jueves, 16 de diciembre de 2021

La Higa o Elomendi ( Circular desde Monreal ascendiendo por " las cadenas " )

Enclavada ligeramente al SE. de la capital navarra y prácticamente en el centro del territorio Foral se eleva la piramidal silueta de La Higa ( 1287 m ), conocida también como La Higa de Monreal o Elomendi, montaña de inconfundible perfil que es visible desde casi todas las cumbres de la comunidad.

Coronada por un conjunto de instalaciones que alberga varios edificios y antenas, un estrecho y sinuoso carretil asfaltado que nace en la localidad de Monreal ( 545 m ) les da acceso, “ afeando “ sobremanera la vertiente septentrional de la montaña. 

Este cómodo acceso hace de La Higa ( 1287 m ) una cumbre habitualmente “ repudiada “ por los aficionados a la montaña de la Comunidad Foral aunque la cercanía a su capital, Pamplona ( 450 m ), convierte a esta montaña en un objetivo “ clásico “ entre los montañeros pamploneses y de la Cuenca de Pamplona en general.

Cabe mencionar que antes de que la cumbre de La Higa ( 1287 m ) fuera “ usurpada “ en el año 1977, en ella se “ levantaba “ la ermita erigida en honor a Santa Bárbara, pequeño edificio que fue trasladado pocos metros más abajo, su ubicación actual. La romería tiene lugar el 1 de Mayo y a hasta esta ascienden los vecinos de Monreal ( 545 m ), así como los de las localidades colindantes.

Son numerosos y variados los accesos empleados habitualmente por los que buscan alcanzar su cumbre, destacando sobremanera cualquiera de las localidades asentadas bajo sus faldas. Entre estas, sobra decir que Monreal ( 545 m ) es la población más utilizada como punto de partida tanto por montañeros como por “ ciclistas “, los primeros utilizando las diferentes sendas que buscan alcanzar su cumbre evitando el asfalto mientras que los segundos emplean este sinuoso y acusado “ recurso “ para coronarla.

Enclavada en el extremo septentrional de la Sierra de Alaiz, y siendo la cumbre más elevada de la misma, son innumerables los senderos que, “ camuflados “ entre el bojedal que tapiza sus laderas, buscan alcanzarla.

Cabe reseñar que su “ escabrosa “ vertiente meridional, en la que destacan esporádicos resaltes rocosos, cuenta con una sencilla “ vía “ que, en sus tramos más “ comprometidos, “ ha sido equipada con “ cadenas “, lo cual le da cierto “ aire alpino “ aunque no por ello deja de ser una ruta que, en condiciones “ normales ” ( piso seco ), resulta asequible para cualquier persona habituada a caminar por la montaña.

Esta siempre atrayente “ vía “ es la que, acompañado de mi hijo Oscar, voy a utilizar para la visita, una más, a La Higa ( 1287 m ). En ella partiremos desde Monreal ( 545 m ) y tomaremos el Camino de Malpica para desembocar en el abierto collado de Txapaeta ( 936 m ), cuello en el que nace la conocida como “ senda de las cadenas “. Esta ruta corona la cima de La Higa ( 1287 m ), privilegiado balcón panorámico desde el que un notorio sendero pierde altura por su ladera septentrional devolviéndonos al punto de partida. Esta es mi propuesta, espero la disfrutéis.

 

Resumen del Itinerario

 

Este itinerario comienza desde la parte baja de la localidad de Monreal ( 545 m ), lugar en el que estacionaremos nuestro vehículo en una pequeña zona de aparcamiento enclavada a orillas del río Elorz.

Comenzamos a caminar por el carretil asfaltado que atraviesa el puente que salva el cauce del mencionado río y que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa ( 1287 m ), nuestro objetivo.

Tras corto caminar por asfalto, a la altura de un edificio asentado a su orilla, lo abandonaremos por la derecha ( SW ) para tomar el notorio sendero que aparece balizado con marcas “ verdiblancas “ de Sendero Local ( SL ).

La senda inicia un paulatino ascenso mientras discurre entre campos y no tarda en volver a alcanzar el carretil asfaltado que atraviesa perpendicularmente. Continuaremos por este hacia la derecha ( NW ) hasta alcanzar el lugar en el que traza una cerrada curva hacia la izquierda ( SE ), punto en el que lo abandonaremos definitivamente para tomar la pista que nace al frente ( NW ). Es el Camino de Malpica.

Esta pista continúa un cómodo ascenso para paulatinamente ir convirtiéndose en camino, el cual, tras atravesar el cauce del Barranco de Diablozulo, nos hará desembocar en el collado Txapaeta ( 936 m ).

En este abierto cuello ( 936 m ) tomaremos el balizado sendero por el que continuaremos ganando altura por la “ cerrada “ vertiente meridional de La Higa ( 1287 m ).

La senda, muy notoria en todo momento, asciende en acusada pendiente encajonada entre un tupido bojedal mientras salvamos los tramos más rocosos y “ empinados “ ayudados por cadenas.

Sin excesivas dificultades y no sin poco esfuerzo terminamos desembocando en la cumbre de La Higa o Elomendi ( 1287 m ), señalizada por un buzón montañero enclavado junto al vallado que delimitan las instalaciones cimeras.

Antes de iniciar el descenso nos acercaremos a visitar la ermita de Santa Bárbara ( 1263 m ) para posteriormente volver a encaramarnos en lo más alto de La Higa ( 1287 m ), lugar en el que nace una marcada senda que, atravesando en varias ocasiones la carretera que le da acceso, terminará por devolvernos al punto de partida, Monreal ( 545 m ).   

 

   Datos del Itinerario

 

Desnivel: 756 m.  

Tiempo: De 3 h a 4 h

Distancia: 10´56 km aprox.

Inicio: Monreal ( Navarra )

Fecha de realización: Agosto 2021

Epoca recomendada: Todo el año  

Cimas: La Higa o Elomendi ( 1287 m )    

 

Descripción del Itinerario

 

Estacionaremos nuestro vehículo en el extremo meridional de la pequeña localidad de Monreal ( 545 m ), concretamente a orillas del cauce del río Elorz que discurre bañando la parte baja de esta población. En las inmediaciones de esta zona de aparcamiento llama nuestra atención el puente medieval que salva el citado río.

Comenzaremos a caminar por el carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones que “ coronan “ la cima de La Higa ( 1287 m ) y que nace en la parte baja de Monreal ( 545 m ), atravesando de inmediato el puente más moderno que salva el mencionado río Elorz para discurrir entre extensos campos de cultivo.

Nada más iniciar la marcha dejaremos por la derecha ( N ) de la carreterita un panel informativo y un poste indicador que señalizan el camino hacia el cercano puente medieval, cuya visita dejamos para el regreso.

Continuaremos por asfalto en plácido caminar y no tardaremos en alcanzar la bifurcación en la que haremos caso omiso del sendero que nace por nuestra izquierda ( S ), es el Camino de Illarkoa. Un poste indicador lo señaliza.

Seguimos al frente ( SW ) caminando por la estrecha carreterita, vial que da alcance de inmediato a un edificio enclavado a la derecha ( W ) de la misma, junto al que abandonaremos el asfalto para tomar la notoria senda que, balizada con las marcas “ verdiblancas “ de Sendero Local ( SL ), nace también por la derecha ( SW ).

El sendero discurre en su primer tramo junto al alto muro de piedra que delimita los terrenos afines al edificio junto al que hemos abandonado el asfalto para posteriormente atravesar entre extensos campos de labor.

No tardaremos en desembocar nuevamente en el carretil asfaltado que asciende hacia las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa ( 1287 m ), el cual deberíamos atravesar aunque esta opción la dejamos para el regreso. Continuaremos caminando por la carreterita hacia la derecha ( NW ) en cómodo ascenso mientras dejamos a nuestro paso la entrada a diferentes fincas.

Tras corto discurrir por asfalto alcanzaremos en breve el punto en el que la sinuosa carretera traza una cerrada curva hacia la izquierda ( W ), lugar en el que la abandonaremos definitivamente para tomar la amplia pista que nace al frente ( NW ). Es el Camino de Malpica.

Continuaremos en plácido ascenso para, de inmediato, dejar a nuestro paso un primer cruce en el que obviaremos el camino que nace por nuestra izquierda ( S ). Seguimos de frente ( NW ).

Poco más adelante volveremos a alcanzar una segunda bifurcación, en la que nuevamente haremos caso omiso del camino que nace también por la izquierda ( S ).

Continuamos en todo momento por el Camino de Malpica y será apenas unos metros más adelante de haber dejado atrás esa segunda bifurcación cuando nos topamos con un pequeño poste indicador que señaliza la “ vía normal “ a La Higa ( 1287 m ), estrecha pero notoria senda que vuelve a nacer por la izquierda ( S ) y opción que también obviaremos.

El Camino de Malpica continúa ganando altura plácidamente y no tarda en dar alcance a un nuevo cruce, punto en el que esta vez no haremos caso del camino que nace por nuestra derecha ( N ).

Seguimos ascendiendo de frente ( NW ) y en breve “ tropezamos “ con una nueva bifurcación, lugar en el que volveremos a obviar el camino que, en fuerte pendiente, asciende por la izquierda ( W ) penetrando bajo la frondosidad del bosque.

La amplia pista por la que continuaremos ganando altura paulatinamente, balizada con las marcas “ verdiblancas “ de Sendero Local ( SL ), irá perdiendo notoriedad pasando a convertirse en un notorio, y en algunos tramos, pedregoso camino que terminará por adentrarnos bajo un frondoso hayedo.

Tras un agradable tramo de discurrir a la sombra de las hayas alcanzaremos un pequeño claro en el bosque, punto en el que nuestro camino se topa con una estratégica bifurcación que aparece señalizada con un poste indicador. Haciendo caso omiso del camino que continúa al frente ( W ), que busca alcanzar la Fuente Iturrotz, tomaremos por la izquierda ( SE ) el que desciende para atravesar en breve el cauce del Barranco de Diablozulo.

Nada más cruzar el citado riachuelo abandonaremos el amplio camino que continúa de frente ( S ) para tomar el que, balizado con las marcas “ verdiblancas “, asciende por la izquierda ( NE ) bajo el frondoso hayedo para terminar desembocando en otro que atraviesa perpendicularmente. Seguiremos por este hacia la izquierda ( E ) para alcanzar de inmediato el collado Txapaeta ( 936 m ).

En este pequeño y abierto cuello ( 936 m ), desde el que ya divisamos la tupida ladera meridional de La Higa ( 1287 m ) por la que tenemos que ascender, abandonamos el amplio camino para tomar por la izquierda ( NE ) la estrecha pero marcada senda que aparece señalizada con un indicador.

El notorio sendero se “ encierra “ entre los bojes para iniciar un, en principio, tendido ascenso aunque paulatinamente la pendiente se irá acentuando. Las balizas “ verdiblancas “, así como esporádicos hitos, señalizan escrupulosamente la senda a seguir.

No resulta complicado seguir el sendero ya que, lo tupido del bojedal hará que prácticamente resulte “ imposible “ abandonarlo.

La senda en algunos puntos se torna bastante pedregosa y por esta iremos ganando altura sin excesivas dificultades, salvando algún que otro esporádico tramo rocoso.

Encerrados entre los bojes, sin apenas percibirlo, nos “ plantamos “ bajo un rocoso y  empinado “ corredor “ en el que un largo tramo de cadenas nos servirá de ayuda en caso de necesidad. En condiciones “ normales “, con piso seco y en ascenso, apenas deberemos echar mano de estas.

Ni mucho menos resulta complicado superar los diferentes tramos de cadenas que, una vez salvados, terminarán por hacernos desembocar en una pequeña terraza herbosa, lugar desde el que continuaremos ascendiendo por la derecha ( NE ), “ encerrados “ nuevamente entre bojes, en dirección a la visible y ya cercana cumbre de La Higa o Elomendi ( 1287 m ). Las instalaciones que dan servicio a las antenas situadas en la pequeña cima ocupan la totalidad de esta. El sendero que nos ha hecho alcanzar la cumbre deja a su paso el buzón montañero enclavado junto al vallado que “ cierra “ las instalaciones. Bella y abierta panorámica.

Dejamos atrás el citado buzón montañero para continuar por el notorio sendero que aparece dibujado junto al mencionado vallado aunque paulatinamente se irá alejando de este. Perderemos altura en dirección a la cercana ermita, erigida en honor a Santa Bárbara, que aparece en las inmediaciones de la cumbre y que alcanzaremos de inmediato. Bella panorámica hacia el valle.

Tras un pequeño descanso y después de recuperar fuerzas tomaremos el amplio camino que, desde la ermita, nos hará alcanzar el carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones cimeras, por el que las volveremos a alcanzar de inmediato.

La carreterita muere en la cumbre junto a un pequeño panel panorámico, lugar desde el que tomaremos la marcada senda que, balizada con las marcas “ verdiblancas “, se adentra entre el boj para iniciar el descenso.

El sendero, muy marcado en el terreno y escrupulosamente balizado, pierde altura en acusada pendiente “ encerrado “ en todo momento entre un tupido bojedal. En un corto y bello tramo nuestra senda atraviesa un frondoso hayedo antes de cruzar por primera vez la carretera que desde Monreal ( 545 m ) da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa ( 1287 m ).

El notorio, y en todo momento balizado sendero, atraviesa en numerosas ocasiones el citado carretil, evitando en todo momento el tener que caminar por asfalto.

Sin dificultad reseñable la senda paulatinamente irá perdiendo inclinación para finalmente terminar desembocando en la mencionada carretera, concretamente en el punto en el que, al comienzo del itinerario, la alcanzamos por primera vez. La atravesaremos para, a partir de este lugar, continuar por el camino utilizado en el ascenso, el cual nos hará desembocar en el punto de partida, Monreal ( 545 m ), aunque antes nos desviaremos escasos metros para visitar el bello puente medieval que salva el cauce del río Elorz. 


Track del Itinerario 


Fotos del Itinerario



La piramidal silueta de  La Higa o Elomendi despunta sobre el puente que salva el río Elorz, en cuyas inmediaciones hemos estacionado nuestro vehículo

Estacionamos nuestro vehículo a las afueras de Monreal, lugar sobre el que despunta El Castillo, cerro que en su día albergó una fortificación 

Mi hijo Oscar junto al puente que salva el río Elorz, lugar en el que da comienzo este itinerario y sobre el que despunta La Higa

Comenzaremos a caminar salvando el río Elorz, curso de agua que discurre dejando a su paso la localidad de Monreal mientras que sobre esta despunta El Castillo

Nada más atravesar el puente que salva el río Elorz haremos caso omiso del camino que, por la derecha, da acceso al puente medieval que visitaremos a nuestro regreso. Un panel informativo ( dcha ) y un poste indicador, enclavados a la orilla del carretil asfaltado por el que continuaremos, llama nuestra atención

Poste indicador enclavado a la orilla del carretil asfaltado por el que caminamos

Detalle del panel informativo enclavado a la orilla del carretil asfaltado

El cerro de El Castillo despunta sobre Monreal, localidad en cuya parte alta destaca la iglesia erigida en honor a Nª Sª de la Natividad ( dcha )    

Mientras caminamos por asfalto no tardaremos en dejar a nuestro paso un poste indiacador que, por la izquierda, señaliza el Sendero de Illarkoa

Poste indicador señalizando el Camino de Illarkoa, el cual obviaremos

El carretil por el que caminamos, sobre el que despunta La Higa, deja a su paso un pequeño edificio. Nada más dejarlo atrás abandonaremos el asfalto

Metros antes de que la carreterita por la que discurrimos se bifurque la abandonaremos por la derecha tomando el camino que aparece balizado con marcas " verdiblancas ". Es el Camino de La Higa

El camino tomado, balizado con marcas " verdiblancas ", discurre en su comienzo junto a un muro de piedra 

El camino tomado se convierte de inmediato en un estrecho sendero que discurre entre campos de cultivo 

El sendero no tarda en alcanzar nuevamente la carreterita abandonada anteriormente. La senda la atraviesa aunque nosotros dejamos esta opción para el descenso ya que optamos por continuar por asfalto hacia la derecha  

Caminamos cómodamente por el estrecho carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cumbre de La Higa

La carreterita asfaltada por la que vamos ganando altura deja a su paso el acceso a diferentes fincas

No tardamos en alcanzar el punto en el que la carretera traza una cerrada curva hacia la izquierda, momento en el que la abandonamos para tomar la pista que nace al frente. Es el Camino de Malpica 

Nuestro camino, el Camino de Malpica, no tarda en alcanzar un primer cruce, lugar en el que haremos caso omiso del que nace por la izquierda mientras continuamos al frente 

El Camino de Malpica gana altura plácidamente mientras discurre en todo momento amplio y notorio 

En breve volvemos a dejar a nuestro paso una segunda bifurcación, en la que nuevamente haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda. Seguimos al frente

Un pequeño poste indicador señaliza una discreta senda que nace por nuestra izquierda, a la que también haremos caso omiso. Continuamos de frente por el Camino de Malpica

Sendero de la " via normal " a La Higa, opción que descartamos

Indicador señalizando la " via normal " a La Higa. No la tomaremos 

Mientras continuamos ganando altura por el Camino de Malpica volvemos a toparnos con un nuevo cruce. Esta vez haremos caso omiso del que nace por la derecha  

Nuestro camino da alcance a una nueva bifurcación. Obviamos el que nace por la izquierda para, en todo momento, discurrir por el " principal "

Las balizas " verdiblancas " señalizan en todo momento nuestro camino

El Camino de Malpica acentúa paulatinamente su inclinación

En algún corto tramo el Camino de Malpica aparece " abierto " bajo una gran pared de roca 

Mirada hacia el valle, en el que destaca la Balsa de Monreal ( centro ) y el Canal de Navarra

Balsa de Monreal y Canal de Navarra

Hito a la orilla del Camino de Malpica señalizando el sendero que recibimos por la derecha

Un hito ( dcha ) señaliza un " escondido " sendero que, desde nuestro camino, nace por la derecha para " encerrarse " entre los bojes. Al fondo asoma una cabra encaramada en el roquedo

Sobre las diferentes tramos de roca que despuntan entre los bojes aparecen numerosas cabras

Sobre el Camino de Malpica destaca la antena cimera de La Higa 

El camino continúa su paulatino ascenso mientras que vemos asomar los aerogeneradoes ( dcha ) del parque eólico que " ornamenta " la loma cimera de Txanburu 

Nuestro camino paulatinamente va perdiendo anchura buscando adentrarse entre la frondosidad del entorno 

Nos adentramos en un frondoso paraje para continuar nuestro cómodo ascenso

Baliza ( izda ) y paso canadiense. Lo atravesaremos

El camino termina adentrándose bajo un frondoso bosque de hayas

Alcanzamos una balizada bifurcación enclavada en un claro del bosque, lugar en el que destaca un indicador 

Indicador enclavado en la bifurcación, el cual nos " invita " a hacer caso omiso de la Senda de las Vacas ( dcha ) para tomar el camino que desciende hacia la izquierda

Detalle del indicador enclavado en la bifurcación

El camino tomado, en todo momento perfectamente balizado, gana notoriedad mientras desciende bajo las hayas

Nuestro camino atraviesa el cauce del Barranco de Diablozulo y aunque mi hijo Oscar continúa al frente, posteriormente " rectifica " para volver atrás y continuar ascendiendo por la izquierda como señalizan las balizas " verdiblancas "

Nuestro camino se ha convertido en un notorio sendero que, escrupulosamente balizado, continúa ascendiendo bajo el hayedo

El marcado sendero aparece balizado en todo momento

Paulatinamente la senda acentúa su inclinación

El sendero se bifurca. Continuamos por la derecha

Desembocamos en la Senda de las Vacas, camino que abandonamos anteriormente en la balizada bifurcación en la que descendimos hacia el Barranco de Diablozulo. Continuamos por la izquierda

Indicador enclavado en la bifurcación en la que hemos desembocado

Nuestro camino alcanza de inmediato terreno abierto, momento en el que desembocamos en el collado Txapaeta, sobre el que despunta la cima de La Higa ( izda )

En el collado Txapaeta abandonaremos el camino que lo atraviesa para tomar por la izquierda la balizada senda por la que vamos a ascender a la visible cumbre de La Higa

Hito e indicador en el collado Txapaeta que señalizan el desvío hacia la cima de La Higa

Detalle del indicador enclavado en el collado Txapaeta

La notoria senda, en todo momento balizada, se adentra entre bojes

El sendero por el que ascendemos, balizado también con numerosos hitos, atraviesa esporádicos claros 

La senda aparece en todo momento muy marcada en el terreno

La senda paulatinamente acentúa su inclinación mientras vuelve a encerrarse entre los bojes

El sendero, muy pedregoso en algunos tramos, gana altura en fortísimo ascenso

Sencillo tramo de rocas en el que puede que tengamos que ayudarnos de las manos

Las balizas " verdiblancas " señalizan el camino a seguir

El camino discurre en todo momento entre un cerrado bojedal

La senda en numerosos tramos gana notoriedad   

Corto tramo en el que la senda pierde inclinación y nos permite un " respiro " 

Tras penetrar nuevamente bajo la frondosidad del entorno nos " plantamos " bajo el primer escollo

Primer tramo de cadenas

En este primer tramo de cadenas deberemos ayudarnos de las manos 

Sin excesivas dificultades superamos este primer tramo de cadenas

Conforme ganamos altura las dificultades " decrecen " aunque seguimos contando con la ayuda de otro tramo de cadenas

La notoria senda, en la que destacan varios tramos de cadenas, gana altura " encajonada " entre los bojes

Mirada hacia abajo desde la " empinada " senda por la que venimos ganando altura

La " empinada " senda no nos da tregua

Los bojes flanquean el empinado sendero por el que no dejamos de ganar altura

Las balizas " verdiblancas " ( dcha ) señalizan en todo momento el marcado sendero

Mi hijo Oscar ( centro ) asoma tímidamente sobre el resalte rocoso que nuestro sendero evita por la izquierda

Mirada hacia el valle, sobre el que despunta Izaga ( izda ), desde la ladera meridional de La Higa. En primer término ( abajo-derecha ) asoma el palacio de Equisoain mientras que Salinas de Ibargoiti ( centro ) lo hace al fondo

Palacio de Equisoain visto desde las laderas de La Higa

Mirada hacia el frondoso bosque que se extiende bajo la ladera Sur de La Higa

Superamos sin excesivas dificultades este corto y sencillo tramo " asegurado " con cadenas

El sendero que en todo momento discurre " encerrado " entre bojes nos da una pequeña tregua

Continuamos superando diferentes contrafuertes rocosos 

La marcada senda se abre paso entre el roquedo 

Conforme ascendemos la senda aparece menos " cerrada " por el boj

La antena que " corona " la cima de La Higa ya asoma cercana

Un último tramo de cadena nos permite solventar sin excesivas dificultades otro tramo de roca bastante " empinado " 

Terminamos desembocando en una pequeña " terraza herbosa ", lugar en el que destaca un hito. Continuaremos por la derecha 

Desde la terraza herbosa en la que hemos desembocado apreciamos el nítido sendero que nos permitirá alcanzar la cercana cumbre de La Higa

No tardamos en alcanzar la " plataforma cimera " de La Higa

Mi hijo Oscar junto al buzón montañero enclavado en la cima de La Higa o Elomendi

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de La Higa

Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de La Higa

Dejamos atrás el buzón enclavado en la cima de La Higa, desde el que damos vista al parque eólico que se extiende por la loma cimera de Txanburu ( dcha )

Desde el buzón enclavado en la cumbre de La Higa tomaremos el notorio sendero que discurre junto al vallado que " cierra " el recinto cimero

La marcada senda discurre junto al vallado

El sendero paulatinamente se irá alejando del vallado buscando descender hacia la visible ermita de Santa Bárbara

El sendero desemboca en la carreterita que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa, bajo la que aparece la ermita de Santa Bárbara

Curva que traza la carreterita en la que desembocamos. Aunque posteriormente ascenderemos por esta para iniciar el descenso, ahora la obviaremos con la intención de visitar la ermita de Santa Bárbara

Desde la carretera no tenemos más que perder unos pocos metros hacia la cercana ermita, lugar desde el que disfrutamos de una bella panorámica hacia Izaga ( centro )

Izaga domina el valle, en el que destacan Monreal ( abajo ) y Salinas de Ibargoiti ( dcha )

Monreal

Salinas de Ibargoiti

Aprovechamos el " porche " de la ermita de Santa Bárbara para recuperar fuerzas 

Ermita de Santa Bárbara

Abandonamos la ermita de Santa Bárbara

Desde la ermita de Santa Bárbara tomaremos el marcado camino que le da acceso desde la carretera que da servicio a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa

Desde la ermita de Santa Bárbara no tardaremos en alcanzar el carretil que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa. Ascenderemos por esta 

La carreterita nos permite alcanzar cómodamente las instalaciones cimeras

Dejamos a nuestro paso los edificios enclavados en la cima de La Higa

Caminamos por el carretil hasta alcanzar el puinto en el que este " muere ", lugar en el que destaca un panel ( dcha )

Disfrutamos de una bella panorámica hacia la Balsa de Monreal y el Canal de Navarra

Desde el lugar en el que muere el carretil que alcanza la cima de La Higa, dando vista al parque eólico que se extiende por la loma cimera de Txanburu, tomaremos un notorio sendero por el que vamos a iniciar el descenso

Una marcada senda abandona el recinto cimero que " ornamenta " la cumbre de La Higa

La marcada senda se encajona de inmediato entre el boj. Mientras iniciamos el descenso disfrutamos de una abierta panorámica hacia la Cuenca de Pamplona

La senda, balizada en todo momento con las marcas " verdiblancas ", en algunos tramos se torna extremadamente pedregosa

La senda se " encierra " entre el bojedal

Rápidamente dejaremos atrás la cima de La Higa

Aprovecharemos nuestro discurrir por la parte alta de la ladera septentrional de La Higa para disfrutar de la panorámica hacia el valle 

La senda, muy notoria en todo momento, se adentra en el frondoso bosque

El sendero discurre bajo un frondoso bosque de hayas

La senda gana notoriedad en su discurrir bajo las hayas

El sendero alcanza la carreterita asfaltada que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa. Un hito nos " invita " a atravesarla para así evitar caminar por ella 

Cruzamos la carreterita para tomar la balizada senda que la evita 

La marcada senda evita la carretera y busca adentrarse nuevamente bajo el arbolado

El notorio sendero nuevamente se penetra bajo la frondosidad del bosque

La senda no tarda en volver a desembocar en el carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

Una vez en la carreterita continuaremos por esta en descenso hacia la derecha

Apenas caminamos unos pocos metros por asfalto ya que de inmediato tomaremos la senda que nace por la izquierda. Un hito la señaliza 

Un hito, así como las balizas " verdiblancas ", nos " invitan " a tomar la notoria senda que, por la izquierda, nace desde el carretil

La estrecha senda continúa notoria mientras busca adentrarse nuevamente en el arbolado

El sendero sale a terreno abierto para discurrir en algún tramo bajo el carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

En nuestro descenso podremos disfrutar de una bonita panorámica hacia Monreal, localidad que destaca en primer término y sobre la que despunta Izaga ( centro )

Monreal

El sendero discurre notorio en todo momento

Paulatinamente la senda irá acentuando su inclinación, permitiéndonos un rápido descenso

Con Izaga ( centro ) despuntando en todo momento ante nosotros, la senda pierde altura mientras discurre en todo momento entre bojes

El sendero nuevamente busca alcanzar la carreterita que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

Cruzamos el carretil para tomar el sendero que, balizado con un hito, nace al frente

El notorio sendero vuelve a adentrarse entre el frondoso bojedal

La senda gana notoriedad entre el frondoso bojedal

El sendero alcanza una de las cerradas curvas que traza el carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa. Evitaremos en todo momento caminar por esta

Dejando el carretil asfaltado a nuestra izquierda, evitando caminar por este, el sendero traza una cerrada curva hacia la derecha

El sendero en algunos tramos amenaza con ser " engullido " por los bojes

Volvemos a desembocar en la carreterita que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

Cruzamos el carretil para tomar el notorio sendero que nace al frente y que aparece balizado con un hito

El marcado sendero nace por la izquierda de la carreterita que evitaremos tomar en todo momento

La senda se " encierra " nuevamente entre bojes a la vez que acentúa su inclinación

Nos adentramos entre un joven pinar

Nos topamos con una balizada bifurcación, lugar en el que destacan unos hitos y en el que decidimos continuar por la derecha  

La senda discurre en todo momento muy marcada en el terreno mientras nos permite divisar el sinuoso discurrir del carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

La senda pierde inclinación conforme vamos alcanzando la parte baja de la ladera septentrional de La Higa

Monreal

Con los extensos campos de cereal que rodean la localidad de Monreal ya a la vista, el sendero discurre entre un terreno menos frondoso

La balizada senda alcanza una amplia pista que atravesaremos para continuar de frente 

Indicador enclavado en el punto en el que nuestra senda desemboca en la amplia pista que vamos a atravesar

La pista en la que hemos desembocado y que vamos a atravesar nace desde la carreterita que discurre cercana a nuestra derecha, la cual obviaremos

El sendero por el que descendemos discurre paralelo al carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

Esporádicos hitos balizan el marcado sendero

La senda discurre junto a la alambrada que cierra un campo ( izda )

Mientras discurrimos junto a la alambrada que tenemos a nuestra izquierda atravesaremos otra que nos cruza perpendicularmente 

Nuestra senda termina desembocando en una balizada bifurcación, lugar en el que destaca un indicador

Detalle del indicador enclavado en la bifurcación en la que hemos desembocado

Con Monreal asomando ya cercano nuestra senda continúa su tendido discurrir 

Alcanzamos el carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa y lo atravesamos para continuar al frente

El notorio sendero discurre ya con ligera inclinación, permitiéndonos un cómodo caminar

La senda alcanza un vallado para discurrir junto a este 

En nuestro descenso hacia Monreal ante nosotros despunta la discreta cota que despunta sobre la localidad, El Castillo 

En la cima de El Castillo todavía se aprecian las ruinas de la fortificación que antaño la " coronaba "   

Volvemos a desembocar en la carreterita que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa, lugar en el que al comienzo del itinerario nos desviamos por esta hacia la derecha ( izquierda en la foto ). En este punto cruzamos el asfalto para retomar el camino utilizado en el ascenso 

Con Monreal asomando ya cercano nuestro sendro continúa su tendido descenso

El discreto cerro de El Castillo, bajo el que queda enclavado Monreal, despunta ante nosotros 

En la parte baja de la ladera septentrional de La Higa volveremos a atravesar entre campos de cultivo

Terminamos dando alcance al carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa

Una vez en la carreterita continuaremos por esta en dirección a Monreal

Monreal asoma ya cercano

A escasos metros de alcanzar el lugar en el que estacionamos nuestro vehículo, antes de atravesar el puente que salva el río Elorz y a la altura de un poste indicador, nos deviaremos por la izquierda para visitar el puente medieval de Monreal

Desde el poste indicador divisamos cercano el puente medieval sobre el que despunta El Castillo, cerro bajo el que queda enclavada la localidad de Monreal

Puente medieval sobre el río Elorz en Monreal

Puente medieval en Monreal

Río Elorz a su paso por Monreal

Puente medieval sobre el río Elorz en Monreal, sobre el que despunta La Higa

Aparcamiento en Monreal, lugar en el que dio comienzo y por lo tanto también finaliza este itinerario 


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