Enclavada ligeramente
al SE. de la capital navarra y prácticamente en el centro del territorio Foral se
eleva la piramidal silueta de La Higa ( 1287 m ), conocida también como La Higa
de Monreal o Elomendi, montaña de inconfundible perfil que es visible desde casi
todas las cumbres de la comunidad.
Coronada por un
conjunto de instalaciones que alberga varios edificios y antenas, un estrecho y
sinuoso carretil asfaltado que nace en la localidad de Monreal ( 545 m ) les da
acceso, “ afeando “ sobremanera la vertiente septentrional de la montaña.
Este cómodo acceso hace
de La Higa ( 1287 m ) una cumbre habitualmente “ repudiada “ por los
aficionados a la montaña de la Comunidad Foral aunque la cercanía a su capital,
Pamplona ( 450 m ), convierte a esta montaña en un objetivo “ clásico “ entre los
montañeros pamploneses y de la Cuenca de Pamplona en general.
Cabe mencionar que
antes de que la cumbre de La Higa ( 1287 m ) fuera “ usurpada “ en el año 1977,
en ella se “ levantaba “ la ermita erigida en honor a Santa Bárbara, pequeño
edificio que fue trasladado pocos metros más abajo, su ubicación actual. La
romería tiene lugar el 1 de Mayo y a hasta esta ascienden los vecinos de
Monreal ( 545 m ), así como los de las localidades colindantes.
Son numerosos y
variados los accesos empleados habitualmente por los que buscan alcanzar su
cumbre, destacando sobremanera cualquiera de las localidades asentadas bajo sus
faldas. Entre estas, sobra decir que Monreal ( 545 m ) es la población más
utilizada como punto de partida tanto por montañeros como por “ ciclistas “,
los primeros utilizando las diferentes sendas que buscan alcanzar su cumbre
evitando el asfalto mientras que los segundos emplean este sinuoso y acusado “
recurso “ para coronarla.
Enclavada en el extremo
septentrional de la Sierra de Alaiz, y siendo la cumbre más elevada de la
misma, son innumerables los senderos que, “ camuflados “ entre el bojedal que
tapiza sus laderas, buscan alcanzarla.
Cabe reseñar que su “
escabrosa “ vertiente meridional, en la que destacan esporádicos resaltes
rocosos, cuenta con una sencilla “ vía “ que, en sus tramos más “
comprometidos, “ ha sido equipada con “ cadenas “, lo cual le da cierto “ aire
alpino “ aunque no por ello deja de ser una ruta que, en condiciones “ normales
” ( piso seco ), resulta asequible para cualquier persona habituada a caminar
por la montaña.
Esta siempre atrayente
“ vía “ es la que, acompañado de mi hijo Oscar, voy a utilizar para la visita,
una más, a La Higa ( 1287 m ). En ella partiremos desde Monreal ( 545 m ) y tomaremos
el Camino de Malpica para desembocar en el abierto collado de Txapaeta ( 936 m
), cuello en el que nace la conocida como “ senda de las cadenas “. Esta ruta corona
la cima de La Higa ( 1287 m ), privilegiado balcón panorámico desde el que un notorio
sendero pierde altura por su ladera septentrional devolviéndonos al punto de
partida. Esta es mi propuesta, espero la disfrutéis.
Resumen
del Itinerario
Este itinerario
comienza desde la parte baja de la localidad de Monreal ( 545 m ), lugar en el
que estacionaremos nuestro vehículo en una pequeña zona de aparcamiento
enclavada a orillas del río Elorz.
Comenzamos a caminar
por el carretil asfaltado que atraviesa el puente que salva el cauce del
mencionado río y que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cima de La
Higa ( 1287 m ), nuestro objetivo.
Tras corto caminar por
asfalto, a la altura de un edificio asentado a su orilla, lo abandonaremos por
la derecha ( SW ) para tomar el notorio sendero que aparece balizado con marcas
“ verdiblancas “ de Sendero Local ( SL ).
La senda inicia un
paulatino ascenso mientras discurre entre campos y no tarda en volver a
alcanzar el carretil asfaltado que atraviesa perpendicularmente. Continuaremos
por este hacia la derecha ( NW ) hasta alcanzar el lugar en el que traza una
cerrada curva hacia la izquierda ( SE ), punto en el que lo abandonaremos
definitivamente para tomar la pista que nace al frente ( NW ). Es el Camino de
Malpica.
Esta pista continúa un
cómodo ascenso para paulatinamente ir convirtiéndose en camino, el cual, tras
atravesar el cauce del Barranco de Diablozulo, nos hará desembocar en el
collado Txapaeta ( 936 m ).
En este abierto cuello
( 936 m ) tomaremos el balizado sendero por el que continuaremos ganando altura
por la “ cerrada “ vertiente meridional de La Higa ( 1287 m ).
La senda, muy notoria
en todo momento, asciende en acusada pendiente encajonada entre un tupido
bojedal mientras salvamos los tramos más rocosos y “ empinados “ ayudados por
cadenas.
Sin excesivas
dificultades y no sin poco esfuerzo terminamos desembocando en la cumbre de La
Higa o Elomendi ( 1287 m ), señalizada por un buzón montañero enclavado junto
al vallado que delimitan las instalaciones cimeras.
Antes de iniciar el
descenso nos acercaremos a visitar la ermita de Santa Bárbara ( 1263 m ) para posteriormente
volver a encaramarnos en lo más alto de La Higa ( 1287 m ), lugar en el que
nace una marcada senda que, atravesando en varias ocasiones la carretera que le
da acceso, terminará por devolvernos al punto de partida, Monreal ( 545 m ).
Datos
del Itinerario
Desnivel:
756 m.
Tiempo:
De 3 h a 4 h
Distancia:
10´56 km aprox.
Inicio:
Monreal ( Navarra )
Fecha de
realización:
Agosto 2021
Epoca recomendada:
Todo el año
Cimas: La Higa o
Elomendi ( 1287 m )
Descripción
del Itinerario
Estacionaremos nuestro
vehículo en el extremo meridional de la pequeña localidad de Monreal ( 545 m ),
concretamente a orillas del cauce del río Elorz que discurre bañando la parte
baja de esta población. En las inmediaciones de esta zona de aparcamiento llama
nuestra atención el puente medieval que salva el citado río.
Comenzaremos a caminar
por el carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones que “ coronan “ la
cima de La Higa ( 1287 m ) y que nace en la parte baja de Monreal ( 545 m ),
atravesando de inmediato el puente más moderno que salva el mencionado río
Elorz para discurrir entre extensos campos de cultivo.
Nada más iniciar la
marcha dejaremos por la derecha ( N ) de la carreterita un panel informativo y
un poste indicador que señalizan el camino hacia el cercano puente medieval,
cuya visita dejamos para el regreso.
Continuaremos por
asfalto en plácido caminar y no tardaremos en alcanzar la bifurcación en la que
haremos caso omiso del sendero que nace por nuestra izquierda ( S ), es el
Camino de Illarkoa. Un poste indicador lo señaliza.
Seguimos al frente ( SW
) caminando por la estrecha carreterita, vial que da alcance de inmediato a un
edificio enclavado a la derecha ( W ) de la misma, junto al que abandonaremos
el asfalto para tomar la notoria senda que, balizada con las marcas “
verdiblancas “ de Sendero Local ( SL ), nace también por la derecha ( SW ).
El sendero discurre en
su primer tramo junto al alto muro de piedra que delimita los terrenos afines
al edificio junto al que hemos abandonado el asfalto para posteriormente
atravesar entre extensos campos de labor.
No tardaremos en
desembocar nuevamente en el carretil asfaltado que asciende hacia las
instalaciones enclavadas en la cima de La Higa ( 1287 m ), el cual deberíamos
atravesar aunque esta opción la dejamos para el regreso. Continuaremos
caminando por la carreterita hacia la derecha ( NW ) en cómodo ascenso mientras
dejamos a nuestro paso la entrada a diferentes fincas.
Tras corto discurrir
por asfalto alcanzaremos en breve el punto en el que la sinuosa carretera traza
una cerrada curva hacia la izquierda ( W ), lugar en el que la abandonaremos definitivamente
para tomar la amplia pista que nace al frente ( NW ). Es el Camino de Malpica.
Continuaremos en
plácido ascenso para, de inmediato, dejar a nuestro paso un primer cruce en el
que obviaremos el camino que nace por nuestra izquierda ( S ). Seguimos de
frente ( NW ).
Poco más adelante
volveremos a alcanzar una segunda bifurcación, en la que nuevamente haremos
caso omiso del camino que nace también por la izquierda ( S ).
Continuamos en todo
momento por el Camino de Malpica y será apenas unos metros más adelante de
haber dejado atrás esa segunda bifurcación cuando nos topamos con un pequeño
poste indicador que señaliza la “ vía normal “ a La Higa ( 1287 m ), estrecha
pero notoria senda que vuelve a nacer por la izquierda ( S ) y opción que
también obviaremos.
El Camino de Malpica continúa
ganando altura plácidamente y no tarda en dar alcance a un nuevo cruce, punto
en el que esta vez no haremos caso del camino que nace por nuestra derecha ( N
).
Seguimos ascendiendo de
frente ( NW ) y en breve “ tropezamos “ con una nueva bifurcación, lugar en el
que volveremos a obviar el camino que, en fuerte pendiente, asciende por la
izquierda ( W ) penetrando bajo la frondosidad del bosque.
La amplia pista por la
que continuaremos ganando altura paulatinamente, balizada con las marcas “
verdiblancas “ de Sendero Local ( SL ), irá perdiendo notoriedad pasando a
convertirse en un notorio, y en algunos tramos, pedregoso camino que terminará
por adentrarnos bajo un frondoso hayedo.
Tras un agradable tramo
de discurrir a la sombra de las hayas alcanzaremos un pequeño claro en el
bosque, punto en el que nuestro camino se topa con una estratégica bifurcación
que aparece señalizada con un poste indicador. Haciendo caso omiso del camino
que continúa al frente ( W ), que busca alcanzar la Fuente Iturrotz, tomaremos
por la izquierda ( SE ) el que desciende para atravesar en breve el cauce del
Barranco de Diablozulo.
Nada más cruzar el
citado riachuelo abandonaremos el amplio camino que continúa de frente ( S ) para
tomar el que, balizado con las marcas “ verdiblancas “, asciende por la
izquierda ( NE ) bajo el frondoso hayedo para terminar desembocando en otro que
atraviesa perpendicularmente. Seguiremos por este hacia la izquierda ( E ) para
alcanzar de inmediato el collado Txapaeta ( 936 m ).
En este pequeño y
abierto cuello ( 936 m ), desde el que ya divisamos la tupida ladera meridional
de La Higa ( 1287 m ) por la que tenemos que ascender, abandonamos el amplio
camino para tomar por la izquierda ( NE ) la estrecha pero marcada senda que
aparece señalizada con un indicador.
El notorio sendero se “
encierra “ entre los bojes para iniciar un, en principio, tendido ascenso
aunque paulatinamente la pendiente se irá acentuando. Las balizas “
verdiblancas “, así como esporádicos hitos, señalizan escrupulosamente la senda
a seguir.
No resulta complicado
seguir el sendero ya que, lo tupido del bojedal hará que prácticamente resulte “
imposible “ abandonarlo.
La senda en algunos
puntos se torna bastante pedregosa y por esta iremos ganando altura sin
excesivas dificultades, salvando algún que otro esporádico tramo rocoso.
Encerrados entre los
bojes, sin apenas percibirlo, nos “ plantamos “ bajo un rocoso y empinado “ corredor “ en el que un largo tramo
de cadenas nos servirá de ayuda en caso de necesidad. En condiciones “ normales
“, con piso seco y en ascenso, apenas deberemos echar mano de estas.
Ni mucho menos resulta
complicado superar los diferentes tramos de cadenas que, una vez salvados, terminarán
por hacernos desembocar en una pequeña terraza herbosa, lugar desde el que
continuaremos ascendiendo por la derecha ( NE ), “ encerrados “ nuevamente
entre bojes, en dirección a la visible y ya cercana cumbre de La Higa o Elomendi
( 1287 m ). Las instalaciones que dan servicio a las antenas situadas en la
pequeña cima ocupan la totalidad de esta. El sendero que nos ha hecho alcanzar
la cumbre deja a su paso el buzón montañero enclavado junto al vallado que “
cierra “ las instalaciones. Bella y abierta panorámica.
Dejamos atrás el citado
buzón montañero para continuar por el notorio sendero que aparece dibujado
junto al mencionado vallado aunque paulatinamente se irá alejando de este. Perderemos
altura en dirección a la cercana ermita, erigida en honor a Santa Bárbara, que
aparece en las inmediaciones de la cumbre y que alcanzaremos de inmediato. Bella
panorámica hacia el valle.
Tras un pequeño
descanso y después de recuperar fuerzas tomaremos el amplio camino que, desde
la ermita, nos hará alcanzar el carretil asfaltado que da acceso a las
instalaciones cimeras, por el que las volveremos a alcanzar de inmediato.
La carreterita muere en
la cumbre junto a un pequeño panel panorámico, lugar desde el que tomaremos la marcada
senda que, balizada con las marcas “ verdiblancas “, se adentra entre el boj
para iniciar el descenso.
El sendero, muy marcado
en el terreno y escrupulosamente balizado, pierde altura en acusada pendiente “
encerrado “ en todo momento entre un tupido bojedal. En un corto y bello tramo
nuestra senda atraviesa un frondoso hayedo antes de cruzar por primera vez la
carretera que desde Monreal ( 545 m ) da acceso a las instalaciones cimeras de
La Higa ( 1287 m ).
El notorio, y en todo
momento balizado sendero, atraviesa en numerosas ocasiones el citado carretil, evitando
en todo momento el tener que caminar por asfalto.
Sin dificultad reseñable
la senda paulatinamente irá perdiendo inclinación para finalmente terminar desembocando
en la mencionada carretera, concretamente en el punto en el que, al comienzo
del itinerario, la alcanzamos por primera vez. La atravesaremos para, a partir
de este lugar, continuar por el camino utilizado en el ascenso, el cual nos
hará desembocar en el punto de partida, Monreal ( 545 m ), aunque antes nos
desviaremos escasos metros para visitar el bello puente medieval que salva el
cauce del río Elorz.
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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La piramidal silueta de La Higa o Elomendi despunta sobre el puente que salva el río Elorz, en cuyas inmediaciones hemos estacionado nuestro vehículo |
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Estacionamos nuestro vehículo a las afueras de Monreal, lugar sobre el que despunta El Castillo, cerro que en su día albergó una fortificación |
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Mi hijo Oscar junto al puente que salva el río Elorz, lugar en el que da comienzo este itinerario y sobre el que despunta La Higa
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Comenzaremos a caminar salvando el río Elorz, curso de agua que discurre dejando a su paso la localidad de Monreal mientras que sobre esta despunta El Castillo |
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Nada más atravesar el puente que salva el río Elorz haremos caso omiso del camino que, por la derecha, da acceso al puente medieval que visitaremos a nuestro regreso. Un panel informativo ( dcha ) y un poste indicador, enclavados a la orilla del carretil asfaltado por el que continuaremos, llama nuestra atención |
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Poste indicador enclavado a la orilla del carretil asfaltado por el que caminamos |
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Detalle del panel informativo enclavado a la orilla del carretil asfaltado |
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El cerro de El Castillo despunta sobre Monreal, localidad en cuya parte alta destaca la iglesia erigida en honor a Nª Sª de la Natividad ( dcha ) |
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Mientras caminamos por asfalto no tardaremos en dejar a nuestro paso un poste indiacador que, por la izquierda, señaliza el Sendero de Illarkoa |
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Poste indicador señalizando el Camino de Illarkoa, el cual obviaremos |
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El carretil por el que caminamos, sobre el que despunta La Higa, deja a su paso un pequeño edificio. Nada más dejarlo atrás abandonaremos el asfalto |
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Metros antes de que la carreterita por la que discurrimos se bifurque la abandonaremos por la derecha tomando el camino que aparece balizado con marcas " verdiblancas ". Es el Camino de La Higa |
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El camino tomado, balizado con marcas " verdiblancas ", discurre en su comienzo junto a un muro de piedra |
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El camino tomado se convierte de inmediato en un estrecho sendero que discurre entre campos de cultivo |
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El sendero no tarda en alcanzar nuevamente la carreterita abandonada anteriormente. La senda la atraviesa aunque nosotros dejamos esta opción para el descenso ya que optamos por continuar por asfalto hacia la derecha |
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Caminamos cómodamente por el estrecho carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cumbre de La Higa |
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La carreterita asfaltada por la que vamos ganando altura deja a su paso el acceso a diferentes fincas |
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No tardamos en alcanzar el punto en el que la carretera traza una cerrada curva hacia la izquierda, momento en el que la abandonamos para tomar la pista que nace al frente. Es el Camino de Malpica |
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Nuestro camino, el Camino de Malpica, no tarda en alcanzar un primer cruce, lugar en el que haremos caso omiso del que nace por la izquierda mientras continuamos al frente |
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El Camino de Malpica gana altura plácidamente mientras discurre en todo momento amplio y notorio |
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En breve volvemos a dejar a nuestro paso una segunda bifurcación, en la que nuevamente haremos caso omiso del camino que nace por la izquierda. Seguimos al frente |
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Un pequeño poste indicador señaliza una discreta senda que nace por nuestra izquierda, a la que también haremos caso omiso. Continuamos de frente por el Camino de Malpica |
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Sendero de la " via normal " a La Higa, opción que descartamos
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Indicador señalizando la " via normal " a La Higa. No la tomaremos |
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Mientras continuamos ganando altura por el Camino de Malpica volvemos a toparnos con un nuevo cruce. Esta vez haremos caso omiso del que nace por la derecha |
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Nuestro camino da alcance a una nueva bifurcación. Obviamos el que nace por la izquierda para, en todo momento, discurrir por el " principal " |
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Las balizas " verdiblancas " señalizan en todo momento nuestro camino |
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El Camino de Malpica acentúa paulatinamente su inclinación |
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En algún corto tramo el Camino de Malpica aparece " abierto " bajo una gran pared de roca |
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Mirada hacia el valle, en el que destaca la Balsa de Monreal ( centro ) y el Canal de Navarra
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Balsa de Monreal y Canal de Navarra |
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Hito a la orilla del Camino de Malpica señalizando el sendero que recibimos por la derecha |
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Un hito ( dcha ) señaliza un " escondido " sendero que, desde nuestro camino, nace por la derecha para " encerrarse " entre los bojes. Al fondo asoma una cabra encaramada en el roquedo |
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Sobre las diferentes tramos de roca que despuntan entre los bojes aparecen numerosas cabras |
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Sobre el Camino de Malpica destaca la antena cimera de La Higa |
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El camino continúa su paulatino ascenso mientras que vemos asomar los aerogeneradoes ( dcha ) del parque eólico que " ornamenta " la loma cimera de Txanburu |
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Nuestro camino paulatinamente va perdiendo anchura buscando adentrarse entre la frondosidad del entorno |
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Nos adentramos en un frondoso paraje para continuar nuestro cómodo ascenso |
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Baliza ( izda ) y paso canadiense. Lo atravesaremos |
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El camino termina adentrándose bajo un frondoso bosque de hayas |
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Alcanzamos una balizada bifurcación enclavada en un claro del bosque, lugar en el que destaca un indicador |
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Indicador enclavado en la bifurcación, el cual nos " invita " a hacer caso omiso de la Senda de las Vacas ( dcha ) para tomar el camino que desciende hacia la izquierda |
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Detalle del indicador enclavado en la bifurcación |
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El camino tomado, en todo momento perfectamente balizado, gana notoriedad mientras desciende bajo las hayas |
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Nuestro camino atraviesa el cauce del Barranco de Diablozulo y aunque mi hijo Oscar continúa al frente, posteriormente " rectifica " para volver atrás y continuar ascendiendo por la izquierda como señalizan las balizas " verdiblancas " |
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Nuestro camino se ha convertido en un notorio sendero que, escrupulosamente balizado, continúa ascendiendo bajo el hayedo |
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El marcado sendero aparece balizado en todo momento |
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Paulatinamente la senda acentúa su inclinación |
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El sendero se bifurca. Continuamos por la derecha |
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Desembocamos en la Senda de las Vacas, camino que abandonamos anteriormente en la balizada bifurcación en la que descendimos hacia el Barranco de Diablozulo. Continuamos por la izquierda |
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Indicador enclavado en la bifurcación en la que hemos desembocado |
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Nuestro camino alcanza de inmediato terreno abierto, momento en el que desembocamos en el collado Txapaeta, sobre el que despunta la cima de La Higa ( izda ) |
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En el collado Txapaeta abandonaremos el camino que lo atraviesa para tomar por la izquierda la balizada senda por la que vamos a ascender a la visible cumbre de La Higa |
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Hito e indicador en el collado Txapaeta que señalizan el desvío hacia la cima de La Higa |
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Detalle del indicador enclavado en el collado Txapaeta |
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La notoria senda, en todo momento balizada, se adentra entre bojes |
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El sendero por el que ascendemos, balizado también con numerosos hitos, atraviesa esporádicos claros |
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La senda aparece en todo momento muy marcada en el terreno |
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La senda paulatinamente acentúa su inclinación mientras vuelve a encerrarse entre los bojes |
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El sendero, muy pedregoso en algunos tramos, gana altura en fortísimo ascenso |
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Sencillo tramo de rocas en el que puede que tengamos que ayudarnos de las manos |
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Las balizas " verdiblancas " señalizan el camino a seguir |
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El camino discurre en todo momento entre un cerrado bojedal |
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La senda en numerosos tramos gana notoriedad |
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Corto tramo en el que la senda pierde inclinación y nos permite un " respiro " |
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Tras penetrar nuevamente bajo la frondosidad del entorno nos " plantamos " bajo el primer escollo |
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Primer tramo de cadenas |
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En este primer tramo de cadenas deberemos ayudarnos de las manos |
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Sin excesivas dificultades superamos este primer tramo de cadenas |
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Conforme ganamos altura las dificultades " decrecen " aunque seguimos contando con la ayuda de otro tramo de cadenas |
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La notoria senda, en la que destacan varios tramos de cadenas, gana altura " encajonada " entre los bojes |
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Mirada hacia abajo desde la " empinada " senda por la que venimos ganando altura |
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La " empinada " senda no nos da tregua |
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Los bojes flanquean el empinado sendero por el que no dejamos de ganar altura |
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Las balizas " verdiblancas " ( dcha ) señalizan en todo momento el marcado sendero
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Mi hijo Oscar ( centro ) asoma tímidamente sobre el resalte rocoso que nuestro sendero evita por la izquierda |
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Mirada hacia el valle, sobre el que despunta Izaga ( izda ), desde la ladera meridional de La Higa. En primer término ( abajo-derecha ) asoma el palacio de Equisoain mientras que Salinas de Ibargoiti ( centro ) lo hace al fondo |
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Palacio de Equisoain visto desde las laderas de La Higa
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Mirada hacia el frondoso bosque que se extiende bajo la ladera Sur de La Higa |
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Superamos sin excesivas dificultades este corto y sencillo tramo " asegurado " con cadenas |
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El sendero que en todo momento discurre " encerrado " entre bojes nos da una pequeña tregua |
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Continuamos superando diferentes contrafuertes rocosos |
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La marcada senda se abre paso entre el roquedo |
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Conforme ascendemos la senda aparece menos " cerrada " por el boj |
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La antena que " corona " la cima de La Higa ya asoma cercana |
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Un último tramo de cadena nos permite solventar sin excesivas dificultades otro tramo de roca bastante " empinado " |
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Terminamos desembocando en una pequeña " terraza herbosa ", lugar en el que destaca un hito. Continuaremos por la derecha |
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Desde la terraza herbosa en la que hemos desembocado apreciamos el nítido sendero que nos permitirá alcanzar la cercana cumbre de La Higa |
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No tardamos en alcanzar la " plataforma cimera " de La Higa |
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Mi hijo Oscar junto al buzón montañero enclavado en la cima de La Higa o Elomendi |
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Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de La Higa |
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Detalle del buzón montañero enclavado en la cima de La Higa
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Dejamos atrás el buzón enclavado en la cima de La Higa, desde el que damos vista al parque eólico que se extiende por la loma cimera de Txanburu ( dcha ) |
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Desde el buzón enclavado en la cumbre de La Higa tomaremos el notorio sendero que discurre junto al vallado que " cierra " el recinto cimero |
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La marcada senda discurre junto al vallado |
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El sendero paulatinamente se irá alejando del vallado buscando descender hacia la visible ermita de Santa Bárbara |
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El sendero desemboca en la carreterita que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa, bajo la que aparece la ermita de Santa Bárbara |
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Curva que traza la carreterita en la que desembocamos. Aunque posteriormente ascenderemos por esta para iniciar el descenso, ahora la obviaremos con la intención de visitar la ermita de Santa Bárbara |
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Desde la carretera no tenemos más que perder unos pocos metros hacia la cercana ermita, lugar desde el que disfrutamos de una bella panorámica hacia Izaga ( centro ) |
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Izaga domina el valle, en el que destacan Monreal ( abajo ) y Salinas de Ibargoiti ( dcha ) |
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Monreal |
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Salinas de Ibargoiti
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Aprovechamos el " porche " de la ermita de Santa Bárbara para recuperar fuerzas |
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Ermita de Santa Bárbara |
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Abandonamos la ermita de Santa Bárbara |
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Desde la ermita de Santa Bárbara tomaremos el marcado camino que le da acceso desde la carretera que da servicio a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa |
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Desde la ermita de Santa Bárbara no tardaremos en alcanzar el carretil que da acceso a las instalaciones enclavadas en la cima de La Higa. Ascenderemos por esta |
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La carreterita nos permite alcanzar cómodamente las instalaciones cimeras |
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Dejamos a nuestro paso los edificios enclavados en la cima de La Higa |
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Caminamos por el carretil hasta alcanzar el puinto en el que este " muere ", lugar en el que destaca un panel ( dcha ) |
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Disfrutamos de una bella panorámica hacia la Balsa de Monreal y el Canal de Navarra |
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Desde el lugar en el que muere el carretil que alcanza la cima de La Higa, dando vista al parque eólico que se extiende por la loma cimera de Txanburu, tomaremos un notorio sendero por el que vamos a iniciar el descenso |
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Una marcada senda abandona el recinto cimero que " ornamenta " la cumbre de La Higa |
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La marcada senda se encajona de inmediato entre el boj. Mientras iniciamos el descenso disfrutamos de una abierta panorámica hacia la Cuenca de Pamplona |
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La senda, balizada en todo momento con las marcas " verdiblancas ", en algunos tramos se torna extremadamente pedregosa |
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La senda se " encierra " entre el bojedal |
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Rápidamente dejaremos atrás la cima de La Higa |
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Aprovecharemos nuestro discurrir por la parte alta de la ladera septentrional de La Higa para disfrutar de la panorámica hacia el valle |
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La senda, muy notoria en todo momento, se adentra en el frondoso bosque |
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El sendero discurre bajo un frondoso bosque de hayas |
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La senda gana notoriedad en su discurrir bajo las hayas |
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El sendero alcanza la carreterita asfaltada que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa. Un hito nos " invita " a atravesarla para así evitar caminar por ella |
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Cruzamos la carreterita para tomar la balizada senda que la evita |
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La marcada senda evita la carretera y busca adentrarse nuevamente bajo el arbolado |
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El notorio sendero nuevamente se penetra bajo la frondosidad del bosque |
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La senda no tarda en volver a desembocar en el carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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Una vez en la carreterita continuaremos por esta en descenso hacia la derecha |
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Apenas caminamos unos pocos metros por asfalto ya que de inmediato tomaremos la senda que nace por la izquierda. Un hito la señaliza |
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Un hito, así como las balizas " verdiblancas ", nos " invitan " a tomar la notoria senda que, por la izquierda, nace desde el carretil |
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La estrecha senda continúa notoria mientras busca adentrarse nuevamente en el arbolado |
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El sendero sale a terreno abierto para discurrir en algún tramo bajo el carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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En nuestro descenso podremos disfrutar de una bonita panorámica hacia Monreal, localidad que destaca en primer término y sobre la que despunta Izaga ( centro ) |
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Monreal |
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El sendero discurre notorio en todo momento |
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Paulatinamente la senda irá acentuando su inclinación, permitiéndonos un rápido descenso |
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Con Izaga ( centro ) despuntando en todo momento ante nosotros, la senda pierde altura mientras discurre en todo momento entre bojes |
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El sendero nuevamente busca alcanzar la carreterita que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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Cruzamos el carretil para tomar el sendero que, balizado con un hito, nace al frente |
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El notorio sendero vuelve a adentrarse entre el frondoso bojedal |
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La senda gana notoriedad entre el frondoso bojedal |
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El sendero alcanza una de las cerradas curvas que traza el carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa. Evitaremos en todo momento caminar por esta |
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Dejando el carretil asfaltado a nuestra izquierda, evitando caminar por este, el sendero traza una cerrada curva hacia la derecha |
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El sendero en algunos tramos amenaza con ser " engullido " por los bojes |
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Volvemos a desembocar en la carreterita que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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Cruzamos el carretil para tomar el notorio sendero que nace al frente y que aparece balizado con un hito |
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El marcado sendero nace por la izquierda de la carreterita que evitaremos tomar en todo momento |
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La senda se " encierra " nuevamente entre bojes a la vez que acentúa su inclinación |
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Nos adentramos entre un joven pinar |
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Nos topamos con una balizada bifurcación, lugar en el que destacan unos hitos y en el que decidimos continuar por la derecha |
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La senda discurre en todo momento muy marcada en el terreno mientras nos permite divisar el sinuoso discurrir del carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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La senda pierde inclinación conforme vamos alcanzando la parte baja de la ladera septentrional de La Higa |
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Monreal |
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Con los extensos campos de cereal que rodean la localidad de Monreal ya a la vista, el sendero discurre entre un terreno menos frondoso |
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La balizada senda alcanza una amplia pista que atravesaremos para continuar de frente |
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Indicador enclavado en el punto en el que nuestra senda desemboca en la amplia pista que vamos a atravesar |
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La pista en la que hemos desembocado y que vamos a atravesar nace desde la carreterita que discurre cercana a nuestra derecha, la cual obviaremos |
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El sendero por el que descendemos discurre paralelo al carretil que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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Esporádicos hitos balizan el marcado sendero |
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La senda discurre junto a la alambrada que cierra un campo ( izda ) |
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Mientras discurrimos junto a la alambrada que tenemos a nuestra izquierda atravesaremos otra que nos cruza perpendicularmente |
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Nuestra senda termina desembocando en una balizada bifurcación, lugar en el que destaca un indicador |
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Detalle del indicador enclavado en la bifurcación en la que hemos desembocado |
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Con Monreal asomando ya cercano nuestra senda continúa su tendido discurrir |
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Alcanzamos el carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa y lo atravesamos para continuar al frente |
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El notorio sendero discurre ya con ligera inclinación, permitiéndonos un cómodo caminar |
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La senda alcanza un vallado para discurrir junto a este |
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En nuestro descenso hacia Monreal ante nosotros despunta la discreta cota que despunta sobre la localidad, El Castillo |
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En la cima de El Castillo todavía se aprecian las ruinas de la fortificación que antaño la " coronaba " |
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Volvemos a desembocar en la carreterita que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa, lugar en el que al comienzo del itinerario nos desviamos por esta hacia la derecha ( izquierda en la foto ). En este punto cruzamos el asfalto para retomar el camino utilizado en el ascenso |
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Con Monreal asomando ya cercano nuestro sendro continúa su tendido descenso |
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El discreto cerro de El Castillo, bajo el que queda enclavado Monreal, despunta ante nosotros |
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En la parte baja de la ladera septentrional de La Higa volveremos a atravesar entre campos de cultivo |
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Terminamos dando alcance al carretil asfaltado que da acceso a las instalaciones cimeras de La Higa |
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Una vez en la carreterita continuaremos por esta en dirección a Monreal |
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Monreal asoma ya cercano |
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A escasos metros de alcanzar el lugar en el que estacionamos nuestro vehículo, antes de atravesar el puente que salva el río Elorz y a la altura de un poste indicador, nos deviaremos por la izquierda para visitar el puente medieval de Monreal |
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Desde el poste indicador divisamos cercano el puente medieval sobre el que despunta El Castillo, cerro bajo el que queda enclavada la localidad de Monreal |
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Puente medieval sobre el río Elorz en Monreal |
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Puente medieval en Monreal |
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Río Elorz a su paso por Monreal |
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Puente medieval sobre el río Elorz en Monreal, sobre el que despunta La Higa |
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Aparcamiento en Monreal, lugar en el que dio comienzo y por lo tanto también finaliza este itinerario |
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