En el extremo
noroccidental de la provincia de Huesca, desprendida bajo la vertiente
meridional de la cordillera pirenaica y enclavada en la comarca de La
Jacetania, se eleva la Sierra de San Juan de la Peña, discreto macizo que se
alza aproximadamente en el centro de la Canal de Berdún.
La Canal de Berdún se
extiende desde Jaca hasta el Embalse de Yesa y por ella discurre el río Aragón
que interrumpe su curso al ser represado en dicho embalse. La Sierra de Leyre y
Orba limitan por el Norte la Canal de Berdún mientras que la Peña Oroel y la
Sierra de San Juan de la Peña lo hace por el Sur.
Históricamente la Canal
de Berdún ha sido una importante vía de comunicación entre los valles
pirenaicos y por ella discurre el camino de Santiago proveniente del Puerto de
Somport ( 1640 m ).
La importancia de esta
ruta natural ha dado lugar a un relevante patrimonio monumental en el que cabe
destacar dos centros religiosos, ambos panteones reales. Estos son: el
Monasterio de Leyre, panteón real de los reyes del Reino de Pamplona, anterior
al reino de Navarra y el Monasterio de San Juan de la Peña, panteón real de los
reyes de Aragón.
El monasterio de San
Juan de la Peña aparece enclavado en la sierra del mismo nombre, un discreto
macizo que se eleva al Sudoeste de la ciudad de Jaca ( 819 m ) y por el que
discurre nuestro itinerario. Las cumbres más destacadas de la Sierra de San
Juan de la Peña son Cuculo ( 1549 m ), la cima más elevada del macizo, y San
Salvador ( 1547 m ), ligeramente más baja y sin duda la más conocida y
emblemática. La ermita erigida en su cima en honor a San Salvador, le da
nombre.
Además del interés
montañero que nos ofrece esta sierra de San Juan de la Peña no debemos olvidar
el interés histórico, ya que no debemos olvidar que aquí fue construido hace
mil años el monasterio de San Juan de la Peña, una “ joya “ que no podremos
dejar de visitar.
Monasterio
de San Juan de la Peña
El monasterio de San
Juan de la Peña está situado en Santa Cruz de la Serós ( 794 m ), al suroeste
de Jaca ( 819 m ), siendo el monasterio más importante de Aragón en la alta
Edad Media. En su Panteón Real fueron enterrados un buen número de reyes de
Aragón. Forma parte del camino aragonés del Camino de Santiago. Su enclave es
extremadamente singular.
La
leyenda
La fascinante ubicación
del monasterio Viejo de San Juan de la Peña, encajonado en el gran abrigo
rocoso conocido como El Galeón, sólo podía estar arropada por la leyenda. Esta remonta su origen al hallazgo milagroso
de un joven zaragozano llamado Voto (en algunas versiones, Oto), cuando se
precipitó con su caballo al abismo mientras perseguía un ciervo. Sin poder
evitar la caída, se encomendó a San Juan Bautista y el jinete y su montura descendieron
suavemente hasta el fondo. Allí descubrió la gruta con el cadáver incorrupto de
un anacoreta, Juan de Atarés según rezaba una inscripción, quien había dedicado
un oratorio a San Juan. Impactado con el suceso, contó lo sucedido a su hermano
Félix y ambos decidieron ocupar el lugar de aquel santo en el eremitorio.
La
cripta mozárabe
El relato mítico nos
traslada a mediados del siglo VIII, a la época de la invasión musulmana, la
huida de cristianos hasta las montañas en busca de refugio y la legendaria
formación de los primeros núcleos de resistencia cristiana.
A principios del siglo
X, el conde Galindo Aznarez II de Aragón ( 893-922 ) fundó un primer monasterio
bajo la titularidad de San Julian y Santa Basilisa. Debió construirse sobre un
eremitorio anterior y es uno de los pocos ejemplos de arte mozárabe en Aragón.
Lo conservado corresponde a la cabecera de la cripta o iglesia baja, que es de
dos naves, debido a la doble titularidad, e incorpora elementos aportados por
mozárabes, los cristianos emigrados desde Al-Andalus, como es el arco de la
herradura.
El resto de esta
iglesia es de época románica, así como las pinturas murales de los ábsides (
siglo XII ), dedicadas a los santos médicos Cosme y Damián, y la impresionante
estancia de amplias arcadas que la precede, la llamada Sala del Concilio, que
fue dormitorio monacal ( siglo XI ).
Cuna
del Reino de Aragón
Hacia el año 1025, el
monarca navarro y conde de Aragón Sancho III el Mayor refundó el cenobio, que
acogió la regla benedictina y pasó a llamarse de San Juan de la Peña.
Posteriormente su hijo Ramiro I ( 1020-1064 ), el primer rey de Aragón, lo
escogió como sede del Panteón Real y, junto a él, fueron enterrados sus
sucesores Sancho Ramírez ( 1043-1094 ), quien introdujo la reforma cluniacense,
y Pedro I ( 1069-1104 ), que inauguró la iglesia superior. Esta es la época
dorada del monasterio, fuertemente vinculada a la monarquía, que declinará
conforme el centro de poder se desplace hacia Huesca y Zaragoza.
Esa primitiva
necrópolis real, de tumbas excavadas en la roca, fue alterada con la
construcción del suntuoso Panteón Real en 1770, impulsado por Carlos III (
1716-1788 ). Ambos recintos van precedidos por el Panteón de Nobles, pues
miembros de la alta aristocracia aragonesa decidieron emular a sus soberanos y
ser enterrados junto a ellos. El más tardío fue Pedro Abarca de Bolea (
1719-1798 ), X Conde de Aranda, ministro de Carlos III y uno de los grandes
ilustrados de su tiempo.
Joya
del románico
La iglesia alta es una
ancha y única nave que desemboca en una triple cabecera, adaptada al terreno y
donde la propia roca sirve de bóveda para su primer tramo. Está dedicada a San
Juan y fue consagrada en 1094 en presencia del rey Pedro I. En esta sobria
construcción románica, destaca una puerta en arco de herradura procedente de
las antiguas dependencias mozárabes, que sirve para conducirnos al claustro.
Este es el espacio más singular y hermoso de todo el monasterio. Es un
autentico balcón abierto al paisaje que utiliza el saliente rocoso para
cobijarse, aunque pudo tener cubierta de madera, al menos, en los dos lados más
exteriores, los mejor conservados. La mayor parte de sus capiteles recrean
escenas del Génesis, la vida de Jesús y la de San Juan, en una especie de
resumen cristiano de la Historia de la Humanidad. Sus expresivos personajes
salieron de la mano de un anónimo artista conocido como el maestro de San Juan
de la Peña, que debió trabajar en un momento avanzado del siglo XII. Otro
escultor aportó un toque más decorativo, pero sin desprenderse de esa visión
profética y onírica tan característica del mundo medieval, poblada de seres imaginarios.
Completan este
escenario la capilla gótica de San Victorián ( siglo XV ), que es panteón de
abades pinatenses, y la barroca de San Voto ( siglo XVII ).
El
Monasterio Alto
La pérdida de poder, el
paulatino deterioro de las dependencias y una serie de incendios determinaron
la edificación de un nuevo recinto conventual en lo alto del monte, en la
pradera de San Indalecio. Las obras empezaron en 1675 y los monjes se
trasladaron en 1682, aunque los trabajos continuaron hasta 1714. Poco más de un
siglo después, en 1835, desaparecía la vida monacal en San Juan de la Peña
seguida, de la Desamortización de Mendizábal, y el flamante edificio barroco,
levantado en ladrillo y de proporciones monumentales, era abandonado.
El
Santo Grial
Hoy en día, el viejo
monasterio de San Juan de la Peña ya no es el importante centro religioso que
acunó al primitivo Reino de Aragón y que sus monarcas ampararon. Pero sigue
siendo un referente cultural, al que se acerca el visitante para sentir la magia
que todavía transmite esta mezcla de arte y naturaleza. Tal vez por ello, no
sea tan extraordinario que albergase el cáliz supuestamente utilizado por
Jesucristo en la Última Cena, conocido como el Santo Grial. La tradición cuenta
que San Lorenzo lo trajo a Huesca desde Roma, como regalo del Papa Sixto II, y
llegó al monasterio hacia el 713, para protegerlo de los ejércitos musulmanes.
Aquí fue custodiado y venerado hasta su traslado a Zaragoza en el siglo XIV,
para recalar en la catedral de Valencia en el siglo XV, donde se conserva. Así
volvemos al principio, esta fascinante ubicación sólo podía estar arropada por
la leyenda, el resto es historia.
El entorno de San Juan
de la Peña fue declarado Sitio Nacional en 1920. Mucho más tarde, en 1998, fue
reclasificado como Monumento Nacional y declarado también Parque Cultural.
Todas estas figuras de protección aunaban por fin los valores naturales y
patrimoniales de estos parajes emblemáticos, ya que el monasterio era Monumento
Nacional desde 1889.
La extensión del
Monumento Natural es de 264 hectáreas, pertenecientes a los términos
municipales de Santa Cruz de la Serós y Jaca, que suman así sus respectivos
legados monumentales. Todo ello en el marco de la Sierra de San Juan de la Peña
con sus riscos de conglomerado rojizo, donde anidan los buitres, alimoches,
águilas y otras rapaces, y sus abundantes masas forestales de pino silvestre,
robles, quejigos, encinas, hayas y abetos que sirven de refugio a una numerosa
y diversificada fauna.
* Fuente: Gobierno de
Aragón
Varios son los puntos
de partida utilizados habitualmente en los itinerarios que buscan las cimas de
Cuculo ( 1549 m ) y San Salvador ( 1547 m ), principales cumbres de la Sierra
de San Juan de la Peña.
Para los menos
andarines, sin lugar a dudas, el punto de partida más recomendable es el
Monasterio Nuevo ( 1212 m ), lugar que debido a su altitud hará que el desnivel
a salvar, y por lo tanto el esfuerzo a realizar, sea bastante asequible.
Pero si hay un
itinerario “ clásico “ que busca las cumbres más emblemáticas de la sierra de
San Juan de la Peña, este es el que parte desde la localidad de Santa Cruz de
la Serós ( 794 m ), población asentada bajo la vertiente septentrional de la
sierra en el Valle de la Canal de Berdún.
Santa
Cruz de la Serós
El
caserío, urbanismo y arquitectura popular
La villa se denominó
Santa Cruz hasta comienzos del siglo XX, si bien aparece con el apelativo de
las “ Sorores “, “ Sorors “ o “ de las monjas “ en algún documento medieval, de
donde procede el actual nombre “ de la Serós “.
La mayoría de las casas
son un buen ejemplo de la arquitectura popular de estas tierras altoaragonesas.
Junto a sus inquilinos, constituyen la unidad económico-familiar básica de la
vida en la montaña. Están construidas con piedras más o menos trabajadas y casi
todas aparecen con tejados de lajas a doble vertiente. Las aberturas son
escasas y, entre ellas, hay que destacar las galerías o andadores de madera,
situadas en las solanas, y las “ locanas “ o “ lucanas “, que son vanos abuhardillados
para iluminar las falsas.
El elemento más
significativo es la chimenea tronco-cónica o cilíndrica, realzada con la ligera
y porosa piedra tosca o toba del lugar y rematada con el popular espantabrujas
sobre un tejadillo de losas. Es una pieza de piedra, figurada o no, o de
cerámica, tal vez como recuerdo al recipiente utilizado para purificar o
bendecir la casa con agua. Se ha interpretado como un amuleto protector.
La
ermita de San Caprasio, los maestros lombardos
Esta ermita, que fue la
primitiva iglesia parroquial, es uno de los ejemplos más puros del románico
lombardo existente en Aragón. Tras las razzias de los caudillos andalusíes
Almanzor ( 999 ) y su hijo Abd al-Malik ( 1006 ), se vivió un impulso
reconstructor en los territorios cristianos afectados, entre los que se
encontraban el condado pirenaico de Aragón, por aquel entonces incorporado al
reino de Navarra. Buena parte de la euforia constructora del primer cuarto del
siglo XI recayó en maestros de obra oriundos de Lombardia, en el Norte de
Italia, que traían consigo unas técnicas arquitectónicas más evolucionadas. Esta
iglesia debió construirse entre 1020 y 1030, tal vez gracias al impulso del rey
navarro Sancho III el Mayor ( 992-1035 ). Más tarde, en el siglo XII, se añadió
la torre-campanario sobre parte del primer tramo y el presbiterio.
Lenguaje
arquitectónico
El aparejo es un
sillarejo apenas trabajado, pero de gran uniformidad y cuidada colocación, que
evoca al ladrillo utilizado en las iglesias lombardas. Los muros son gruesos,
en realidad dobles y rellenos con una fuerte argamasa, y poseen pequeños vanos
en arco de medio punto con doble derrame, es decir, ensanchados desde el centro
hacia el exterior y el interior para captar y difundir mayor cantidad de luz.
También hay una ventanita cruciforme en la fachada occidental, aunque está
cegada. Los únicos elementos decorativos son de tipo arquitectónico y sirven
para crear sutiles juegos de luces y sombras. Consisten en bandas verticales
llamadas levenas que están unidas por parejas de arquillos, a su vez apoyados
en una ménsula central. La entrada se abre en la cara occidental y es
adintelada bajo un arco de medio punto, según el sistema generalizado por estas
cuadrillas de albañiles. El interior es de una nave con dos tramos que se
cubren con bóvedas de arista, que es una de las principales novedades de la
arquitectura lombarda. Para ello, además de muros más gruesos, emplean
pilastras de triple esquina de donde parten una arista de la bóveda, un arco de
descarga adosado a la pared y el arco fajón que separa los tramos. El corto
presbiterio presenta una bóveda de cañón y el ábside semi-circular, una de
cuarto de esfera.
La
iglesia de Santa María, una fuerte personalidad
La actual iglesia
parroquial es el único vestigio del cenobio femenino que debió fundar Ramiro I
de Aragón ( 1020-1064 ) en la segunda mitad del siglo XI. Así, creaba un lugar
apropiado para el recogimiento de sus hijas, doña Urraca, doña Teresa y doña
Sancha, cuyo magnífico sarcófago historiado permaneció aquí hasta su traslado
al convento de las Benitas en Jaca en 1622.
Un inusual juego de
volúmenes determina la personalidad del edificio. Está construido con sillares
de piedra y es de nave única con ábside semi-circular orientado, aunque dos
capillas laterales con absidiolos simulan una falsa planta de cruz latina.
La torre, además de
campanario, era la residencia palaciega de las princesas. De ahí su prestancia,
su acceso elevado y las numerosas ventanas geminadas de arcos de medio punto,
una de ellas con parteluz helicoidal. Una cámara levanta da sobre el primer
tramo de la nave y adosada a la torre aumenta la singularidad de esta iglesia.
En el interior,
encontramos bóvedas de medio cañón para la nave y de cuarto de esfera para el
ábside. Sin embargo, las capillas laterales reciben una cubierta de bóvedas de
crucería, es decir, a partir de dos arcos que se cruzan en el centro. Esto
resulta muy innovador y podría indicar una cronología algo posterior.
Un sistema similar se
usa para la cámara superior, con una cúpula sostenida por cuatro nervios. La
estancia es cuadrada al exterior, pero tiene los ángulos convertidos en exedras
por el interior. Su acceso más natural es a través de la torre, donde vivían
las hijas del rey. Por ello, es probable que fuese la Sala Capitular, algo que
no excluye otras funciones como la de guardar los objetos más preciados de la
comunidad.
La
escultura
El románico pleno se
caracteriza, entre otras cosas, por el abundante uso de la escultura. Motivos
geométricos, vegetales y animales o personajes ocupan ménsulas, molduras
diversas y capiteles. Estos últimos son los espacios preferidos para recrear el
simbólico imaginario medieval, escenas cotidianas y aquellas inspiradas en los
textos sagrados. Un clásico de las iglesias a lo largo del Camino de Santiago
es ese taqueado denominado ajedrezado jaqués.
Además, el exterior del
ábside recibe un tratamiento particular al ser la zona más sagrada del templo.
Columnas adosadas dividen su muro en tres partes alusivas a la Santísima
Trinidad, cada una con su vano de doble derrame, y se destaca la ventana
central, enmarcada por un par de columnistas y una arquivolta, sobre la que vuela
otra moldura semi-circular. Pero el lugar donde se desarrollan los grandes
programas iconográficos es la portada. Aquí, se suma la plasticidad de los
elementos arquitectónicos ( arquivoltas, molduras y columnas adosadas ) con el
trabajo escultórico. Todo ello arropa el tímpano semi-circular que acoge la
representación principal: el crismón.
El
Crismón
El crismón es el
monograma de Cristo que, a su vez, reúne un complejo mensaje trinitario y
apocalíptico. Está formado por la superposición de las dos primeras letras del
nombre de Cristo en griego, la “ X “ ( ji )y la “ P “ ( rho ). A estas, hay que
añadir la “ I “ ( iota ), diferenciada de la “ P “ gracias al travesaño
horizontal, y la “ S “ latina para obtener XPIS ( Xristi ). Tenemos, además,
una “ A “ ( alfa ) y una “ W “ ( omega ), para evocar al carácter eterno, de
principio y fin, que define a Cristo.
La “ P “ también alude
al Padre, la “ A “ al Hijo y la “ X “ al Espíritu Santo, las tres personas de
un único Dios, y las mismas letras forman la palabra PAX. El crismón también es
la cruz y el “ signo de Dios vivo “, que surgirá por oriente, como el sol,
portado por un ángel el día del juicio final. Lo flanquean dos leones.
Estos animales
protectores están identificados con Cristo e impiden el acceso a toda persona
impura, pues la puerta actúa de límite entre el mundo profano y el recinto
sagrado. Esta dimensión simbólica se hace explícita entre con las inscripciones
incorporadas al conjunto que, traducidas, dicen ………..
“ Soy la puerta eterna, pasad por mí, fieles.
Yo soy la puerta de la vida, deseadme más que a los vinos, quienquiera que
entre en este feliz templo de la Virgen. Corrígete primero para que puedas
invocar a Dios.
* Fuente: Gobierno de
Aragón
Los numerosos
atractivos, tanto desde el punto de vista cultural, arquitectónico, histórico o
simplemente montañero, que encontraremos por estos lares creo que son excusa
suficiente para “ perdernos “ por estos bucólicos parajes asentados en las
estribaciones pirenaicas.
Itinerario
Esta ruta es un “
clásico “ entre los numerosos itinerarios que discurren por la Sierra de San
Juan de la Peña buscando coronar sus dos cumbres más emblemáticas, Cuculo (
1549 m ) y San Salvador ( 1547 m ).
Partiremos desde la
localidad de Santa Cruz de la Serós ( 794 m ) para tomar el camino que gana
altura por el Barranco de la Carbonera, el cual discurre bajo la carreterita
A-1603 que da acceso al monasterio de San Juan de la Peña. Alcanzamos dicho
carretil para caminar unos pocos metros por este y a la altura de un aljibe
cuadrangular volver a abandonarlo por la derecha ( W ). Un marcado sendero
continúa junto al Barranco anteriormente citado para acabar desembocando en el
collado Betito o de las Eretas ( 1373 m ), punto desde el que nos desviaremos
hacia la derecha ( N ) con la intención de coronar la cercana cumbre de Cuculo
( 1549 m ), cima más elevada de la Sierra de San Juan de la Peña.
Retornaremos nuevamente
al collado Betito o de las Eretas ( 1373 m ) para continuar hacia la cima de San
Salvador ( 1547 m ), coronada por la ermita del mismo nombre, que alcanzaremos
de inmediato. Asoma cercana la discreta cumbre del Pico Atalaya ( 1533 m ), al
que llegaremos sin dificultad reseñable tras pasar por una cota intermedia (
1542 m ).
Volvemos de nuevo a la
ermita de San Salvador para continuar en dirección Este por lo alto de la loma
que discurre sobre los cortados que defienden la vertiente meridional de la
sierra. Desembocaremos en una pequeña carreterita por la que daremos alcance al
Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña ( 1212 m ), construido en el Llano de
San Indalecio, lugar desde el que nos desviaremos hacia la olvidada cima de San
Vicente ( 1294 m ), coronada por una gran antena.
Retrocedemos unos
metros para continuar por la loma, yendo a alcanzar el Balcón del Pirineo,
punto desde el que podremos disfrutar de una espectacular panorámica. Un
marcado camino alcanza la carretita que da acceso al Monasterio Nuevo ( 1212 m
), carretil que atravesaremos para continuar por el balizado sendero que nos
ofrece la posibilidad de acercarnos al Monasterio Viejo de San Juan de la Peña,
lugar de obligada visita.
Retomamos el balizado
camino que coincide en su discurrir con el Camino de Santiago y que en
paulatino descenso nos devolverá al punto de partida, Santa Cruz de la Serós (
794 m ).
Desnivel:
1460 m.
Tiempo:
De 6 h a 8 h
Distancia:
21´10 km aprox.
Inicio:
Santa Cruz de la Serós ( Huesca )
Fecha
de realización: Diciembre 2016
Epoca recomendada:
Todo el año
Cimas: Cuculo
( 1549 m ); San Salvador ( 1547 m ); Pico Atalaya ( 1533 m ); San Vicente (
1294 m )
Tomaremos como punto de
partida la localidad de Santa Cruz de la Serós ( 794 m ), población que
alcanzaremos desde las inmediaciones de Santa Cilia de Jaca ( 649 m ) tras
abandonar la carretera N-240 a la altura del punto kilométrico 294 y tomar
hacia el sur el carretil asfaltado A-1603 que le da acceso.
Estacionaremos el
vehículo a las afueras del casco urbano, en las inmediaciones de la ermita de
San Caprasio ( S. XI ), en un amplio aparcamiento habilitado para ello.
Comenzaremos a caminar
dejando a nuestro paso la citada ermita para dirigirnos hacia el caso urbano, concretamente
hacia la visible iglesia de la localidad erigida en honor a Santa María ( S. XI
). Dejaremos el templo a nuestra derecha ( W ) para salvar el riachuelo que
discurre junto a este, momento en que atravesaremos el amplio aparcamiento
privado que vemos a nuestra derecha ( S ). Desde el extremo opuesto nace un
amplio camino que de inmediato da alcance a un completo “ gimnasio al aire
libre “. Poco más adelante nace por la izquierda ( E ) un balizado sendero a
cuyo inicio destaca un poste indicador que señaliza el camino al monasterio de
San Juan de la Peña, senda que utilizaremos a nuestro descenso.
Continuamos al frente (
SW ) pero tan solamente unos metros ya que poco más adelante descenderemos por
la derecha ( SW ) para atravesar el cauce del Barranco de la Carbonera por un
pequeño y viejo puente. El camino continúa por la izquierda ( SW ) alcanzando
una calle por la que abandonaremos la localidad.
En suave ascenso, el
piso enlosado da paso a una pista de tierra por la que caminaremos plácidamente
hasta alcanzar una marcada bifurcación. Es aconsejable continuar por el camino
de la derecha en ascenso, aunque nosotros tomamos el camino de la izquierda que
más adelante morirá junto a un registro de agua, momento en que cogeremos por
la derecha un nítido sendero que amenaza con cerrarse y que finalmente
desemboca en el más notorio que abandonamos en la citada bifurcación.
Muy marcado, y balizado
con esporádicos hitos, este camino gana altura para alcanzar rápidamente la
carreterita A-1603 que accede al monasterio de San Juan de la Peña. Un hito
señaliza el punto en el que el camino desemboca en la citada carretera.
Caminaremos unos metros
por asfalto en cómodo ascenso hasta alcanzar una marcada curva en la que
llamará nuestra atención, a la derecha de la carretera, un aljibe cuadrangular.
Junto a este, nace un nítido sendero que de inmediato gana altura discurriendo
entre pinos. Damos alcance a un riachuelo que deberemos atravesar para
continuar ascendiendo en acusada pendiente. En algunos tramos el piso es
bastante pedregoso y conforme ganamos altura el pino va dejando paso al hayedo
para acabar desembocando en el Cuello Betito o collado de las Eretas ( 1373 m
). Abierto y herboso collado rodeado de pinos que limitan ligeramente la
panorámica. Un poste indicador y un mugarri destacan en el lugar.
Un amplio y herboso
camino nace por la derecha ( N ) para salir de inmediato a terreno despejado
yendo a convertirse en sendero conforme gana altura. Balizado con esporádicos
hitos y sin dificultad reseñable, alcanzaremos la primera de las cimas del
itinerario, Cuculo
( 1549 m ). Un hito de piedras señaliza la cumbre más elevada de la Sierra de
San Juan de la Peña. Herbosa cima salpicada de bastante piedra. Abierta y bella
panorámica. Un mugarri destaca, ligeramente al Norte, muy cerca del hito cimero.
Para continuar con
nuestra ruta deberemos retornar al Cuello Betito o collado de las Eretas ( 1373
m ) y para ello pasaremos por una más que discreta cota cercana que despunta
ligeramente al SW. de la cima recién visitada. Un pequeño hito de piedras la
señaliza. Continuamos descendiendo junto a la línea de mugas que “ siembran “
la herbosa loma en la que “ tropezaremos “, en algunos tramos, con bastante
piedra.
Sin dificultad
reseñable desembocamos en el Cuello Betito o collado de las Eretas ( 1373 m ),
estratégica bifurcación. Continuaremos al frente ( S ), en principio por ancho
camino, para de inmediato abandonarlo por la derecha ( SW ) comenzando un
acusado ascenso entre pinos por el estrecho sendero, balizado con esporádicos
hitos.
Saldremos a terreno
despejado para alcanzar de inmediato un amplio camino junto al que destaca un poste
indicador, señalizando la cercanía de la ermita de San Salvador, edificio
enclavado en la cima del monte del mismo nombre, lugar que alcanzaremos de
inmediato. San Salvador
( 1547 m ), despejada cumbre en la que destaca la ermita anteriormente citada,
erigida en honor del santo homónimo. Junto a ella llamará nuestra atención una
fea antena que estropea esta bella estampa y un vértice geodésico. Espectacular
panorámica.
Antes de continuar
nuestro itinerario hacia el Monasterio Nuevo ( 1212 m ) y ante la cercanía, en
el extremo occidental del discreto cordal que continúa desde la cima de San Salvador
( 1547 m ), de la cima del Pico Atalaya ( 1533 m ), decidimos visitarlo.
Para ello, no tendremos
más que perder altura hacia el collado ( 1519 m ) situado bajo la vertiente
sudoccidental de la cima de San Salvador ( 1547 m ) para desde este ascender a
una discreta cota ( 1542 m ) cuya cumbre alcanzaremos de inmediato tras corto
repecho. Un hito la señaliza.
Continuamos en la misma
dirección ( W ) para volver a efectuar un nuevo descenso hacia el siguiente
collado y ya desde aquí, sin apenas desnivel, coronar la cima del Pico Atalaya
( 1533 m ). Un hito de piedras señaliza la cumbre.
Desandamos el camino para
retornar a la cima de San Salvador ( 1547 m ) y desde aquí comenzaremos el
descenso en dirección sureste, continuando por la herbosa loma salpicada de
grandes bojes. De inmediato desembocamos en una marcada pista que asciende
desde el Monasterio Nuevo ( 1212 m ), monótona opción que evitaremos para
alcanzarlo. Junto a un poste indicador preferimos continuar por un nítido
sendero que continúa por lo alto del cordal junto a la línea de mugas, dejando
a nuestro paso diferentes paneles informativos sobre la fauna del lugar.
Conforme perdemos
altura el sendero gana en notoriedad mientras dejamos a nuestra derecha ( S )
los cortados que defienden la vertiente meridional de la sierra. Alcanzamos un
gran edificio que da servicio a una fea antena, lugar hasta el que llega la
pista anteriormente abandonada que continúa hacia el Monasterio Nuevo. La
volvemos a evitar para tomar junto a un nuevo poste indicador el sendero que
continúa en la misma dirección ( E ), en todo momento muy marcado y siguiendo
junto a la línea de mugas.
Desembocamos en un
estrecho carretil asfaltado proveniente del Monasterio Nuevo, el cual
aprovecharemos para acercarnos hacia este. Un corto caminar por asfalto y en
cuanto tenemos oportunidad lo abandonaremos por la derecha ( E ), dejando a
nuestro paso una antigua “ nevera “ y una estación experimental para el estudio
del Impacto Climático, para alcanzar el Llano de San Indalecio ( 1212 m ),
amplia pradera en la que destaca el Monasterio Nuevo o Monasterio Alto ( S.
XVII ).
Dejamos a nuestro paso
el Centro de Interpretación ubicado en sus inmediaciones para buscar la entrada
al recinto monacal, situada en su vertiente oriental. Dejamos a nuestro paso la
bella portada de entrada al edificio para continuar por la carreterita que de
inmediato abandonaremos por la izquierda ( NW ). Topamos con una bifurcación en
la que hacemos caso omiso del camino que continúa por la izquierda ( NW ), en
el que desembocaremos a nuestro descenso del Balcón del Pirineo, para tomar la
amplia pista que discurre entre pinos y que posteriormente sale a terreno despejado
y acaba alcanzando la cima de San Vicente ( 1294 m ). Despejada cumbre hasta la
que alcanza la vegetación que cubre la vertiente septentrional de la sierra. Una
gran antena la “ corona “. Limitada panorámica. No hay elemento alguno que la
señalice.
Comenzamos el descenso
por el mismo camino empleado en el ascenso hasta toparnos con una marcada curva
en la que abandonaremos la pista proveniente del Monasterio Nuevo para
continuar al frente ( W ) tomando junto a un hito, el marcado sendero que discurre
entre bojes y por el que alcanzaremos el Balcón del Pirineo. Precioso “ mirador
“ hacia la cordillera pirenaica. Una mesa panorámica y dos grandes bancos de
piedra invitan a una corta parada para disfrutar del entorno.
Hacemos caso omiso del
camino que continúa al frente ( W ) para tomar el que pierde altura
paulatinamente en dirección Sur, amplio y a cuya vera iremos dejando varios
paneles informativos sobre la vegetación del lugar.
Desembocamos en una
marcada bifurcación en la que recibimos por la izquierda ( SE ) el camino
abandonado junto a la portada del Monasterio Nuevo. Nosotros continuamos por la
derecha ( NW ) hasta volver a alcanzar un nuevo cruce en el que destaca un
poste indicador, junto al que tomaremos el camino en dirección a San Voto. Más
adelante “ tropezaremos “ con otra estratégica bifurcación en la que continuaremos
nuevamente en dirección a San Voto.
El marcado camino
desemboca en la carreterita que da acceso al Monasterio Nuevo, carretil que
atravesaremos para hacer caso omiso del que continúa al frente ( S ) y tomar
por la derecha ( W ) un marcado y herboso sendero que de inmediato se bifurca.
Abandonamos definitivamente el camino a San Voto para tomar el que por la
derecha ( NW ), coincidiendo con el trazado del Camino de Santiago, pierde
altura con piso bastante pedregoso para alcanzar nuevamente la carretita.
Volveremos a
atravesarla para continuar, entre bojes y por estrecho sendero, un acusado
descenso. Desembocamos en una marcada bifurcación en la que deberíamos
continuar por la derecha ( N ) pero un panel informativo señaliza la cercanía
del Monasterio Viejo, monumento de obligada visita. Un amplio camino alcanza de
inmediato un pequeño edificio que alberga los servicios, supongo que para los visitantes
del Monasterio Viejo. Lo dejamos atrás y pocos metros más adelante damos
alcance al espectacular “ monumento “ construido bajo una gran pared de roca. Rápida
visita por el exterior y sintiéndolo mucho, ya que la tarde es corta y el
tiempo se nos echa encima, no podemos conocer su interior, otra vez será.
Desandamos el camino
hasta la bifurcación, en la que ahora continuamos al frente ( N ), para seguir
las señales amarillas que balizan el Camino de Santiago. Alcanzamos nuevamente
otra estratégica bifurcación en la que continuaremos por la izquierda ( NE )
ayudados por el poste indicador que destaca en el lugar y que marca el camino hacia
Santa Cruz de la Serós ( 794 m ), población desde la que partimos. Balizas
rojiblancas de GR y amarillas del camino de Santiago señalizan el pedregoso
sendero por el que perdemos altura paulatinamente discurriendo entre pinos y
vegetación de monte bajo.
Volvemos a alcanzar una
nueva bifurcación en la que otro poste indicador solventa posibles dudas,
continuamos por la izquierda ( W ). En todo momento por nítido sendero, en
acusada pendiente pero sin mayor dificultad, el camino desemboca a las afueras
de Santa Cruz de la Serós ( 794 m ), concretamente junto a un poste indicador
al que hicimos caso omiso a nuestro ascenso.
Tomamos a la derecha (
NE ), por camino que ya conocemos del comienzo del itinerario, para de esta
manera entrar en Santa Cruz de la Serós ( 794 m ), punto de partida de este
itinerario y población a la que haremos corta visita.
Track del Itinerario
Fotos del Itinerario
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Con una fuerte helada llegamos a Santa Cruz de la Serós y estacionamos el vehículo a las afueras del casco urbano en el aparcamiento situado junto a la carretera A-1603 que da acceso al Monasterio de San Juan de la Peña |
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En las inmediaciones del aparcamiento asoma cercana la ermita de San Caprasio |
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Comenzamos a caminar descendiendo unos metros hasta la pequeña rotonda situada a la entrada de la localidad |
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Pozo y ermita de San Caprasio, construida entre los años 1020-1030 |
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Chimenea construida en la rotonda que da acceso a Santa Cruz de la Serós |
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Indicadores a la entrada de Santa Cruz de la Serós |
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Accedemos a la localidad |
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Plaze de Santa Cruz de la Serós al amanecer |
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Bellas y cuidadas casonas " adornan " la plaza de Santa Cruz de la Serós |
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Panel informativo |
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Iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós |
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Pasamos sobre el Barranco de la Carbonera y atravesamos este aparcamiento ............... |
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........... para tomar el camino a San Juan de la Peña como señaliza este poste indicador |
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Salimos del aparcamiento tomando este amplio camino |
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Dejamos a nuestro paso este " gimnasio " al aire libre |
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Panel informativo junto al " gimnasio " |
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Bifurcación, hacemos caso omiso del camino de la izquierda por el cual descenderemos posteriormente. Seguimos de frente |
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Bifurcación, mi compañero Joxerra sigue de frente sin tomar el cruce .................. |
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................. que por la derecha desciende hacia el puente que salva el Barranco de la Carbonera |
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Dejamos atrás el pequeño puente que salva el Barranco de la Carbonera |
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Deberemos alcanzar este caserón junto al que nace el camino por el abandonaremos la localidad |
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El camino a seguir es amplio y claro |
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Bifurcación en la que nosotros tomaremos a la izquierda pero en la que recomiendo continuar por la derecha |
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El camino que nosotros tomamos en la bifurcación muere junto a este registro de agua. Metros antes de alcanzarlo deberemos tomar el sendero que nace por la derecha y que poco a poco se va cerrando aunque sin excesivas dificultades ........... |
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................ acaba desembocando en el camino que desde la bifurcación asciende por la derecha. |
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Hito señalizando el camino a seguir. La helada es considerable |
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A la altura de este hito alcanzamos la carreterita junto a la que estacionamos el vehículo y que desde Santa Cruz de la Serós da acceso al Monasterio de San Juan de la Peña |
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Sombrío y húmedo tramo de carretera desde el que divisamos al fondo la Peña Oroel |
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Continuaremos en ascenso por la poco transitada carreterita |
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La Peña Oroel |
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En nuestro caminar por asfalto dejamos a nuestro paso el área de descanso del Cubilar de Bartolo |
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La carrtera discurre encajonada y en zona sombría mientras en las cumbres " pega " el sol |
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Divisamos los farallones rocosos de la Sierra de San Juan de la Peña |
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En una cerrada curva que traza la carreterita a la izquierda y junto a este aljibe cuadrangular, abandonaremos el asfalto por la derecha ............ |
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............ tomando este marcado sendero |
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Un grupo de excursionistas toma este lugar, junto al aljibe, como punto de partida para su ruta |
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De inmediato ganamos altura dejando por debajo el aljibe cuadrangular |
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El nítido sendero discuure bien marcado por el bosque de pinos |
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Damos alcance a un arroyo, el Barranco de la Carbonera, junto al que parece difuminarse el sendero |
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Tras atravesarlo vemos que continúa al frente |
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Conforme el sendero gana altura, los pinos van dejando paso a las hayas |
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El camino gana en notoriedad ................... |
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..................... y en algunos tramos su piso es bastante pedregoso |
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La Peña Oroel ( dcha ) destaca en primer término mientras que el macizo pirenaico asoma nevado al fondo |
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El macizo de Monte Perdido asoma al fondo |
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Acusado y pedregoso tramo de sendero |
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Encajonado Barranco de la Carbonera por el que venimos ascendiendo |
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Entre pino y boj el marcado sendero gana altura paulatinamente |
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Conforme ganamos altura la panorámica se abre. La Peña Oroel destaca en el horizonte |
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Atravesando el hayedo por marcado tramo de camino |
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Salimos a terreno despejado .................. |
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............. a la altura del Cuello Betito o Collado de las Eretas, .................. |
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....................... confluencia de caminos y paraje en el que destaca un mugarri y un poste indicador |
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Tomaremos un amplio y, en principio, herboso camino que continúa por la derecha ......................... |
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.................. saliendo a terreno despejado y ganando altura paulatinamente |
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El camino se transforma en sendero y ........... |
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................. tornándose bastante pedregoso continúa en ascenso. Peña Oroel ( dcha ) asoma cercana |
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Esporádicos hitos señalizan el sendero a seguir |
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Peña Oroel |
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Balizado con hitos el sendero comienza a ganar altura en acusada pendiente |
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Mirada atrás en la que divisamos cercanas las cimas de San Salvador y del Pico Atalaya, cumbres que visitaremos más tarde |
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Mugarri en la loma hacia la cumbre de Cuculo que vemos asomar al fondo. El Midi d´Ossau ( dcha ) destaca en el horizonte |
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Mirada hacia el macizo pirenaico ( izda ) que destaca sobre Jaca ( centro ) mientras que la Peña Oroel ( dcha ) la vemos cercana |
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Bancos de niebla en el fondo del valle con la Sierra de Leyre ( dcha ) y La Higa de Monreal asomando al fondo |
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Orhy, con poquita nieve, asoma lejano |
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Hito en la cima de Cuculo con el macizo pirenaico en el horizonte. Divisamos desde Agüerri ( izda ) hasta Peña Retona ( dcha ) |
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Mirada hacia el valle donde todavía aparecen bancos de niebla con La Higa, la Sierra de Leyre, Orba y la Virgen de la Peña en el horizonte |
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Santa Cilia de Jaca asoma en primer término con Ezkaurre ( izda ), Sierra de Alano, Agüerri y Bisaurin ( dcha ) asomando al fondo |
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Cima de Cuculo con el Valle de la Canal de Berdún, en primer término y el macizo pirenaico al fondo |
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En la cima de Cuculo con Peña Oroel ( dcha ) asomando cercana y el macizo pirenaico en el horizonte |
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Al fondo asoma la Sierra de Guara y bajo esta persisten los bancos de niebla |
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Parece que los bancos de niebla que aparecen cercanos, bajo la cima de Cuculo, amenzan con " difuminarse " |
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Jaca destaca en el fondo del valle bajo la Sierra de Tendeñera y el macizo de Monte Perdido |
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Macizo de Monte Perdido |
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Toca continuar, así que retrocedemos por el camino utilizado en el ascenso pero antes nos asomaremos a la cercana cota ( dcha ) que asoma en primer término |
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Inconfundible silueta del Midi d´Ossau |
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Mugarri en la loma hacia la rocosa cota que vemos asomar al fondo |
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Dejamos atrás el mugarri y la cercana cima de Cuculo ................. |
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............. para " encaramarnos " en lo más alto de la citada cota rocosa. Un hito destaca en esta |
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Comenzamos a descender por la herbosa loma con la mirada puesta en nuestros próximos objetivos: San Salvador y el Pico Atalaya. El grupo de montañeros que partía desde el aljibe asciende hacia nosotros |
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Mugarri e hito desde el que divisamos La Higa, la Sierra de Leyre, Orba y la Virgen de la Peña |
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Desde la loma por la que descendemos hacia el collado Betito miramos atrás hacia la cumbre de Cuculo, recién visitada |
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San Salvador ( centro ) y el Pico Atalaya ( dcha ), hacia allí vamos |
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Otro de los mugarris que aparecen en la loma por la que descendemos hacia el collado Betito |
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Detalle de uno de los mugarris |
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Poste indicador en el collado Betito |
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Cercana se encuentra la Fuente de los Cosmos |
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Dejamos atrás el collado de Betito ............. |
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................ para tomar el marcado camino que busca la cima de San Salvador |
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Rápidamente dejaremos bajo nosotros el collado de Betito |
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Asoma Cuculo, cima que acabamos de visitar |
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Hito señalizando el sendero en el que persiste la helada |
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Ganamos altura en fuerte pendiente entre bojes |
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Alcanzamos este poste indicador que señaliza el amplio camino hacia la ya cercana, ermita de San Salvador |
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Cuculo con el macizo pirenaico como " telón de fondo " |
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Detalle del poste indicador |
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Por terreno despejado y entre grandes bojes ................... |
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................ alcanzamos la loma cimera desde la que divisamos la ermita de San Salvador y el vértice geodésico que señaliza la cumbre |
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Ermita de San Salvador |
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Otra mirada hacia Cuculo, cima tras la que destaca el macizo pirenaico |
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Interior de la ermita de San Salvador |
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Inscripción en el interior de la ermita |
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Pequeño retablo en el interior de la ermita |
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Inscripción bajo el retablo |
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Imagino que será San Salvador |
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Bancos de niebla bajo la vertiente oriental |
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Vértice geodésico en la cima de San Salvador tras el que asoma una cota intermedia y la cima del Pico Atalaya ( dcha ) |
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Bajo la vertiente sudoriental persisten también los bancos de niebla |
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Ermita de San Salvador |
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Los bancos de niebla de la vertiente sudoriental parecen más " espesos " |
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Vértice geodésico y ermita en la cima de San Salvador |
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Dejamos atrás la cima de San Salvador descendiendo por su ladera sudoccidental |
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Mugarri en el colladito abierto bajo la cota SW. |
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San Salvador, en primer término, y Cuculo ( izda ) visto desde la cota SW. con el macizo pirenaico de fondo |
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Mi compañero Joxerra junto al hito ubicado en la cima de la cota SW. de San Salvador. Asoma la cercana cima de San Salvador ( dcha ), Cuculo ( izda ) y el macizo pirenaico de fondo |
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Ermita y vértice geodésico en la cima de San Salvador con Peña Retona ( izda ) y Peña Telera ( dcha ) asomando al fondo |
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Desde el hito cimero de la cota SW. de San Salvador vemos asomar cercana la cima del Pico Atalaya. Hacia esta vamos |
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Hito cimero del Pico Atalaya con la cota SW., en primer término, y San Salvador ( izda ) asomando al fondo |
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Grueso manto de niebla |
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Hito cimero del Pico Atalaya con San Salvador ( dcha ) y Cuculo ( izda ) asomando al fondo |
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Tras retornar a la ermita de San Salvador, la dejaremos atrás para perder altura por la herbosa vertiente oriental ............. |
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................ continuando por la agradable loma |
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Alcanzamos una amplia y marcada pista de tierra que abandonaremos de inmediato por la derecha, tomando el nítido y balizado sendero ............... |
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............... que, haciendo caso omiso de la pista que busca el Monasterio Nuevo, se encamina hacia este por camino |
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Panel informativo junto al camino desde el que damos vista a San Salvador y la cota SW., cumbres que acabamos de visitar |
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Caminamos entre pinos dando vista a la Peña Oroel ( izda ) que asoma sobre estos |
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Cuculo también asoma entre los pinos |
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Marcado sendero en la loma |
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El sol por fin tiene un " poquito " de fuerza, momento que aprovechamos para recuperar fuerzas. Al fondo asoma San Salvador ( centro ) y la cota SW. ( izda ) |
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Nevadas cumbres pirenaicas asoman entre los pinos |
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Ovejas algo " desorientadas " |
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El camino discurre bien marcado en el terreno, perdiendo altura hacia la " fea " antena que vemos asomar en primer término. Destaca cercana la Peña Oroel |
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Panel informativo en las inmediaciones de la antena |
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Detalle de uno de los numerosos paneles informativos que encontraremos junto al camino y en los que se nos muestra la variada fauna que hay en la zona |
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Desembocamos junto a esta gran antena |
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Panel informativo en las inmediaciones de la antena. Damos vista al Monasterio Nuevo, enclavado bajo la antena que destaca en la cima de San Vicente, y la Peña Oroel |
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Hacemos caso omiso de la pista que le da acceso |
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Detalle del poste indicador. Continuamos hacia el Monasterio nuevo por sendero |
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Un marcado sendero, balizado con hitos, desciende hacia el Monasterio Nuevo, enclavado bajo la antena que destaca en la cima de San Vicente ( izda ), y la Peña Oroel |
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Mugarri en la loma por la que vamos perdiendo altura desde la visible antena |
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La loma por la que descendemos acaba desembocando en una estrecha carreterita ............... |
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................... en la que todavia perdura la helada y sobre la que asoma la cima de la Peña Oroel |
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El carretil asfaltado discurre entre pinos |
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En cuanto podamos abandonaremos la carreterita por la derecha |
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Restos de una antigua " nevera " que encontraremos en las inmediaciones del Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña |
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Panel informativo situado junto a la " nevera " |
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El matorral cubre parte de la antigua " nevera " |
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Panel informativo sobre la fauna de la zona |
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Dejamos atrás el pinar para salir a terreno despejado |
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Estación experimental para el estudio del Impacto Climático |
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Panel informativo sobre la estación experimental para el estudio del Impacto Climático |
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Dejamos atrás la estación experimental |
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Asoma cercano el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña construido en el Llano de San Indalecio |
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Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña ( S. XVII ), hacia este nos dirigimos |
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Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña |
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Dejamos atrás el Centro de Interpretación |
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Buscamos la fachada del Monasterio Nuevo |
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Detalle de la entrada al Monasterio Nuevo |
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Patio y parte inferior de la fachada del Monasterio Nuevo |
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Dejamos atrás el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña ................... |
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................. para continuar por la carreterita asfaltada que de inmediato abandonaremos ................ |
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...................... tomando esta amplia pista que nace por la izquierda |
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Haremos caso omiso del marcado camino que nace por la izquierda para continuar por la amplia pista |
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En paulatino y cómodo ascenso ganaremos altura a la sombra del frondoso bosque de pinos |
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Salimos a terreno despejado, con Cuculo asomando al fondo, para continuar por la amplia pista. Dejamos a nuestro paso este hito que señaliza el marcado sendero que tomaremos a nuestro regreso |
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Asoma cercana la gran antena que corona la cima de San Vicente. La pista se bifurca, momento en el que tomaremos la que asciende por la izquierda para posteriormente regresar por la de la derecha |
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Cuculo ( izda ), cumbre ya visitada, asoma cercano |
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Las nevadas cumbres pirenaicas destacan sobre el valle de la Canal de Berdún |
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Antena, bordearemos el recinto por la izquierda aunque el terreno está algo sucio. Es mejor hacerlo por la derecha |
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Antena en la cima de San Vicente |
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Cima de San Vicente |
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Peña Oroel vista desde la cima de San Vicente |
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Cima de San Vicente con vista a la antena que la corona |
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Dejamos atrás la antena que destaca en la cumbre de San Vicente ............... |
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................. para regresar por la amplia pista que le da acceso |
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En primer término asoma Santa Cruz de la Serós con el macizo pirenaico destacando al fondo |
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Santa Cruz de la Serós |
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Alcanzado el hito citado anteriormente y con Cuculo asomando al fondo, abandonaremos la pista para tomar el marcado camino que continúa por lo alto de la loma |
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Alcanzamos el Balcón de los Pirineos, ................... |
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............................ lugar desde el que disfrutaremos de una espectacular panorámica hacia dicho macizo |
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Balcón de los Pirineos |
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Mesa panorámica en el Balcón de los Pirineos y panorámica hacia la cordillera |
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Mesa panorámica en el Balcón de los Pirineos |
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Detalle de la mesa panorámica situada en el Balcón de los Pirineos |
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Balcón de los Pirineos |
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Macizo de Monte Perdido visto desde el Balcón de los Pirineos |
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Desde el Balcón de los Pirineos tomaremos el amplio camino que nace en dirección Sur penetrando en el frondoso bosque |
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Panel informativo |
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Amplio y marcado camino que discurre por el bosque |
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Panel informativo |
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Cómodo descenso por el camino que accede al Balcón de los Pirineos |
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Marcada bifurcación en la que recibiremos por la izquierda el camino proveniente del Monasterio Nuevo, al que hicimos caso omiso para continuar hacia la cumbre de San Vicente. Continuamos por la derecha |
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Bifurcación, descendemos del Balcón del Pirineo por el camino de la derecha para torcer junto a esta piedra y continuar por el de la izquierda |
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Piedra en la marcada bifurcación por la que descendemos del Balcón del Pirineo y junto a la cual tomaremos a la derecha |
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¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Diossssssss, se me ha movido el poste indicador !!!!!!!!!!!!!!!!! Bifurcación, continuamos por la izquierda |
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Amplio camino por el que continuamos cómodamente |
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Estratégica bifurcación en la que destaca este poste indicador. Continuamos por el camino de la izquierda dirección a San Voto |
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Detalle del poste indicador |
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El camino a seguir, en todo momento, es claro |
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Damos alcance a la carretera que da acceso al Monasterio Nuevo |
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Junto a la carretera destaca esta gran piedra en la que aparece esculpida la dirección a seguir para alcanzar el Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Cruzamos la carretera. Se aprecia por la derecha el herboso camino por el que hemos alcanzado el carretil asfaltado |
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Continuaremos al frente pero no por este amplio y marcado camino |
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Este poste indicador señaliza el camino a seguir ............... |
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................. que continúa tras esta otra curiosa piedra |
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Inscripción en la piedra |
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Escudo e inscripción en la piedra |
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El camino a seguir comienza amplio y claro .............. |
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...................... pero de inmediato se bifurca a la altura de este poste indicador. Hacemos caso omiso del camino de la izquierda que continúa hacia San Voto para tomar por la derecha ................... |
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..................... siguiendo la indicación |
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Tomamos el camino que une el Monasterio Nuevo con el Monasterio Antiguo ............... |
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.................. y que coincide con el Camino de Santiago |
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Estrecho camino encajonado entre bojes. La helada aguanta en los rincones más sombríos |
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Tramo escalonado y pedregoso que vuelve a alcanzar la carreterita que da acceso al Monasterio Nuevo |
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Cruzaremos la carretera por el " Paso de cebra " |
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El camino continúa al frente |
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Panel informativo sobre la fauna que podremos encontrar en estos parajes |
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Estrecho sendero por el que continuaremos perdiendo altura hacia el Monasterio Antiguo |
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Desembocamos en este más amplio camino que discurre perpendicularmente |
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Panel indicador |
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Camino que deberemos tomar si queremos alcanzar el Monasterio Antiguo |
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De inmediato damos alcance a este pequeño edificio tras el que asoma el Monasterio Antiguo |
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Este pequeño edificio alberga los servicios acondicionados para los visitantes del Monasterio Antiguo |
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Alcanzamos el Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña ( S. X ), construido bajo una gran roca |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Panel informativo en las inmediaciones del Monasterio |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Pared de roca bajo la que se construyó el Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Nos despedimos del Monasterio Antiguo de San Juan de la Peña |
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Retomamos el amplio y marcado camino por el que accedimos al Monasterio Antiguo |
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Panel informativo |
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Panel indicador junto al marcado camino por el que retornamos hacia Santa Cruz de la Serós |
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Dejaremos a nuestro paso nuevamente el pequeño edificio que alberga los servicios para continuar al frente |
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Imponentes murallones rocosos asoman en las inmediaciones |
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Dejamos a nuestro paso la bifurcación en la que desemboca el camino por el que hemos descendido del Monasterio Nuevo |
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El camino por el que continuaremos es amplio y claro |
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Ascenderemos rodeados de vegetación de monte bajo |
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Las balizas del Camino de Santiago ( izda ) balizan el sendero a seguir |
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Bifurcación en la que tomaremos a nuestra izquierda ................... |
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......................... dejando a nuestra espalda este poste indicador que señaliza este cruce |
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Detalle del poste indicador |
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Poste indicador ............. |
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..................... que baliza el camino a seguir hacia nuestro destino |
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El camino desciende por zona sombría, lo cual favorece para que la helada perdure |
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La cordillera pirenaica vuelve a asomar en el horizonte |
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Perdemos altura paulatinamente por nítido camino .............. |
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................... rodeados de vegetación de monte bajo ................. |
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................... y muy pedregoso en algunos tramos |
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Atravesamos un túnel de vegetación |
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Balizas de GR y del Camino de Santiago aparecen junto al camino |
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Dejamos a nuestro paso jóvenes ejemplares de pinos |
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Numerosos postes indicadores señalizan perfectamente el camino .................. |
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........................ por el que venimos descendiendo |
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Perdemos altura bajo grandes paredones rocosos |
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Cielos completamente despejados al atardecer |
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Marcada bifurcación en la que destaca un poste indicador, un mugarri y las balizas del Camino de Santiago. Tomaremos a la izquierda |
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Detalle del poste indicador .............. |
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................. que dejamos atrás entre los pinos |
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El camino continúa entre jóvenes pinos con Bisaurín asomando al fondo |
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Dejamos a nuestro paso viejos muros de piedra ( dcha ) |
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En algunos tramos el camino pierde notoriedad y se convierte en estrecho sendero |
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Un último tramo de calzada nos hace desembocar ................. |
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................ a las afueras de Santa Cruz de la Serós, lugar por el que pasamos al inicio de este itinerario |
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Detalle del poste indicador que señaliza el sendero por el que hemos descendido desde el Monasterio Antiguo |
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Asoma la torre de la iglesia de la localidad |
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Iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós |
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La Llena del Bozo, Llena de la Garganta y Aspe asoman sobre Santa Cruz de la Serós |
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Dejamos a nuestro paso la iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós .............. |
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.................. para hacer una visita " rápida " a la localidad |
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Casa en Santa Cruz de la Serós |
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Pozo en la plaza de Santa Cruz de la Serós con la iglesia de Santa María en primer término bajo los rocosos murallones de San Vicente |
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Fuente en la plaza de Santa Cruz de la Serós |
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Escudo de Santa Cruz de la Serós |
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Pozo en la plaza de Santa Cruz de la Serós |
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Pozo en la plaza de Santa Cruz de la Serós |
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Bellas casonas de piedra conforman el núcleo urbano de Santa Cruz de la Serós |
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Bello " rinconcito " en Santa Cruz de la Serós |
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Alcanzamos las afueras de la localidad y la rotonda que le da acceso |
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Pozo y ermita de San Caprasio |
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Interior de la ermita de San Caprasio |
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Desde las afueras de Santa Cruz de la Serós, punto de partida de este itinerario, echamos un último vistazo a la localidad sobre la que asoma San Vicente, cumbre fácilmente reconocible por las antenas que la coronan |
Magnífico reportaje, muy bien documentado y con estupendos paisajes. Me parece muy interesante, pues describes y detallas muchas particularidades de forma espléndida.
ResponderEliminarNo conozco esa excursión pero tiene una pinta muy buena. Es una zona muy atractiva y has sabido combinar en el itinerario, de manera elegante, el interés montañero y cultural. Un gran acierto. A tener en cuenta.
A seguir dándole campeón.
Un saludo
Josean
Muchas gracias Josean, me alegra que te haya parecido interesante esta ruta.
EliminarEn efecto y como bien comentas, creo que combina de manera interesante, el interés montañero con el histórico y cultural porque, a mí personalmente, además de " hacer monte " me gusta conocer y visitar los posibles monumentos o lugares emblemáticos cercanos a la ruta a realizar. No siempre se puede conseguir pero en este itinerario en concreto creo que merece la pena " perder " un poco de tiempo en disfutarlos.
Espero que te animes a visitar la zona, merecerá la pena.
Un saludo figura