la vertiente
septentrional del anteriormente citado Beaskin ( 1232 m ).
El camino discurre sin
apenas pendiente y en breve alcanza un nuevo cruce, lugar en el que haremos
caso omiso del que desciende por la izquierda ( W ) para dar acceso a la borda
de pastores que asoma más abajo mientras continuamos de frente ( NW ).
No tardamos en alcanzar
un nuevo poste indicador, junto al que debemos abandonar nuestro amplio camino
para tomar la senda que nace por la derecha ( NW ) y que comienza a ascender
por la herbosa ladera. Las balizas “ amarillas y blancas “ del sendero PR-GI
2009 la señalizan.
La senda, en todo
momento notoria y escrupulosamente balizada, se dibuja en la herbosa ladera que
discurre bajo la vertiente meridional de Olamuño ( 1271 m ) para posteriormente
adentrarse en un corto tramo de roquedo, el cual se extiende bajo la ladera Sur
de Putreaizko Punta ( 1363 m ) y Pardarri ( 1396 m ).
Volvemos a salir a
terreno herboso, donde numerosos hitos “ ayudan “ en el balizaje de nuestro
camino junto a las marcas “ amarillas y blancas “. Sin excesivas dificultades
alcanzaremos Irazustako lepoa ( 1267 m ), collado abierto entre Uarrain ( 1344
m ), cota que se eleva al SW., y Ganbo Txiki ( 1377 m ), cima que despunta al
NE.
Atravesamos el citado “
cuello “ para continuar de frente ( NW ) “ faldeando “ bajo la ladera
septentrional del anteriormente mencionado Uarrain ( 1344 m ). El notorio
sendero no tarda en bifurcarse, momento en el que abandonaremos las marcas “
amarillas y blancas “ que balizan la senda que continúa por la izquierda ( W )
en dirección a Alotza mientras descendemos por la derecha ( N ) hacia
Irazustako Iturria ( 1219 m ), abrevadero que asoma cercano.
Desde el sobradero de
la mencionada fuente ( 1219 m ) tomaremos el estrecho pero notorio sendero que
se dibuja en la herbosa pradera mientras busca discurrir bajo la vertiente
meridional de Arrubi o Arrubigaña ( 1318 m ).
Cruzamos un pequeño
riachuelo para continuar por el herboso sendero, el cual no tarda en desembocar
junto a otra fuente con abrevadero ( 1203 m ). Dejamos esta a nuestra derecha (
E ) mientras tomamos la notoria senda que, sin apenas desnivel, discurre atravesando
las herbosas praderas.
Paulatinamente nuestro
sendero acentúa su pendiente y toma dirección Norte para alcanzar la amplia
loma que se extiende bajo la vertiente oriental de Auntzizegi ( 1249 m ),
rocosa cima que despunta sobre nuestras cabezas y hacia la que, ante su
cercanía, no dudamos en desviarnos. Para ello remontaremos por la “ empinada “
ladera que tenemos a nuestra izquierda ( W ), por la que ganaremos altura en
acusado ascenso para, sin dificultad reseñable, desembocar en esta. Auntzizegi
( 1249 m ), herbosa cima que aparece “ salpicada “ de numerosas rocas. Un buzón
montañero la identifica. Bella y abierta panorámica.
Iniciamos el descenso
por la herbosa ladera septentrional, por la que perderemos altura en acusada
pendiente en dirección al marcado camino que discurre por debajo. Una vez
alcanzado este, continuaremos por la derecha ( N ) para discurrir bajo la
vertiente occidental de Egurraleko Haitza ( 1172 m ).
Paulatinamente el
camino se transforma en senda para atravesar bajo la vertiente occidental del
collado de Egurral ( 1148 m ) mientras busca alcanzar la “ empinada “ ladera meridional
del Txindoki ( 1342 m ), nuestro siguiente objetivo. El sendero se dibuja
notorio en la herbosa ladera, por la que remontaremos en brutal ascenso hasta
terminar desembocando en su cumbre. Txindoki ( 1342 m ), rocosa cima que aparece
señalizada con un buzón montañero. Espectacular panorámica.
La senda utilizada en
el ascenso nos devolverá al collado de Egurral ( 1148 m ), herboso “ cuello “
que atravesaremos para volver a salvar la rocosa cota de Egurraleko Haitza (
1172 m ) discurriendo bajo su ladera occidental. Sin dificultad reseñable
alcanzaremos el collado de Zaldiarrate ( 1147 m ), sobre el que despunta
Auntzizegi ( 1249 m ), cima anteriormente visitada, y por el que atraviesa
perpendicularmente un marcado sendero.
Continuamos por este
hacia la izquierda ( SE ) buscando encaminarnos hacia la profunda barrancada
por la que fluye Amezketako Erreka, la que evitaremos por la derecha ( SE ). El
herboso sendero amenaza con desaparecer aunque en todo momento resulta “ intuible
“ mientras salva “ cómodamente “ la cabecera de la mencionada regata.
Una vez situados en la
vertiente opuesta la senda discurre bajo la herbosa ladera occidental de Aldaon
( 1279 m ), por la que acentuará paulatinamente su inclinación hasta que
desemboca en el collado de Etitzegi ( 1142 m ). Este pequeño y herboso “ cuello
“ ( 1142 m ) se abre entre la cima homónima ( 1192 m ) que se eleva a nuestra
izquierda ( N ) y la mencionada cumbre de Aldaon ( 1279 m ) que lo hace a la
derecha ( SE ).
Atravesamos el collado
de Etitzegi ( 1142 m ) para continuar por la vertiente opuesta a la empleada a
nuestra subida, en la que se dibuja la marcada senda que, en breve, nos va a
permitir alcanzar la Fuente de Etitzegi ( 1127 m ). El sendero continúa
discurriendo muy marcado en la herbosa ladera septentrional de Aldaon ( 1279 m
) aunque paulatinamente irá amenazando con difuminarse. Es entonces cuando
decidimos abandonarlo para echarnos “ ladera abajo “ sin camino definido y en
dirección a las bordas que asoman por debajo.
Un brutal descenso nos
permitirá alcanzarlas sin dificultad reseñable para, junto a estas, tomar la
amplia pista que les da acceso, por la que continuaremos hacia la derecha ( S
). En breve dejaremos a nuestro paso la Borda de Ariñate I ( 933 m ), tras la
que nuestro camino se bifurca. Debemos continuar descendiendo por el camino de
la izquierda ( SE ) aunque nos desviamos momentáneamente por el de la derecha (
S ), el cual da acceso a la Fuente de Ariñate ( 937 m ).
Tras coger agua y
reponer fuerzas retornamos al cercano cruce, lugar en el que, hora sí,
tomaremos el camino que desciende hacia Arritzaga Erreka, riachuelo junto al
que vemos “ aflorar “ los vestigios de las antiguas minas que antaño fueron “
explotadas “ en este bucólico paraje.
Nuestro camino atraviesa
el cauce de Arritzaga Erreka para iniciar un tendido ascenso mientras discurre
junto a su margen derecha. El amplio y notorio camino aparece escrupulosamente
balizado con las marcas “ rojiblancas “ de la Senda GR-121 o Vuelta a
Guipuzcoa, el cual irá salvando los numerosos puentes que nos van a permitir
discurrir junto a su cauce alternando ambas vertientes.
En plácido ascenso,
tras dejar a nuestro paso la Fuente de Bokarte o Bokarteko Iturria,
alcanzaremos las Bordas de Arritzaga ( 936 m ), majada pastoril entre cuyos
edificios destaca un pequeño refugio con “ botiquín “.
Nuestro camino continúa
ganando altura y, en breve, busca atravesar un nuevo puente, el cual nos
permite situarnos en la margen izquierda de Arritzaga Erreka para seguir
remontando mientras nos “ alejamos “ paulatinamente de esta.
Alcanzamos una fuente
con un gran abrevadero ( 1058 m ), lugar en el que, apenas unos pocos metros
más adelante, llamará nuestra atención la Fuente de Pardeluts ( 1061 m ),
enclavada bajo las laderas de Labeongo Punte ( 1293 m ).
Continúa nuestro “
plácido “ ascenso, en todo momento por notorio y balizado camino, el cual en
algunos tramos amenaza con difuminarse. Conforme ganamos altura, ante nosotros
llamará nuestra atención una gran roca, sobre la que destaca un ramo de flores.
Es Amabirjin Arria ( 1135 m ), roca que alberga la imagen de una Virgen.
Nuestro camino pierde
inclinación paulatinamente mientras se adentra entre amplias y herbosas
praderas. Acompañados en todo momento por las balizas “ rojiblancas “ de la
Vuelta a Guipúzcoa terminaremos alcanzando rápidamente el paraje de Igaratza (
1190 m ), en el que destacan varios monumentos megalíticos y una mesa de
orientación.
Desde esta, el camino
continúa en dirección a los Refugios de Errenaga ( 1217 m ) aunque no
llegaremos a alcanzarlos ya que, tras desviarnos hacia el cercano dolmen de
Igaratza Sur ( 1195 m ), lo abandonaremos por la izquierda ( SE ) para ascender
en dirección a Trikuarriko lepoa ( 1245 m ).
Remontamos por un
amplio y herboso valle, en el que un marcado camino deja a su paso el menhir de
Igaratza ( 1202 m ) antes de acentuar su pendiente para terminar desembocando
en el estratégico “ cuello “ citado anteriormente, Trikuarriko lepoa ( 1245 m
). Un poste indicador y una muga destacan en el lugar ( 1245 m ), por el que
atraviesa perpendicularmente Buztirategañeko bidea.
Tomaremos el citado
camino por la derecha ( SW ) y por este alcanzaremos de inmediato Errenagako
Putzua ( 1255 m ), balsa tras la que lo abandonaremos para remontar de frente (
W ) por la herbosa ladera que nos va a permitir alcanzar “ cómodamente “ la
cercana cumbre de Pagota ( 1271 m ). Amplia cima de abierta
panorámica. Sin señal alguna que la identifique.
Torcemos a nuestra
izquierda ( S ) para perder altura por la herbosa ladera meridional de la
cumbre recién visitada, en cuya parte baja atravesaremos el collado ( 1262 m )
que nos separa de nuestro siguiente objetivo, Errenaga ( 1287 m ).
Iniciamos el ascenso
hacia esta aunque antes cruzaremos el camino que atraviesa perpendicularmente y
que desciende por nuestra derecha ( NW ) hacia los Refugios de Errenaga ( 1217
m ). Sin camino definido, aunque sin dificultad reseñable, salvaremos “ cómodamente
“ la herbosa ladera en la que dejaremos a nuestro paso alguna de las mugas que
delimitan los territorios de Navarra y Guipuzcoa y que nos va a permitir
desembocar en la amplia y herbosa cumbre de Errenaga ( 1287 m ). Un buzón
montañero la identifica. Abierta panorámica.
Un plácido descenso nos
encamina hacia el cercano collado ( 1278 m ) que nos separa de la cumbre “
vecina “ de Errenaga Txiki ( 1284 m ), el cual atravesaremos para, tras corta y
cómoda subida, desembocar en esta. Errenaga Txiki ( 1284 m ), amplia cima en la que
destaca otra de las mugas que señalizan los límites entre los territorios de
Navarra y Guipuzcoa.
El marcado camino que
pierde altura por la ladera opuesta a la de subida nos permite descender “
paralelos “ a la pista que discurre por nuestra izquierda ( S ) en dirección a
una cercana encrucijada de caminos, lugar en el que destaca el poste indicador
que señaliza la Senda del Pastoreo o GR-282 y junto al que ya pasamos al
comienzo de este itinerario.
En este lugar
retomaremos la amplia pista utilizada al principio de la ruta y que, ya por
terreno conocido, nos devolverá al punto de partida, el amplio aparcamiento
junto al que antaño se levantaba la Casa Forestal de Aralar o Guardetxe ( 1049
m ).
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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En la curva que traza la carretera NA-7510 a la altura del kilómetro 13 y en las inmediaciones del lugar en el que antaño se erigía la Casa Forestal de Aralar o Guardetxe, destaca una gran aparcamiento, punto en el que estacionaremos nuestro vehículo |
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En la parte alta del aparcamiento destaca el portillo que da acceso a Berigaingo bidea, amplia pista por la que comenzaremos a caminar. Un panel informativo ( dcha ) destaca en el lugar
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Detalle del panel informativo enclavado junto al portillo que da acceso a Berigaingo bidea |
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Nada más atravesar el portillo, a la orilla de Berigaingo bidea, destaca otro panel informativo |
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Detalle del panel informativo enclavado a la orilla de Berigaingo bidea |
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Comenzamos a caminar en suave ascenso por Berigaingo bidea
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Berigaingo bidea no tarda en dejar a su paso, a nuestra izquierda y " escondido " entre el hayedo, el dolmen de Aubia Norte ( centro ) |
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La amplia pista alcanza de inmediato una bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos por esta. Hoy me acompañan mi cuñado Mikel ( izda ) y mi hijo Oscar ( dcha ) |
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Caminamos plácidamente y en tendido ascenso por la amplia pista
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En breve volvemos a toparnos con un nuevo cruce, lugar en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras continuamos por la amplia pista que pasa a denominarse Igaratzako bidea
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A la derecha de la pista por la que caminamos llamará nuestra atención un gran murete de piedra, el cual " defiende " la sima de Beingo Leizea |
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Murete de piedra que " defiende " la sima de Beingo Leizea |
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Taco de cemento en el que aparece el nombre de la sima y en el que se " ruega " no se eche basura en esta |
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Sima de Beingo Leizea |
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La amplia y siempre " monótona " pista continúa su paulatino ascenso |
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Mientras caminamos por Igaratzako bidea, a la orilla de este llamará nuestra atención la placa que señaliza un dolmen |
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Dolmen de Otsotesare |
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Desde la placa que identifica el dolmen de Otsotesare retomaremos la pista para continuar caminando por esta |
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Detalle de la placa que señaliza el dolmen de Otsotesare |
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La amplia pista, ahora denominada San Migelgo bidea, continúa su plácido ascenso
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Atravesamos el Paso de Kolosobarnea |
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La pista por la que caminamos, San Migelgo bidea, discurre en todo momento entre las hayas |
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Ante nosotros asoma cercano el paraje de Pagomari |
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En Pagomari dejaremos a nuestro paso un amplio aparcamiento
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La pista, San Migelgo bidea, acentúa paulatinamente su inclinación |
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Nos topamos con una notoria bifurcación, momento en el que haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda mientras continuamos por la derecha |
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Apenas unos pocos metros más adelante volvemos a " tropezar " con un nuevo cruce, punto en el que obviaremos el camino que nace por la izquierda mientras optamos por seguir por la derecha
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El camino, San Migelgo bidea, discurre entre un bello hayedo |
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Nuestro camino vuelve a salir a terreno abierto |
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San Migelgo bidea muestra esporádicos tramos de lo que parece ser una antigua calzada
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A la derecha del camino aparece un nuevo cerco de piedra que " defiende " otra sima, es Igaratza Lezea
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Taco de cemento en el que aparece el nombre de la sima y en el que se " ruega " no se eche basura en esta |
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Igaratza Lezea |
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Abandonamos Igaratza Lezea para retomar nuestro camino
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San Migelgo bidea abandona el hayedo para volver a salir a terreno despejado |
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El camino busca alcanzar el Paso de Mandarrate
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Nos adentramos en el Paso de Mandarrate |
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Tras salvar el Paso de Mandarrate volveremos a salir a terreno abierto para continuar sin apenas pendiente atravesando herbosas praderas
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Los rebaños de ovejas pastan plácidamente en las herbosas praderas que vamos atravesando |
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Sobre nuestro camino, a la derecha ( centro en la foto ), destaca la chabola de Martxo
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Chabola de Martxo |
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La pista inicia un tendido y prácticamente inapreciable ascenso |
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No tardaremos en alcanzar una encrucijada de caminos, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que abandonaremos la pista para continuar por la izquierda |
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Detalle del poste indicador que dejaremos a nuestro paso en la encrucijada de caminos
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Una marcada y balizada senda se dibuja en la herbosa pradera buscando encaminarse hacia Kargaleku ( centro ), arbolada " cimita " que asoma al fondo |
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Bajo la cima de Kargaleku ( izda ) el sendero alcanza un discreto " paso " ( dcha ) que, señalizado con un notorio hito de pìedras ( centro ), aparece abierto entre las rocas. Efectuamos un brusco giro para atravesarlo
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El notorio camino aparece señalizado con un gran hito ( dcha ) y busca atravesar el " paso " abierto entre las rocas, por el que continuaremos hacia los Refugios de Errenaga
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La marcada senda por la que caminamos nos permite divisar los Refugios de Errenaga ( izda ), hacia los que nos dirigimos |
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La notoria senda busca alcanzar un balizado cruce, lugar en el que destaca un poste indicador |
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A la altura de un poste indicador desembocaremos en una señalizada bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que continúa por la izquierda en dirección a Lizarrusti mientras seguimos de frente ( dcha ) hacia los visibles Refugios de Errenaga ( izda ) |
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Panel que también aparece enclavado en la bifurcación, el cual nos informa de que accedemos al Parque Natural de Aralar |
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Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación
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Mirada atrás en la bifurcación, lugar en el que damos vista al camino ( izda ) que nos ha permitido alcanzarla y al que continúa en dirección a Lizarrusti ( dcha ), al cual haremos caso omiso |
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La senda, muy notoria en todo momento, inicia un paulatino descenso |
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Un rústico puente de madera nos permite atravesar " cómodamente " Zamiola Erreka |
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El camino gana notoriedad y alcanza de inmediato el refugio " libre " de Errenaga ( dcha ) |
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El refugio " libre " de Errenaga queda sobre nuestro camino |
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Nuestro amplio y herboso camino atraviesa el " pasillo " que se abre entre un pequeño grupo de árboles, entre los que se " esconde " la ermita de Andra Mari |
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Unas escaleras de piedra dan acceso a la ermita de Andra Mari
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Interior de la ermita de Andra Mari |
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Abandonamos la ermita de Andra Mari para continuar por el amplio y herboso camino
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De inmediato alcanzaremos el refugio " privado " de la sociedad " Amigos de Aralar " |
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Dejamos atrás el refugio " privado " de la sociedad " Amigos de Aralar "
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Desde el refugio " privado " de la sociedad " Amigos de Aralar " continuaremos por el amplio camino que aparece " cerrado a vehículos " con unas grandes piedras. Tras estas, se " esconde " una fuente ( dcha ). Las balizas " rojiblancas " ( dcha ) de la Senda GR-12 o Sendero de Euskal Herria atraviesan por este paraje |
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Fuente en las inmediaciones del refugio " privado " de la sociedad " Amigos de Aralar "
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El camino se transforma en una amplia pista de tierra que busca encaminarse hacia un pequeño grupo de árboles. Numerosas cabezas de ganado pastan por la zona |
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Un grupo de edificios se " esconde " bajo el arbolado, en el que el ganado busca la " frescura " |
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El camino discurre dejando a su paso el grupo de árboles mientras que ante nosotros ya asoma cercana la cima de Beaskin ( centro ), tras la que despunta Putreaizko Punta ( izda ). A la derecha destacan un numeroso grupo de paneles informativos |
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Detalle de uno de los paneles informativos enclavados en el paraje de Errenaga
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Detalle de uno de los paneles informativos enclavados en el paraje de Errenaga |
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Detalle de uno de los paneles informativos enclavados en el paraje de Errenaga |
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Detalle de uno de los paneles informativos enclavados en el paraje de Errenaga |
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Detalle del poste indicador enclavado en el paraje de Errenaga |
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Al abandonar el paraje de Errenaga nos topamos con una notoria bifurcación, lugar en el que obviaremos el camino que asciende por la derecha mientras continuamos de frente ( izda ) |
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El camino tomado busca discurrir bajo la herbosa ladera SE. de Beaskin ( izda ) |
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Una vez " bordeada " la cima de Beaskin ( izquierda fuera de foto ) nos topamos con una señalizada bifurcación, lugar en el que destaca un poste indicador y punto en el que abandonaremos la pista que continúa de frente ( dcha ) mientras tomamos la que nace por la izquierda |
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Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación |
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Las balizas ( izda ) señalizan el camino por el que deberemos continuar, sobre el que despunta Putreaizko Punta ( dcha ) |
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No tardaremos en dejar a nuestro paso un cruce, lugar en el que obviaremos el camino que desciende por la izquierda. Continuamos de frente |
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El camino que hemos obviado desciende para dar acceso a una borda de pastores ( izda ) que asoma cercana. En el horizonte se extiende la Sierra de Aizkorri ( centro ) |
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La pista por la que hemos continuado alcanza de inmediato un poste indicador ( izda ), junto al que la abandonaremos para tomar el balizado sendero que nace por nuestra derecha
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Detalle del poste indicador enclavado en la bifurcación
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La senda que hemos tomado aparece escrupulosamente balizada |
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El sendero amenaza con difuminarse en la herbosa pradera |
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El camino no tarda en volver a ganar notoriedad mientras sobre este despunta Putreaizko Punta ( dcha )
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La herbosa senda deja a su paso un pequeño grupo de árboles, bajo los que llama nuestra atención una placa obituaria |
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Placa obituaria que dejaremos a nuestro paso junto al sendero
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La senda se dibuja notoria en la herbosa pradera |
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El sendero por el que discurrimos abandona la herbosa pradera para adentrarse entre el roquedo |
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La senda se dibuja entre las rocas |
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El sendero discurre entre rocas mientras nos permite una abierta panorámica hacia Aratz ( centro ) y la Sierra de Aizkorri ( dcha ) |
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La senda se abre paso entre vegetación de monte bajo |
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Las marcas de pintura balizan escrupulosamente el sendero a seguir |
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A pesar de que el sendero se dibuja notorio, en algunos tramos hay que estar atento para no despistarnos |
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Marcas de pintura y esporádicos hitos ( dcha ) balizan la senda a seguir |
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La senda paulatinamente vuelve a salir a terreno despejado, momento en el que de nuevo gana notoriedad |
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Los hitos que balizan nuestro sendero comienzan a ser más numerosos |
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La herbosa senda en todo momento se dibuja notoria mientras continúa balizada con hitos ( centro ) |
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Las marcas de pintura continúan balizando en todo momento el notorio sendero |
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Grandes hitos ayudan en el balizaje de nuestro camino |
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Las marcas de pintura balizan la senda a seguir |
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El herboso sendero en todo momento se dibuja notorio |
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La senda busca atravesar un corto tramo de roquedo |
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El sendero vuelve a ganar notoriedad y se bifurca, momento en el que deberemos abandonar el que continúa de frente ( izda ) para tomar el que desciende por la derecha |
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La senda tomada desciende hacia un cercano abrevadero
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Ganbo ( dcha ) despunta sobre el abrevadero hacia el que pretendemos descender |
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El abrevadero, sobre el que despunta Ganbo, aparece muy " concurrido " |
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Aprovechamos para coger agua |
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Numerosas cabezas de ganado pastan plácidamente en el entorno del abrevadero. Desde este deberemos continuar tomando la senda que aparentemente busca encaminarse hacia Ganbo ( centro ), cuya cima despunta al fondo |
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Abandonamos el abrevadero por una herbosa y notoria senda |
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No tardaremos en atravesar un pequeño riachuelo |
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La herbosa senda busca alcanzar un nuevo abrevadero |
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Este abrevadero aparece menos " concurrido " |
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Abandonamos este segundo abrevadero tomando un notorio sendero |
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La herbosa senda por la que caminamos en todo momento se dibuja notoria |
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La Sierra de Aizkorri se extiende en el horizonte mientras que los buitres vuelan sobre las numerosas cabezas de ganado que pastan en este paradisiaco entorno |
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La senda por la que caminamos acentúa notablemente su inclinación mientras busca encaminarse hacia Auntzizegi ( izda ), cima que despunta cercana sobre nuestras cabezas |
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Tras Auntzizegi ( dcha ), rocosa " cimita " que despunta en primer término, asoma tímidamente Txindoki ( centro ) |
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La rocosa cumbre de Auntzizegi, hacia la que nos encaminamos, despunta sobre nuestras cabezas |
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Por terreno herboso buscamos alcanzar el amplio y herboso collado que se abre ante nosotros, desde el que remontaremos por la izquierda hacia la cima de Auntzizegi ( izquierda fuera de foto ) |
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Ante la cercanía de la cima de Auntzizegi nos desviaremos por nuestra izquierda ( centro en la foto ) buscando alcanzarla |
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Mi hijo Oscar asciende por la ladera de Auntzizegi hacia su cumbre mientras que Txindoki despunta al fondo |
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Por terreno " cómodo " aunque en acusado ascenso buscamos alcanzar la cima de Auntzizegi |
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Un corto tramo de roca nos permite alcanzar la cima de Auntzizegi |
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Mi cuñado Mikel ( izda ) y mi hijo Oscar ( dcha ) en la cima de Auntzizegi. Al fondo, en el valle, las nieblas comienzan a difuminarse |
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Las nieblas que cubren el valle se difuminan paulatinamente |
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Buzón montañero en la cima de Auntzizegi |
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Detalle de la placa colocada en el buzón montañero en la cima de Auntzizegi |
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Desde la cima de Auntzizegi miramos hacia nuestro siguiente objetivo, Txindoki ( izquierda fuera de foto )
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Iniciamos el descenso de Auntzizegi encaminándonos hacia el " principal " objetivo de la jornada, el Txindoki ( centro )
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Con Txindoki despuntando en todo momento ante nosotros, perderemos altura en dirección al notorio camino ( centro ) que atraviesa en primer término |
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Una vez alcanzado el amplio camino continuaremos por este en tendido ascenso |
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Nuestro camino se transforma en un notorio sendero, el cual se dibuja muy marcado en la ladera meridional del Txindoki |
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La senda gana altura en brutal ascenso por la herbosa ladera meridional del Txindoki |
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La " empinada " senda no nos da " tregua " y por esta remontamos en acusada pendiente |
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El sendero aparece en todo momento muy marcado en el terreno |
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El sendero se dirige aparentemente hacia la rocosa vertiente meridional del Txindoki |
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Situados bajo la rocosa vertiente meridional del Txindoki nuestra senda traza una cerrada curva hacia la derecha mientrsa busca encaminarse hacia la herbosa vertiente oriental, por la que ascienden mi hijo y mi cuñado ( dcha )
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Mi hijo Oscar y mi cuñado Mikel ascienden por la herbosa ladera oriental del Txindoki |
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La senda, en todo momento muy notoria, se adentra entre rocas |
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El sendero acentúa su inclinación en la salida a la cima del Txindoki |
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Cima del Txindoki |
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Cima del Txindoki con vista al valle, en el que destacan, si no me equivoco, Beasain ( centro ) y Ordizia |
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En la cima del Txindoki junto a mi cuñado Mikel ( izda ) y mi hijo Oscar ( centro ) |
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Buzón montañero en la cima del Txindoki. Los mosquitos que lo rodean nos hacen abandonar la cima rápidamente |
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Abandonamos la cima del Txindoki |
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Descendemos de la cima del Txindoki por la senda utilizada en nuestra subida |
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En un corto tramo la senda por la que descendemos del Txindoki se torna extremadamente pedregosa |
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El sendero por el que descendemos del Txindoki acentúa paulatinamente su inclinación |
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La senda por la que venimos descendiendo del Txindoki, muy notoria en todo momento, busca perder altura en dirección al collado de Egurral. La majada pastoril de Zirigarate Goikoa ( dcha ) asoma al fondo |
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Majada pastoril de Zirigarate Goikoa |
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La senda por la que descendemos del Txindoki busca alcanzar el collado de Egurral ( centro ), bajo la que se esconde la majada pastoril ( izda ) del mismo nombre |
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Majada pastoril de Egurral |
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Desembocamos en el collado de Egurral, sobre el que despunta la rocosa " cimita " de Egurraleko Haitza ( centro ) |
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Desde el collado de Egurral iniciamos el ascenso hacia Egurraleko Haitza ( centro ), rocosa cota que bordearemos por la derecha
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En la herbosa ladera septentrional de Egurraleko Haitza nos topamos con un notorio sendero, por el que continuaremos hacia la derecha buscando bordear su cumbre ( izquierda fuera de foto ) |
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Evitamos la cima de Egurraleko Haitza ( izquierda fuera de foto ) discurriendo bajo su vertiente occidental mientras nos encaminamos hacia el herboso collado de Zaldiarrate ( centro ) que se abre en primer término, sobre el que despunta Auntzizegi |
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Alcanzado el collado de Zaldiarrate nos encaminamos hacia la herbosa senda que, dibujándose notoria en la ladera, nace por nuestra izquierda |
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Tomamos el marcado sendero que nos va a encaminar hacia el collado de Etitzegi ( izda ) que se abre al fondo entre la rocosa " cimita " del mismo nombre, Etitzegi ( izda ), y Aldaon ( centro ) |
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Desde la senda que se encamina hacia el collado de Etitzegi ( centro ), sobre el que despuntan Etitzegi y Larraone ( izda ), resulta difícil no mirar hacia el Txindoki ( izquierda fuera de foto ) |
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Mirada hacia el Txindoki, bajo el que despunta Egurraleko Haitza ( izda )
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El collado de Etitzegi ( centro ), nuestro siguiente objetivo, se abre entre las cimas de Etitzegi ( izda ) y Aldaon ( dcha ) |
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El sendero por el que buscamos encaminarnos hacia el collado de Etitzegi ( izquierda fuera de foto ) busca salvar la barrancada por la que desciende Amezketako Erreka y sobre la que despuntan Aldaon ( izda ) y Aoki ( centro ) |
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Caminamos por un notorio sendero |
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Desde nuestro camino divisamos el collado de Etitzegi, abierto entre la rocosa cimita de Etitzegi ( izda ) y Aldaon ( dcha ) |
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Desde la cabecera de Amezketako Erreka damos vista al Txindoki |
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Nuestro herboso sendero acentúa su pendiente en el tramo final hacia el collado de Etitzegi ( dcha ), sobre el que despunta la cumbre homónima ( centro ) |
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Remontamos hacia el collado de Etitzegi |
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El Txindoki " roba " nuestras miradas |
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Salida al collado de Etitzegi |
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Desde la salida al collado de Etitzegi damos vista a Etitzegiko Borda, enclavada en las laderas de Etitzegi y tras la que despunta el Txindoki |
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Un grupo de vacas pasta plácidamente en el collado de Etitzegi, amplio y herboso cuello que atravesaremos |
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Atravesado el collado de Etitzegi una notoria senda nos permite iniciar el descenso por la vertiente opuesta a la utilizada a nuestro ascenso |
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Una joven pastora acompañada de su perro remonta por la barrancada que se abre a nuestra izquierda, bajo la que asoma la majada pastoril de Ariñate |
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La senda por la que hemos abandonado el collado de Etitzegi alcanza en breve una fuente. Es la Fuente de Etitzegi |
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Una inscripción identifica la fuente de Etitzegi |
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El collado de Etitzegi ( centro ), sobre el que despunta la rocosa " cimita " ( dcha ) del mismo nombre, queda rápidamente atrás |
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El sendero por el que caminamos amenza con difuminrtase en la herbosa ladera que vamos atravesando, bajo la que asoma la majada pastoril de Ariñate ( izda ) |
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La estrecha senda gana notoriedad en algunos tramos |
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Rebaños de ovejas pastan plácidamente en las herbosas laderas por la que discurrimos |
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En las inmediaciones de un contrafuerte rocoso ( dcha ) desprendido bajo la vertiente NE. de Uzkuiti optamos por abandonar el sendero que paulatinamente se va difuminando para descender " a derecho " por la empinada ladera |
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Iniciamos un brutal descenso en dirección a la majada pastoril de Ariñate que asoma en la parte baja de la ladera |
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No sin poco esfuerzo y tras un brutal descenso alcanzaremos la majada de Ariñate |
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Desde nuestro descenso hacia la majada pastoril de Ariñate damos vista al " intuible " barranco de Arritzaga, por el que pretendemos remontar |
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Alcanzamos la primera de las bordas que, enclavadas en la majada pastoril de Ariñate, dejaremos a nuestro paso
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Mirada atrás hacia la " empinada " ladera por la que acabamos de descender |
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Desde la majada pastoril de Ariñate echamos una mirada hacia el collado de Etitzegi ( izda ), desde el que acabamos de descender y sobre el que despunta la rocosa " cota " homónima y Larraone ( centro ) |
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A nuestro paso queda una de las bordas enclavadas en la majada pastoril de Ariñate |
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Un amplio y herboso camino deja a su paso otra viejas bordas que conforman esta bucólica majada pastoril de Ariñate |
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Larraone ( centro ) y Etitzegi ( izda ) despuntan sobre la majada pastoril de Ariñate |
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El herboso camino por el que descendemos busca alcanzar una amplia pista que cruza perpendicularmente, por la que continuaremos hacia la derecha |
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La pìsta alcanzada da acceso a la Borda de Ariñate I |
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Una talla de madera identifica la Borda de Ariñate I
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Dejamos atrás la Borda de Ariñate I para continuar descendiendo |
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Por debajo de la Borda de Ariñate I nuestro camino se bifurca. Deberemos continuar descendiendo por el camino de la izquierda aunque nos desviamos momentáneamente por la derecha en dirección a una cercana fuente |
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De inmediato alcanzamos la Fuente de Ariñate |
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En la Fuente de Ariñate aprovechamos para " recuperar fuerzas " |
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Abandonamos la Fuente de Ariñate para retomar nuestro camino |
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El camino tomado atraviesa una herbosa y empinada ladera mientras busca acceder al Barranco de Arritzaga |
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El camino inicia un paulatino descenso en dirección al Barranco de Arritzaga |
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Descendemos hacia Arritzaga Erreka, riachuelo que discurre por el fondo del barranco del mismo nombre y a cuya orilla aparecen algunos de los restos de las antiguas explotaciones mineras enclavadas en la zona |
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Restos de las antiguas explotaciones mineras de Burutzuzin, enclavadas en el Barranco de Arritzaga |
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Chabola en la explotación minera de Burutzuzin, enclavada en el Barranco de Arritzaga
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Continuamos perdiendo altura por el amplio y notorio camino, el cual busca atravesar Arritzaga Erreka |
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Enclavada a orillas de Arritzaga Erreka dejaremos rápidamente atrás la antigua explotación minera de Burutzuzin |
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Nuestro camino atraviesa Arritzaga Erreka, riachuelo sobre el que destaca un puente de madera, muy útil en caso de que mucho caudal |
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Puente sobre Arritzaga Erreka |
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Baliza enclavada a la orilla de nuestro camino, desde la que echamos una mirada atrás hacia la antigua explotación minera de Burutzuzin |
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Detalle de la baliza enclavada a la orilla de nuestro camino
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Situados en la margen derecha de Arritzaga Erreka nuestro camino se bifurca de inmediato, punto en el que obviaremos el que nace por la izquierda mientras continuamos de frente ( dcha ) |
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El amplio y herboso camino remonta en cómodo ascenso junto a la margen derecha de Arritzaga Erreka |
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La Borda Astarte queda a nuestro paso junto al camino |
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Nos encaminamos hacia otro puente, el que nos va a permitir atravesar nuevamente Arritzaga Erreka |
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Atravesamos el puente que salva de nuevo Arritzaga Erreka |
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Nuestro camino atraviesa el puente que salva Arritzaga Erreka para continuar discurriendo junto a su margen izquierda |
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El camino remonta en " cómodo " ascenso mientras discurre junto a la margen izquierda de Arritzaga Erreka |
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En breve atravesamos un nuevo puente, Egurrezkoa Zubia, para continuar remontando junto a la margen derecha de Arritzaga Erreka |
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El amplio camino se dibuja notorio junto a la margen derecha de Arritzaga Erreka |
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Nuestro camino remonta por el Barranco de Arritzaga, discurriendo en todo momento junto a la margen derecha de Arritzaga Erreka |
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A estas horas del mediodía el sol " golpea " con fuerza, es por eso que aprovechamos las pocas sombras que encontramos a nuestro paso para hacer un pequeño descanso |
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Arritzaga Erreka |
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Entre los árboles bajo los que realizamos un pequeño descanso llama nuestra atención un manantial. Es Bokarteko Iturria |
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Bokarteko Iturria |
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Retomamos el camino para dejar de inmediato a nuestro paso un redil para el ganado |
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Continuamos remontando junto a la margen derecha de Arritzaga Erreka |
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Alcanzamos las Bordas de Arritzaga, lugar en el que destaca un poste indicador y junto a este un pequeño " refugio-botiquín " |
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Poste indicador y " refugio-botiquín " |
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Detalle del poste indicador enclavado junto a las Bordas de Arritzaga
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Una placa en la fachada del pequeño refugio señaliza el " botiquín " |
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A nuestro paso, junto al camino, dejaremos las Bordas de Arritzaga |
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El camino discurre junto al cercado de madera que " protege " las Bordas de Arritzaga |
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Dejamos atrás las Bordas de Arritzaga |
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Nada más dejar atrás las Bordas de Arritzaga atravesaremos el puente que nos va a permitir salvar, una vez más, el cauce de Arritzaga Erreka |
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Nada más atravesar el puente que salva el cauce de Arritzaga Erreka nuestro camino se bifurca, lugar en el que obviaremos el que sigue de frente ( dcha ) mientras tomamos el que continúa por la izquierda |
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El herboso camino tomado remonta junto a la margen izquierda de Arritzaga Erreka |
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Paulatinamente nos iremos alejando de Arritzaga Erreka, cuyo cauce va quedando por debajo de nuestro camino |
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Numerosas cabezas de ganado " sestean " a la orilla de nuestro camino |
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Nuestro camino atraviesa el cauce de una pequeña regata, en la que sacian su sed algunas de las cabezas de ganado que pastan por la zona |
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Nuestro camino se torna herboso mientras remonta en tendido ascenso, lo que hace que nuestro discurrir resulte " plácido " |
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Alcanzamos un abrevadero, sobre el que despunta Labeongo Punte ( centro ) y lugar en el que aprovecharemos para coger agua |
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Dejamos atrás el abrevadero y retomamos nuestro camino, sobre el que apenas se aprecia una fuente ( izda ). Es la Fuente de Pardeluts |
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Fuente de Pardeluts |
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Abandonamos la Fuente de Pardeluts para continuar remontando por un herboso camino, sobre el que asoma tímidamente la majada pastoril de Pardeluts ( dcha ) |
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Majada pastoril de Pardeluts |
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Nuestro camino discurre en plácido ascenso por terreno " cómodo " |
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Paulatinamente nuestro camino parece " encajonarse " entre las empinadas laderas que busca atravesar |
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El camino deja a su paso una gran roca, sobre la que llaman nuestra atención unas flores. Es Amabirjin Arria |
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Las flores delatan Amabirjin Arria, gran roca en la que se " esconde " la imagen de una Virgen |
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Detalle de la imagen de la Virgen " escondida " en Amabirjin Arria |
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Dejamos atrás Amabirjin Arria para continuar remontando por el herboso camino que amenaza con perder notoriedad |
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Nuestro camino se transforma en un pedregoso sendero, el cual continúa su tendido ascenso |
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El camino atraviesa un " paso " abierto entre rocas |
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El herboso camino busca atravesar otro cercano " paso " abierto en el roquedo |
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Nuestro camino se adentra en unas amplias y herbosas praderas, en las que amenaza con difuminarse |
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Nos adentramos en el paraje de Igaratza |
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Atravesamos Igaratza buscando encaminarnos hacia la " mesa de orientación " ( centro ), sobre la que destacan Pagota ( centro ) y Beaskin ( dcha ) |
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El herboso camino no tarda en alcanzar la " mesa de orientación " enclavada en el paraje de Igaratza |
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Detalle de la " mesa de orientación " enclavada en Igaratza |
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Detalle de la " mesa de orientación " enclavada en Igaratza
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Desde la " mesa de orientación " enclavada en Igaratza continuaremos por el herboso camino que se dirige a los Refugios de Errenaga, sobre el que destacan Pagota ( izda ) y Beaskin ( dcha ) |
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No tardaremos en abandonar definitivamente el camino que atraviesa el paraje de Igaratza para desviarnos por la izquierda hacia el enorme menhir que vemos asomar al fondo |
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Por terreno herboso y sin apenas pendiente buscaremos encaminarnos hacia el menhir de Igaratza ( centro ) |
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Alcanzamos el menhir de Igaratza |
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Una placa identifica el menhir de Igaratza
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Mi cuñado Mikel ( izda ) y mi hijo Oscar ( dcha ) junto al menhir de Igaratza |
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Dejamos atrás el menhir de Igaratza para continuar remontando en tendido ascenso por un marcado camino
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Remontamos por un amplio y herboso valle, sobre el que despunta a nuestra espalda Pardarri |
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Buscamos encaminarnos hacia Trikuarriko lepoa, collado en el que ya vemos asomar un poste indicador ( centro ) |
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Desembocamos en Trikuarriko lepoa, collado en el que destaca cercano un poste indicador y una muga |
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Poste indicador y muga en Trikuarriko lepoa, junto a los que atraviesa un amplio camino. Es Buztirategañeko bidea. Lo tomaremos para continuar de frente |
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Detalle del poste indicador enclavado en Trikuarriko lepoa |
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Discurrimos en suave ascenso por Buztirategañeko bidea, camino sobre el que destaca la herbosa " cimita " de Pagota ( centro ) |
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Nuestro camino deja a su paso el " cercado " que delimita Errenagako Putzua |
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Varios indicadores identifican Errenagako Putzua |
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Errenagako Putzua |
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Panel informativo en Errenagako Putzua |
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En Errenagako Putzua abandonaremos la pista, Buztirategañeko bidea ( izda ), para ascender por la derecha hacia la herbosa y cercana cumbre de Pagota |
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No tardaremos en alcanzar la amplia y herbosa cumbre de Pagota, desde la que damos vista a la cercana cumbre de Errenaga ( izda ) que pretendemos alcanzar |
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Descendemos por la herbosa ladera meridional de Pagota buscando encaminarnos hacia el discreto " cuello " que nos separa de la cima de Errenaga ( centro ) |
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Por el herboso collado que separa las cimas de Pagota y Errenaga atraviesa un notorio camino que, por la derecha ( centro en la foto ), desciende hacia los refugios del mismo nombre, por los que pasamos al comienzo del itinerario. Cruzamos el citado camino |
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Remontamos hacia la cima de Errenaga por su herbosa vertiente septentrional mientras, a nuestra izquierda, discurre paralelo Buztirategañeko bidea |
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En la ladera septentrional de Errenaga, camino de su ya visible cumbre, dejaremos a nuestro paso algunas de las mugas que señalizan los " límites " entre Guipuzcoa y Navarra |
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Desde las inmediaciones de la cima de Errenaga damos vista a los refugios del mismo nombre que se " esconden " en el bosquete ( centro ) por el que pasamos anteriormente
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Alcanzamos la cima de Errenaga, en la que posan mi cuñado Mikel ( izda ) y mi hijo Oscar ( dcha ) junto al pequeño buzón montañero que la señaliza. Al fondo asoman Desamendi ( izda ), Beriain ( centro en el horizonte ) y Errenaga Txiki ( dcha ) |
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Desde el buzón montañero que señaliza la cima de Errenaga iniciamos el descenso por la ladera opuesta a la utilizada a nuestra subida mientras buscamos encaminarnos hacia la " vecina " cumbre de Errenaga Txiki ( centro ) |
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Abandonamos la amplia cima de Errenaga
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Atravesamos el amplio y herboso collado que separa las cimas de Errenaga y Errenaga Txiki para iniciar el ascenso hacia esta última |
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Loma cimera de Errenaga Txiki, en la que dejamos a nuestro paso otra muga |
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Mi cuñado Mikel y mi hijo Oscar en la cima de Errenaga Txiki con Putxerri ( izda ) asomando al fondo |
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Desde la cima de Errenaga Txiki iniciaremos el descenso por la ladera opuesta a la utilizada a la subida |
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Terminamos desembocando en la amplia pista y por esta continuamos perdiendo altura |
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Alcanzamos la bifurcación por la que pasamos anteriormente, en la que destaca el poste indicador junto al que, al comienzo del itinerario, abandonamos la pista por la izquierda ( derecha en la foto ) y lugar en el que ahora la " retomaremos " para, ya por camino conocido, regresar al punto de partida |
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Discurrimos en plácido caminar por San Miguelgo bidea |
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Alcanzamos de inmediato el Paso de Mandarrate
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Atravesamos el Paso de Mandarrate |
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Dejado atrás el Paso de Mandarrate discurriremos plácidamente entre herbosas campas |
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A nuestro paso, junto al camino, dejamos de nuevo Igaratza Lezea |
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San Migelgo bidea muestra esporádicos tramos de lo que parece ser una antigua calzada |
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Discurrimos en plácido caminar |
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Perdemos altura paulatinamente mientras que en el horizonte asoma Beriain ( dcha ) |
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Alcanzamos de nuevo Pagomari, donde dejaremos a nuestro paso el amplio aparcamiento por el que ya pasamos a nuestro ascenso
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Atravesamos nuevamente el Paso de Kolosobarnea |
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San Migelgo bidea abre un enorme " pasillo " en el hayedo |
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A nuestro paso, junto al camino, queda el murete de piedra que " defiende " la sima de Beingo Leizea |
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Nuestro camino continúa abriéndose paso entre las hayas
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Discurrimos en plácido descenso |
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Terminamos alcanzando el portillo que da acceso al aparcamiento en el que ha dado comienzo este itinerario |
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Aparcamiento en las inmediaciones del lugar en el que antaño se erigía la Casa Forestal de Aralar o Guardetxe, inicio y final de este itinerario
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Buscamos la sombra para descansar y " recuperar fuerzas " |
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